lunes, 13 de marzo de 2017

El verdadero problema con Trump es la amenaza que supone para Internet

 El verdadero problema con Trump es la amenaza que supone para Internet



Charles Ferguson / Resumen Latinoamericano / 12 de marzo de 2017
En una de las ruedas de prensa más alucinantes de todos los tiempos, el presidente Trump declaró en febrero pasado la guerra a la totalidad de los medios de noticias, con la salvedad de  Fox News y Alex Jones, de InfoWarsand. 
Luego su mensaje lo redobló con su discurso ante la Conservative Political Action Conference, el mismo día en que el Guardian, el New York Times, la BBC y la CNN se contaban entre los medios a los que se prohibió acceder a una sesión informativa. 
Todo está sucediendo en un momento sin precedentes de presión financiera sobre los medios de comunicación. 
En el caso de diarios y revistas, tanto la publicidad como los lectores se están pasando rápidamente del papel a Internet. 
La publicidad en papel y los ingresos por tirada están cayendo de manera pronunciada.
Además, a medida que los lectores se pasan a Internet, los ingresos de la publicidad digital se van desplazando todavía más velozmente de las publicaciones mismas de noticias a un reducido número de empresas de tecnología que les remiten tráfico. 
Facebook y Google captan hoy la abrumadora mayoría de los ingresos de publicidad digital.
Cuando el Washington Post y el New York Times, entre otros, se enfrentaron a la administración de Nixon a cuenta de los bombardeos secretos de Camboya, los Papeles del Pentágono y, luego, del Watergate, eran enormemente rentables y seguros. 
Lo mismo sucedía con TimeNewsweek, y otras revistas de información general; y pese a su dependencia de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), otro tanto valía para las tres cadenas de televisión.
Ese mundo ha desaparecido. 
Las redacciones llevan a cabo recortes de personal, empezando por el periodismo de investigación, el género más caro de información. 
Se ha vendido el Washington Post a Amazon. Los Angeles Times y el Chicago Tribune están básicamente en bancarrota. 
Ninguna de las cadenas principales de televisión sigue siendo independiente, y la mayoría de ellas sufre una presión financiera cada vez mayor.
Con este trasfondo, por alarmantes que sean los ataques de Trump contra los medios, son menos significativos que otras acciones que, paradójicamente, han recibido una cobertura bastante menor, pero que presentan una amenaza muy real al periodismo y la libertad de expresión en EEUU.
Donald Trump no ha perdido tiempo a la hora de instalar a Ajit Pai como nuevo presidente de la FCC, que regula los medios de radiodifusión y de Internet. Pai ha declarado que se opone a la neutralidad en la Red, el principio por el cual los proveedores y reguladores de servicios tratan todos los datos de igual modo. 
Desde su nombramiento, Pai ha declinado comentar si aplicará las reglas existentes de neutralidad en la Red, pero si se anulan esas reglas, entonces a ese reducido número de empresas que domina el acceso a Internet en los EEUU se les permitirá promover contenidos de su elección, dejando que otros contenidos y quienes los suministran queden en situación de desventaja.
Pai ha revertido una reciente decisión de la FCC que habría abierto a la competencia el suministro de descodificadores de cable. La medida permite a las empresas de cable conservar el control, no sólo de los descodificadores sino también de los contenidos de  “software” y programación que pasan por ellos. 
Por supuesto, esto va en contra del principio declarado por Trump de ayudar a los indefensos, etc., pero eso ya no resulta una sorpresa. 
Pai bloqueó asimismo un programa destinado a suministrar acceso a Internet a hogares rurales y de bajos ingresos.
En potencia hay bastante más. La FCC tiene la llave de todas las telecomunicaciones.   A medida que el sector de periódicos y revistas se convierte a los formatos digitales, se vuelve dependiente de servicios sujetos a la regulación de la FCC. 
Dada la personalidad, historial y declaraciones diversas de Trump, no me parece insensato preocuparse de que pudiera tratar de utilizar la FCC para ejercer presiones políticas sobre los medios de comunicación. Ya se ha intentado antes, sobre todo por parte de Richard Nixon, cuando trataba de perseguir a sus enemigos y acallar los escándalos de Watergate.
Pero la relajación de la inspección en lo relativo a la concentración del sector de los medios  – espejo de la de otros sectores, como la banca, aunque reciba bastante menos atención – resulta todavía más preocupante. 
La FCC y el Departamento de Justicia supervisan la política de competencia o anti-trust en el campo de las telecomunicaciones. 
Y ambas llevan años en las nubes. 
El sector de acceso a Internet se ha convertido en un estrecho oligopolio, que mantiene el precio y la velocidad del acceso a Internet en los EEUU, bastante por detrás de los de otros países industrializados.
Ni siquiera esto es lo peor de todo. Los grandes proveedores de Internet andan hoy adquiriendo propiedades mediáticas para las cuales son esenciales sus servicios. 
Amazon ha comprado el Washington Post
Verizon está comprando Yahoo y ya adquirió AOL, propietario del Huffington Post
AT&T está comprando Time Warner,   que posee la CNN y HBO, entre otros canales. 
Una buena parte de los medios de noticias será pronto propiedad de enormes empresas con intereses de suyo muy especiales.
La política anti-trust ya estaba en baja forma con Barack Obama; ahora se va a poner mucho peor. 
Trump singulariza a Fox News en sus alabanzas, al mismo tiempo que la venta de su mayor rival, Time Warner, se encuentra bajo examen anti-trust del Departamento de Justicia. 
Sería el mismo Departamento de Justicia del que Trump despidió recientemente al fiscal general en funciones por negarse a ejecutar sus órdenes, sobre la base de que esas órdenes eran ilegales, postura posteriormente apoyada por los tribunales. 
No resulta difícil imaginar lo que podría pasarle a cualquiera que se meta en su cabeza que da la cara por la competencia del mercado o la independencia de los medios.
Por supuesto, no todo está perdido. 
Buena parte de los medios de comunicación se muestran enérgicos a la hora de cubrir la administración de Trump y sigue habiendo abundancia de voces independientes. 
Pero las cleptocracias y dictaduras no aparecen habitualmente de la noche a la mañana; se van acercando sigilosamente. Y el de ahora sería uno de esos momentos en los que empezar a mirar por encima del hombro, enseguida y a menudo.
Charles Ferguson es fundador y presidente de la productora cinematográfica Representational Pictures, y director y productor de No End In Sight: The American Occupation of Iraq (2007) e Inside Job (2010), que consiguió el Oscar al Mejor Documental. Ferguson se doctoró en Ciencias Políticas en el MIT y trabajó como consultor independiente, especialista en tecnología de la información y creador de software.
Fuente: The Guardian, 27 de febrero de 2017
Traducción:Lucas Antón

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro