El Partido Popular una "organización criminal" diseñada para delinquir
Respuesta a Luis María Ansón | Por Rafael Silva
Lo primero que quiero decirle al señor Ansón es que me gustaría responderle a través del mismo medio de comunicación que él ha utilizado, porque seguro que mi respuesta llegaría a muchos más lectores y lectoras.
Pero desgraciadamente, esos grandes altavoces mediáticos sólo están disponibles para personajes como el señor Ansón.
El resto, los que discrepamos, los que vemos la sociedad y el mundo de otro modo, nos tenemos que conformar con publicar nuestras ideas en blogs personales, o en medios de comunicación alternativos.
Pues bien, el caso es que el señor Luis María Ansón, miembro de la Real Academia de la Lengua, y ex Director de ABC y de La Razón, dos de los diarios más reaccionarios del catálogo español de medios, ha escrito recientemente un artículo en el diario El Mundo, titulado "El caudillaje de Iglesias", donde destila una serie de opiniones, actitudes y pensamientos que vamos a intentar rebatir.
El escrito comienza retomando la frase con la que Pablo Iglesias contestó a la Presidenta del Congreso, Ana Pastor, cuando éste le reprobó los comentarios que había hecho "contra el honor de los diputados de esta Cámara".
Pero en realidad, Iglesias sólo había trasladado a la tribuna lo que los jueces han escrito varias veces en distintos autos, que no es más que calificar al Partido Popular de "organización criminal" diseñada para delinquir, una organización que, además, se presenta a las elecciones, representando a los poderes fácticos que, desgraciadamente, aún nos gobiernan.
Si viviéramos en un país democrático y con dos dedos de vergüenza, el debate no serían los comentarios de Pablo Iglesias sobre los "potenciales delincuentes" que se sientan en nuestro Parlamento, ya que ese debate habría quedado zanjado con la ilegalización del PP.
Pero el señor Ansón, lejos de arguir esta posibilidad, se dedica a comparar a Pablo Iglesias, por la referida frase, con Hitler, con Mussolini, con Franco, con Fidel Castro o con Hugo Chávez.
De entrada, tiene gracia que el señor Ansón se refiera a Franco en el grupo de los dictadores, cuando su Diario ABC, del que él fue director durante muchos años, es el medio de comunicación franquista por excelencia que tenemos en nuestro país.
Pero independientemente de eso, mete en el mismo saco a los referidos dictadores, que masacraron a su pueblo y lo hicieron involucionar en derechos y libertades de forma brutal, con los libertadores Fidel Castro y Hugo Chávez, auténticos líderes de sus pueblos, amados por sus respectivas sociedades, por haberlos liberado del yugo imperialista y capitalista.
No sé para Pablo Iglesias, pero para mí sería un honor que me compararan con Chávez o con Castro.
Y a continuación, después de la despreciable comparación que hemos referido, el señor Ansón asegura que "Pablo Iglesias lo tiene bien claro: no cree en la democracia pluralista de las naciones europeas ni en la soberanía nacional tal como ellas la entienden". Y se queda tan fresco.
¿Pero de qué democracia pluralista habla usted, señor Ansón? ¿Habla usted quizá de nuestra democracia pluralista, donde los dinosaurios en la sombra del PSOE desbancan a todo un Secretario General, simplemente porque éste quería explorar la posibilidad de un Gobierno alternativo?
Pues yo no veo el pluralismo por ninguna parte. Si nuestra democracia fuese pluralista, pesarían más los más de 15 millones de votos contrarios al PP, que los casi 8 millones de votantes que le dieron su confianza a Rajoy.
El señor Ansón tiene por tanto una idea muy extraña del "pluralismo".
¿De qué soberanía nacional me habla usted, señor Ansón? ¿Quizá de la nuestra, cuando tenemos a los halcones de la Comisión Europea al acecho de que exista un nuevo Gobierno, para lanzarse sobre él a exigirle los nuevos recortes que nos imponen? Yo no veo la soberanía nacional por ninguna parte.
Quizá el señor Ansón entiende que la pertenencia a un "selecto club" de países europeos consagrados al más despótico y descarnado neoliberalismo, a costa de empobrecer a la mayoría social, sin posibilidad de planteamiento alternativo posible, es soberanía nacional. Igual el señor Ansón conoce alguna "acepción" de los términos "soberanía nacional" que los demás desconocemos, dada su condición de académico de la lengua.
