sábado, 14 de enero de 2017

Historias de Terror con niños en Estados Unidos

Historias de terror con niños en Estados Unidos

Los atropellos a la infancia en Estados Unidos son una constante. 

Hace dos años, unas investigaciones del periódico The New York Times y de la organización Human Rights Watch reveló que cientos, si no miles, de menores trabajaban en plantaciones de tabaco de Estados Unidos.

Cuando dentro de unos días, el 20 de noviembre, se celebre el Día Internacional del Niño proclamado por la Unicef, recordaremos las duras y miserables condiciones de vida de muchos de ellos, y siempre pensaremos en empobrecidas regiones de África y Ásia.

No se nos ocurre que suceda algo así, por ejemplo, en el país más rico del mundo. 

Sin embargo, en las últimas semanas hubo varias estremecedoras noticias relacionadas con niños estadounidenses, por supuesto todas ellas pasaron desapercibidas.

La primera la encontramos en el diario español ABC

Tuvo que llegar una empresa de lavadoras para hacer un estudio y mostrar que los niños de origen pobre no iban a clase sencillamente porque les daba vergüenza ir con la ropa sucia y sus compañeros se rieran.

La empresa instaló lavadoras y secadoras en los colegios y redujo el absentismo escolar en un 90%.

Una niña de diez años lo contaba así: 
“Cuando me levanto por la mañana y veo que no tengo ropa limpia, normalmente termino quedándome en casa.

Tener la lavadora y la secadora en la escuela significa que no tengo que preocuparme por la ropa sucia; me hace sentir más ilusionada y que encajo mejor”.

El estudio concluye que, en muchas ocasiones, los jóvenes se niegan a ir a clase por temor a que sus compañeros se rían de su ropa.

Alguien pensará que la noticia es para aplaudir a la empresa de lavadoras, yo creo que más bien es para silbar al sistema educativo y económico estadounidense, donde la escolarización depende una empresa de lavadoras.

Y seguimos con nuestro repaso, además creciendo en dramatismo. 

Unos operarios de la ciudad de Seattle, estado de Washington, descubrieron a dos niños de 12 y 13 años viviendo en las alcantarillas de la ciudad, según reveló la estación de televisión local Kiro7.

Los trabajadores, cuando levantaron la tapa de la alcantarilla, encontraron a más de cuatro metros de profundidad ropa, juguetes, algo de comida y otros objetos.

Entre ellos, una cama de madera contrachapada.

Fue entonces cuando descubrieron a los dos menores que vivían y dormían en el interior.

Los técnicos comentaron en declaraciones a la televisión que nunca habían visto nada parecido en treinta años de experiencia.

Destacaron el bajo nivel de oxigeno que se encuentra en esos lugares y la concentración de gas metano, tóxico para la salud.

Además del peligro de que un vehículo estacionado encima les hubiera impedido salir.

El final de la historia es que los niños se dieron a la fuga y siguen desparecidos.

Pero no estarán solos viviendo en la calle, según The Washington Post al menos 60 mil niños sin hogar viven en el estado de Washington.

Y por si estos casos no son suficiente elocuentes del nivel de desprotección de la infancia en Estados Unidos.

El periódico Diagonal informa que, según un informe difundido recientemente, se están encarcelando a los niños pobres cuyas familias no pueden permitirse el lujo de pagar las cuotas del tribunal de menores o multas, lo que equivale a castigar a los niños por la pobreza de sus familias.

Los autores del informe Debtor's Prison for Kids? The High Cost of Fines and Fees in the Juvenile Justice System [¿Prisión de morosos para niños? El alto coste de las multas y cargos en el sistema de justicia juvenil (pdf)]señalan que hay numerosas formas por las que los sistemas judiciales de menores imponen multas sobre las familias de los niños que, cuando los padres no pueden pagar, llevan al niño a prisión.

Por ejemplo muchos Estados establecen una cuota mensual a las familias cuyos hijos están en libertad condicional.

Cuando una familia no puede pagar esa cuota se considera una violación de ese régimen de libertad y el niño es, en la mayoría de casos, encarcelado en un centro de detención juvenil.

Otras veces a los niños se les condena a un programa de inserción basado en la comunidad, lo que permite mantenerlos fuera de la prisión y ayudarles a reintegrarse, pero las familias deben pagar los costes del programa.

