Reino Unido
El "corbynismo" y los desafíos para la izquierda
21/10/2016 | Socialist Resistance
El movimiento impulsado por Corbyn es el acontecimiento más importante en la izquierda desde que estamos en la vida política.
En efecto, de trata de una radicalización con muchas posibilidades de avanzar en la reformulación de la política en la izquierda y de cambiar las políticas a nivel gubernamental.
El Partido Laborista cuenta con medio millón de adherentes y sigue creciendo. Es decir, tiene más adherentes que los Conservadores, los Demócrata liberales y el SNP (Partido Nacionalista Escocés) juntos.
La mayoría es gente joven: activistas que vienen de la reciente radicalización expresada a través de movimientos como Occupy y UK Uncut (movimiento contra la austeridad), de los Verdes y del movimiento ecologista de acción directa.
No es descartable que llegue al millón de adherentes, que es el objetivo que se marcó Corbyn.
Un crecimiento como ese aumenta las posibilidades de los Laboristas para convertirse en el partido mayoritario en el Parlamento británico tras las próximas elecciones generales y, esperemos, en el partido gubernamental con alianzas progresistas con otros partidos.
Momentum (organización política de izquierdas fundada en 2015 que apoya a Corbyn y al Partido laborista) cuenta con alrededor de 20 000 adherentes.
Aún cuando carezca de democracia interna, se trata de un genuino movimiento popular que impulsa campañas de masas. Se trata de un paso hacia el tipo de movimiento social que han estado pregonando Corbyn y Mc Donnell (brazo derecho de Corbyn).
Por supuesto, el surgimiento del corbynismo no ha sido un camino de rosas: se ha fraguado en el campo de batalla contra el Blairismo y otros sectores derechistas del Partido Laborista y tuvo su punto fuerte en el intento de golpe del Grupo Parlamentario en agosto pasado [el 26 de junio, tras la victoria del Brexit, el grupo parlamentario le sometió a una moción de confianza -no vinculante- que Corbyn perdió por 172 contra 40, pero no dimitió]. Este conflicto sigue sin estar resuelto.
El Partido Laborista está compuesto por dos partidos distintos en una misma estructura: solo se mantiene unido debido al sistema electoral mayoritario (the Frist Past the Pos electoral system) y la fuerza del Laborismo. La lucha por volcar al Laborismo hacia el exterior y limitar al mismo tiempo los daños por la derecha, continuará siendo un campo de batalla en los meses que vienen.
Ahora bien, Corbyn ha salido muy reforzado por dos acontecimientos recientes.
El primero fue su descomunal victoria en las segundas elecciones (24 de septiembre) para la elección del líder del Partido Laborista, y la segunda fue la forma como él y su equipo utilizaron la propia conferencia del partido (celebrada el 26 de septiembre en Liverpool), en la que no solo defendieron con éxito la línea política con la que emergió el corbynismo sino que la reforzaron considerablemente.
Si bien hay temas que aún no están resueltos, como la actitud del equipo de Corbyn en torno a la independencia de Escocia, el sistema electoral o las alianzas electorales.
Corbyn no solo ha reforzado su posición anti-austeritaria y su determinación para democratizar el partido empoderando a las bases (lo que es un elemento de transformación en sí miso).
También defendió con firmeza a la inmigración con el argumento de que el reto era hacer frente a los problemas causados por la austeridad y no culpar a los inmigrantes de ellos.
Esto constituye un punto de desmarque importante si tenemos en cuenta el racismo bipartidista y anti-inmigración que ha caracterizado históricamente al Partido Laborista. También llegó a defender la libre circulación de las personas en Europa.
Asimismo hubo otras declaraciones importantes en la conferencia como la promesa de prohibir completamente el fracking (y reforzar la posición sobre el cambio climático), acabar con el derecho de compra [de viviendas, que intenta liquidar la vivienda social] a la vez que promete equiparar las rentas y otorgar a las autoridades locales el derecho a recabar fondos para construir viviendas municipales.
La revocación de las leyes anti-sindicales es también un punto crucial junto al restablecimiento de las estructuras de los convenios colectivos y del salario mínimo… todas ellas, medidas que las sitúa una perspectiva explícitamente socialista, "el socialismo del siglo XXI".
Estas medidas van directamente contra el consenso neoliberal y el programa austeritario de los líderes laboristas precedentes.
Lo que acarrearía mejoras inmediatas para la mayoría de la gente y daría confianza para luchar por medidas más radicales.
En relación a todo ello, Socilist Resistance ha llegados a dos grandes e interrelacionadas conclusiones.
La primera, que actualmente el corbynismo es (y lo es de forma abrumadora) el elemento más importante de radicalización política en Inglaterra y en Gales. Lef Unity(coalición de izquierdas de la que forma parte Socialist Resistance) ha jugado un papel importante desde su formación y Socialist Resistance la ha impulsado de forma entusiasta desde su nacimiento en 2013.
Pero hemos llegado a la inevitable conclusión de que el espacio que ocupabaLeft Unity (que celebrará su encuentro nacional el próximo día 26) a la izquierda del Partido Laborista no solo se ha cerrado sino que está siendo ocupado por el ala de Corbyn en el seno del Partido Laborista.
De hecho, en la Conferencia del Partido Laborista Corbyn utilizó un discurso muy similar al de Left Unity.
En otros países, dijo, la radicalización ha tomado cuerpo a través de la creación de nuevos partidos de izquierda que rompen con el neoliberalismo, mientras que en Gran Bretaña este mismo proceso se da en el interior del tradicional Partido Laborista.
Por tanto, hemos adoptado la decisión de mover nuestro centro de gravedad política hacia el "movimiento Corbyn" con el fin de luchar de forma más efectiva para de cara a lograr un gobierno anti-austeridad liderado por Corbyn en las próximas elecciones.
Esperamos que el conjunto de la izquierda haga suya esta lucha, que nos dará mejores oportunidades para derrotar el neo-liberalismo y la austeridad y abrir las puertas a un cambio más radical.
Esto no supone romper con la idea, que venimos defendiendo desde hace tiempo, de construir un partido de izquierda radical a la izquierda de la socialdemocracia en Europa; más bien se trata de continuar con esa política por otra vía.
Continuaremos trabajando en Left Unity allí donde podamos, y algunos seguirán siendo miembros activos en su interior. No obstante, pensamos que formar parte del movimiento que apoya Corbyn, McDonnell y Abbot es la forma más efectiva para construir un partido radical anti-austeridad en estos momentos.
15/10/2016
Traducción: VIENTO SUR
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