Ahora, militares israelíes asesinan a sangre fría a 2 niños palestinos en Hebrón
Los dos niños de 14 y 16 años de edad, y sin motivo alguno, fueron ejecutados frente a sus casas en la ciudad palestina de Hebrón
Los dos niños de 14 y 16 años de edad, y sin motivo alguno, fueron ejecutados frente a sus casas en la ciudad palestina de Hebrón
Los niños iban caminando hacia sus hogares, cuando decenas de colonos, provenientes del asentamiento ilegal de Kiryat Arba, venían marchando hacia la mezquita de Abraham coreando canticos anti palestinos y gritando “muerte a los árabes”, se escucharon muchos disparos que aparentemente provenían de los soldados israelíes que acompañaban a los colonos.
Según los residentes, sin motivo alguno, militares y colonos armados, comenzaron a disparar hacia los vecinos del sector, donde cayeron muertos los dos niños.
Los militares prohibieron a los residentes a acudir en auxilio de los niños, e incluso amedrentaron con disparos a aquellos que observaban los hechos desde sus ventanas.
Posteriormente, el ejercito israelí informo que los niños “iban a apuñalar” a los militares, versión desmentida por los transeúntes, donde todos coincidieron que los niños circulaban muy lejos de los soldados y colonos. E incluso cuando vieron los colonos acercarse a sus viviendas, ellos se alejaron por temor a los colonos exaltados.
Fuente: Corresponsal PalestinaLibre.org en Jerusalén
Foto: Agencia palestina de noticias Maan
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Fuente: The young Palestinians uprising
Acerca del traductor: Javier Villate mantiene el blog Disenso, con artículos, análisis y traducciones sobre Palestina, Israel y Medio Oriente. Le puedes seguir en Twitter como @bouleusis
La ira de los jóvenes palestinos
La prensa israelí informa que la mayoría de los ataques contra soldados y colonos israelíes en esta última oleada de disturbios fue perpetrada por residentes palestinos de Jerusalén. Los periodistas expresan su asombro por la edad de los atacantes, siendo el más joven hasta la fecha de 13 años.
Los expertos en seguridad pública, los analistas políticos y los periodistas israelíes intentan explicar los acontecimientos que están teniendo lugar este mes en Jerusalén hablando del fracaso de la Autoridad Palestina (AP) y destacando el resurgimiento del islam político.
Sin embargo, la vida cotidiana en Jerusalén bajo la ocupación israelí ha creado una situación “prepolítica”, en la que un número creciente de palestinos nacen en la pobreza, sin servicios municipales y bajo la amenaza permanente de desahucios y demoliciones de sus casas.
Según un informe de mayo de 2015, publicado por la Asociación de Derechos Civiles de Israel (ACRI), los palestinos representan casi el 40 por ciento de la población de Jerusalén, a pesar de que no son ciudadanos de Israel. Su estatus es el de “residentes permanentes”, según la ley israelí de entrada al país, aunque fuera en realidad Israel quien ocupó Jerusalén Este en 1967 y los palestinos no solicitaran “entrar” en Israel.
En Jerusalén, el 84 por ciento de los niños palestinos vive en la pobreza y muchos viven en casas que fueron construidas sin permiso de las autoridades israelíes, estando, por lo tanto, condenadas a ser demolidas. Casi el 40 por ciento de las viviendas de Jerusalén Este carece del permiso de construcción israelí, ya que las autoridades de ocupación no les otorgan esos permisos, mientras que el 36 por ciento de las viviendas palestinas no está conectada adecuadamente a la infraestructura de suministro de agua de la ciudad.
Los palestinos no pueden aspirar a construir una casa en Jerusalén con el permiso de las autoridades israelíes, ya que el 94 por ciento de las solicitudes hechas en este sentido por los palestinos son rechazadas. Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 90.000 palestinos están en estos momentos amenazados con la demolición de sus viviendas. Ahora bien, las demoliciones de casas en la ciudad son llevadas a cabo en base a la capacidad técnica del ayuntamiento y, por ello, durante 2014 se destruyeron 98 edificios en Jerusalén, dejando sin casa a 208 palestinos.
La ACRI señaló en su informe que en los barrios palestinos de Jerusalén existen solo seis centros de salud infantil, administrados por el ministerio de salud, y otro más que es de un contratista privado. Sin embargo, en los barrios israelíes de la ciudad, el ministerio de salud gestiona 26 centros de salud infantil, tres de los cuales están asignados a la población palestina.
Únicamente el 41 por ciento de los niños palestinos están escolarizados en centros municipales y el 43 por ciento de las aulas son consideradas inadecuadas. El 33 por ciento de los estudiantes árabes de Jerusalén Este no termina la enseñanza secundaria.
Los niños palestinos son también vulnerables a la violencia policial y a los arrestos. Durante las protestas que siguieron al asesinato del adolescente palestino Mohamed Abú Jedeir, en julio de 2014, la policía israelí arrestó a 260 niños. Según Defence for Children International, aproximadamente el 75 por ciento de los niños palestinos detenidos han experimentado abusos durante su detención.
Sin embargo, las condiciones sociales extremas de Jerusalén son simplemente un preludio del racismo que los palestinos encuentran a diario. Dos asociaciones racistas actúan legalmente en Jerusalén: Lehava (La Llama) y La Familia (un club de fans de un equipo de fútbol). Estos dos grupos perpetran ataques contra los residentes palestinos de Jerusalén, en muchos casos contra jóvenes trabajadores que vuelven a casa por la tarde después de una jornada de trabajo.
El 2 de julio de 2014, un comando de activistas antiárabes secuestró y quemó vivo a Mohamed Abú Jedeir, de 16 años, provocando una oleada de protestas en Jerusalén y un aumento de las tensiones interétnicas.
El 8 de octubre pasado, cientos de miembros de Lehava y La Familia marcharon por Jerusalén en protesta por lo que llamaron la “pasividad y capitulación del gobierno en la capital de Israel”, gritando “¡Muerte a los árabes!”. Los activistas desfilaron por las calles de Jerusalén a la caza de trabajadores árabes.
Aunque algunos miembros del gobierno han tratado de ilegalizar a estos grupos, Lehava y La Familia disfrutan de la protección de destacados ministros, como la ministra de cultura y deportes Miri Regev.
Pese a todo, estos hechos no pueden explicar por sí solos la actual ola de disturbios y violencia. Hemos de tomar en consideración el papel fundamental desempeñado por la negativa israelí a poner fin a la ocupación, la incapacidad de la Autoridad Palestina para crear un movimiento diplomático internacional que obligara a Israel a respetar el derecho internacional y el fracaso de Hamas en el campo de batalla para lograr una retirada militar de Israel.
La oleada actual de disturbios es un movimiento de jóvenes palestinos que han crecido en la pobreza, en casas condenadas a la demolición y que se enfrentan todos los días a la violencia y el racismo. Están hartos y no están dispuestos a renunciar al sueño de la libertad.
Fuente: The young Palestinians uprising
Acerca del traductor: Javier Villate mantiene el blog Disenso, con artículos, análisis y traducciones sobre Palestina, Israel y Medio Oriente. Le puedes seguir en Twitter como @bouleusis
Fuente: Mel Frykberg, Alternative Information Center / Traducción: Javier Villate en el Blog Disenso
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