viernes, 24 de noviembre de 2017

ESPAÑA - Mitos y Falacias sobre los impuestos y nuestro sistema fiscal

Mitos y falacias sobre los impuestos y nuestro sistema fiscal


Hablar de impuestos es hablar de justicia distributiva. Justicia con mayúsculas. La que respeta los derechos de la gente, la que asegura una vida digna a todos y todas. 
Hay justicia cuando la ciudadanía disfruta de sus derechos. 
Desde el derecho a una vivienda digna a la educación, a la salud, la protección social… Pero para que sea posible hay que pagar impuestos y redistribuir lo recaudado atendiendo necesidades y respetando derechos. 
Hay que pagar impuestos pues son los medios principales del Estado para obtener ingresos. No pagar impuestos debilita al Estado y le impide cumplir su ineludible obligación de atender a la ciudadanía.
Los enemigos de los impuestos (ricos o con vocación de serlo) pretenden que los impuestos son una carga, dañinos, y hay que reducirlos. Falso. Pagar impuestos es contribuir a que el país funcione. Pero hay organizar el sistema de impuestos, la fiscalidad, que ha de ser justa, progresiva y suficiente donde todos y todas paguen según su capacidad económica.
Hay que pagar impuestos porque las personas somos seres sociales. Nos necesitamos y dependemos unos de otros. 
Somos interdependientes y nos organizamos para ayudarnos unos a otros. El Estado es el modo de organizarse las personas de una zona o territorio para asegurar esa interdependencia que obliga al pago de impuestos. 
Sin impuestos no hay justicia ni vida digna. 
Los impuestos son el coste por vivir en sociedad, de beneficiarnos por vivir en sociedad.
Mitos fiscales
Y llegados a ese punto conviene desmontar algunas falacias fiscales. Como la necesidad de recortar presupuestos sociales porque no hay dinero por la crisis . Falso. Hay dinero, pero se defrauda mucho y se beneficia a quienes más acumulan y tienen para que paguen menos tributos. Por eso se recauda poco.
Según GESTHA, sindicato de técnicos de Hacienda, los ricos españoles ocultan unos 140.000 millones de euros en paraísos fiscales. Millones que no pagan impuestos; imagínense si los pagaran.
Hay dinero, pero gran parte está en la economía sumergida. Según el informe de GESTHA, Economía sumergida suma y sigue, ésta aumentó en la crisis 60.000 millones de euros hasta alcanzar el 24,6% del PIB. 
Son más de 250.000 millones de euros de dinero oculto. Esa economía sumergida española dobla la media europea, pues en la Europa de los 15 la economía sumergida es el 12 % del PIB.
Los ricos españoles ocultan unos 140.000 millones de euros en paraísos fiscales, según GESTHA
Economía sumergida es la de empresas que no existen oficialmente, no figuran en registro oficial alguno y no pagan impuestos. Se sumergen precisamente para no pagar impuestos ni cotizaciones sociales.
Otro mito fiscal falso es que rebajar impuestos favorece la economía. Lo cierto y documentado es que rebajar impuestos (casi siempre a los ricos, por supuesto) favorece solo a los ricos. 
Y más falso es aún que rebajar impuestos mueve a los ricos a crear empleo con el dinero que ahorran por la rebaja de impuestos. No. El dinero ahorrado de los ricos por no pagar impuestos lo dedican a especular con variados y retorcidos productos financieros en el casino global en que se ha convertido el sector de las finanzas.

No hubo más empleo sino menos

Que el dinero que ahorran los ricos por no pagar impuestos no beneficia a la gente común lo demostró un diario tan poco sospechoso de izquierdismo como The Wall Street Journal. 
El rotativo financiero estadounidense analizó el período de la presidencia de Bush hijo tras rebajar éste los impuestos a ricos y muy ricos. La conclusión del diario fue que esa etapa, cuando los ricos pagaron menos impuestos, fue la de menor creación de empleo de la historia reciente de EEUU.
También es falso que si se aumentaran los impuestos a los ricos en España, se irían a otro país. Difícil, porque la mayoría de países del entorno tienen impuestos superiores a los de España.
De igual modo es falso que los españolitos paguemos demasiados impuestos. 
Tan falso es que la Unión Europea ha denunciado que las rebajas de impuestos en España perpetradas desde 1995 no estaban justificadas de ningún modo y, además, son causa del cuantioso déficit público español.
En realidad, España tiene una presión fiscal inferior la media de los 19 Estados de la eurozona de la que forma parte. 
Presión fiscal es lo realmente recaudado en impuestos, tasas y otros tributos comparado con el PIB. 
En España la presión fiscal es 30% del PIB mientras la media europea es casi del 39%. Mucha diferencia. 
Precisamente por la menor recaudación de impuestos, la deuda pública española no cesa de aumentar y hoy es algo más de un billón de euros, que equivale al 100% del PIB, la riqueza creada en un año.
En España la presión fiscal es 30% del PIB mientras la media europea es casi del 39%
De lo que no hay duda es que el Reino de España es líder en fraude fiscal. 
El volumen de su economía sumergida fraudulenta provoca que el Estado deje de ingresar 90.000 millones de euros anuales de impuestos, tasas y cotizaciones sociales, según GESTHA.
Para entender el estado de la fiscalidad española y global hay que recordar el papel de los llamados paraísos fiscales: 
territorios donde el secreto bancario y el anonimato de los dueños de depósitos y de quienes especulan financieramente son totales y donde se pagan muy pocos impuestos o no se pagan. 
Secreto, anonimato e impago de impuestos (o ridículos) convierten los paraísos fiscales en guaridas financieras que almacenan una enorme y obscena riqueza oculta. 
Y coladero para no pagar los impuestos que deberían las grandes empresas, multinacionales y grandes fortunas. 
Además de mafias, grupos organizados de criminales y de terroristas que también esconden su dinero en paraísos fiscales.
Ser rico sale barato en España
Un dato español sugerente de la fiscalidad española es que 34 de las 35 grandes empresas y corporaciones multinacionales españolas, que se agrupan en el índice bursátil Ibex 35, tienen casi novecientas delegaciones o filiales en paraísos fiscales. 
¿Para qué si no es para evadir impuestos? 
Además, en España, como en casi todo el mundo, el capital paga poco o nada en proporción a sus grandes beneficios al mismo tiempo que multinacionales como Amazon, Google,   MicrosoftNike, Apple, eBay, McDonalds, Inditex, Facebook... y hasta tres centenares más eluden sistemáticamente, cuando no evaden lisa y llanamente, el pago de cientos de miles de millones de impuestos.
Otra falacia fiscal a desmontar es que el fraude fiscal de los autónomos es enorme. No es cierto. El impago de impuestos de autónomos, pequeñas y medianas empresas (evidentemente también ilegal) apenas suma el 8% del total del fraude fiscal en España. Quienes evaden grandes cantidades de impuestos son los ricos, las grandes fortunas y las grandes empresas que evaden tres cuartas partes del fraude fiscal del país.
El resultado final es una insuficiencia fiscal considerable y preocupante que provoca que los presupuestos generales sean cortos, además de mover al Estado a endeudarse. 
Esa insuficiencia es consecuencia de la actual fiscalidad española injusta y regresiva que gasta en función de lo que se recauda y no se recauda bastante. 
Pero debería ser justamente al revés: elaborar los presupuestos y recaudar para satisfacer los derechos y necesidades de la ciudadanía, con especial atención a los más desfavorecidos. 
Eso significa que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) han de ser suficientes, además de progresivos y justos.

Que el capital pague como paga el trabajo

Una verdadera reforma fiscal ha de suprimir el trato de favor a las rentas del capital que poco pagan por su acumulación de capital, movimientos financieros y beneficios. O no pagan. 
¿Por qué han de pagar menos impuestos las rentas del capital que las del trabajo?
Para que el capital pague, una auténtica reforma fiscal ha de establecer un Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), heredero de la Tasa Tobin, propuesta por el economista James Tobin en 1971 para disuadir la especulación a corto plazo de determinados activos financieros.
Lamentablemente, un proyecto de ITF para diez Estados de la Unión Europea, que debía estar vigente ya, parece haberse ido definitivamente al garete tras marear la perdiz varios años en inútiles reuniones del Ecofin (ministros de economía y Hacienda de la UE).
De confirmarse tan mala noticia fiscal habrá que iniciar en España una campaña sine die para que este país, como ya tienen Italia y Francia, establezca un ITF estatal que, además de disuadir parte de la especulación, recaude unos miles de millones de euros que alivien la insuficiencia presupuestaria.
Finalmente una verdadera reforma fiscal ha de restablecer sin tapujos ni trucos los impuestos sobre Sucesiones, Donaciones y Patrimonio, desaparecidos de hecho en algunas comunidades autónomas por graciosas bonificaciones y exenciones concedidas por gobiernos autonómicos. 
Como el del PP de la Comunidad de Madrid, donde se dejan de recaudar casi 400 millones de euros anuales por la supresión de hecho del Impuesto sobre el Patrimonio.
Es posible y necesaria otra fiscalidad, pero precisa una firme voluntad política para dotar al sistema fiscal de mayor progresividad, dar mayor peso a impuestos directos frente a los indirectos y que el capital pague impuestos por su rentabilidad como el trabajo paga por sus ingresos.
En fin, una verdadera reforma fiscal ha de incluir la reducción o supresión de incentivos y deducciones del impuesto de sociedades. Y, por supuesto, debe suponer la presión fiscal que los países de la eurozona. Según los últimos datos de Eurostat sobre presión fiscal en la UE, España tiene un 34,6%, frente al 41,4% de los países de la zona euro (de la que formamos parte). 
Dicho de otro modo, si en España la presión fiscal fuera la de la eurozona, recaudaría 60.000 millones de euros más al año.
Y, por supuesto, una verdadera reforma fiscal incluiría más personal y más medios para la Agencia Tributaria para acabar con el fraude fiscal, sobre todo de los grandes a los que ni siquiera se molesta, no se vayan a enfadar. 
Pero, sobre todo, ha de imperar el principio de suficiencia fiscal: no gastar en función de los PGE aprobados sino elaborar éstos según las necesidades y derechos de la ciudadanía.
Una fiscalidad justa, progresiva y suficiente es la mejor vía para acabar con la desigualdad y cumplir los objetivos y fines de la Constitución de bienestar de la ciudadanía. 
Pero en el Reino de España es harto difícil pues se ha instalado entre nosotros un reinado de injusticia fiscal y de corrupción. 
Habrá que hacer algo al respecto. 

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro