martes, 21 de noviembre de 2017

Acaparamiento de tierras, migración y pobreza en Rumanía

Acaparamiento, migración y pobreza en Rumanía


Un diálogo con Ramona Duminicioiu 

Erik Hobbelink.- 
Ramona Duminicioiu es una campesina rumana muy comprometida con la lucha por la soberanía alimentaria.
Forma parte de Eco Ruralis, un sindicato campesino que trabaja en todos los frentes posibles para preservar la agricultura de pequeña escala, luchar por los derechos de quienes la trabajan y fortalecer su capacidad de defenderse de forma colectiva. 
Ramona nos relata la situación que sufre Rumanía a raíz del acaparamiento de tierras y cómo se está organizando la resistencia desde el campesinado y los movimientos sociales.
LA SITUACIÓN DE ACAPARAMIENTO DE TIERRAS EN RUMANÍA
«Para nosotras el fenómeno del acaparamiento de tierras no es algo nuevo que haya llegado con el capitalismo», explica Ramona, «durante la era comunista, la tierra ya era arrebatada por el estado en procesos llamados de colectivización y las personas que se opusieron a la nacionalización de la tierra y sus recursos fueron encarceladas o enviadas a campos de trabajo». 
Con la caída del régimen comunista el año 1989, por primera vez en 70 años, Rumanía realizó una reforma agraria que devolvió buena parte de los títulos de propiedad sobre la tierra al campesinado. Ante esta situación, el derecho a la tierra y la consciencia de su ‘reapropiación’ dan lugar a un sentimiento identitario muy particular en la mentalidad campesina rumana.

Ramona Duminicioiu. Foto: Peter Lengyel
Ramona cuenta que, con la llegada del capitalismo, jóvenes como ella viven actualmente un nuevo fenómeno de desposesión. 
Los informes de Eco Ruralis estiman que 
alrededor de 4 millones de hectáreas, casi la mitad de la tierra arable de Rumanía, está en manos de compañías multinacionales, bancos e inversores privados, nacionales e internacionales. 
En el caso nacional, la mayoría son actores relacionados con el ámbito político que obtuvieron las concesiones con la caída del comunismo; y en el caso internacional, predominan grandes compañías del agronegocio (Cargill) o bancos y fondos de inversión (Rabobank) provenientes de Europa occidental, los países árabes o China. 
Según cuenta Ramona, la finalidad de esta apropiación masiva no es otra que la especulación. 
«No vienen a comprar nuestra tierra para trabajarla o hacer agricultura, sino que la tratan como si fuera una mercancía, están esperando el momento oportuno para revenderla a mejor precio».
Agricultura campesina en Rumanía. Fotos: Peter Lengyel
En Rumanía el acaparamiento de tierras es un fenómeno muy relacionado con la migración, otro grave problema que está azotando su ámbito rural. 
El modelo agrícola y de procesado de alimentos en Europa está basado, en gran medida, en el trabajo en condiciones terribles e injustas de personas inmigrantes y refugiadas. 
Millones de campesinos y campesinas sienten la necesidad de emigrar a Europa occidental para alimentar a sus familias y buscar oportunidades de empleo. 
A menudo, acaban trabajando en explotaciones agrícolas y granjas industriales, sobre todo en España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania. 
«Nos encontrarás trabajando en mataderos, sobre todo a los hombres; y a las mujeres, en los invernaderos de Almería y Huelva, en la fresa o empaquetando hortalizas. Las historias de las familias que migran son bastante dramáticas», explica Ramona.
Otro factor que conecta el acaparamiento de tierras y la migración es la pobreza. Ramona es muy crítica sobre cómo están abordando este tema las autoridades. 
«En nuestra sociedad la pobreza no se analiza, más bien se emplea contra la gente y contra el campesinado. 
El gobierno la usa como chantaje para mantener su poder, se acuerda de ella solo para sus campañas electorales y cuando hay choques entre los partidos políticos más importantes. 
Necesitamos a las autoridades para poner un escudo entre el libre mercado de tierras y la población rumana, ya que el campesinado siempre está en una situación desigual con relación a la inversión, sea nacional o extranjera».
Lejos de apoyar la agricultura campesina, el gobierno tiene una agenda política muy enfocada en atraer inversión extranjera y concentrar la propiedad de la tierra. 
«Han gastado mucho dinero público en forzar al campesinado a vender o arrendar sus tierras en lugar de generar oportunidades en el entorno rural. 
El resultado es un círculo perverso, el campesinado rumano, sin posibilidad de vivir de su trabajo, deja por un periodo sus tierras y pierde el vínculo con ellas, facilitando que acaben en manos de acaparadores».
ORGANIZAR LA RESISTENCIA
Para evitar el despojo de tierras y el declive de la agricultura tradicional campesina, Ramona opina que el gobierno no aporta soluciones y resulta difícil formar alianzas entre la administración y el movimiento campesino. 
«El último diálogo con las instituciones no llevó a ningún lado. 
Esta es una democracia muy joven, más que muchos países de África, así que el nivel de nuestra política es muy bajo: 
no hay experiencia, ni visión, ni una base desde donde empezar a construir». 
Por ello, consideran estratégico tejer resistencias más amplias en procesos como el reconocimiento de los Derechos Campesinos de las Naciones Unidas junto a La Vía Campesina, que podrían utilizarse como instrumento para reivindicar alternativas a escala nacional.
Por otro lado, Eco Ruralis tiene miembros distribuidos por el país. «Sabemos lo que ocurre en todos los pequeños pueblos de Rumanía, incluso en las islas
Al contrario que nuestros políticos, prestamos atención a las cosas que nos afectan». 
Con su ayuda, han documentado casos muy representativos de acaparamiento de tierras y elaborado varios informes que están sirviendo como base para el trabajo en el ámbito europeo.
Queremos tejer una resistencia más amplia con los países de nuestro alrededor, como Serbia, Polonia o Ucrania.
Ramona tiene claro que la resistencia ante el acaparamiento de tierras también implica aliarse con Europa oriental. 
«Si Rumanía va sola contra el acaparamiento de tierras, no tenemos ninguna posibilidad; necesitamos solidaridad en nuestra propia región. Queremos tejer una resistencia más amplia con los países de nuestro alrededor, como Serbia, Polonia o Ucrania». 
Ramona también considera importante que su gobierno se involucre en este proceso y lo apoye, ya que hasta el momento se ha mostrado pasivo y ha dejado que un puñado de países de Occidente determinen la realidad de Oriente. 
