domingo, 25 de diciembre de 2016

Las operaciones de la familia Pinochet para proteger la herencia inmobiliaria del dictador.

Las operaciones de la familia Pinochet para proteger la herencia inmobiliaria del dictador


La muerte de Augusto Pinochet hace una década no terminó con las operaciones con las que se ocultó dinero y propiedades. 

En 2015, al inicio del último tramo de los fallos judiciales por los casos Riggs, Cema y por juicios tributarios, su viuda Lucía Hiriart y sus cinco hijos “vendieron” la parcela de Los Boldos y un departamento en La Dehesa a un grupo de nietos del dictador. 

Los montos fueron muy por debajo del precio comercial.

En las escrituras figura el nuevo abogado de la familia, Christian Plass. El histórico asesor legal y tributario de Pinochet, Fernando Barros, renunció en agosto pasado.

Este 10 de diciembre la familia Pinochet conmemora el décimo aniversario de la muerte del ex dictador en un escenario complejo. 

Varias causas judiciales que pueden afectar su patrimonio llegan a la recta final. 

Los Pinochet Hiriart se han preparado para este momento, y se han preocupado de poner a resguardo sus bienes más importantes.

Una de esas decisiones ha sido traspasar las propiedades de mayor valor a los nietos de Augusto Pinochet.

Su viuda, Lucía Hiriart, deberá responder en los próximos días ante un tribunal por los manejos oscuros del millonario patrimonio fiscal cedido a CEMA Chile. A ello se suma que el Caso Riggs entra en tierra derecha.

La sentencia de primera instancia le entrega al Fisco los bienes que quedaron a nombre de Pinochet y también los que son de sociedades que el dictador abrió en paraísos tributarios.

La apelación a ese fallo ya está en etapa de acuerdo después de seis meses de análisis en la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago.

Un tercer frente judicial acecha a la familia: la resolución de los juicios por los millonarios impuestos adeudados por Pinochet y tres de sus hijos.

En este complejo cuadro procesal, la familia ha hecho sigilosos movimientos para proteger su fortuna. En los últimos dos años, Lucía Hiriart y sus cinco hijos –Augusto, Lucía, Verónica, Marco Antonio y Jacqueline– realizaron una serie de operaciones en que “vendieron” bienes raíces a algunos de los nietos del ex dictador a precios muy por debajo de su valor comercial.

Con esta fórmula, los herederos directos se desprendieron de propiedades que podrían estar en riesgo de ser embargadas y de la amenaza de una demanda civil del Estado al momento en que se cierre el proceso por el enriquecimiento ilícito de Augusto Pinochet. 

Ese juicio se originó en 2004, cuando el Senado estadounidense reveló la existencia de sus cuentas secretas en el Banco Riggs.

UNA VIEJA COSTUMBRE

Augusto Pinochet acumuló una larga experiencia en operaciones inmobiliarias ficticias. 

Cuando aún era un simple teniente y necesitaba demostrar solvencia económica para que el Ejército lo autorizara a casarse con Lucía Hiriart, un amigo le transfirió una vivienda para que pudiera demostrar la propiedad de un bien raíz.

Ese dato fue relatado por los periodistas Fernando Vega y Claudia Farfán en el libro La Familia, historia privada de los Pinochet.

Décadas después y ya como comandante en jefe del Ejército, retomaría el ímpetu en sentido contrario: crearía sociedades en paraísos fiscales para esconder el cuantioso patrimonio acumulado en sus 17 años como dictador.

Ahora sus herederos aplican las lecciones aprendidas para proteger aquello que no está embargado. 

Primero transfirieron a sus nietos el departamento que Lucía Hiriart compró en La Dehesa en 2014 -y en el que vive actualmente- y luego hicieron lo mismo con la parcela de Los Boldos, el lugar de descanso predilecto de Pinochet y en cuya capilla se depositaron sus cenizas.

Estas operaciones pueden ser leídas también como una forma de eludir el pago del impuesto a la herencia, que asciende hasta un 25% en el caso de los hijos y a un 45% cuando se trata de los nietos (ver tabla).

En la legalización de estas escrituras no aparece el abogado y asesor tributario histórico de Pinochet y su familia, Fernando Barros, quien además renunció en agosto pasado a la defensa de los juicios por impuestos adeudados que afectan tanto a Pinochet como a su hijo Marco Antonio.

Barros puso así fin al fuerte vínculo con Pinochet, el que se fortaleció cuando el dictador fue detenido en Londres en 1998 y el abogado, que se encontraba en Europa gozando de un año sabático, asumió como su vocero legal. 

Detrás de las últimas operaciones inmobiliarias de la familia ahora figura el teniente coronel (r) y ex auditor militar Christian Plass, quien ha redactado las escrituras de compra-venta. Plass, master en Derecho Tributario, asumió también la defensa de Lucía y Marco Antonio Pinochet en los juicios tributarios.

LOS BOLDOS, DE MANO EN MANO

En las cercanías del balneario de las Rocas de Santo Domingo, la Hacienda Bucalemu del Ejército fue uno de los lugares favoritos de Augusto Pinochet mientras estuvo en el poder.

Se supo de las gestiones que hizo para quedarse con la propiedad o al menos gozar de ella después de su retiro.

No lo consiguió y terminó comprando una parcela de 51 hectáreas muy cerca de Bucalemu, la que bautizó como Los Boldos.

Ahí los Pinochet construyeron tres casas. En el inmueble principal se instaló él con su mujer y mostró su apego a esa residencia al trasladar a ella su valiosa biblioteca (ver reportaje). En el gran paraje su viuda hizo levantar una capilla, donde depositaron las cenizas de Pinochet, después de su muerte en 2006.

Los Boldos corresponde a la parcela 9 de la ex Hacienda El Convento, la que Pinochet adquirió en enero de 1994 por $34 millones. Según documentos y testimonios que registra la investigación judicial, en las obras se utilizaron recursos del Ejército.

Un ex gásfiter de la Comandancia en Jefe relató que durante un año un vehículo de la institución lo llevaba a Los Boldos de lunes a viernes, junto a otros suboficiales que eran maestros y a un grupo de soldados, a trabajar en las obras.

Cada semana Lucía Hiriart visitaba el avance de los trabajos. La propiedad quedó a su nombre, aunque como estaba casada en régimen de sociedad conyugal, pertenecía al patrimonio de la familia.

Parcela Los Boldos

Poco después tuvo lugar la primera venta ficticia: en diciembre de 1994 la gran parcela fue adquirida por Belview International, controlada por una sociedad de papel del mismo nombre creada en las Islas Vírgenes Británicas por el ex albacea de Pinochet, el abogado Óscar Aitken.

En una de sus declaraciones en el juicio del Caso Riggs, Aitken explicó que Belview se creó “con fines declarados desde su inicio de carácter inmobiliario y con el propósito de facilitar la asignación hereditaria”.

En palabras simples: para no pagar el gravoso impuesto a la herencia.

Por la compra de Los Boldos, Belview pagó $80 millones, $46 millones más de lo que Lucía Hiriart había desembolsado menos de un año antes.

Además de mantener bajo reserva a los verdaderos propietarios del terreno, la operación sirvió para lavar parte del dinero que Pinochet mantenía oculto en cuentas en el extranjero.

En mayo de 1996, Belview concretó su objetivo principal, al vender nuevamente Los Boldos a Pinochet, su esposa y sus cinco hijos en partes iguales, sin que pareciera una transacción entre familiares diseñada para eludir el pago del impuesto a la herencia. 

Supuestamente se cancelaron $84 millones en cuatro cuotas.

Por estas operaciones Lucía Hiriart estuvo procesada por evasión tributaria, figura que luego fue revocada por la Corte Suprema.

La detención de Augusto Pinochet en Londres en 1998 gatilló una nueva transferencia. Temeroso de que el juicio que en su contra había iniciado Baltasar Garzón terminara despojándolo de todo su patrimonio, el 23 de abril de 1999 el dictador y su esposa liquidaron su sociedad conyugal.

La operación la hizo el abogado Ambrosio Rodríguez. En la división de los bienes, ella se quedó con los dos séptimos de Los Boldos que le correspondían al matrimonio. Los restantes cinco séptimos siguieron en manos de sus cinco hijos.

El valor de los dos séptimos –adjudicados a Lucía Hiriart– fue calculado en $27,4 millones. Esto significa que, a esa fecha, el precio de Los Boldos se estimó en $95,5 millones.

Dieciséis años más tarde un grupo de nietos del matrimonio Pinochet-Ugarte se comprometió a pagar en cuotas un total de apenas $61 millones por el mismo inmueble, ahora con cinco inmuebles y un extenso parque. 

