La Comisión Europea quiere convertir a las redes sociales en el nuevo Torquemada
Desde hace siglos España es la envidia del mundo, martillo de herejes, cuna de la Inquisición y del Gran Torquemada que censuraba hasta los más recónditos pensamientos.
En el resto del mundo la mayor parte de la gente cree en el librepensamiento, en que cada cual puede decir lo que le viene en gana.
Nunca conocieron los avances que aquí logramos, desde los tiempos en que los libros se quemaban, hasta ahora, cuando los fiscales de la Audiencia Nacional piden penas de prisión por contar chistes o cantar un rap.
Por fin la Comisión Europea se ha propuesto que España sea un ejemplo para el Viejo Continente y acabar de una vez con esas noticias procedentes de fuentes no oficiales que proliferan por las redes sociales y son falsas, bulos, chismorreos y otros graves errores contra las Sagradas Escrituras.
En la Comisión Europea hay un encargado de eso que en Bruselas llaman “mercado único digital” porque allá todo, incluso las informaciones, verdaderas o falsas, es un negocio.
El tipo se llama Andrus Ansip y se ha dirigido a Facebook y otras redes sociales para que emprendan una cruzada contra las informaciones erróneas, dudosas, equívocas o infundadas.
Para su “fatwa” el tal Ansip ha utilizado un medio sobre cuya fiabilidad no puede caber absolutamente ningun duda:
el Financial Times.
El Gran Inquisidor apela a la “autoregulación”, es decir, quiere que la censura la impongan las propias multinacionales, pero en caso contrario se muestra dispuesto a ejercer de pirómano por sí mismo.
A un monopolio como Facebook no hace falta que un enchufado de Bruselas le diga lo que tiene que hacer; ya está en plena tarea inquisidora, filtrando contenidos y animando a los usuarios a que hagan de chivatos e indiquen qué informaciones consideran como falsas pulsando sobre un indicador de la pantalla.
También ha cerrado el acceso de la publicidad a los perfiles que difunden falsedades.
Pero al Torquemada de Bruselas eso le parece poco y uno de sus portavoces ha dicho que van a publicar “directrices” sobre la manera en que las multinacionales informáticas tienen que censurar la información.
Más que un mercado, lo que hay es un mercadillo digital cada vez más controlado por lo peor de un Estado: los servicios secretos.
Ante las próximas elecciones en Alemania, los espías dicen haber detectado un aumento en la difusión de noticias falsas que tienen por objeto debilitar la posición electoral de Merkel.
Naturalmente que los espías se han puesto a contrarrestarlo, para lo cual se les ha ocurrido crear una asociación de “periodismo de investigación” encargada de verificar las informaciones que circulan por las redes.
Al presidente del grupo parlamentario socialdemócrata, Thomas Oppermann, se le ha ocurrido la feliz de idea de imponer multas a las redes sociales que no desempeñen su papel inquisidor con suficiente celo.
También han aparecido impacientes que han asumido como propia la tarea de modernos Torquemada y han elaborado listados de los herejes que difunden mentiras, bulos y calumnias por internet.
Hay uno que ha publicado una base de datos con 1.200 mentirosos que deben ser enviados a la hoguera, encabezados por ¡Russia Today! ¡Cómo no!
La Cruzada contra Internet
Por JL / mundo desconocido
Internet es el gran problema de los Oligopolios mediáticos tradicionales, son muchas las causas que han generado esta controversia y muy evidentes los mensajes que los Mass Media nos entregan intentando destruir el contenido alternativo de este gran medio digital.
En el siguiente vídeo, JL explica la astuta estrategia que siguen para ofuscar a Internet.
Éste es el artículo al que hace referencia JL publicado en mi otra web de Periodismo Alternativo
Antes lo progre andaba perseguido. Las tornas han cambiado.
Ahora todo lo que vaya en contra de Israel, LGTB, feminismo o aborto estará perseguido y será castigado como sucede en Francia.
Francia aprueba ley que impone hasta dos años
de cárcel por correr sitios web pro-vida
La
Asamblea Nacional francesa ha adoptado una legislación para hacer lo
que llama "difundir información engañosa" sobre el aborto punible con
hasta dos años de prisión y una multa.
La ley se dirige específicamente a medios "electrónicos" y "en línea" por difundir información con la intención de disuadir a las mujeres de poner fin a su embarazo, pero su redacción no es restrictiva.
La ley se dirige específicamente a medios "electrónicos" y "en línea" por difundir información con la intención de disuadir a las mujeres de poner fin a su embarazo, pero su redacción no es restrictiva.
En
general, cualquier persona o grupo que pretenda llamar la atención de
la opinión pública sobre los peligros y riesgos del aborto corre el
riesgo potencial de ser procesado.
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