Cuando los niños sin recursos no pueden pagar, simplemente se les encarcela.

También las familias en la mayoría de los Estados deben pagar las evaluaciones y pruebas ordenadas por el juez, tales como las evaluaciones de salud mental, pruebas de ETS y de drogas y alcohol.

No obtener ciertas evaluaciones puede resultar en una anomalía que debe ser subsanada por el tribunal, lo que significa que el niño permanecerá en detención juvenil.

Además, si las pruebas se realizan y la familia posteriormente no pueden pagar por ellas, cuenta como una violación de libertad condicional, con lo que el niño es condenado de nuevo y esto puede significar su encarcelamiento.

Los atropellos a la infancia en Estados Unidos son una constante. Hace dos años, unas investigaciones del periódico The New York Times y de la organización Human Rights Watch reveló que cientos, si no miles, de menores trabajaban en plantaciones de tabaco de Estados Unidos.

Paradójicamente, mientras -como es lógico- los niños estadounidenses tienen prohibido fumar por razones de salud, están sufriendo intoxicaciones por nicotina, con vómitos, mareos o ritmos cardíacos irregulares, por trabajar hasta doce horas al día recolectando el tabaco.

Según el informe, los menores además de ser especialmente vulnerables a los pesticidas tóxicos, con la simple manipulación de hojas de tabaco húmedas pueden absorber tanta nicotina como si estuvieran fumando.

El periodista Steven Greenhouse, que investigó el asunto y publicó el reportaje bajo el título "Sólo 13 años, y trabajando en peligrosos turnos de 12 horas en los campos de tabaco", fue entrevistado por la periodista Amy Goodman para la cadena Democracy Now!.

Según señala, se sorprendió de encontrar niños con jornadas laborales de sesenta horas semanales con un calor agobiante.

Conforme a la ley estadounidense, las plantaciones de tabaco pueden contratar trabajadores de hasta doce años de edad por una cantidad ilimitada de horas, siempre que no haya conflicto con la asistencia a la escuela.

Y no es este el único ejemplo del trato que sufren los menores en Estados Unidos.


Browder, un estudiante de dieciséis años de edad del condado de Bronx, terminó pasando tres años en la cárcel de Rikers de la ciudad de Nueva York acusado del robo de una mochila.

El menor nunca se declaró culpable y nunca fue condenado, mantuvo su inocencia y solicitó un juicio, pero sólo le ofrecieron acuerdos de culpabilidad mientras que el juicio fue demorado en reiteradas ocasiones.

Poco antes de salir de la cárcel, el juez le ofreció condenarlo al tiempo que ya había estado en la cárcel si aceptaba declararse culpable y le advirtió que podía pasar quince años más en prisión si lo condenaban.

Aún así, Browder rehusó aceptar el acuerdo y tuvo que ser liberado al ser el caso desestimado. 

Mientras estuvo en la cárcel pasó casi ochocientos días aislado, práctica que en la actualidad el Departamento Correccional de Nueva York prohíbe cuando se trata de menores.

Esta Convención es un tratado internacional que recoge los derechos de la infancia y es el primer instrumento jurídicamente vinculante que reconoce a los niños y niñas como agentes sociales y como titulares activos de sus propios derechos.

El texto fue aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y entró en vigor el 2 de septiembre de 1990.

Los 54 artículos que componen la CDN recogen los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de todos los niños. Además, la CDN es el tratado internacional más ratificado de la historia.

Los 195 Estados que la han suscrito tienen que rendir cuentas sobre su cumplimiento al Comité de los Derechos del Niño.

La Administración de Bill Clinton firmó la CDN en 1995, pero no la ratificó y ningún Gobierno posterior ha llevado la propuesta a la Cámara Alta. Su aplicación es obligación de todos los gobiernos... menos el de Estados Unidos.

Si las tragedias infantiles nos duelen cuando suceden en países pobres, descubrir que en el país con más millonarios del mundo hay niños que no van al colegio porque no tienen ropa, viven en alcantarillas, están en la cárcel por el delito de que sus padres no tienen dinero o trabajan doce horas al día recogiendo tabaco es, como mínimo, insultante.

El que se califica país de la libertad la aplica, pero para violar los derechos humanos de los niños.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro