Banca pública y democrática:
¿Por qué es indispensable?
- April 16, 2016
- original
El dinero es parte de nuestra vida diaria pero entendemos poco sobre cómo se crea, de dónde viene y quien lo controla, debido a que el proceso ha sido objeto de desinformación por parte de las élites que se benefician manteniéndonos en la oscuridad y lucrándose con un sistema diseñado a su medida.
Quién así habla es la abogada estadounidense Ellen Brown cuyos libros intentan precisamente poner luz y ayudarnos a comprender los engranajes de estos cruciales asuntos.
Las instituciones públicas han ido cediendo el inmenso poder de la creación y puesta en circulación del dinero a un puñado de empresas privadas que lo usan de forma discrecional para implementar las políticas más adecuadas a sus intereses particulares, forzando a gobiernos democráticos a legislar en contra del bienestar de sus propias ciudadanías.
Aquí algunas de las ideas contenidas en su importante libro “Telaraña de deuda” (Web of Debt):
* La capacidad para poner nuevo dinero en circulación está controlada, de facto, actualmente casi en exclusividad por entidades privadas.
Cuando alguien pide un crédito a un banco privado nuevo dinero es puesto en circulación, cantidad que se añade a la masa monetaria que ya existía previamente.
* El Banco Privado no necesita tener “dinero en caja” para emitir ese nuevo crédito, basta contar con la “licencia” del Banco Central para poder hacerlo.
El BC (la FED en el caso estadounidense) se compromete a prestar “asistencia ilimitada” a estas entidades privadas para dar respaldo a sus operaciones.
Todo el dinero nuevo puesto en circulación lleva asociado un tipo de interés, aunque el suministrado a los Bancos Privados, tiene un tipo real prácticamente de cero.
* Los gobiernos “democráticos”, comenzando por el de los EEUU, han entregado su capacidad de generar y poner en circulación nuevo dinero libre de deuda a este consorcio de entidades privadas, renunciando con ello a su independencia política real.
* Lo que realmente subyace aquí es un conflicto de poder político entre dos instancias independientes:
El primero dice: “Hay que privatizar servicios públicos” mientras los segundos ponen reparos porque saben que si lo hacen perderán votantes.
Como la primera instancia es la que realmente controla el poder, las privatizaciones tienden a ejecutarse bajo la amenaza de paralizar los flujos del crédito.
La primera instancia tiene poder para sometar a la otra a todo tipo de presiones, amenazas y chantajes, obligándola a aceptar rescates a entidades financieras quebradas mediante el uso de fondos públicos.
El resultado final es que los gobiernos terminan por caer pero las políticas económicas persisten debido al sistema asimétrico de distribución de poder realmente existente.
* Los consorcios de bancos privados también tienen el poder de hundir en los mercados el valor de las monedas y otros bienes cotizados de países “hostiles” a sus políticas mediante el mecanismo de las “ventas en corto”.
Estos movimientos, ejecutados de forma brusca, pueden crear fuertes crisis inflacionarias en esos países obligados a comprar productos no disponibles en su mercado interior, pero necesarios para la vida de sus gentes.
Las “ventas en corto” consisten en órdenes masivas de salida sobre ciertos activos cotizados o sobre acciones que se han tomado prestadas durante horas con el único objetivo de hacer descender su valor mediante una venta rápida.
Posteriormente estas acciones o valores son recompradas en el momento oportuno una vez que el chantaje ha sido consumado.
Sí, efectivamente,
el sistema legaliza el fraude que significa vender algo de lo que realmente no somos propietarios, de igual forma a como los bancos privados están autorizados a poner en circulación un dinero que no tienen.
* Cuando se analizan acontecimientos históricos, con connotaciones políticas, en los que se produjeron fenómenos de hiperinflacción el pensamiento dominante tenderá a establecer que aquello sucedió debido a un mal gobierno que imprimió y puso en circulación más dinero de la cuenta.
Un análisis más detallado nos lleva a entender que en muchas ocasiones fueron precisamente estas “ventas en corto” controladas por una élite financiera privada con poder para la emisión de dinero virtual y crédito masivo, las que provocaron la acaparación, la posterior cascada de ventas, la caída del valor de la moneda del país, el desabastecimiento y la consecuente hiperinflación.
* Una banca pública sería una vía de solución a muchos problemas, comenzando por la posibilidad de financiar a coste prácticamente nulo aquellos productos y servicios orientados a cubrir las necesidades básicas de las personas y a generar empleo de calidad.
* Otra importante ventaja de esta banca pública y democrática sería la de hacer disminuir la presión fiscal sobre la ciudadanía ya que los intereses de los préstamos o comisiones aplicadas por la prestación del servicio financiero podrían revertir sobre las arcas públicas en lugar de sobre las cuentas corrientes de los directivos de la banca privada.
* Una banca controlada democráticamente y orientada en la defensa de los bienes comunes también sería un instrumento de bloqueo sobre las operaciones de “ventas en corto” destinadas a chantajear a gobiernos o parlamentos hostiles a las políticas promovidas por las élites financieras privadas.
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