Tsunami geopolítico en el “Mar del Sur de China”: Filipinas abandona a EE.UU. por China
por Alfredo Jalife-Rahme, en La Jornada
El portal Covert Geopolitics expone el “estado de choque sicológico” que sufre el Departamento de Estado debido al “giro tectónico de la política exterior del gobierno filipino, que se aleja de Estados Unidos por primera vez en 70 años y se acerca a su vecino regional China”, que le brinda una ayuda por 24 mil millones de dólares (https://goo.gl/Y77yWI).
Según el ex diplomático y ex espía británico Alastair Crooke, la exitosa cumbre del G-20 en Hangzhou marcó la dinámica del dramático “cambio geoestratégico” del liderazgo global encabezado por China, que ya había adelantado el mandarín Xi en el 95 aniversario de la fundación del Partido Comunista Chino: “el mundo se encuentra al borde de cambios radicales, contemplamos cómo la Unión Europea se está desmoronando (sic) y la economía de EU se está colapsando (sic). Esto concluirá en un nuevo orden mundial que a lo sumo durará 10 años”, cuando “Rusia y China puedan formar una alianza ante la cual la OTAN será impotente (https://goo.gl/pPtFkf)” ¡Tremendo!
Sin tapujos, el polémico presidente filipino Rodrigo Duterte (RD), acompañado por 200 empresarios, proclamó su “separación (sic)” de EU y su “re-alineamiento” con China para resolver la disputa del Mar del Sur de China por la vía diplomática.
RD sentenció que “EU había perdido (sic)” en los rubros militar y económico (https://goo.gl/b5v43V).
Filipinas se inclina por una creativa alianza geoeconómica con China y se aleja de su estéril alianza militar con EU, que sufre una mayúscula derrota con su tambaleante política de “Pivote/Contención” contra Pekín, lo cual pone en la picota al disfuncional Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP) (https://goo.gl/RkvdyP), al cual se adhirió en forma imprudente y pavloviana el “México neoliberal itamita” como reflejo de la grave crisis de su “diplomacia” en varios frentes: desde la visita de Trump hasta la pusilánime postura postvotación en la Unesco.
Los mendaces multimedia israelí-anglosajones prácticamente escamotearon el impactante divorcio de Filipinas y EU, mientras sus homólogos rusos le otorgaban gran vuelo y la prensa china, más magnánime, daba una reseña pulcra.
RD rompe una alianza con EU de 70 años de historia –las fuerzas estadunidanes y los filipinos liberaron al archipiélago de la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial– y amaga con aliarse al zar Vlady Putin: la nueva estrella geoestratégica global.
El polémico politólogo y jurista RD prometió “cruzar el Rubicón con EU” y ahora intenta forjar “nuevas alianzas”: una geoeconómica con China y otra militar con Rusia.
Según Sputnik, las “declaraciones de RD sobre el “Mar del Sur de China” trastocan el balance de poder en favor de Pekín (https://goo.gl/rLCPws).
RD no otorga importancia al aparatoso fallo favorable del Tribunal Permanente de Arbitraje de la Haya –que sólo juzga a los enemigos de EU– que China considera como no-vinculante.
A juicio de Grigory Lokshin, EU empujó a Filipinas a enjuiciar a China en La Haya y ahora Vietnam, que optó por una postura neutral, no se arriesgará a romper sus lazos con Pekín.
China Daily exulta los “lazos primaverales” entablados por el mandarín Xi y RD (https://goo.gl/pWSSPO) cuando ambos países han firmado 13 acuerdos en varios rubros que incluyen un soporte a las vulnerables finanzas de Manila. Otra vulnerabilidad filipina es la raquítica infraestructura que China construirá.
Zhao Minghao, del Instituto Charhar de Pekín, sustenta que RD “salva a EU de una guerra innecesaria (https://goo.gl/e5lsmQ)” cuando los “movimientos audaces (sic) de Duterte pueden servir de inspiración para otros países en la región Asia-Pacífico, mostrando que todos pueden encontrar una mejor vía para acomodarse con el ascenso de China, en lugar de depender de Washington para confrontar a Pekín”, lo cual “puede reducir en forma significativa el riesgo del re-balance y prevenir a EU de entramparse en conflictos militares innecesarios en la región Asia-Pacífico”.
El portal chino Global Times (https://goo.gl/XATPW5) aduce que Filipinas y China deben arreglar el conflicto bilateral sobre el Mar del Sur de China y voltear la página del pasado a cambio de “proyectos pragmáticos de cooperación que valen centenas de millones de dólares” que se plasmarían en la “nueva ruta de la seda”.
El editorial chino arremete contra los pugnaces multimedia de “Washington, Tokio y Singapur” que predecían una confrontación entre Pekín y Manila.
Hoy el giro dramático de Filipinas ha puesto en ridículo a los multimedia aludidos, que ahora optan por la nada graciosa censura.
El portal chino arguye que EU presionará al máximo al gobierno filipino, al unísono de su próxima visita a Tokio, para revertir su decisión, por lo que invita a “Washington y Tokio a desescalar las tensiones” para el beneficio regional cuando “Manila abandonó el juego, mientras Washington buscará un nuevo peón en su estrategia Asia-Pacífico”.
La C de EU con Obama es de “Confrontación”, mientras la C de China con su mandarín Xi es de “Cooperación”. ¿Cuál será el revire de EU que controla(ba) las finanzas, la cotización del peso filipino y el equipamiento/entrenamiento del ejército de Filipinas?
Las represalias financieras ya empezaron y el mismo RD se ha encargado de denunciar que EU es el culpable de la debilidad del peso filipino y del desplome bursátil al “socavar” y “manipular la tasa de cambio” (https://goo.gl/2K4Kgu). ¿Será?
La próspera economía filipina, con su expansivo outsourcing y remesas de su diáspora de 10 millones, ha tenido un asombroso crecimiento de más de 6 por ciento desde hace 6 años, con notable resistencia a las turbulencias financieras.
El archipiélago filipino, de más de 100 millones de habitantes en casi 300 mil km2 con más de 7 mil islas, exhibe varias vulnerabilidades a lo largo de sus 36 mil 289 kilómetros de línea costera (la tercera del planeta después de Indonesia y Rusia) que pueden ser aprovechadas por EU para propinarle una severa lección mediante la utilización de la “carta islámica”: 5 por ciento de su población (frente a 83 por ciento de católicos), que exacerbaría al teledirigido Frente Moro Nacional/islámico que opera en el sur, en sincronía con la guerrilla musulmana de Abu Sayyaf.
La CIA puede muy bien trasladar su yihadismo medio-oriental a su nuevo frente filipino.
The Economist, portavoz de la globalización neoliberal en franco declive, arremete contra la obtención de nimios “derechos pesqueros” de Filipinas a cambio de ceder la soberanía de los “bancos de arena Scarborough”, de enorme valor militar, con los que se quedaría China (https://goo.gl/2R86Va).
La sesgada revista británica pide “paciencia” a EU y esperar a que Filipinas retorne a su campo.
El portal galo Réseau Voltaire ya publica sus “rotativos del cambio del orden mundial” que, a mi juicio, será tripolar: EU/Rusia/China, con sus respectivas esferas regionales de infuencia, en sincronía con la desglobalización.
Algunos países más atrevidos y visionarios que otros –como Irán,Turquía y Filipinas–,se adelantan a los nuevos ajustes tectónicos y técnicos. Otros no los entienden o no pueden romper sus oxidados grilletes unipolares.
Publicado 25 octubre, 2016 por Leonardo Del Grosso
El presidente de EE.UU., Barack Obama, y el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte. |
Duterte quiere que tropas extranjeras abandonen Filipinas
Los casi 50.000 soldados estadounidenses deberían salir del país en los dos próximos años.
El presidente filipino dice que si para lograrlo tiene que revisar o derogar acuerdos bilaterales, lo hará.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, expresó el miércoles desde Japón su deseo de poner fin a la presencia militar estadounidense en el país "en los dos próximos años".
Duterte declaró que, incluso, estaría dispuesto a revisar o derogar los acuerdos bilaterales existentes para lograr que se vayan los casi 50.000 soldados estadounidenses destacados en Filipinas.
"He declarado que seguiré una política exterior independiente. Quiero que, quizás en los dos próximos años, mi país quede libre de la presencia de tropas militares extranjeras", afirmó Duterte en un foro económico celebrado en Tokio, durante su visita de tres días a Japón.
"Quiero que se vayan y si para ello tengo que revisar o derogar acuerdos o acuerdos ejecutivos, lo haré", señaló el líder filipino en una aparente alusión al EDCA (Pacto Mejorado de Cooperación en Defensa).
Barack Obama de visita en el antes estadounidense y ahora filipino buque Gregorio del Pilar, en Manila.
Cerca de China, lejos de EE.UU.
Duterte insistió así en el mensaje de alejamiento en materia de seguridad con Estados Unidos que ha venido expresando desde el inicio de su mandato, y que recalcó durante su visita a China de la semana pasada.
Dijo además que su país quiere ser amigo de China.
Para ello "no necesito las armas. No quiero misiles en mi país. No necesito tener los aeropuertos llenos de bombarderos”, dijo haciendo referencia al mayor despliegue militar estadounidense en Filipinas para contrarrestar el auge de China en la región.
A pesar del claro mensaje, Duterte reconoció la aportación de Estados Unidos como "gran país que ayudado a Filipinas de muchas formas", pero señaló que Manila "puede sobrevivir sin la asistencia estadounidense, aunque podría haber menor calidad de vida".
El EDCA, firmado entre Manila y Washington en 2014 y negociado por su predecesor, Benigno Aquino, permite a EEUU utilizar durante 10 años bases filipinas y aumentar su presencia en una región inmersa en una disputa territorial en el mar de China Meridional que enfrenta a China con Filipinas, Vietnam, Brunei, Malasia y Taiwán.
JC (EFE, AP)
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- Fecha 26.10.2016
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