El monto de la venta resulta a todas luces absurdo. Aunque es difícil precisar el valor real de la parcela, distintas estimaciones arrojan un precio de mercado mucho más alto.

CIPER consultó con un corredor de propiedades de la zona, quien señaló que las ventas más baratas que se realizan en el área oscilan entre $10 millones y $12 millones de pesos la hectárea.

El corredor conoce el predio en cuestión y estima que el valor comercial de Los Boldos es mucho mayor, pues incluye cinco inmuebles (considerando la capilla), un parque y un bosque de eucaliptus maduro de alto valor forestal que cubre gran parte del terreno.

En 2005, cuando estaba a cargo de la causa, el ministro Carlos Cerda ordenó una tasación que calculó en $1.200 millones el valor comercial de Los Boldos, según publicó El Mercurio. 

Once años más tarde, CIPER le pidió a un reputado tasador que avaluara la propiedad. Lo hizo considerando los precios de venta más recientes en el sector.

El resultado es impactante: Los Boldos podría venderse hoy en $13.000 millones.

La primera en “vender” fue Lucía Inés Pinochet Hiriart.

El 17 de abril de 2015 traspasó a su hijo Hernán Augusto García Pinochet su parte de Los Boldos en $10 millones, de los cuales éste pagó $1 millón en efectivo y se comprometió a cancelar el resto en tres cuotas anuales de $3 millones. La escritura la hizo el abogado Christian Plass y se inscribió en el Conservador de Bienes Raíces de San Antonio el 18 de junio del año pasado.

El 10 de junio de 2015, Marco Antonio Pinochet Hiriart llevó a cabo una operación similar: vendió a sus hijos Diego Antonio, María Josefina y Nicolás Antonio Pinochet Olave su porción de la parcela. Los tres jóvenes se identificaron como estudiantes universitarios. El precio fue fijado en $9 millones ($3 millones cada hijo), a pagar en cinco cuotas anuales.

El vencimiento de la primera cuota se fijó casi un año más tarde de la firma de la escritura. Ésta fue ingresada al Conservador de San Antonio el 21 de septiembre de 2015.

El resto de la familia siguió la misma ruta. El 8 de octubre de 2015, ante el notario Alfredo Martin Illanes, la viuda de Pinochet María Lucía Hiriart Rodríguez, transfirió sus dos séptimos de la propiedad a cinco de sus nietos: uno por cada uno de sus hijos.

Los beneficiados fueron Cristóbal Andrés Pinochet Molina, Lucas Ramón Noguera Pinochet, Francisca Lucía Ponce Pinochet, Hernán Augusto García Pinochet y Diego Antonio Pinochet Olave.

Augusto Pinochet y Lucia Hiriart

Luego de identificarse como “chilena, viuda, labores de casa”, Hiriart fijó en $15 millones el precio de venta de sus dos séptimos, un monto menor que al que vendieron los dos hijos que la antecedieron. Cada uno de los cinco nietos beneficiados se comprometió a pagar $3 millones: $1,5 millón al contado y la misma suma antes del 31 de diciembre de este año.

Augusto, Verónica y Jacqueline Pinochet Hiriart concurrieron a la misma notaría un día después que su madre, asesorados por el mismo abogado Plass. Mientras el primero se identificó como jubilado, las dos mujeres lo hicieron como dueñas de casa.

Augusto, el mayor de los hermanos, vendió su parte a solo uno de sus hijos, Cristóbal Andrés Pinochet Molina, por $9 millones, en seis cuotas anuales de $1,5 millón.

Verónica, en cambio, dividió la venta entre los cuatro hijos de su matrimonio con Julio Ponce Lerou: Daniela Verónica, Francisca Lucía, Julio César y Alejandro Augusto Ponce Pinochet.También les cobró $9 millones: $2,25 millones cada uno, en tres cuotas anuales.

Jacqueline, la menor de los Pinochet Hiriart, también vendió su séptimo de Los Boldos en $9 millones y con la misma forma de pago que fijó su hermana Verónica. 

Pero ella incluyó a solo cuatro de sus nueve hijos: Federico, Lucas Ramón e Iván Augusto Noguera Pinochet, y Lucía Verónica Amunátegui Pinochet.

EL OJO INMOBILIARIO DE DOÑA LUCÍA

Quizás el mejor negocio inmobiliario hecho por el matrimonio Pinochet Hiriart fue la compra de los terrenos de calle Los Flamencos, en La Dehesa. Allí vivieron tras dejar la casa del Ejército en Presidente Errázuriz, la que ocuparon desde 1974. Originalmente el terreno de La Dehesa estaba compuesto por cuatro paños por los que se pagó un total de $73 millones. Esa compra tuvo lugar solo dos meses antes de que el dictador dejara La Moneda.

La adquisición fue gestionada por Juan Romero, quien llegó a ser auditor general del Ejército. En el juicio por el Caso Riggs, Romero declaró que al menos por una parte del terreno se pagó un valor menor al de mercado.

Así se explica en el fallo: “En lo que se refiere al terreno de propiedad del recibió la instrucción del general Pinochet de pedir, en lo posible, la donación del sitio, pero no fue posible dado que el vendedor lo vendía en aproximadamente 6 o 7 UF el metro cuadrado, pero aceptó reducir el precio a 2 o 2,5 UF, por tratarse del general Pinochet”.

En Los Flamencos construyeron una gran casa, obra en la que también se habrían usado recursos fiscales. Según publicó El Mercurio, el ministro Carlos Cerda encontró el presupuesto para su construcción, el que estaba rotulado a nombre del “Ejército de Chile. Vicecomandancia en Jefe. Comando de Ingenieros del Ejército”.

El valor: $60 millones. Bajo el mismo rótulo, otro documento presupuestaba en $5,7 millones la construcción de un gimnasio, un sauna y un vestidor para dicha residencia.

Lucía Hiriart

En 1999, al momento de la liquidación de la sociedad conyugal, la propiedad se la adjudicó Lucía Hiriart por $214 millones. Pero por el enorme terreno (3.300 m2) y por el auge inmobiliario de La Dehesa, esa tasación estaba fuera del valor de mercado.

Eso quedó en evidencia en 2014, cuando la viuda vendió la propiedad en $1.351 millones a la Inmobiliaria y Constructora El Canal, la que los pagó al contado.

La casa no estaba embargada, pero igual se pidió al ministro Manuel Valderrama la autorización para su venta. Ahí se construyó un condominio –“Casas Los Flamencos”– el que ahora oferta la misma inmobiliaria El Canal, con precios desde 24.900 UF ($655 millones).

Tras esa venta, el 5 de noviembre de 2014, Marco Antonio Pinochet compró para Lucía Hiriart un departamento también en La Dehesa. El inmueble (más una bodega y dos estacionamientos) está en el zócalo del edificio 12 del condominio ubicado en Avenida Valle del Monasterio 2298. El precio fue de 13.530 UF ($329 millones a esa fecha). Así, tras la venta de Los Flamencos y la compra del nuevo departamento, Lucía Hiriart se quedó con más de $1.000 millones de diferencia.

Menos de un año más tarde, el 10 de junio de 2015, Lucía Hiriart le “vendió” su nuevo departamento a cinco de sus nietos, pero conservó el usufrutuo de por vida. Esa operación está dentro del mismo esquema de elusión del pago del impuesto a la herencia. Los beneficiados fueron: Cristóbal Andrés Pinochet Molina (administrador), Lucas Ramón Noguera Pinochet (estudiante), Hernán Augusto García Pinochet (agricultor), Francisca Ponce Pinochet (relacionadora pública) y María Josefina Pinochet Olave (estudiante de Derecho).

Lucía Hiriart cobró $120 millones, en total, a sus cinco nietos. Es decir, $209 millones menos de lo que pagó por el departamento en una zona exclusiva de La Dehesa sólo meses antes. Además, les fijó una fórmula de pago en cuatro cuotas anuales de $6 millones.

LOS JUICIOS PENDIENTES

De acuerdo a la ley, Augusto Pinochet fue sobreseído penalmente tras su fallecimiento, lo que no significa su inocencia. Pero el Caso Riggs siguió avanzando, aunque a paso más que cansino. Recién en mayo de 2015 el ministro Manuel Antonio Valderrama dictó la sentencia cuya apelación está en acuerdo en la corte capitalina.

En el fallo de Valderrama se condenó por malversación de caudales públicos a seis de los militares que participaron del esquema que utilizó Pinochet para apropiarse de gastos reservados y ocultar su fortuna en el exterior.
La sentencia también ordenó el comiso en favor del Fisco de las 24 propiedades embargadas que siguen a nombre de Pinochet o de sus sociedades en paraísos fiscales.


