Rusia y China se aprovecharán de la decisión del mandatario estadounidense, Donald Trump, de abandonar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. ¿Cuáles serán los beneficios?
Una vez firmado, el documento sobre la creación de la zona de libre comercio entre varios países de la cuenca del Pacífico podría amenazar con 'aislar' a la UEE en términos de comercio e inversiones, considera el experto ruso Evgueni Vinokurov, jefe del Centro de Estudios de Integración del Banco de Desarrollo Euroasiático.
Ahora, después de que Trump cumpliera con su promesa electoral y retirara a EEUU del acuerdo —que ha quedado herido de muerte—, Rusia y la Unión Económica Euroasiática tienen todas las oportunidades para establecer lazos comerciales más estrechos con los países de Asia-Pacífico, que ahora andan a la búsqueda de otros socios comerciales, ansiosos de recuperarse del fiasco del TPP.
Entre ellos sobresalen Singapur, Corea del Sur y la India.
Aparte de eso, Rusia ya mantiene estrechos lazos comerciales con uno de los signatarios del TPP.
Se trata de Vietnam, que colabora con las empresas rusas Kamaz y Avtovaz. Hace un tiempo, Vietnam permitió a estas compañías del país eslavo abrir fábricas en su territorio.
Además, las iniciativas ruso-chinas sobre las rutas comerciales en Eurasia —la nueva ruta de la seda— podrían también presentar un gran interés para las naciones vecinas.
Sputnik
Donald Trump en la sede del Departamento de Seguridad Nacional, en Washington, EE.UU.Carlos BarriaReuters.
El ‘efecto Trump’, catalizador de la caída del sistema económico y comercial contemporáneo
Nada más sentarse en el sillón presidencial de la Casa Blanca, Donald Trump empezó a dar los primeros pasos que podrían cambiar el panorama económico y comercial del mundo entero.
Sin EE.UU., el TPP no es el paraíso
Uno de los efectos más inmediatos que se sentirán en el tablero internacional se producirá como resultado de la salida de EE.UU. del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), una promesa que Trump había realizado durante la campaña electoral.
Según Dmitri Migunov, columnista del portal Lenta, el TPP sin EE.UU. no tiene sentido, ya que los acuerdos arancelarios y mercantiles sobre los productos producidos en los países participantes tenían como objetivo principal exportar a EE.UU.
No obstante, la medida del mandatario estadounidense fue aclamada por muchas organizaciones y sindicatos de trabajadores estadounidenses,
primero por el hecho de haber cumplido con su palabra y,
segundo, porque estos últimos veían que el TPP empeoraba las condiciones y la legislación laboral del país y provocaba una ‘venta a la pérdida’ de productos por parte de los gobiernos asiáticos.
Asimismo, el abandono del acuerdo ha sido aplaudido también fuera de EE.UU., donde China ve oportunidades para impulsar su propio estilo de comercio en la región con el mayor crecimiento económico del mundo.
Igualmente, Rusia prefiere que no haya un TPP, dado que le interesa que todas las cuestiones de gran importancia comercial a nivel internacional se discutan en la Organización Mundial del Comercio, en la cual Moscú ha invertido muchos esfuerzo para formar parte.
Otro de los objetivos en el ámbito internacional de la Administración Trump es revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), decisión que fue anunciada recientemente.
Para el Gobierno del recientemente electo presiente estadounidense, el TLCAN simplemente logra que se pierdan millones de puestos de trabajo en EE.UU. a base de permitir que las empresas y corporaciones instalen sus centros de producción en México.
Antes de su investidura como presidente, Trump anunció las medidas impositivas a tomar por su Gobierno contra la empresas que no trasladen sus fábricas a EE.UU.
El efecto fue inmediato y muchas corporaciones expresaron sus deseos de volver a llevar su producción al país.
‘Guerra’ mercantil por el petróleo en Europa
Aunque algunos puedan pensar que la política de Trump podría ser afín a los intereses de Moscú, Migunov sostiene que esta podría afectar a Rusia si EE.UU. decide liberarse por completo del gasto que para el país norteamericano supone la importación de petróleo de los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
De este modo, lo que por un lado estimularía la producción petrolífera estadounidense, por otro lado provocaría un superávit de petróleo entre los miembros de la OPEP.
Estos países tendrían que buscar nuevos clientes a los que vender su crudo y les obligaría a introducirse de lleno en el mercado europeo, suponiendo un serio incremento de la competencia para el petróleo ruso.
En ese escenario, los países de la OPEP competirán entre sí y con Rusia por las ventas tanto en Europa como en Asia, donde Irán ha empezado a ofrecer descuentos para no perder su clientes y, si sale bien, ganarse nuevos compradores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario