El muro de Trump ¿Crisis u oportunidad?
Posteado , el 27 enero, 2017
Por: Erick Simpson Aguilera
Sí, yo sé que ésta nueva realidad de un Estados Unidos que le da la espalda a México, que les declara la guerra comercial, que amenaza con subirles los aranceles al 20% a los productos mexicanos, que desconoce el TLC, que pretende marginarlos de la órbita norteamericana de la que se sienten parte por medio de un humillante muro que constituye una declaración de enemistad y un mensaje de que México es un país indeseable al que es mejor aislar de la realidad estadounidense.
Asusta -por no decir que espanta- a muchos mexicanos que han activado el botón de pánico por sentir que el mundo se les viene encima por haberse acostumbrado a vivir en torno a la economía yankee ya sea por la exportación de productos hacia el mercado estadounidense, por las remesas que envían los mexicanos desde el norte, y por una serie de variopintas actividades basadas en la relación histórica que mantienen con Estados Unidos.
Sin embargo,
cada crisis ofrece una oportunidad para crecer y fortalecerse.
Razón por la cual los mexicanos deben con cabeza fría y cero pánico explorar otras alternativas en las cuales basar su economía diversificándola con creatividad para no volver a caer en la trampa suicida de basar el 80% de su economía en el comercio con USA -porque luego pasa lo que hoy experimentan-, siendo que Estados Unidos no es el mundo entero, ergo los mexicanos deben romper las cadenas de la dependencia y sin complejo de inferioridad alguno hacerse cargo de su propio destino como el país grande y maduro que están llamados a ser dado su potencial y abundantes recursos.
Dicho eso, analicemos el tema que nos compete para entender su génesis y posibles soluciones.
En primer lugar es preciso establecer las causas de la desigual relación de México con su vecino norteño, para poder erradicarlas.
Y sin dar muchas vueltas digamos sin tapujos que la dependencia y sometimiento de México a Estados Unidos obedece a la traición de su cobarde clase política que por miedo a la grandeza fueron cediendo poco a poco su gran territorio a USA (la mitad de Estados Unidos era territorio mexicano, incluidos los ricos Estados de California y Texas), ya sea por medio de la venta, negligencia para poblar sus vastas tierras, o mediante la guerra, fortaleciendo así a la vecina nación que con mayores recursos y riquezas disponibles se fue transformando en la potencia abusadora que es hoy en día, sumiéndose México en un complejo de inferioridad incrustado en su psique nacional que los ha llevado a creer erróneamente que no pueden vivir sin depender de USA, y lo demás es historia.
El mismo fenómeno de cobardía a la grandeza, traición a los intereses patrios, y sometimiento a los intereses yankees, lo han sufrido todos los países de Latam que han preferido desempeñarse como lacayos y mayorales de una gran finca cuyos recursos explotan las potencias mundiales encabezadas por USA.
Por ejemplo, el proyecto bolivariano de la Gran Colombia del que formaban parte Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá, de haber fructificado con los muchos recursos estratégicos de los que disponen nuestros países, hoy en día estuviéramos posicionados como una gran nación; sin embargo prevalecieron las intrigas promovidas desde el norte para separarnos, los caudillismos regionales, la envidia, la falta de visión y el cero patriotismo; y la misma historia de entreguismo a las potencias mundiales se repite en todo Latam que ha preferido para conveniencia de USA y Europa, fraccionarse en pequeños Estados débiles y fáciles de controlar para despojarlos de sus abundantes riquezas naturales.
No obstante, el pasado es pasado y ahora nos corresponde hacerle frente al presente para salir adelante.
De modo que, México y Latam entera tenemos que entender que el principal obstáculo para nuestro pleno desarrollo es la corrupta clase política que trabaja infiltrada para salvaguardar los intereses de Estados Unidos y Europa a cambio de estatus en nuestros respectivos países en los cuales ejercen la administración del Estado como elites locales, entiéndase como viles y vulgares sátrapas del imperio.
Mientras esos traidores vende patrias sigan controlando la cosa pública prevalecerán la pobreza, la desigualdad, la delincuencia, los sistemas educativos paupérrimos y una larga serie de flagelos sociales que las potencias han diseñado para mantener a nuestros países subyugados y así poder expoliar nuestros recursos naturales sin resistencia alguna.
Todos nuestros pseudos líderes políticos que han administrado desde siempre el poder en Latam, son parte de esa trama de dominación y saqueo cual viles Judas que son; si no lo entendemos así, difícilmente lograremos revertir la situación actual.
Así las cosas, es hora de que México comience a mirar hacia el resto de Latam y no hacia el norte cual mendigos.
Juntos somos ricos y fuertes; divididos somos presas fáciles.
También es menester que el resto de Latam entendamos que el muro de Trump no es una afrenta solo contra México, pero es un mensaje para todo Latam de que no contamos para los planes de Estados Unidos, de que es mejor aislarnos, de que solo servimos para saquear nuestros recursos, más no formamos parte de América.
¿Será que les creemos a los yankees?
Basta ya de creernos menos; basta ya de complejos de inferioridad; basta ya de victimizarnos y culpar a España de nuestra situación actual cuando hace rato que España salió del continente y además cuando estuvo por acá de alguna manera se las arregló para ejercer dominio por bastante tiempo sobre un vasto territorio que incluía no solamente el territorio actual de Latam, pero también la mitad del territorio actual de Estados Unidos, mientras nuestros supuestos próceres lo que hicieron de una vez fue dividir nuestro territorio para entregarlo al dominio de nuevos amos que reemplazaron al imperio español, a saber: a USA y la Europa anglosajona y norteña.
No me mal interpreten, no reniego de habernos separarnos de España, reniego de haber cambiado de amos y permitir que nos dividieran manipulándonos con falsos nacionalismos regionales cuando en realidad somos una sola nación hispana, lo cual si lo hubiéramos entendido a tiempo fuéramos hoy en día una potencia mundial y no el sinnúmero de paisitos subdesarrollados y tercermundistas que somos en donde reinan la pobreza, la corrupción, la desigualdad y la educación paupérrima entre otros flagelos.
Qué tal si aceptamos el reto de Trump y pasamos de USA, uniéndonos nosotros para desarrollar a nuestra región con los muchos recursos de que disponemos para hacerlo y así demostrarles a los estadounidenses y sobre todo a nosotros mismos que la vida continua después de Trump y su muro y que América es un continente entero y no una nación exclusivamente.
En bloque seriamos una economía a tener en cuenta mundialmente y así podríamos explorar de tú a tú otros mercados de comercio como China, India y otros países asiáticos emergentes, sin descartar claro está, a naciones de otros lares.
Así como América no es solo USA, tampoco el mundo entero lo es, por lo que resulta muy estúpido y nada estratégico basar nuestra economía exclusivamente en el comercio con USA, lo cual constituye una espada de Damocles y crea una dependencia y vulnerabilidad tales que nos exponen al chantaje y dominio imperial de Estados Unidos.
Ya sucedió desde siempre en la histórica de la humanidad que es cíclica que, potencias imperiales una vez alcanzaron la cúspide se sintieron superiores al resto de naciones a las que consideraban bárbaras y optaron por marginarlas de sus fronteras a través de muros literales como en el caso de China que se aisló del resto del mundo hasta ser superada, o por medio de murallas militares como en el caso de las utilizadas por Roma para mantener a raya a “las bárbaras” tribus germanas que a la postre terminaron conquistando el imperio.
A propósito, hace tiempo ya que Estados Unidos entró en una dinámica de descomposición social y declive económico, léase, ya no son el referente mundial que solían ser y el mito del mentado sueño americano es hoy por hoy una pesadilla en donde la policía militarizada puede ejecutarte en plena calle como en cualquier país bananero, disfuncional y dictatorial del mundo, por lo que no les recomiendo a mis hermanos hispanos migrar hacia dicha tierra en donde las oportunidades y libertades cada día escasean más.
Tengan en cuenta hermanos mexicanos e hispanos en general que, solo al experimentar situaciones extremas que parecen insuperables como la que enfrenta México con su nueva realidad, es cuando el ser humano descubre su verdadero potencial y fuerza para sobrevivir y salir avante, comoquiera que no hay mayor estimulo que detone el instinto de supervivencia que cuando no nos queda otra opción que luchar con creatividad para revertir lo que parece ser un obstáculo insalvable.
Dicho eso, de pronto hasta resultar ser que el Señor Donald Trump le hizo un favor a México y Latam entera con su muro y política anti hispanoamericana, porque eso obliga a toda Latam a cambiar de estrategia; a unirnos para sobrevivir aumentando nuestras fuerzas de manera cohesionada; a innovar; y a ser creativos para diversificar nuestras economías explorando nuevos mercados.
En fin, animo México que el muro y la era Trump quizás hasta resulten ser una bendición disfrazada de crisis, porque eso obligará a México a sobrevivir sin Papá USA, lo cual puede provocar un auge económico de tal magnitud que esa mano de obra mexicana e hispana en general que ha contribuido grandemente con el desarrollo de Estados Unidos, haga el viaje de vuelta y con su tesón y conocimiento contribuyan al desarrollo de nuestra región.
Como reza el dicho: “No hay mal que por bien no venga”.
Qué vivan México e Hispanoamérica entera y unida.
Saludos cordiales.
Erick Simpson Aguilera.
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