«Sentimos mucha decepción ante la falta de diálogo con nuestro gobierno para trabajar por estos temas. Las gentes de Europa oriental tenemos mucho que decir».
En octubre de 2016, Rumanía acogió el II Foro de Nyéléni por la Soberanía Alimentaria, donde se abordó especialmente el tema del acceso a la tierra. 
«Tenemos muy claro cómo queremos organizarnos y con quién queremos aliarnos, estamos por delante de nuestro gobierno en términos de estrategia y visión. El encuentro de Nyéléni fue una buena oportunidad para reconectar con aliados de La Vía Campesina y construir un proceso nacional en Rumanía por la soberanía alimentaria», afirma Ramona.
UNA RESISTENCIA EN FEMENINO
Ramona reivindica que la lucha por la tierra, la semilla y la soberanía alimentaria va muy de la mano de la lucha feminista. 
«El papel de la mujer en la lucha por la soberanía alimentaria es esencial, son muy activas con respecto al liderazgo, tanto en lo práctico en el campo como en el ámbito político de los movimientos sociales», explica. 
«Desafortunadamente, aún tenemos el problema de que el papel de la mujer está muy infravalorado. Aun así, creo que el movimiento por la soberanía alimentaria tiene mucho que ver con el empoderamiento de la mujer, ya que ella es el motor del campo y tiene un papel central en todos sus procesos». 
Ramona también opina que el feminismo rural está empezando a tomar forma. «Siento que las mujeres del campo estamos cada vez más organizadas, nos juntamos más para compartir perspectivas y sensibilidades. En los encuentros internacionales, las mujeres organizamos reuniones especiales con unos resultados de participación impresionantes». 
En Eco Ruralis tienen claro que el género es transversal y debe estar en todas partes. Su organización, al igual que La Vía Campesina, tiene la obligatoriedad de imponer cuotas de participación iguales entre hombres y mujeres. 
«Esta es una parte fundamental de nuestra lucha, creemos que no será posible alcanzar la soberanía alimentaria si no va acompañada del reconocimiento de los derechos de la mujer». 
Erik Hobbelink 
Activista por la soberanía alimentaria
El caso de Rabobank
Rabobank es un banco holandés que opera en 40 países con cerca de 10 millones de clientes y presume de ser una de las 30 mayores compañías financieras del mundo. 
Eco Ruralis ha documentado muy bien su trayectoria, que es, cuando menos, oscura y dudosa. 
En 2013 se le multó con 1000 millones de dólares por estafar con las cuotas de interés bancario y tienen inversiones en compañías productoras de armas. 
Su brazo agrícola, RaboFARM, ejecuta operaciones financieras masivas de compra de tierra mediante empresas subsidiarias como SC Kamparo Investment.
La presencia de Rabobank en Rumanía empezó en 2009 con un plan de inversión de 615 millones de euros durante 15 años que resultó en la compra de 21.000 hectáreas dispersas entre 50 pueblos distintos. 
Según su sitio web, estas tierras se alquilan a nuevos ‘arrendatarios expertos’ que se encargan de gestionarlas. Sin embargo, estos ‘arrendatarios expertos’ no son lo que parecen: 
incluyen políticos, oligarcas locales e incluso individuos con sentencias suspendidas por esclavitud, robo o soborno. 
Además, el propio Rabobank tiene documentados alquileres, efectuados vía Kamparo, a compañías que son propiedad de los gobiernos locales o están estrechamente vinculados a ellos, con lo que se genera un monopolio político que controla recursos naturales y empleos a expensas del campesinado.
Uno de los casos más sonados fue la transacción de Elena Bosca y Florita Bolos. 
Según informa el medio independiente The Correspondent, en 2010 Bosca denunció en las cortes que 13 personas le habían negado un acuerdo previamente cerrado para vender sus tierras. 
La juez en aquel momento, Florita Bolos, dictaminó a favor de Elena Bosca y le otorgó la propiedad de las tierras. 
En el juicio, estas 13 personas no estuvieron presentes ya que no se les informó del acto y, en efecto, habían rechazado vender sus tierras. Más tarde, en 2013, estas tierras fueron adquiridas por Kamparo. Actualmente, Bosca está siendo investigada por falsificación y abuso de autoridad, mientras que la juez Bolos está en prisión por corrupción y falsificación.
Según los informes de Eco Ruralis, la empresa Kamparo también es objeto de varias causas legales y tiene socios cercanos que están siendo investigados por corrupción. 
Existen evidencias que señalan que Kamparo gestionó negocios mediante intermediarios que usaron intimidación y coerción para adquirir tierras. 
Hubo personas forzadas a vender sus fincas por menos de 100 € por hectárea, cuando el precio de la tierra por hectárea en Rumanía está entre 2.900 € y 7.000 €. 
El propio Rabobank calcula un retorno de inversión de 900 millones de euros para toda la inversión, ya que pueden llegar a vender la tierra triplicando su precio de compra estándar. 
Con estas operaciones, Rabobank está despojando al campesinado de sus casas, su medio de vida y su futuro; y, sin duda, hay más acaparamientos por llegar, ya que aún quedan por gastar 300 millones de euros de su plan de inversión inicial. 

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro