Estamos hablando de un grado de vigilancia sobre nuestras vidas que va más allá del simple hecho de que lean nuestros e-mails, monitoreen nuestra actividad en las redes sociales o escuchen nuestras llamadas telefónicas.
Lo que expone este artículo de la BBC es que nuestros teléfonos móviles, escuchan y graban nuestras conversaciones incluso cuando no los usamos y que de forma ya automatizada, usan esa información sin que nos demos cuenta.
El artículo de la BBC empieza exponiendo algunos testimonios de personas que afirman haber detectado que su teléfono les “escucha” en sus conversaciones privadas…
-“Todo comenzó con un accidente de coche.
Estaba planchando cuando mi madre vino a decirme que un amigo de la familia había muerto en un accidente de tráfico en Tailandia.
Mi teléfono estaba en la mesa detrás de mí.
Poco después, cuando utilicé el motor de búsqueda, en el texto sugerido por el buscador apareció el nombre de nuestro amigo y las palabras, “accidente de moto, Tailandia” e incluso el año.
Me sobresalté porque estaba seguro de que no había usado mi teléfono en el momento de la conversación.
¿Empecé a mirar los detalles después y luego lo olvidé? O, ¿estaba mi teléfono escuchando?
Casi cada vez que menciono mi caso a otras personas estas tienen una historia similar, basada principalmente en publicidad”-
Otros testimonios extraños que exponen casos similares…
-“Una amiga se quejó a su novio sobre una migraña, que sufría por primera vez, y al día siguiente se encontró que un grupo de apoyo para la migraña la estaba siguiendo en Twitter.”
“Otra persona tuvo una charla en profundidad con su hermana acerca de un tema de impuestos, y al día siguiente le apareció un anuncio en Facebook sobre expertos fiscales que ofrecen asesoramiento sobre esta cuestión exacta.”
“Un reportero mencionó como un colega masculino se encontró anuncios en línea sobre toallas sanitarias después de discutir con su esposa sobre menstruaciones en el coche”-
Otros testimonios hablan de todo tipo de gente que estaban discutiendo determinados productos o destinos de vacaciones para después encontrarse con publicidad sobre el mismo tema.
Por lo visto, el sitio web de marcadores sociales, Reddit, está repleto de historias similares, que muchos correrán a calificar como “coincidencias”.
La autora del artículo en la BBC, Zoe Kleinman, se mostró inicialmente escéptica ante la posibilidad de que el micrófono de los teléfonos móviles se active aunque no el dispositivo no esté en uso y envíe datos de forma automática, aduciendo que un trabajo de este tipo conllevaría que la duración de la batería del móvil bajaría mucho y el tráfico de datos individuales se dispararía.
Para comprobar que los teléfonos móviles no escuchan nuestras conversaciones cotidianas cuando no los usamos, Kleinman retó al experto en seguridad cibernética Ken Munro y a su colega David Lodge de Pen Test Partners, para que comprobaran si es físicamente posible que una aplicación espíe de esta manera.
Es decir, que el teléfono, aunque no lo estés usando, escuche tus conversaciones, las envíe a un tercero y ese analice su contenido para enviarte publicidad personalizada al teléfono.
“¿Es posible que algo pueda “escuchar” sin que sea obvio?”, les preguntó Kleinman a los expertos.
“En un primer momento, no estaba convencido, todo parecía un poco anecdótico”, admitió Munro.
Sin embargo, para sorpresa de Kleinman, la respuesta de los expertos fue un SÍ rotundo: sí podía hacerse…y con mucha facilidad.
De hecho, Munro y Lodge crearon una aplicación prototipo, se pusieron a hablar en las proximidades del teléfono y vieron que sus palabras aparecían en una pantalla de ordenador portátil situada cerca.
“Todo lo que hicimos fue utilizar la funcionalidad existente de Google Android. Lo elegimos porque era un poco más fácil para nosotros desarrollarlo”, dijo Munro.
“Nos dimos permiso para usar el micrófono del teléfono, configuramos un servidor de escucha en internet, y todo lo que el micrófono oyó en ese teléfono, dondequiera que estuviera en el mundo, llegó a nosotros, lo que nos permitiría enviar de vuelta anuncios personalizados”.
“Nos llevó dos días organizar todo el asunto”
“El sistema no era perfecto, pero funcionaba prácticamente en tiempo real y sin duda era capaz de identificar la mayoría de las palabras clave”
“La descarga de la batería durante nuestros experimentos fue mínima y, mediante Wi-Fi, no afectó a ningún plan de datos”
“Reutilizamos una gran cantidad de código que ya está ahí fuera”, dijo David Lodge.
“Ciertamente, el usuario no se daría cuenta de lo que estaba sucediendo. Es bastante fácil de crear”.
“Ahora ya no soy tan escéptico”, dijo Ken Munro.
“Hemos demostrado que se puede hacer, funciona, lo hemos hecho. ¿Ocurre? Probablemente”.
Así pues, dos expertos en informática fueron capaces de crear un sistema, con tecnologías y códigos disponibles fácilmente, para crear una herramienta de vigilancia capaz de usar el móvil para escuchar conversaciones de cualquier persona sin que se dé cuenta, desmenuzar su contenido palabra por palabra, analizarlo y enviarle publicidad relacionada con lo que necesita a su propio teléfono, sin que se haya percatado absolutamente de nada y sin que haya realizado tan solo una búsqueda en Internet de aquello que necesita o le inquieta.
Sin embargo, y a preguntas de la autora del artículo de la BBC Zoe Kleinman, las principales firmas tecnológicas rechazaron absolutamente tal idea.
Google dijo que “categóricamente” no utiliza lo que llama “expresiones” –los sonidos de fondo antes de que una persona diga: “OK Google” para activar el reconocimiento de voz– para la publicidad o para cualquier otro propósito.
También dijo que no comparte el audio adquirido de esa manera con terceros.
Según el portavoz de Google, “Sus capacidades de escucha sólo se extienden a la activación de sus servicios de voz”.
Igualmente, se indica en su política de contenido para los desarrolladores de aplicaciones que las aplicaciones no deben recoger información sin el conocimiento del usuario.
Según el portavoz de Google: “Las aplicaciones que se demuestra que violan esta política son retiradas de la tienda de Google Play”.
Facebook también declaró a la BBC que no permite a las marcas de publicidad utilizar datos del micrófono y nunca comparte datos con terceros sin su consentimiento.
Dijo que los anuncios de Facebook se basan únicamente en torno a la información compartida por los miembros de la red social y sus hábitos de navegación en otros lugares.
Otras grandes compañías tecnológicas también han negado el uso de estas técnicas.
Obviamente, uno puede creerlo o no.
¿Pero de verdad alguien cree que no usarán una tecnología de tan fácil aplicación, como se ha demostrado en el artículo de la BBC y renunciarán a los millones de ingresos en publicidad personalizada encubierta?
Y lo que es peor, ¿alguien cree que estas multinacionales con estrechas vinculaciones con la CIA y otras agencias de espionaje, renunciarán a la posibilidad de escuchar las conversaciones de los ciudadanos?
Lo que es peor es que sabemos que los micrófonos de los móviles y las cámaras pueden permanecer activos incluso cuando los dispositivos están apagados, como reveló Edward Snowden.
Lo que significa que la simple presencia del teléfono móvil en una estancia ya implica que nos espía.
Pero la cosa puede ir aún más allá.
Hemos visto, según afirman múltiples testimonios, que el teléfono móvil parece haber escuchado sus conversaciones, las ha analizado y les ha enviado exactamente la publicidad necesaria para ofrecerles el producto que necesitan, sin que ellos mismos se hayan dado cuenta de que eso sucedía.
Pero esto mismo ya está sucediendo con los niños más pequeños de hoy en día, que ya están siendo educados para ser vigilados y controlados desde la cuna, por objetos y juguetes de apariencia inofensiva.
Todo el mundo habrá oído hablar de la polémica Barbie a la que acusan de espiar a los niños
En otro artículo de BBC, Susan Linn, la directora de la Campaña para una Infancia Libre de Anuncios, una organización que defiende los derechos de los niños como consumidores, afirmaba que: “Los niños que jueguen con ella no estarán hablando solo con una muñeca, estarán hablando directamente con un conglomerado de empresas jugueteras que tienen en ellos un interés financiero”.
Estamos hablando de la versión más innovadora del juguete insignia de Mattel, Hello Barbie, uno de los juguetes más vendidos del planeta.
La empresa californiana ya ha salido al paso de estas acusaciones, y ha negado que la muñeca espíe a los niños.
“Hello Barbie cumple con los estándares de seguridad exigidas por el gobierno de Estados Unidos, incluyendo la Ley de Protección Cibernética de Menores”, ha asegurado Mattel a través de un comunicado.
De hecho, la califican como la primera muñeca realmente interactiva del mercado, que no solo es capaz de repetir unas frases pregrabadas, sino que puede mantener una conversación con los niños que juegan con ella.
El juguete dispone de un software diseñado por la empresa californiana ToyTalk, que emplea algoritmos de aprendizaje automático.
Esto significa que este modelo almacena charlas para desarrollar futuras habilidades conversacionales.
Además, todo lo que graba queda almacenado en los servidores de la compañía durante dos años.
Múltiples expertos ya han advertido que efectivamente, la muñeca espía a los niños.
La empresa de seguridad cibernética Bluebox apoya esta teoría, tras haber analizado el producto.
Y también el experto Matt Jakubowski, quien hackeó el sistema de las muñecas y a través de las conversaciones grabadas pudo acceder a detalles privados de una familia, incluso conocer la ubicación de un niño.
“Tuve acceso a información que nunca hubiera tenido que obtener”, dijo a la edición de Chicago del medio estadounidense NBC.
De acuerdo a las especificaciones de Mattel, Hello Barbie está programada con más de 8.000 líneas de diálogo y 20 juegos interactivos, y puede funcionar durante una hora entera sin necesidad de recargar su batería, utilizando un software inteligente llamado PullString.
Pero este software no solo se limita a grabar y responder con ese material pregrabado.
PullString reutiliza lo registrado para perfeccionarse constantemente y lograr así una conversación cada vez más fluida con los menores.
Lo peor del asunto, es la hipocresía ofrecida por la empresa juguetera Mattel, que afirma que “la muñeca fue diseñada para redireccionar conversaciones inapropiadas”l.
“No repetirá las palabras malsonantes. En su lugar, contestará al niño con una pregunta”.
¿Realmente importa si el niño dice “caca-culo-pedo-pis”, cuando lo que está en juego es la privacidad de las personas?
Viendo el desarrollo de estas tecnologías, y concretamente de la posibilidad de que nos graben en nuestra vida privada para ofrecernos el producto que queiren vendernos a cada momento, la pregunta que nos hacemos es: ¿hasta qué punto pueden manipular tu existencia mediante este control subliminal de la realidad que te rodea?
¿Hasta qué punto pueden influenciar a personas determinadas y en momentos concretos tras escuchar sus conversaciones privadas, mediante la presentación de publicidad, sugerencias en los buscadores o anuncios personalizados de todo tipo aparecidos en el momento adecuado para influir sobre ellos sutilmente?
Ahora solo estamos hablando de anuncios que aparecen cuando navegamos por la web, pero estas tecnologías de publicidad personalizada y focalizada están en pleno desarrollo y a medida que evolucionen y los carteles publicitarios situados en la calle se personalicen a nuestro paso, la influencia sobre nuestra conducta no hará más que dispararse.
Y eso sin hablar de la posibilidad de que nuestros cerebros estén conectados a la red, o que nos acostumbremos a llevar gafas o lentes de contacto dotadas de realidad aumentada, que inserten todo tipo de información o publicidad sobre nuestra percepción de la realidad cotidiana.
Estamos hablando, literalmente, de convertirnos en ratones en un laberinto, conducidos sutilmente por una mano invisible; auténticos títeres vivientes, controlados por simples algoritmos informáticos que nos inducirán a comprar, o a realizar todo tipo de acciones sin que nos demos cuenta de que no somos nosotros los que tomamos las decisiones.
Y este tema es mucho más importante y determinante que las falsas luchas por el poder de nuestros “líderes políticos”, mucho más importante que la supuesta “lucha contra el terrorismo” y mucho más importante que cualquiera de los temas geopolíticos que tanto nos distraen.
Porque lo que todas estas tecnologías ponen en peligro, no solo es nuestra libertad como ciudadanos y seres vivos, sino nuestra mismísima esencia como seres humanos libres.
Esto solo es el principio…
El principio de la destrucción de nuestra individualidad y de todo aquello que nos hace humanos…
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