El abogado Ahmed Zelaya, de 38 años, fue asesinado a tiros con una AK-47. Este hecho sucedió hace tres años en una cancha de fútbol de la colonia Los Castaños, ubicada en la ciudad de San Pedro Sula, la segunda urbe más grande de Honduras. 
Celebraba un cumpleaños junto a un cliente. 
Le arrebataron la vida seis hombres vestidos con uniforme policial y los rostros cubiertos con pasamontañas.
Los sujetos explicaron al jurista y a su cliente que era un “operativo de rutina”. Los acostaron boca abajo, los ejecutaron y se escaparon. Ayala, antes de haberse retirado, ejercía como juez de lo Penal en San Pedro Sula. 
El asesinato de este jurista es uno de los 102 casos de profesionales del Derecho que han muerto desde 2010 hasta septiembre de 2015.
El informe del Conadeh da a conocer que alrededor de 90 juristas fueron ejecutados con armas de fuego; cuatro habrían muerto asfixiados; dos por un supuesto suicidio; cinco con arma blanca y uno en el que los asesinos usaron arma blanca y de fuego para ultimarlo. 
Las causas de muerte de estos abogados no han podido ser reveladas en su mayoría, ya que el 94% de los casos ha quedado en la impunidad, según el presidente del Colegio de Abogados de Honduras, José Luis Valladares.
Explica que la entidad que preside ha intentado brindar seguridad preventiva a los juristas que han recibido amenazas de muerte, pero “no es suficiente”. 
Valladares cree que muchas de las muertes forman parte de la violencia que campea en ese país, considerado como la cuarta nación más violenta de Centroamérica por detrás de MéxicoEl Salvador y Guatemala, según la clasificación del Índice Global de Paz 2015, pero no descarta que algunas muertes fueran por represalias. 
“Cuando se ve que ha perdido su caso [el abogado], se hace saña contra el profesional. No se debe estigmatizar la profesión por el tipo de casos que uno lleve”, dice,

Falsas expectativas

También es crítico con los juristas de su país. Considera que hay algunos profesionales que no han sabido cumplir con sus tareas. “No debe dar [el abogado] falsas expectativas al cliente y debe hablarle con la verdad, sabiendo los peligros y que es el juez quien determina la verdad”, precisa.
El informe del Conadeh destaca que el 72% de los crímenes contra los juristas fueron cometidos en los departamentos de Francisco Morazán y Cortés. 
En Cortés se encuentra la ciudad de San Pedro Sula, considerada como la segunda metrópoli más violenta —después de Caracas— con una tasa de 111 muertos por cada 100.000 habitantes, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal de México.
El responsable de comunicación del Conadeh, Julio Velásquez, detalla que “la mayor parte de las víctimas fueron ejecutadas en el interior de sus vehículos, en algunos casos en compañía de su familia, de amigos e incluso de sus clientes. 
Otros fueron ultimados en su propia vivienda, en la vía pública e incluso en sus oficinas”. Valladares afirma que la impunidad es por falta de investigación, de fiscales y de tribunales de sentencia. 
“Estamos haciendo lo que está a nuestra mano para que no queden en la impunidad”, finaliza.

Los futuros juristas

A.R.
El Colegio de Abogados de Honduras tiene 20.400 juristas registrados, de los cuales un 72% son menores de 35 años. “En los juramentos de los nuevos abogados veo a sus familiares llorar. Me dicen: ‘estoy llorando de tristeza, porque lo que le puede pasar a mi hijo”, cuenta Valladares.
Esta situación “lamentable y cáotica” no ha afectado a los jóvenes para estudiar la carrera, explica la decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Bessy Nazar. Este año Derecho tiene alrededor de 3.000 alumnos inscritos en todos los semestres. Nazar estima que este año hubo 400 nuevos. En 2015, Derecho fue una de las siete carreras con más solicitudes(2.055) en el proceso de admisión de la UNAH.