martes, 12 de septiembre de 2017

¿La DEGRADACIÓN de la DEMOCRACIA hacia la TIRANÍA es NATURAL e INEVITABLE?

¿LA DEGRADACIÓN DE LA DEMOCRACIA HACIA LA TIRANÍA ES NATURAL E INEVITABLE?


A continuación traducimos una reflexión de Jeff Thomas en la web International Man, sobre cómo, inevitablemente, la democracia acaba degradándose hacia la tiranía, cuando las poblaciones actúan sumisamente ante los abusos del estado…

No es una idea agradable a tener en cuenta, pero es un hecho. En todos los casos, una democracia se deteriorará como resultado de que el electorado acepte la pérdida de libertad en a cambio de generosidad por parte de su gobierno. Este proceso puede derivar en fascismo, socialismo, comunismo o en toda una amplia canasta de “ismos”, pero la tiranía es el final inevitable de la democracia.
Como la destrucción de un castillo de arena por la marea entrante, requiere de tiempo para que se materialice, pero con el tiempo, la democracia, como el castillo de arena, será arrasada en su totalidad.
¿Por qué es así?
El concepto de gobierno es que la gente le otorga a un pequeño grupo de individuos la capacidad de establecer y mantener controles sobre ellos. El defecto inherente de tal concepto es que cualquier gobierno, invariablemente y continuamente expandirá sus controles, resultando en que la libertad de aquellos que le concedieron el poder, está cada vez más menoscabada.
Desgraciadamente, siempre habrá quien quiera gobernar, y siempre habrá una mayoría de votantes lo suficientemente complacientes e ingenuos como para permitir que sus libertades se eliminen lentamente. Este adverbio “lentamente” es la clave por la que se consigue la supresión de las libertades.
Recordemos el viejo adagio de “hervir una rana”, en que si se pone a una rana en una olla llena de agua caliente, la rana saltará y huirá, pero si el agua es tibia y la temperatura se eleva lentamente, se acostumbrará al cambio de temperatura y se dejará hervir inadvertidamente.
Veamos la evaluación que hizo Thomas Jefferson sobre esta técnica:
“Incluso bajo las mejores formas de gobierno, los que tienen el poder lo acaban perviritendo hacia la tiranía, con el tiempo y por medio de operaciones lentas”.
Jefferson era un verdadero visionario. Sabía, incluso mientras estaba redactando la Declaración de Independencia y partes de la Constitución norteamericana, que sus proclamaciones, aunque fueran aceptadas por sus compañeros fundadores, no durarían.
Recomendó que se repitieran las revoluciones populares para contrarrestar la inevitable tendencia de los dirigentes políticos a competir continuamente por la eliminación de las libertades de sus electores.
Al mismo tiempo que Jefferson realizaba el comentario anterior, Alexander Tytler, un economista e historiador escocés, comentó sobre el nuevo experimento estadounidense en democracia.
Se le atribuyen las siguientes reflexiones,
“Una democracia es siempre de naturaleza temporal; simplemente no puede existir como una forma permanente de gobierno. Una democracia seguirá existiendo hasta el momento en que los votantes descubran que pueden obtener votando generosos regalos del erario público. A partir de ese momento, la mayoría siempre vota por los candidatos que prometen más beneficios procedentes de la hacienda pública, con el resultado de que toda democracia se derrumbará finalmente debido a una política fiscal floja, que siempre va seguida de una dictadura”.
Entonces, ¿cada uno de los caballeros anteriormente mencionados disponía de una bola de cristal o simplemente acertaron de chiripa? La realidad es que no. Cada uno de ellos era un estudiante entusiasta de historia. Ambos sabían que el patrón, a finales del siglo XVIII, ya se había repetido una y otra vez. De hecho, ya en el siglo IV a. C. Platón citó a Sócrates diciéndole a Adeimantus,
“La tiranía surge naturalmente de la democracia, y la forma más agravada de tiranía y esclavitud proviene de la forma más extrema de libertad”.
Hoy en día, gran parte de lo que se llamó el “mundo libre” hace sólo medio siglo se ha deteriorado en una combinación de capitalismo residual, que ha sido en gran parte y cada vez más enterrado por el socialismo y el fascismo. (Debería mencionarse que la definición del “fascismo”, a menudo malinterpretada, es la fusión conjunta de las corporaciones y el estado, una condición que ahora está claramente establecida en gran parte del antiguo mundo “libre”).
Hoy en día, mucha gente percibe el fascismo como una condición tiránica que de repente es impuesta por un dictador, pero esto raramente ocurre. El fascismo es de hecho un paso lógico. Así como los votantes sucumben con el tiempo a las promesas del socialismo, así ocurre un declive paralelo a medida que el fascismo lentamente reemplaza al capitalismo. El fascismo puede parecer capitalismo, pero es la antítesis de un mercado libre.
Como Vladimir Lenin dijo acertadamente,
“El fascismo es el capitalismo en declive”.
El camarada Lenin comprendió el valor del fascismo para los líderes políticos. Aunque mantuvo una estrecha relación con los banqueros de Nueva York y Londres, y aprovechó un mercado capitalista saludable para las importaciones de la era soviética, sabía que su base de poder dependía en gran medida de negarñe el capitalismo a sus secuaces.
Así que, de las citas anteriores, podemos ver que ha habido un grupo bastante erudito de personas que han comentado sobre este tema en los últimos 2.500 años. Están de acuerdo en que las democracias, como los castillos de arena, nunca duran. Por lo general, comienzan de manera prometedora, pero, si se les da suficiente tiempo, cualquier gobierno erosionará la democracia tan rápido como los líderes políticos puedan ir haciéndolo saliendo impunes de sus fechorías, y la progresión siempre termina en tiranía.
Actualmente nos encontramos en una coyuntura histórica importante, un momento en el que gran parte del antiguo mundo libre se encuentra en las etapas finales de la decadencia y se acerca a la fase de tiranía.
En este punto, el proceso tiende a acelerarse. Podemos observar esto a medida que vemos un aumento en las leyes que se aprueban para controlar el aumento de los impuestos sobre la población, el aumento de la regulación y las promesas de generosidad cada vez mayores del gobierno, a pesar de que no tienen los fondos necesarios para cumplirlas.
Cuando cualquier gobierno llega a esta etapa, sabe muy bien que no va a cumplir y que, cuando la mentira se descubra, la población se volverá loca. Por lo tanto, justo antes del final del juego, se puede esperar que cualquier gobierno aumente su estado policial.
Las manifestaciones de los gobiernos que lo están haciendo ahora son vistas regularmente (en EEUU vemos equipos SWAT en situaciones donde un pequeño número de policias podrían manejar la situación igual de bien).
Demostraciones públicas de las fuerzas armadas en la calle, incluidos los vehículos blindados, en casos de manifestaciones.
En Londres, Ferguson, París, Boston, etc., las manifestaciones autoritarias se han vuelto cada vez más frecuentes. Todo lo que se necesita ahora es una serie de eventos (ya sean escenificados o reales) para sugerir la existencia de un terrorismo interno en varios lugares, más o menos al mismo tiempo. Un estado de emergencia nacional puede ser declarado “por la seguridad del pueblo”.
Es esta justificación la que asegurará el éxito de la tiranía. Históricamente, la mayoría de las personas en cualquier condado, en cualquier época, eligen la ilusión de seguridad por encima de su propia libertad.
Como le gustaba decir a John Adams,
“Los que quieren cambiar la libertad por seguridad no tendrán ninguna de las dos cosas”.
A partir de este momento, sería prudente para cualquier persona que viva en la UE, Estados Unidos, Reino Unido, etc. observar los acontecimientos de cerca.
Si se produce una erupción de “terrorismo doméstico” repentinamente, bien podría ser el presagio de que el gobierno ha llegado al punto de inflexión, cuando se inaugura la tiranía bajo el pretexto de “proteger la seguridad del pueblo”.
Lo más importante aquí es que, aunque algunos puedan oponerse a ello incluso violentamente, lo cierto es que la mayoría de la gente cambiará su libertad por la promesa de la seguridad.
Jeff Thomas

Lo mejor de este artículo de Jeff Thomas, es que en el fondo es un análisis buenista, casi inocente, propio de un norteamericano que vive en una burbuja.
Si este buen señor viniera a España y viera cómo actúa el régimen aquí, descubriría que existen poblaciones tan adoctrinadas en el servilismo y la esclavitud, que ni tan solo hace falta amenazarlas con “el terrorismo” o la “violencia” para que acepten gustosas y bien serviles, una tiranía…
https://elrobotpescador.com/2017/09/12/la-degradacion-de-la-democracia-hacia-la-tirania-es-natural-e-inevitable/

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro