El entorno del expresidente confirma la existencia de un documento que le blindaría, pero que no ha sido respaldado por organización o país alguno
El expresidente de Gambia Yahya Jammeh, que dejó el sábado por la noche Banjul con destino a Guinea Ecuatorial, abandonó su país tras 22 años en el poder sin ninguna garantía internacional, aseguró este domingo el ministro senegalés de Asuntos Exteriores, Mankeur Ndiaye.
El ministro de Exteriores desmintió así la existencia de un supuesto documento que Jammeh, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), Naciones Unidas y la Unión Africana firmaron durante la mediación, según informaciones difundidas por medios locales, con el fin de que el exmandatario cediera el poder.
“No se ha firmado ningún documento en el cual la comunidad internacional concede unas garantías al expresidente Yahya Jammeh,menos aún la concesión de la impunidad“, afirmó Ndiaye a medios locales.
El supuesto acuerdo prohibiría cualquier confiscación de bienes o propiedades que pertenezcan legalmente al propio Jammeh, su familia e incluso a sus seguidores.
Además obligaría a que los países que lo acojan no sufran ningún tipo de represalia por ello y señalaría que la salida de Jammeh es temporal y, por tanto, podría regresar a Gambia cuando lo desee, ya que mantendría sus derechos como ciudadano, líder de un partido político y exjefe de Estado.
El ministro senegalés sí reconoció, sin embargo, que ese documento había sido preparado por el expresidente Jammeh y su equipo para que se les concedieran tales garantías, entre ellas la impunidad, pero “no ha sido firmado por nadie”, subrayó.
Ndiaye apuntó a que para conceder amnistía a alguien, este debe ser imputado, juzgado y condenado, y este “no es el caso del expresidente gambiano y sus excolaboradores”.
Asilado en Guinea
Jammeh abandonó el sábado la capital de Gambia, Banjul, con destino a Guinea Ecuatorial, previa escala en Guinea Conakry.
Guinea Ecuatorial le ha ofrecido asilo para poner fin a la crisis política en su país, después de que Jammeh anunciara el viernes que cedía el poder tras 22 años al frente del país.
Una de las condiciones exigidas por Yahya Jammeh para abandonar el poder era la garantía de que no será perseguido por los supuestos crímenes que ha cometido a lo largo de sus más de dos décadas de régimen autoritario, según fuentes de la oposición gambiana.
A Yahya Jammeh, quien ha dirigido su país con mano de hierro, se le acusa de ser responsable de la muerte y desaparición de numerosos opositores a su régimen, periodistas, activistas pro derechos humanos y militares.
Miles de gambianos han sido también forzados al exilio por su régimen, cuyo principal aparato era la Agencia Nacional de Investigación (NIA por sus siglas en inglés).
En los últimos días seguidores de la oposición que salieron a las calles para celebrar la derrota de Jammeh y la investidura de Barrow pidieron que el exmandatario sea juzgado por la Corte Penal Internacional (CPI).
Precisamente una de las últimas decisiones de Jammeh como presidente fue retirar a Gambia del Tribunal de la Haya.
Diversas organizaciones pro derechos humanos reclaman que Jammeh sea juzgado por un Tribunal en Gambia o, en su defecto, por cortes internacionales.
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