Pero el señor Ansón vuelve a la carga inmediatamente: "Está [se sigue refiriendo al líder de Podemos] contra el sistema y se mofa de la Constitución española, la que en 1978 selló la concordia y la conciliación entre los españoles...", no sigo porque me parece que estoy en un discurso de las Cortes de finales de los 70. Y han pasado casi 50 años, pero parece que el señor Ansón no se haya enterado.
¿Quiénes se mofan de la Constitución Española, señor Ansón? ¿Está usted seguro de que no es el PP, el PSOE y sus adláteres los que no se mofan de ella?
El propio régimen surgido de esa misma Constitución del 78, señor Ansón, es el que se mofa de ella, es el que la viola y la ignora permanentemente, es el que no respeta ni la Constitución ni las Leyes, es el que es antisistema por excelencia.
Podríamos ponerle al señor Ansón miles de ejemplos.
Basten unos cuantos: sobre la Constitución, no se respetan los derechos a un trabajo digno, ni a una vivienda, por no citar otros.
Sobre las leyes, no se respeta la Ley de Memoria Histórica, ni la de Violencia de Género, ni la Ley de Dependencia, que son sistemáticamente despojadas de su carga presupuestaria, lo cual es sinónimo de incumplirlas.
Y continúa:
"Pablo Iglesias (...) sabe muy bien lo que quiere: derrumbar el edificio de la Transición, construido con tanto esfuerzo y tanta generosidad...".
¡Cuánta perspicacia, señor Ansón! ¿Cómo se ha dado cuenta? ¿Ha llegado usted solito a esa conclusión? ¿No le han tenido que ayudar? ¡Bravo!
Pues sí, está usted en lo cierto. Queremos derribar ese edificio de la Transición, mal que les pese a muchos como usted. Afortunadamente, cada día que pasa somos más los que queremos derribarlo.
Y no sólo porque sean personas jóvenes que ni siquiera pudieron votar en 1978, sino porque nos hemos ido dando cuenta con el paso del tiempo de que ese edificio era una trampa, y sólo pretendía disfrazar el régimen fascista anterior de régimen democrático, pero sin cambiar un ápice los cimientos que lo mantenían en pie.
Es el edificio de la apariencia democrática, pensado para que sigan gobernando los mismos, los herederos de la dictadura, los grandes poderes económicos, las grandes empresas que también sostuvieron el franquismo, la misma Iglesia Católica, los Ejércitos machistas, violentos y retrógrados que aún poseemos.
No nos gusta ese edificio, señor Ansón. Por eso queremos derribarlo.
Y derribarlo implica recuperar eso que usted asegura que tenemos (pero que no tenemos): la soberanía nacional, la capacidad autónoma de decisión, para que se manifieste a través de un proceso constituyente que ponga patas arriba todos los cimientos de ese perverso edificio.
Y téngalo claro, señor Ansón: sólo es cuestión de tiempo que lo consigamos.
Y más tarde, sentencia el señor Ansón:
"Lo que librará a España de la embestida podemita es, como en Grecia, la Europa unida del euro, la libertad y los derechos humanos".
Aquí es donde el señor Ansón lanza su órdago, su auténtico órdago, pues se escuda en que "...Europa es el refugio que puede resolver el desmoronamiento de un régimen que padece la mediocridad de la clase política española...",
cuestión en la que se contradice flagrantemente, pues justamente la porción más mediocre, podrida y corrupta de esa clase política española, representada por esa triple alianza (PP-PSOE-C's) es la que defiende a capa y espada el dogal de esa "Europa unida del euro", tal como el señor Ansón la llama.
Por tanto, señor Ansón, no sólo es que Europa no vaya a representar ninguna solución, sino que es el problema de fondo que hay que resolver, pues es el escollo final y definitivo, el escollo supranacional, que nos impide proceder a un cambio de políticas económicas, para garantizar de verdad la dignidad y la libertad de nuestra patria y de nuestra gente.
Esa Europa del euro, como usted la llama, es la última responsable de que hayamos alcanzado una sociedad con tal grado de podredumbre, de insolidaridad, de precariedad y de crueldad hacia nuestros semejantes.
Porque precisamente, es una Europa opuesta a la libertad y a los derechos humanos, justo lo contrario de lo que el señor Ansón afirma.
Y muchos esperamos como agua de mayo que esa "embestida podemita", como usted la tilda, sea capaz de enfrentarse a los designios de esta Unión Europea con determinación y valentía (justo lo que no hizo Grecia, y así les va), rebelándose contra el cruel dictado de sus Instituciones, y desobedeciendo sus antidemocráticos mandatos.
Por último, viene lo mejor del artículo del señor Ansón, que es cuando el tono del mismo se vuelve como el de un matón de barrio, adquiere un matiz amenazante, y afirma:
"Me aseguran que el CNI dispone de un arsenal de irregularidades y vergüenzas del líder podemita. Sería mejor no tener que exhibirlas y que Pablo Iglesias, con la Cruz de Borgoña a cuestas, se mese la coleta, embride su ego desbocado y se integre en el sistema que gobierna a los países todos de la Europa unida".
Esto ya no tiene desperdicio.
La verdad es que no lo esperaba del señor Ansón, siempre tan prudente y comedido en sus declaraciones públicas.
Por otra parte, no es la primera vez que los líderes de Unidos Podemos son objeto de las males artes periodísticas, a las cuales se acaba de unir el señor Ansón, vinculando sus nombres a supuestos "Informes policiales" que comprometen su honorabilidad.
Pero en fin, yo tenía al señor Ansón en un rango un poquito más elevado que a los Eduardo Inda y compañía, pero veo que me equivocaba.
De casta le viene al galgo, y el especímen manipulador disfrazado de periodista del régimen está mucho más extendido de lo que parece.
Pero como digo, no es la primera vez que se elaboran dichos (falsos) Informes, y el hecho es que en cuanto se han llevado ante las oportunas instancias judiciales, el poder judicial los ha desechado, dejando en el más profundo de los ridículos a los que abogaban por ellos.
Quizá el más conocido para la opinión pública sea el Informe elaborado por la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía, con el aval de nuestro reprobado e indecente Ministro del Interior (aquél que conspiraba desde su poltrona para acosar y derribar a sus adversarios políticos independentistas), sobre la supuesta financiación irregular de Podemos (Informe PISA).
Hasta en cinco ocasiones los jueces han desestimado los intentos de derribar a la formación de Pablo Iglesias mediante montajes periodísticos disfrazados de informes policiales, así que la estrategia ya no es nueva.
Está por ver cuáles serán las sucias y cobardes estrategias que usará la gente como el señor Ansón a partir de ahora.
Pero como la amenaza habla de que el señor Iglesias, para no ser "descubierto en sus vergüenzas", ha de "integrarse en el sistema", yo le preguntaría al señor Ansón: ¿A qué sistema se tiene que integrar Pablo Iglesias, señor Ansón?
¿Al sistema de los recortes sociales, de los abusos de la banca, de los desahucios, de la corrupción a granel, de la información basura de sus medios de comunicación dominantes, de la privatización de empresas y servicios públicos, de la precariedad laboral, de la pobreza y de la miseria para los trabajadores, desempleados, pensionistas y jóvenes?
¿Dónde hay que integrarse, señor Ansón?
¿En el sistema de las desigualdades sociales, de las reformas laborales, de las leyes represoras para la ciudadanía, de las reformas educativas elitistas y adoctrinadoras, en el sistema belicista y seguidista de los Estados Unidos de América?
¿A qué sistema hay que integrarse, al de las reformas fiscales para que los ricos sigan ganando cada vez más, al del desmantelamiento de las empresas públicas, al del emprendimiento desaforado, al de la vuelta al ladrillo, al boom del pelotazo y de las inmobiliarias, a las construcciones faraónicas, al del acoso a la cultura, al de la energías contaminantes, al de los tratados de libre comercio, al de la destrucción del planeta? Si ese es el sistema en el que hay que integrarse, señor Ansón, se lo dejo todo para usted solito, mejor dicho, para usted y los suyos, los de su calaña, los que llevan conduciendo al país durante décadas por estos derroteros.
Rafael Silva Martínez
No hay comentarios:
Publicar un comentario