La investigación judicial del Caso Riggs calculó en $8.100 millones el perjuicio impositivo de las maniobras financieras de Pinochet para ocultar su fortuna, fijándose en $1.395 millones lo adeudado entre 1999 y 2005.

La querella del SII está dirigida contra él, su esposa y su hijo Marco Antonio por declaraciones de impuestos incompletas. Todos fueron procesados, pero luego sobreseídos.

En su momento, el ministro Sergio Muñoz liberó parcialmente el embargo que pesaba sobre las cuentas de la familia para permitirles pagar las contribuciones de las propiedades embargadas. Una medida que también concedieron los otros dos ministros que han llevado este juicio (Carlos Cerda y Manuel Valderrama).

A pesar de estos pagos parciales, las diferencias entre los Pinochet y el SII persistieron, por lo que aún existen procesos por cobros pendientes (impuestos, multas y reajustes) que según ascienden a más de $3.000 millones.


Casa en Los Flamencos, La Dehesa (Fuente:T13.cl)

La más complicada con la deuda impositiva es Lucía Pinochet Hiriart. El 21 de diciembre pasado la Tesorería despachó un “mandamiento de ejecución y embargo” por los $342 millones en impuestos que el SII le cobra.

De no pagar la deuda, el Fisco podría quitarle parte de sus bienes. De ejecutarse esa orden, el embargo podría no afectar su porción de Los Boldos, la que ya “vendió” en 2015 a su hijo Hernán García.

Representada por el abogado Christian Plass, Lucía Pinochet logró que se suspendiera el cobro porque recurrió de casación a la Corte Suprema (ver documento).

El recurso está en trámite. Los incumplimientos tributarios de Lucía Pinochet se derivan -en parte- por ocultar dineros depositados en cuentas en el extranjero y que se descubrieron en la investigación del Caso Riggs.

Su hermana Verónica Pinochet Hiriart ha seguido un camino más complejo, pues derivó su caso a los nuevos Tribunales Tributarios y Aduaneros (ver documento). Allí logró que se dejaran sin efecto los cobros que le hace el SII por un total de $65 millones.

El fallo fue revocado luego por la Corte de Apelaciones, lo que tras ser ratificado por la Corte Suprema hizo que el caso volviera al tribunal de primera instancia.

Además de invocar la prescripción, la defensa de Verónica Pinochet alegó que el SII registró como ingresos los dineros que recibió de su ex esposo Julio Ponce Lerou y de sus padres para la manutención de su familia, lo que no constituiría renta.

En cuanto a Marco Antonio Pinochet Hiriart, su juicio tributario está atado a tres causas contra su padre que la Corte de Apelaciones tiene pendientes.

Por petición del Consejo de Defensa del Estado (CDE) las cuatro apelaciones se pondrán en tabla al mismo tiempo, pero están paralizadas desde agosto pasado, cuando el abogado Fernando Barros renunció a sus defensas.

Aunque a Marco Antonio lo representa ahora Christian Plass, nadie ha asumido hasta ahora la defensa de Augusto Pinochet en esos tres juicios tributarios.

La última controversia tuvo como protagonista a la albacea del dictador, Julia Espinoza Hormazábal, pues Plass objetó que correspondiera notificarla en este juicio.

Lo cierto es que en cualquier momento esta causa podría ponerse en tabla.

En este escenario, si los fallos les son desfavorables, Lucía, Verónica y Marco Antonio Pinochet tendrían que pagar al Fisco, por lo que arriesgan el embargo de sus bienes.

Ese escenario fue precisamente el que previeron al “vender” a sus hijos a precios irrisorios su parte de Los Boldos.

Esa misma operación –similar a la que Lucía Hiriart hizo con el departamento en La Dehesa donde hoy vive– pone a los bienes de los herederos a salvo de posibles embargos por los tributos en mora que dejó Augusto Pinochet.

Como las deudas tributarias son heredables, por lo que en principio pasarían a su sucesión, la herencia fue aceptada por los hijos de Pinochet con “beneficio de inventario”.

Eso significa que limitaron los eventuales cobros al monto de la herencia, dejando fuera de alcance del SII el resto de su patrimonio.

By radio Biobíocarlosagaton.blogspot.com

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro