sábado, 30 de enero de 2016

Salir de Crisis sin Coste Social ya lo demostró Roosevelt, pero la Casta prefiere que sea a Costa de los Ciudadanos

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Franklin Roosevelt y su NEW DEAL

Para concluir este capítulo, es importante hacer algunas breves observaciones sobre la presidencia de Franklin Delano Roosevelt. 
Tras los atracones financieros especulativos de la década de 1920, la campaña de Franklin Roosevelt en defensa del hombre olvidado era una trompeta anunciando el retorno al principio constitucional del bienestar general.
Los estúpidos populistas actuales, que condenan a Roosevelt como un “internacionalista”, están simplemente muy despistados. 
Cada acción que Roosevelt tomó demostró un arraigado compromiso patriótico de la absoluta soberanía de la nación, a partir de su ruptura con el patrón oro británico en 1933.
La reorganización bancaria de Roosevelt, la regulación de los mercados financieros a través de medidas tales como la Ley Glass-Steagall de 1933 y la creación de la Comisión de Bolsa y Valores en 1934, y sus acciones en contra de la especulación de productos básicos todos demuestran el papel apropiado de un gobierno soberano, actuando en nombre del Bien Común. 
Un ejemplo de tal acción soberana era la creación de Roosevelt en 1936 de la Administración de Bolsa de Productos, que impuso la regulación federal sobre todo el comercio financiera “de futuros”, y prohibió por completo todo “comercio de opciones sobre acciones” (una prohibición que duró hasta 1981).
Simultáneamente con sus ataques contra la especulación financiera y de los productos básicos, Roosevelt tomó medidas para ampliar las capacidades productivas de la nación. 
La Corporación de Reconstrucción Financiera, la Administración del progreso de trabajos, y otros organismos de utilizados por el gobierno generaron el crédito para llevar a cabo decenas de miles de proyectos de construcción en los Estados Unidos. 
Las escuelas, puentes, hospitales, canales, proyectos de riego, proyectos de control de inundaciones, diques, instalaciones portuarias y carreteras fueron construidas por cientos. 
La electrificación rural se llevó a cabo. Se construyeron los grandes proyectos “Four Corners” (incluyendo el Valle de Tennessee y los proyectos del río Colombia).
A los agricultores se les garantizaba un precio justo a través de la política agrícola de Roosevelt de “paridad”. Los ancianos fueron rescatados de la indigencia por el Seguro Social. 
La reforma laboral dio a la gente que trabaja el derecho a luchar por un salario digno. 
La reforma de salud, que finalmente resultó en la legislación Hill-Burton, asegura la atención médica para todos los estadounidenses, independientemente de sus ingresos.
No confunda nada de esto con la idea europea del “Estado de bienestar”. 
Los logros de Roosevelt, y sus métodos, se derivan directamente de Alexander Hamilton, Henry Carey, y Abraham Lincoln. Este fue el sistema americano. 
Este fue nuestro gobierno actuando como estaba previsto para actuar, un poder soberano que actúa en nombre del bienestar general.

Política fiscal y conflicto de clases: 


la Gran Recesión en EEUU y cómo salir de ella

Artículo publicado por Vicenç Navarro 
en la revista digital SISTEMA, 7 de octubre de 2011
Este artículo analiza la evolución de las políticas fiscales en Estados Unidos y en España así como de la concentración de las rentas de capital que tales políticas fiscales han determinado. El artículo señala que a no ser que se revierta este proceso a base de políticas fiscales progresistas y amplia expansión del gasto público la Recesión se puede convertir en Gran Depresión.
Cuando el Presidente Obama propuso incrementar los impuestos de aquellos ciudadanos cuya renta deriva primordialmente de los beneficios del capital –es decir, de los ricos y súper ricos- los republicanos pusieron el grito en el cielo indicando que el Presidente Obama estaba practicando la lucha de clases, penalizando a los sectores de la población que estaban creando riqueza y empleo, y lo estaban haciendo –según ellos- a fin de contentar a la mayoría de la población (cuyas rentas derivan de su trabajo), envidiosa y resentida de lo que consideraban –según los republicanos- errónea e injustamente como una clase privilegiada. El Partido Republicano no quiere que se aumenten los impuestos de los súper ricos y ricos, pues –según tal partido- éstos son los que invierten y crean riqueza.
Algo semejante ocurre en España. Tradicionalmente, los partidos conservadores y neoliberales (que en Europa se definen como liberales), han sido los protectores de las rentas superiores utilizando el mismo argumento. 
La narrativa del conocimiento económico neoliberal (próximo a los intereses de tales grupos sociales) afirma que la gravación de los ricos es contraproducente pues ahuyenta al capital necesario para invertir (según la Agencia Tributaria española, el 72% de las rentas más altas -600.000 euros y más- deriva de la propiedad de capital). 
Esta postura está ampliamente generalizada en la Unión Europea, de manera que en los últimos años, incluso los partidos socialdemócratas gobernantes han reducido significativamente los impuestos de los ricos y súper ricos a fin de conseguir mayor inversión y mayor producción de empleo.
Frente a esta postura, que ha alcanzado el nivel de dogma en el pensamiento económico dominante y en la cultura política y mediática hegemónica a los dos lados del Atlántico, hay que mostrar varios hechos, todos ellos conducentes a la conclusión de que tal dogma es erróneo. Está sostenido por un elemento irracional -la fe neoliberal- y no por la evidencia. Veamos los datos.
¿CÓMO SE GENERÓ LA GRAN DEPRESIÓN Y LA GRAN RECESIÓN?
Cuando en los años veinte del siglo pasado se alcanzó en EEUU una enorme concentración de las rentas con un aumento exponencial de las rentas del capital a costa de una dramática reducción de las rentas del trabajo, estalló en aquel país la Gran Depresión, causada precisamente por tal polarización de las rentas. 
El 70% del crecimiento de PIB, entre 1923y 1929, fue al 1% de la población más rica de EEUU, y sólo el 19% fue al 90% de la población. Era la “época dorada” de los súper ricos (James Crotty, The Great Austerity War. Political Economy Research Institute, 2011). 
Esta enorme mala distribución de la creación de riqueza significó el descenso muy marcado de las rentas del trabajo (que quiere decir básicamente descenso de los salarios), lo cual significó un enorme descenso de la demanda de bienes y servicios que creó una caída en picado del crecimiento económico y un aumento del desempleo. 
Por otra parte, la desregulación de la banca (que es la medida que los súper ricos y ricos siempre desean, pues depositan su dinero en sus bancos y la desregulación les permite hacer lo que quieran) había permitido a los ricos y súper ricos invertir en actividades especulativas en lugar de las áreas de la economía productiva (donde se crean los bienes y servicios).
Un fenómeno semejante ha ocurrido a los dos lados del Atlántico desde los años ochenta cuando se comenzaron a aplicar las políticas neoliberales con el Presidente Ronald Reagan en Estados Unidos y la Sra. Margaret Thatcher en Gran Bretaña. 
Tales políticas incluyeron bajada de salarios, disminución de la protección social y del gasto público social, y desregulación de la banca (que facilitó las actividades especulativas del capital financiero). 
Consecuencia de ello, las desigualdades de renta alcanzaron en 2007 los niveles existentes a principios del siglo XX, causando la Gran Recesión, la cual, resultado de la aplicación de “soluciones” neoliberales de mayor austeridad, que están acentuando todavía más la disminución de la demanda doméstica, va en camino de traducirse en la II Gran Depresión. 
El fracaso de tales medidas es previsible. 
En ambos casos, entonces –principios del siglo XX- y ahora –principios del siglo XXI- la enorme concentración de las rentas y mimo (expresión utilizada por el Sr. Warren Buffet, uno de los ricos más súper ricos del mundo, en su artículo en el The New York Times titulado “Dejen de mimar a los ricos”, 15.08.11, para definir el trato fiscal discriminatorio de los Estados a favor de las rentas del capital) originó la Gran Recesión y, con ella, una enorme destrucción de puestos de trabajo.
¿CÓMO SE SALIÓ DE LA GRAN DEPRESIÓN?
En EEUU el Presidente Roosevelt (que todavía hoy es el Presidente más popular que EEUU haya tenido) salió de la Gran Depresión a base de aumentar los impuestos de los ricos y súper ricos, gravándolos hasta el 91% de su renta (sí, ha leído bien, el 91% de su renta). 
Con estos fondos creó empleo (11 millones de puestos de trabajo) mejorando la muy deteriorada infraestructura física y social del país. 
El desempleo bajó de un 23% en 1993 a un 9% en 1937. Estableció la Seguridad Social y ayudó a que se expandieran los sindicatos a fin de estimular el crecimiento de los salarios. 
La polarización de las rentas disminuyó espectacularmente, aumentando las rentas del trabajo. Todo ello impulsó un enorme crecimiento de la demanda y de la actividad económica, con gran crecimiento de puestos de trabajo.
Por otra parte, el gobierno federal frenó la especulación de la banca, separando los bancos comerciales de los bancos de inversión, protegiendo los depósitos en los primeros. Se establecieron también bancas públicas que garantizaron el crédito. 
Y al Banco Central Estadounidense (Federal Reserve Board) se le asignó el objetivo de, además de contener la inflación, estimular la economía para conseguir el pleno empleo. 
Estas medidas, junto con los preparativos para la II Guerra Mundial y consiguiente incremento de la inversión pública, eliminó la Gran Depresión. Un indicador de que esta activa intervención del estado federal fue la responsable de la recuperación económica es que, cuando en el año 1937 el Presidente Roosevelt, aconsejado erróneamente por algunos de sus asesores económicos, (que creyeron que la Depresión se había ya resuelto) disminuyó el gasto público, el desempleo inmediatamente creció de nuevo.
La gran expansión del gasto público, entre otras medidas, fue una causa determinante de la salida de la Gran Depresión. Un tanto semejante ocurrió después de la II Guerra Mundial en Europa. Este continente se recuperó mediante una enorme expansión del gasto público, estimulada en la Europa Occidental por el Plan Marshall, hecho que, por lo visto, se ha olvidado en los establishments europeos
LA RESPUESTA DEL CAPITAL A LOS AVANCES DEL MUNDO DEL TRABAJO
El New Deal, que era el nombre de las políticas llevadas a cabo por el gobierno Roosevelt, marcó las bases para que se creara lo que se ha llamado la “época dorada” del capitalismo, un capitalismo con una intervención pública activa que redistribuía los recursos producidos por el crecimiento económico, manteniendo un elevado nivel de demanda, basado en unas políticas de pleno empleo, con salarios altos y elevado gasto público. 
El gasto público federal pasó de ser equivalente al 3% del PIB en 1929 al 16% en 1950. Fue en esta época cuando el porcentaje de la población trabajadora que estaba sindicalizada alcanzó mayores niveles.
Los ricos y súper ricos no aceptaron aquella situación, y a través de su creciente influencia en los Estados de los dos lados del Atlántico, intentaron recuperar su gran poder y lo hicieron a costa de la mayoría de la población, que obtiene sus rentas a costa del trabajo. 
Así, en EEUU, el impuesto de los ricos y súper ricos bajó del 91% al 70% en los años setenta, y al 35% actual (en realidad, esta es la cifra nominal. La real es incluso más baja, 17%). 
En consecuencia, la procedencia de los ingresos al Estado cambió dramáticamente. 
Durante la época del New Deal, cuando el Presidente Roosevelt gobernaba EEUU, por cada dólar que el gobierno federal ingresaba procedente del trabajo, había 1,50 dólares procedentes de las rentas del capital. 
Hoy, por cada dólar que aporta un trabajador, el capital aporta sólo 25 centavos. 
Y ello se ha conseguido a base de una lucha frontal (Noam Chomsky la llama guerra en su introducción al libro Hay alternativas, de Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón) en contra de la clase trabajadora (a través de políticas públicas encaminadas a reducir los salarios y el gasto público social) que está alcanzando su máxima expresión estos días. 
Y cuando, resultado de las protestas populares (que son más frecuentes e intensas de lo que publica en los medios) los estados desarrollan tímidas propuestas de recuperar los impuestos a los ricos y súper ricos, éstos y sus portavoces neoliberales inmediatamente echan el grito al cielo (como ocurre en EEUU y en España) protestando que “los gobernantes están estimulando la lucha de clases”. Portavoces tanto del Partido Republicano en EEUU como del Partido Popular en España han utilizado tales expresiones últimamente.
Una última observación. Las prácticas neoliberales que han mimado a los ricos y súper ricos, se han justificado con el argumento de que los ricos y súper ricos son los que crean riqueza y puestos de trabajo al invertir y estimular el crecimiento económico. 
Tales argumento ignoran hechos elementales como que la creación de puestos de trabajo fue mucho mayor en la época 1950-1975, cuando la carga impositiva de las rentas superiores era 91%, que ahora es sólo el 17%
Y ello es fácil de entender. Si el Estado crea empleo a través de sus fondos, la creación de empleo va a ser mayor que si los ricos y súper ricos acumulan más y más dinero, que dedican más a la especulación que a la inversión productiva. 
Hoy los ricos y súper ricos (en los dos lados del Atlántico) han acumulado enormes sumas de dinero, y en cambio se está destruyendo empleo. 
En realidad, lo primero es la causa de lo segundo. 
Este capital no se ha estado utilizando con fines productivos (creando empleo), sino especulativos (destruyéndolo). Y ahí está el problema. 
La concentración de las rentas en grupos sociales muy minoritarios, facilita el endeudamiento de la gran mayoría de la población por un lado y la actividad especulativa a los súper ricos por el otro. De ahí que tales políticas sean el sueño de la banca, cuya excesiva influencia sobre los Estados está llevando a los países de los dos lados del Atlántico a la Gran Depresión.
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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro