PREMIO NOBEL STIGLITZ: UNA CATALUÑA INDEPENDIENTE SERÍA VIABLE INCLUSO SIN EL EURO
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- septiembre 20º, 2017
Julian Assange afirma que Cataluña tendría buenas perspectivas económicas si se independizara, e incluso si se viese fuera de la zona euro, citando declaraciones previas del economista Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, quien originalmente planteó que “una Cataluña independiente sería viable económicamente, incluso sin el euro”, y como ejemplo puso a “Islandia, que es 10 veces menor”.
El economista estadounidense afirmó en rueda de prensa, durante su visita a Barcelona en octubre pasado, que en el ambiente actual de globalización los países pequeños operan “más fácilmente” si son independientes.
De igual forma, advirtió que la secesión de Cataluña tendría consecuencias políticas no sólo para España sino para Europa entera, pues conduciría a un reajuste de las naciones-Estado nacidas en el siglo XIX.
Independencia de Cataluña ¿qué hacemos con la deuda y las pensiones?
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- septiembre 19º, 2017
Pero muchas cuestiones que también son importantes se están dejando de lado, como la deuda o las pensiones.
Sobre la deuda ya hablamos en su momento, y queda el momento de actualizar estos datos.
¿Cómo quedaría la deuda pública tras una independencia de Cataluña?
La deuda pública es uno de los factores más importantes que se deberían de estar mencionando sobre la mesa, cuando en cambio se pasan de largo.
Además está el problema sobre qué sucedería con las pensiones de los jubilados catalanes, porque es algo que no queda claro.
Deuda
Usando los datos del Instituto Nacional de Estadística, España en 2015 tenía un PIB de 1.075.639.000.000 euros y una deuda en 2017 de 1.138.899.000.000 euros de las administraciones públicas (el 100,3% del PIB).
Cataluña por su parte tiene un PIB de 204.666.273.000 euros, aproximadamente el 19,03% del PIB de España.
A su vez la población española es de 46.528.966 habitantes y la de Cataluña de 7.522.596, siendo aproximadamente el 16,17% de la población de España.
Ante una ruptura tendríamos que ver cómo se repartiría la deuda.
Si se hiciese respecto a la población, el resto de España quedaría con una deuda de 954.766.881.916€, el 109,62%% de su PIB y Cataluña con una deuda de 184.132.118.083€, un 89,97% del PIB.
Si se hiciese respecto al PIB, España se quedaría con una deuda de 922.195.985.649€, un 105,88% de su PIB y Cataluña con 216.703.014.350€, el mismo porcentaje del PIB.
Por supuesto está el peor escenario para el resto de España, que Cataluña no asumiera deudas y se encontrara como garante del total de la deuda de las administraciones públicas, lo que podría suponer una deuda de más del 130% del PIB.
Es cierto que los datos están hechos con PIB pasado, pero como mínimo asumamos una pequeña recesión por la inseguridad generada por la secesión.
Obviamente esto depende del nivel de deuda y de quien la contraiga. Por ejemplo según las cuentas de Carlos Sanchez en El Confidencial dibuja un escenario peor para Cataluña, que afirma quedaría endeudada en el 120% de su PIB. Desde luego no es un buen comienzo para un nuevo estado.
Pensiones
No se trata sólo de algo que interese a los jubilados, sino también a aquellos que dependen de ellos (como sucede en algunas familias en las que hijos han retornado a casa con los abuelos) o sobre aquellos que han cotizado una serie de años.
Si el tema de la deuda es complicado, el de las pensiones es todavía más complicado de asumir.
Lo primero es que debemos de entender cómo funciona nuestro sistema de pensiones a grandes rasgos. Es un sistema de reparto, por lo que el dinero actual de las cotizaciones no se ahorra, se reparte entre los pensionistas.
Estos tienen una pensión menor o mayor según hayan cotizado más o menos en el pasado (o incluso si no han cotizado, como es el caso de las pensiones no contributivas).
Lo primero es que el resto de España sin las cotizaciones de los trabajadores catalanes no podría hacerse cargo de las pensiones de los pensionistas residentes en Cataluña.
Además no sería justo que los trabajadores del resto de España se hicieran cargo de todas las pensiones sin que que los trabajadores de Cataluña contribuyeran.
Existen una serie de artículos de opinión en los que se indica que a pesar de los derechos generados y de las cotizaciones, basándose en el precedente del Sahara Occidental o de que España no paga las pensiones a trabajadores de naciones con los que no hay un acuerdo con la seguridad social, el resto de España pasaría a no hacerse cargo de las pensiones de los aproximadamente 1,7 millones de jubilados catalanes.
No obstante, hay que considerar que los ciudadanos de la nueva república catalana no perderían su nacionalidad si son españoles de origen por disposición de la actual constitución española (aunque puede que esta se modificara para adaptarse a esta nueva situación) o que se buscara alguna alternativa para no abonar los derechos (por ejemplo que se obligara a no residir en Cataluña).
Siendo Cataluña un territorio con un nivel de desempleo más bajo y un nivel de ocupación más alto, en principio parece que el nuevo Estado Catalán debería de ser capaz de hacerse cargo de las mismas, aunque como menciona El Periódico sin colaboración de la Tesorería de la Seguridad Social, no tendría datos de las cotizaciones pasadas de cada pensionista o las cotizaciones pasadas de aquellos que llevan años trabajando. Es decir, aunque fuera capaz de hacerse cargo, sería muy complejo conocer lo que le corresponde a cada pensionista presente y futuro.
Además, por parte del gobierno de España se estima que habría un déficit en las pensiones catalanas.
Tanto deuda como pensiones, así como otros puntos recogidos por Jesús Lizcano en El País, deberían de haberse llegado a un acuerdo de mínimos antes de poder plantear un referéndum sobre la independencia, ya que estos puntos supondrían mucho sobre el día a día tras la independencia.
En El Blog Salmón | Independencia de Cataluña, ¿qué hacemos con la deuda? y Tres indicadores económicos que dicen que no habrá independencia de Cataluña
Datos | INE
Imagen | Sole Treadmill
Imagen | uayebt
A menos de 2 semanas de la fecha límite que calienta los espíritus sobre el tema de la autodeterminación o no de la nación catalano-española cada día ve una ofensiva. Este lunes, el Ministerio de Economía blandía la amenaza de la cartera.
Según él, independencia = empobrecimiento. Una tesis que tiene su antítesis. Y hace sintetizar...
Cataluña se enfrentaría a un "empobrecimiento brutal" en el caso de la independencia, con una caída del PIB del 25 al 30%, dijo hoy lunes el ministro español de Economía -Luis de Guindos/Lehman Brothers/PP-. "El empobrecimiento general de la sociedad sería brutal".
A esta imagen en blanco y negro y negativa, el gobierno catalán opone otro análisis.
Cataluña se enfrentaría a un "empobrecimiento brutal" en el caso de la independencia, con una caída del PIB del 25 al 30%, dijo hoy lunes el ministro español de Economía -Luis de Guindos/Lehman Brothers/PP-. "El empobrecimiento general de la sociedad sería brutal".
Y desarrolló: "El PIB podría caer un 25 a un 30% y el desempleo se duplicaría", aseguró Luis de Guindos en una entrevista en la radio Cope de la Conferencia Episcopal española y nazicatólica:
"La independencia de Cataluña sería absolutamente irracional desde el punto de vista económico. Acabaría fuera de la zona del euro (...). El 75% de la producción catalana estaría sujeta a derechos de aduana.
Los Bancos se vería obligados a abandonarla. Los catalanes deberían crear su propia moneda", dijo, y detalló:
"Es tan irracional que ni los inversores o los mercados de capitales, ni los miembros del Eurogrupo consideran este escenario (de la independencia) como viable", agregó.
Se estima que, en caso de independencia, la capacidad de Cataluña, si puede decidir su política fiscal o la inversión en infraestructuras, beneficiaría por el contrario al PIB nacional.
También destaca el hecho de que Cataluña no sufre el "déficit presupuestario", ya que paga más dinero al gobierno central del que recupera.
El ejecutivo catalán calcula este déficit en aproximadamente 16.000 millones de euros, o aproximadamente el 8% del PIB regional;
y el gobierno central, que utiliza una metodología diferente, en aproximadamente 10.000 millones o el 5% del PIB regional.
Sin embargo, existe una proyección más equilibrada (¿menos ideológica?).
Algunos economistas europeos, que parten del supuesto de que Cataluña se quedaría en la Unión Europea en caso de independencia, creen que el PIB del nuevo estado permanecería en estabilidad a corto plazo, y con un aumento del 7% en el largo plazo.
La tasa de desempleo, similar a la de la capital del reino, no es mucho menor que en el resto del país: 13,2% frente a 17,2% a nivel nacional, en el segundo trimestre de 2017, informa L'Indépendent.
Capital Economics, una de las principales casas 'independientes' de análisis utilizadas para tomar decisiones por los fondos de inversión de la City londinense considera que "los enormes costes que supondría la independencia catalana hacen improbable la secesión".
"La independencia sería negativa para España. Cataluña tiene el 16% de la población española, pero supone el 19% del PIB y un 25% de las exportaciones.
También contribuye de una manera desproporcionada a la recaudación de impuestos, un 21%.
Si Cataluña fuera independiente, España tendría un mayor déficit fiscal que financiar y la confianza de empresas y consumidores podría deteriorarse".
La inseguridad jurídica generada por el desafío de la Generalitat provoca unos riesgos que las multinacionales de Estados Unidos no están dispuestas a asumir.
Asociaciones que agrupan a ejecutivos de multinacionales de EEUU y Alemania avisan de que tendrán que tomar decisiones, si el Ejecutivo catalán consuma la actual violación de la legalidad en Cataluña.
Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España, aseguró ayer que "montones de empresas dejarán su sede en Cataluña para evitar cualquier situación de ilegalidad".
En su asociación se agrupan las principales multinacionales de EEUU con filiales en España y Malet asegura que muchas de ellas disponen de "un plan de contingencia, de un botón rojo, para poder cambiar de sede en 24 horas".
"Los cuarteles generales de las grandes empresas de EEUU preguntan qué está sucediendo con Cataluña y es muy difícil la explicación. Pero no es sólo su caso.
La información de que hay preparativos para cambiar de sede por si se produce un escenario indeseado no me llega sólo de multinacionales, también de empresas grandes o medianas con sede en Cataluña", asegura Malet.
En la Cámara de Comercio de EEUU en España despachos de abogados están ofreciendo asesoría legal para poder activar cambios de sede prácticamente inmediatos.
La Ley de Sociedades Anónimas reformada por el ministro de Economía, Luis de Guindos, permite cambios de domicilio social con el simple acuerdo del consejo de administración, sin necesidad de esperar juntas de accionistas, recuerda Malet.
Es una advertencia clara de cambio de sede no sólo en caso de declaración unilateral de independencia, sino de intentos de la Generalitat de imponer una legalidad distinta de la del Estado.
"Las empresas no aceptarían pagar el Impuesto de Sociedades a la Agencia Tributaria Catalana", pone como ejemplo Malet que también declara que el intento de cobrar impuestos al margen del Estado “sería una línea roja” para estas multinacionales.
El presidente del Círculo de Ejecutivos alemanes, Albert Peters, también informa de que sus asociados tampoco aceptarán ilegalidades. "Creemos en la economía catalana, pero lo más importante para nosotros es el respeto a la legalidad, al Estado de Derecho", afirma Peters.
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