domingo, 18 de diciembre de 2016

La Post-Verdad o la Puta Mentira Mediática de Todos los Días

La post-verdad o la puta mentira

Marisa Gallero.- Estamos rodeados. La mentira gana terreno. Nos invade. ¿Acaso nos negamos a saber qué es verdad? 

O simplemente «los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública, que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal». Es como define la palabra del año el Diccionario Oxford, la tan pronunciada post-verdad.
El multimillonario Donald Trump lo tuvo claro. Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad. 
Y potenció una realidad paralela a través de facebook, dándole carpetazo a la prensa de calidad, a la más influyente, que le ninguneaba y pronosticaba su derrota. 
El 2016 fue el año del revés. 
Nada de lo que decían que tenía que ser, fue. La victoria del Brexit y de Trump son los dos grandes acontecimientos que ha encumbrado a la post-verdad, cuando al electorado le mueve más la víscera que la racionalidad. 
Otros también quisieron asaltar los cielos, con sorpasso incluido, pero se quedaron al descubierto en un Parlamento que les aprieta.
Los medios de comunicación han perdido el monopolio del control de la información, mientras el mundo está cada día más globalizado, más hiperconectado, como si la ilusión de «Matrix» se hubiera convertido en realidad. 
Nuestros cuerpos se mueven gracias a la mente conectados a un programa de ordenador a través de miles de tubos que nos chupan la energía. No distinguimos que es real o ficticio, creyendo que lo irreal y falso es la verdad.
En la era de las redes sociales tenía que surgir un camino intermedio. La culpa no es sólo de google, que nos hace olvidar la memoria, del falso creador de amigos, o de twitter, donde el contenido se reduce a un titular, cuanto más sensacionalista, mejor. Nuestras redes muestran vidas paralelas, otros seres que sólo atrapan un trozo de nosotros, que vendemos como si fuéramos directores de marketing de nosotros mismos. 
Jugamos a tener amigos, relaciones y vidas impostadas.
La post-verdad ha estado presente siempre. Ya le dice el sacerdote a K en el «El Proceso»: «No, no hay que considerar que todo es verdad, solo necesario», a lo que responde K: «Una triste opinión, la mentira se convierte en principio universal». Es la palabra idónea que aceptamos sin rechistar. 
¿Cómo no nos dimos cuenta de que nos pasaría factura? 
Esa ingenuidad tan aplastante de haber dejado campar las mentiras en las redes, como si no fueran a traspasar las pantallas e instalarse en la vida real.
¿Os imagináis que a las trolas de la teoría de la conspiración del 11M le llamen ahora post-verdad? ¿O esas armas de destrucción masiva que justificó la invasión de Irak? El futuro apocalíptico descrito por Ray Bradbury ha llegado. Y nos retrata como una civilización occidental idiotizada, esclavizada por las imágenes.
 Nadie lee ni piensa. Arderán los libros a 451 grados fahrenheit, mientras pasamos las páginas en un ebook.
Le llaman post-verdad, porque decir que es una puta mentira sonaría a realidad.

Las falsas noticias del New York Times como armas de censura


Una coalición de medios, compañías de redes sociales y organizaciones ligadas a contenidos 2.0 se ha creado en el marco de las llamadas "noticias falsas", en un intento de homologar toda expresión distinta a la versión corporativa de la información en una supuesta campaña de desinformación. 

Se trata, más bien, de una cacería de brujas, de una reconversión de lo que llaman en periodismo "los hechos" y de la censura totalitaria a un click de distancia.

Vaya sorpresa: los medios corporativos son los principales adalides de la censura informativa. The New York Times, financiado por lo más opulento de Wall Street, en las recientes semanas ha sido juez y parte en torno a los “fake news” (o “noticias falsas”) para demandar la judicialización de diversos medios que ellos tildan de “prorrusos”, un mero chivo expiatorio para homologar toda disidencia a la política neoconservadora (y aliados) promovida por el aparato del actual gobierno estadounidense.

Al mismo tiempo, se intenta tipificar en la misma foto a aquellas organizaciones y medios identificados con la derecha conservadora y anti-establishment en suelo norteamericano y europeo junto a supremacistas blancos, ultranacionalistas, fundamentalistas cristianos y hasta ciertas milicias armadas, identificados con el presunto movimiento “Alt-Right” (derecha alternativa, en español), otro oasis ideológico a la merced de estos medios corporativos que buscan homologar a neonazis con los medios, grupos de pensamiento y organizaciones políticas cuyos contenidos e informaciones difieren profundamente de lo mil veces editorializado desde Nueva York.

El Times incluso ha publicado editoriales exigiendo la restricción de la información, menos la que ellos mismos reconozcan como válidas.

El editorial del Times

No sabemos qué desayunan pero sí qué escriben desde la mesa editorial del Times, cuyo editorial del 19 de noviembre es un mensaje frontal a Mark Zuckerberg y el equipo de la compañía Facebook.

A según, miles de “noticias falsas” se propagaron a través de esta red social antes, durante y después de las elecciones presidenciales en los EEUU, y que gracias a toda esa supuesta operación orquestada Donald Trump ganó el puesto para el trabajo en la Casa Blanca. En una nota anterior describimos las inmediatas consecuencias de esa historia.

Esta mesa editorial del Times presiona para la constitución por parte de la corporación de Zuckerberg de un sistema novedoso de censura para las redes sociales cuyo filtro esté supervisado, por supuesto, por la misma mesa editorial si es necesario.

En otros editoriales incluso ha hablado del concepto “post-truth”, una reconversión de lo que es “la verdad” y que ya tiene una entrada en el diccionario de Oxford.

Según esta institución, “post-truth” (en español, post-verdad) fue primeramente usado en 1992 en un ensayo escrito por el serbio-estadounidense Steve Tesich sobre el escándalo Irán-Contra y la Guerra del Golfo Pérsico, donde se impusieron la lógica emotiva y moralista por encima de los hechos “objetivos” (usando la nomenclatura) para justificar ambos litigios, y citamos:

 “Nosotros, como pueblo libre, hemos libremente decidido que queremos vivir en una suerte de mundo post-truth”.

El bloguero británico Neil Clark replica que tanto los “fake news” como las políticas “post-truth” de los propagandistas de la guerra son el mejor ejemplo de lo que los psicólogos llaman una “proyección”.

Por otro lado, el laureado periodista estadounidense Robert Parry, con relación al editorial reseñado, pregunta:

“Entonces, ¿debería Zuckerberg prevenir que los usuarios de Facebook hagan circular historias del New York Times? Obviamente, el Times no favorecería esa solución para el problema de las “noticias falsas”.

En vez, el Times supone ser uno de los árbitros que decidan cuáles medios en la web serían prohibidos y cuáles obtendrían el sello de oro aprobatorio”.

La proposición del Times, argumenta Parry, se contradice debido a que este medio corporativo es una de las máquinas proveedoras de “noticias falsas” más voluminosas del mundo.

Los de Nueva York se erigen como juez y parte.

Junto al Times y The Washington Post se encuentran otros medios corporativos que se han unido a una iniciativa creada por la compañía Google, una coalición llamada First Draft que está llamada a crear una especie de Ministerio Global que decidiría cuáles noticias pueden ser tildadas de verdaderas y cuáles de falsas.

Coalición corporativa del silencio

El proyecto First Draft News, iniciado en 2015, es una iniciativa de Google News Lab (ala de la compañía encargada de la verificación de información y la minería de datos).

Entre otras organizaciones corporativas de medios y de redes sociales, y con el patricinio mayoritario de Google News Lab, tenemos a:

Storyful, una compañía de productos multimedias para redes sociales que trabaja con The Wall Street Journal y perteneciente a News Corp, el conglomerado mediático más grande del mundo.

Eyewitness Media Hub, una organización corporativa de verificación de datos y derechos de autor que también opera como un centro de formación para jóvenes periodistas.

Bellingcat, financiado por la Fundación Open Society y la Usaid, cuyo “grupo de investigadores y periodistas” tuvo un papel clave en la campaña de desinformación con informes que culpaban al gobierno ruso y las milicias del Donbass de la caída del avión MH17 en Ucrania. 

Tanto la Fiscalía holandesa como un informe de 31 páginas desmintieron las informaciones publicadas por Bellingcat.

Llama la atención que 
los propulsores de First Draft son las mismas corporaciones proveedoras de “fake news”.

Seguro la lectoría podrá reconocer unos cuantos medios y redes que componen la coalición:

Uno de los propósitos de esta iniciativa es la de producir un filtro de datos e información traducido en una censura algorítmica, según Facebook, “to reduce human bias”, es decir, para reducir el sesgo humano en el tratamiento de la información.

No es un dato menor, ya que se hace en nombre de los “fake news” y las políticas “post-truth”.

En la segunda entrega de este trabajo de investigación se ahondará en otros trabajos que se distinguen por imponer el relato de las “noticias falsas” en una suerte de cacería política de brujas, con The Washington Post como principal vocero de una operación psicológica en el marco de la nueva guerra fría de la información.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro