sábado, 31 de diciembre de 2016

La Europa que muere, engaña y tiembla frente a la Europa que viene


La sangre aún tibia de los muertos corre por el empedrado de las calles y plazas de Berlín. Los gemidos desgarrados de los heridos todavía resuenan en el aire frío de diciembre. 

Pero lo que preocupa a los gobiernos y los medios a su servicio, a los tertulianos de TV y a los opinadores profesionales, a los políticos y ONGs de todo pelaje, no es la tragedia de esa nueva matanza en el corazón de Europa y en el centro de nuestra conciencia. Su dolor es otro, su angustia no es la nuestra, nuestra cólera les deja indiferentes.

A la casta gobernante, a su servicio doméstico y a la manada biempensante que sigue balando detrás de las consignas oficiales, les importan muy poco las víctimas, salvo que alguna de ellas sea por casualidad un alienígena, un afgano o un marciano. 

La gran preocupación de estos canallas es que este atentado (y los que le precedieron y los que le seguirán) puede generar un crecimiento electoral a los partidarios de combatir la invasión de Alemania y Europa y su islamización galopante.

Los muertos siguen en la morgue y los heridos en los hospitales, pero ya se oyen las consabidas voces pidiendo "no confundir islam y terrorismo", haciendo acto de contrición por "no haber sabido integrar" a estos "pobres refugiados", y lanzando alertas contra el "discurso del odio". 

Lo importante y urgente es tomar consciencia de que hay que abrir aún más las puertas, que hay que redoblar esfuerzos para acoger a cada días más "refugiados", que hay que estar vigilantes contra la extrema derecha, que el verdadero peligro es el racismo, la intolerancia...

La política suicida de Alemania en particular y de Europa en general al permitir el asentamiento de millones de gentes extrañas e inintegrables en nuestros países nos está llevando directamente al caos y la guerra. 

Esa colonizaciónpiadosamente maquillada como "inmigración" y "refugiados", es en realidad la puesta en marcha de un plan para aniquilar a los pueblos europeos y arrasar con su civilización para dejar el campo libre para otro tipo de sociedad, de pueblo y de cultura.

Los colonizadores están impacientes por quemar etapas. 

Ya tienen el peso numérico suficiente, la masa crítica necesaria para desafiarnos con posibilidad de éxito, por lo menos eso creen ellos. 

Los más excitados consideran que ya ha llegado el momento de pisar el acelerador, con actos impactantes y brutales que desmoralicen a los colonizados y galvanicen a los soldados de Alá, que esperan, "dormidos" o despiertos, la orden de pasar a la acción. 

Todas las acciones son válidas, todas las armas son buenas: el cuchillo, el hacha, el camión, la bomba, pronto el kalashnikov... Cualquier sitio sirve: los conciertos, las plazas, las estaciones de metro o ferrocarril, los mercadillos de Navidad, los paseos marítimos, los restaurantes o las salas de redacción... 

En cualquier momento incendiarán un cine o un gran almacén con cientos de personas dentro, o atacarán una iglesia repleta de fieles o acribillarán una escuela a la hora del recreo. Es la Europa que muere.

A escasas horas del nuevo atentado, hemos oído ya las habituales justificaciones del crimen, las elucubraciones masoquistas de unos cerebros enfermos que celebran la masacre de europeos en su propia tierra por "refugiados" acogidos a su generosidad. 

Esos tontos útiles del islamismo, esos compañeros de ruta de la islamización de sus países son inmunes a la realidad, ciegos ante el fanatismo asesino de sus protegidos, sordos al estruendo de las bombas y los gritos de los despanzurrados. 

Son los criminales que piden "una segunda oportunidad para los yihadistas que regresan a casa" (¿por Navidad?), los dementes que piden que miremos a los ojos a los terroristas, los que prefieren refugiados violadores a horribles "fascistas blancos heteropatriarcales", los que le abren alegremente los brazos y sus casas a los recién llegados de los campos de la muerte, los chiflados y las chifladas que los recibieron hace pocos meses con ramos de flores y cartelitos de "Welcome Refugees", impacientes por abrirse de piernas y de nalgas para esa simpática y glamurosa humanidad con olor a pólvora y sangre. 

Son también los medios de comunicación quecocinan las noticias para encubrir la identidad de los "refugiados" que comenten crímenes a millares todas las semanas. 

Es la clase política que ha permitido y organizado esta invasión y destina sumas enormes a mantener el parasitismo de este ejército de asistidos desagradecidos y arrogantes, en detrimento de los habitantes del país. Es la Europa que engaña.

El atentado de Berlín es el enésimo bofetón a todos esos europeos, saturados de propaganda inmigracionista, hipnotizados por la droga mental servida en dosis diarias por los medios del Sistema, que la violencia y su creciente frecuencia no logran hacer despertar a la dura realidad de un mundo que se está encaminando a marchas forzadas a su reencuentro con la Historia, adormecidos por la cantinela de la integración, el multiculturalismo, la apertura al "otro", la tolerancia, la diversidad, el universo de la Srta. Pepis, el "We are the world, we are the children"... 

Ya estamos en el "Pray for Berlin", otra vez con las velitas y los osos de peluche, en los mágicos y ridículos conjuros contra el miedo. Es la Europa que tiembla.

Pero poco a poco, los europeos van a tener que salir de esa modorra hipnótica en la que los mantiene el lavado de cerebros, los restos de su menguada prosperidad y la castración mental que han padecido desde hace décadas. 

Van a despertar quieran o no quieran a golpe de machetazo, de bombazo, de balazo, por mucho que los amos de la situación se empeñen en hacerlos comulgar con ruedas de molino. 

Pero frente a este rebaño amorfo de bueyes mansos y de borregos dóciles que ha logrado crear el Sistema, por encima de esa masa humana inerme y mistificada que constituye el ejército de reserva de la oligarquía   para ejecutar el plan de someter a las poblaciones europeas a la rueda de la esclavitud, camino de su completo exterminio, están subiendo a escena otros actores que pronto cobrarán un protagonismo determinante. 

La reacción está en camino, la rebelión aumenta... 

Vencer o morir. Resistir y prevalecer o rendirse y someterse, ser amos o esclavos, ser martillo o yunque. Es la Europa que viene.


Yolanda Couceiro Morín 

Domingo, 25 de diciembre de 2016


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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro