martes, 9 de mayo de 2017

EE.UU. se ha convertido en el enemigo público nº 1 del mundo

"Sauron reina en Washington 

y lleva a sus vasallos a la destrucción total"

El ex subsecretario del Tesoro de EEUU, Paul Craig Roberts, explica en su nuevo artículo por qué las acciones de las actuales autoridades estadounidenses convierten al país en un verdadero Mordor.


Con esta comparación con el país ficticio de la saga de Tolkien, Roberts recuerda que uno de sus lectores le preguntó por qué los neoconservadores promuevan una guerra nuclear dado que este tipo de conflicto armado no dejará vivo a nadie. 

Según el politólogo, los neoconservadores estadounidenses creen poder ganar una guerra así sin sufrir ningún daño.

Su "plan insano" consiste en rodear a Rusia y China con bases de misiles antibalísticos para establecer un escudo contra las medidas recíprocas que podrían emprender Moscú y Pekín. 

Además, estas instalaciones militares de EEUU podrían estar equipadas con misiles nucleares, sin que Rusia y China lo sepan.

"Esto reducirá el tiempo de alerta a cinco minutos, dejando a las víctimas de Washington poco tiempo para tomar una decisión", prosigue Roberts.


Los neoconservadores están convencidos de que el primer ataque de Washington causará tanto daño a las capacidades de represalias rusas y chinas que ambos Gobiernos se rendirán en lugar de lanzar ataques de respuesta.

 De esta manera, los líderes en Moscú y Pekín concluirán que tienen pocas posibilidades de que sus misiles balísticos intercontinentales sean capaces de superar el escudo de EEUU.


Por otra parte, una represalia débil simplemente provocaría una segunda ola de ataques nucleares por parte de Washington que borraría ciudades rusas y chinas, mataría a millones de personas, dejando a ambos países en ruinas.

"En pocas palabras, las belicistas norteamericanos están apostando a que las autoridades rusas y chinas entreguen las armas en lugar de correr el riesgo de ser completamente destruidos", indica.


A juicio del experto, los neoconservadores son "lo suficientemente malvados como para lanzar un ataque nuclear preventivo". 

No obstante, también podría ser que su plan tenga como objetivo crear tales condiciones para Rusia y China, que las autoridades de ambos países empiecen a creer que "el destino les da la espalda" y, por lo tanto, deben aceptar el dominio de Washington.

Así, para sentirse seguro de su hegemonía, Washington tendrá que ordenar a Moscú y Pekín desarmarse, destaca Roberts. 

Sin embargo, este plan "está lleno de riesgos" ya que "los cálculos erróneos siempre son una característica de la guerra".

"Es imprudente e irresponsable arriesgar la vida del planeta nada más que para la hegemonía de Washington", admite.


Así, el plan de los neoconservadores pone en alto riesgo a Europa, Reino Unido, Japón, Corea del Sur y Australia en el caso de que Rusia y China decidan tomar represalias. 

El escudo de Washington no será capaz de proteger a Europa de los misiles de crucero nucleares de Rusia y su Fuerza Aérea, por lo tanto "Europa dejará de existir". 

La respuesta de Pekín golpearía a Japón, Corea del Sur y Australia.

Los rusos, igual que todas las personas sensatas, tienen la esperanza de que "los vasallos de Washington comprendan que son ellos los que están en riesgo —un riesgo con el cual no tienen nada que ganar y todo que perder—, repudien su vasallaje y eliminen las bases estadounidenses", expresa Roberts.

"Les debe quedar claro a los políticos europeos que están siendo arrastrados a un conflicto con Rusia", subraya.


Además, el autor recuerda que recientemente el comandante de la OTAN dijo al Congreso de EEUU que necesita más fondos para la presencia militar en Europa con el fin de contener el 'resurgimiento de Rusia'.


Según Roberts, el 'resurgimiento de Rusia' implica que el país eslavo es lo suficientemente fuerte y confiado para defender sus intereses y los de sus aliados.

 Por ejemplo, Moscú fue capaz de "bloquear la planeada invasión en Siria de Barack Obama y el bombardeo de Irán además de permitir que las fuerzas sirias derrotaran a Daesh —organización terrorista proscrita en Rusia y otros países—, que fue enviado por Obama y Hillary Clinton para derrocar a Asad.

"El 'resurgimiento de Rusia' se debe a que el país puede bloquear las acciones unilaterales de EEUU contra otros países", apunta.


Esta capacidad de Moscú es un desafío a la doctrina neoconservadora, propuesta por el ex subsecretario de Defensa de EEUU, Paul Wolfowitz, que consiste en la idea de la supremacía mundial de EEUU y la prevención del resurgimiento de un nuevo rival capaz de ejercer control sobre las acciones unilaterales de Washington.

Mientras los neoconservadores "estaban absortos en las guerras estilo 'cakewalk' (en referencia a un baile desarrollado por los esclavos estadounidenses que imitaban el comportamiento de sus amos), que ya han durado 16 años", sus rivales —Moscú y Pekín— emergieron como controladores del unilateralismo que Washington había disfrutado desde la desintegración de la URSS.

"Lo que Washington está tratando de hacer es recuperar su capacidad de actuar en todo el mundo sin ninguna restricción de ningún otro país. Esto requiere que Rusia y China se retiren", profundiza Roberts.


Los Gobiernos de ambos países tienen una "conciencia moral que le falta totalmente a Washington", destaca. 

Asimismo, "ninguno de los dos se intimida por la propaganda occidental". 

El autor cita las palabras del ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, quien dijo que "se escuchan interminables acusaciones histéricas contra Rusia que están siempre vacías de cualquier evidencia".

Es probable que Rusia y China sacrifiquen su soberanía por el bien de la vida en la Tierra. 

No obstante, al mismo tiempo la "conciencia moral de los dos les impulsará a oponerse al mal encarnado por Washington con el fin de no sucumbir a este mal", expresa el autor.

"Creo que el mal que gobierna en Washington está llevando a EEUU y sus países vasallos a la destrucción total", sostiene.


Tras haber convencido a los líderes rusos y chinos de que Washington tiene la intención de bombardear a sus países en un ataque sorpresa, la pregunta es: ¿cómo responderán Rusia y China? 

¿Van a sentarse a esperar un ataque? ¿O impedirán el ataque de Washington con un ataque propio?

Roberts recuerda a los lectores que su nombre está en la lista de los 'agentes rusos'. 

Para él, ser 'agente ruso' es "respetar el derecho internacional y la vida", los cuales no respeta el propio Washington. 

Además, significa "responder a las provocaciones con diplomacia y las solicitudes de cooperación, lo que no sabe hacer Washington".

"Es evidente que un 'agente ruso' es una persona moral que quiere preservar la vida y la identidad nacional y la dignidad de otros pueblos", subraya.


De esta manera, Roberts se presenta como "agente de todas las personas que desaprueban la voluntad de Washington de utilizar la guerra nuclear para establecer su hegemonía sobre el mundo".


De acuerdo con el autor, Washington quiere "apagar la moralidad humana y convertirse en el amo del planeta".

"Washington sin ninguna duda es Sauron. La única pregunta importante es si hay suficiente bien en el mundo para resistir y superar el mal de Washington", concluye.


"Hay que tomar muy en serio la posibilidad de un ataque nuclear de EE.UU."

Chossudovsky, considerado uno de los mayores expertos de economía y geopolítica en escala mundial, analizó detalladamente los acontecimientos más controversiales ocurridos durante los primeros cuatro meses de este año. 

En la entrevista se aborda el bombardeo ordenado contra una base militar del Gobierno Sirio a principios de abril pasado; la creciente rivalidad entre Estados Unidos y potencias como China y Rusia; las contradicciones en la relación mantenida con la Unión Europea; entre otros temas.

A juicio del también profesor emérito de la Universidad de Ottawa, aunque al principio el magnate de Nueva York parecía perfilarse como un presidente que iba a terminar con la política exterior imperial de sus antecesores, sus acciones han puesto en evidencia su claudicación frente a los grupos de interés que integran el denominado ‘Estado profundo’ (‘Deep state’), conformado por las compañías petroleras, los bancos de inversión de Wall Street y el complejo militar industrial.

Ariel Noyola Rodríguez (ANR).- 

Hasta el momento las acciones de Trump son resultado fundamentalmente de la firma de órdenes ejecutivas, la construcción de consensos brilla por su ausencia. 

Su plan de presupuesto por ejemplo, enfrenta una fuerte oposición entre los legisladores, lo mismo demócratas, que republicanos ¿Qué tanto margen de maniobra crees que ha tenido Trump en estos primeros meses para llevar a cabo sus promesas de campaña?

Michel Chossudovsky (MC).- 

Bueno, primero hay que destacar que la campaña electoral de Donald Trump estuvo sustentada sobre todo en la retórica, más allá de los objetivos que podía cumplir realmente. 

Para mí el elemento fundamental de su plataforma política tenía que ver con algunos cambios en la política exterior de Estados Unidos, por ejemplo, una eventual normalización de las relaciones diplomáticas con Rusia.

Lo cierto es que, hasta el momento, casi todos los planteamientos presentados desde el punto de vista retórico han sido cancelados. 

Las relaciones con Rusia ahora son peores que las mantenidas por el Gobierno de Barack Obama. 

La ofensiva contra Siria es una intervención diabólica. 

Los alcances del bombardeo que Trump autorizó el pasado 7 de abril van mucho más lejos de lo que se había planteado la administración de Obama.

Otro elemento que me parece importante resaltar es que Trump es un presidente con muy poca experiencia en política activa, es decir, es una persona que no sabe de política exterior; vaya, ni siquiera sabe dónde están localizados algunos países, recordemos cómo hace poco confundió la ubicación de Irak con la de Siria. 

Antes de convertirse en presidente, él parecía tener muy claro lo que iba a hacer, pero ahora se ha visto muy acotado a la hora de poner en marcha su plan de acciones puesto que, en mi opinión, carece de un cuadro de análisis serio de la situación general.

En cierta forma Trump está manejando la política exterior de Estados Unidos como si fuera una especie de "reality show"

Lo que es más visible en esta presidencia es la debacle de la diplomacia internacional tal como la conocíamos, es decir, en cierta forma Trump está manejando la política exterior de Estados Unidos como si fuera una especie de “reality show”, un asunto de relaciones públicas; esto se puso en evidencia durante su encuentro con el presidente de China, Xi Jinping. En aquel momento Trump dio la orden de bombardear Siria, justo cuando estaba cenando con Xi.

Entonces tenemos un presidente que no comprende las complejidades de la política internacional

Tampoco entiende mucho sobre la gestión de los asuntos militares, tanto él como su equipo no tienen una idea clara, por ejemplo, de las terribles consecuencias de una guerra nuclear.

Pero nada de esto es nuevo. 

En Estados Unidos la propaganda interna desde los años 2002 y 2003 está sustentada en la doctrina de la “guerra preventiva”, que presenta la bomba nuclear como un instrumento que no genera daños a la población civil. 

Una gran mentira que, sin embargo, está escrita en los manuales militares.

Desde mi punto de vista, bajo la presidencia de Trump hay continuidad en la orientación política que adoptaron las administraciones de Barack Obama y George W. Bush. 

Es muy lamentable que la tendencia en Estados Unidos de las últimas administraciones presidenciales, desde el Gobierno de Ronald Reagan por lo menos, sea que quien ostenta el poder ejecutivo no ejerce un poder decisional directo.

La presidencia es más una entidad de relaciones públicas, sirve para dar discursos. Legalmente el presidente tiene por supuesto, mucho poder, pero las decisiones clave son dictadas por los grupos de interés del Estado profundo (‘Deep state’), conformado por las grandes compañías petroleras, los bancos de inversión de Wall Street y el complejo militar industrial. 

El presidente de Estados Unidos es más bien una figura decorativa. 

Esto quedó bastante claro durante el Gobierno de Obama, quien hay que reconocerlo, casi no tuvo margen de maniobra, estaba más bien secuestrado, todo era dictado por los ‘think-thanks’ de Washington así como por los grupos de interés del ‘Estado profundo’ (‘Deep state’).

Lo que siempre estuvo muy claro durante la campaña de Trump es que él nunca entendió la lógica del ‘Estado Profundo’ (‘Deep state’) ni de la política exterior, tampoco de la economía

Estamos ante la privatización del Estado norteamericano. 

El comandante en Jefe también está privatizado. 

Trump no responde propiamente a los intereses de los ciudadanos, sino que obedece a los distintos grupos de poder económico. Lo que sí es distinto en relación a Trump es que, por lo menos en el origen, su campaña electoral no estuvo dictada por los conglomerados empresariales de Estados Unidos, en contraste con Hillary Clinton.

Hillary recibió dinero directamente de empresas como Lockheed Martin, del complejo militar industrial, de algunos bancos de inversión como Goldman Sachs, Citibank y JP Morgan, de las empresas petroleras, etc. 

Hillary estuvo muy vinculada a los grupos de interés tradicionales en Estados Unidos, además, fue apoyada por los medios de comunicación corporativos simplemente por ser una candidata dispuesta a dar continuidad.

Con Trump era distinto, pues él tenía su propio dinero. 

Tenía una lógica de financiamiento de su campaña electoral muy diferente en comparación con Hillary; él estaba controlando sus finanzas y, por lo tanto, tenía la posibilidad presentar propuestas que rompieran de alguna manera con las pautas dictadas por el ‘Estado profundo’ (‘Deep state’).

Pero al mismo tiempo, lo que siempre estuvo muy claro durante la campaña de Trump es que él nunca entendió la lógica del ‘Estado Profundo’ (‘Deep state’) ni de la política exterior, tampoco de la economía. 

Él dijo que iba a crear empleo masivo en Estados Unidos a través de una reestructuración de los tratados de libre comercio, o amenazando a las empresas, a las automotrices por ejemplo, para que dejaran de deslocalizar su producción. 

Estos son temas importantes, por supuesto, pero él creyó que la retórica por sí sola iba a resolver todo.

La economía mundial no funciona así. 

Las relaciones contradictorias entre países de bajos y altos salarios son parte de la lógica de la economía mundial. 

Las empresas producen en China porque el salario es 20 veces menor que en Estados Unidos. 

Pese a todo, es verdad que la retórica de Trump fue apoyada por la clase obrera ubicada en ciudades como Detroit, uno de los principales asentamientos de la industria automotriz.

La realidad es que las empresas norteamericanas no iban a abandonar la lógica de deslocalizar su producción y de ensamblar en países con bajo nivel de salario únicamente porque Trump así lo quisiera. 

En México por ejemplo, así es como funcionan las empresas maquiladoras instaladas en la frontera; y no se puede cambiar esta historia nada más por una serie de pronunciamientos de parte de un candidato. 

Y cuando llega a la presidencia, los planteamientos de Trump simplemente no encontraron las bases para materializarse.

La conformación del gabinete de Trump así lo evidencia: 

Rex Tillersonen el Departamento de Estado, Mike Pompeo en la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), James Mattis en el Departamento de Defensa, etc. 

La designación de estos personajes es una muestra clara de la sumisión de Trump frente a los grupos de interés del Estado profundo (‘Deep state’), todos ellos representan la continuidad.

ANR.- De las órdenes ejecutivas más polémicas ejecutadas por Trump han sido las relacionadas con la inmigración. 

Por ejemplo, la restricción del ingreso de los musulmanes a territorio estadounidense bajo el argumento de la “lucha contra el terrorismo”, decisión que tiempo después fue vetada por la Corte suprema. Igual de polémico es el plan de construir un muro en la frontera con México. 

¿Qué tan peligrosas son las políticas de Trump para la población musulmana? 

¿Consideras que Trump efectivamente está persiguiendo a los inmigrantes, o es más bien parte de la propaganda?

MC.- En esto también hay continuidad. La islamofobia no es reciente en Estados Unidos. Pienso que sí, es un elemento de la propaganda, pero hay que tomar en cuenta que la propaganda tiene también sus elementos concretos. 

Pongamos Guantánamo como un ejemplo de la propaganda. 

Al comienzo la gente decía “oh qué horror, en Guantánamo se cometen actos de tortura”, fue de conocimiento público. 

Pero también sirvió para la propaganda: “estos son terroristas, por eso es importante que permanezcan encerrados allí (…) la base militar de Guantánamo ayuda a garantizar la seguridad de Estados Unidos”.


Los principales grupos terroristas han sido creados por la CIA, son instrumentos de los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Por eso es que la “guerra contra el terrorismo” es una gran mentira.

La orden ejecutiva para restringir el ingreso de musulmanes puede interpretarse de la misma manera, si bien es posible que en algún momento se dé marcha atrás. 

Pero el elemento de propaganda de ensuciar a los musulmanes y decir que son unos ‘malandrines’ (‘bad guys’) es parte del lenguaje que Trump utiliza; 

con ello envía el mensaje de que “nosotros [los estadounidenses] somos civilizados”, en cambio “estos ‘malandrines’ (‘bad guys’) que no respetan los derechos de las mujeres, son unos terroristas”. 

Estos discursos se crean para dar soporte a la llamada “guerra contra el terrorismo”.

Pero sabemos perfectamente que la justificación de la “guerra contra el terrorismo” es tremendamente frágil desde el punto de vista ideológico. 

Los principales grupos terroristas han sido creados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su siglas inglés), son instrumentos de los servicios de inteligencia de Estados Unidos. 

Por eso es que 
la “guerra contra el terrorismo” es una gran mentira. 

Pero para sostener una mentira es necesario tener no solamente un discurso anti-terrorista, hay que extenderlo contra toda la población musulmana para justificar las guerras que se están librando en países musulmanes.

De hecho, la ideología militar de Estados Unidos, si se lee cuidadosamente, está basada en la “guerra contra el terrorismo”, incluso es interesante apuntar que está justificado el uso del arma nuclear en contra de Al Qaeda. 

Ellos dicen que hay cuatro países que son blancos de la “guerra nuclear preventiva” (China, Rusia, Irán y Corea del Norte), pero también son blancos Al Qaeda y el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), es algo absurdo.

Por otro lado, sabemos perfectamente que Estados Unidos apoya a Al Qaeda en Siria, y apoya a ISIS tanto en Siria como en Irak. La iniciativa de Obama del año 2014 de llevar una operación de lucha contra el terrorismo fue una trampa. 

En realidad, todas las intervenciones de Estados Unidos en Siria e Irak estaban dirigidas a apoyar la insurgencia de Al Qaeda, evidentemente con el apoyo de sus principales aliados (Arabia Saudita, Turquía y Qatar).

ANR.- 

Muchos se sorprendieron por el hecho de que Trump haya ordenado atacar una base militar del Gobierno sirio, sobre todo porque nunca hubo una investigación contundente que mostrara que Bashar Al Assad haya ordenado el uso de armas químicas en contra de la población. 

En este sentido, ¿Crees que Trump pudiera arrepentirse de haber incursionado militarmente en Siria de forma unilateral?

MC.- Francamente no creo que Trump vaya a dar marcha atrás en su línea de acción en contra de Siria

Hubo un informe publicado por la Casa Blanca respecto a lo que ellos denominaron el “ataque con armas químicas”, tremendamente débil, incluso fue refutado por varias fuentes importantes. 

Además tenemos el estudio realizado por Theodore M. Postol, un científico muy reconocido del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), una persona cercana a la gente del Pentágono. 

Theodore negó la veracidad del informe de la Casa Blanca.

Muchos grupos progresistas argumentan que 
el Gobierno de Bashar Al Assad ha cometido "atrocidades" contra la población, son declaraciones sin ninguna documentación

Por otro lado, los medios de comunicación en Estados Unidos insisten en difundir la idea de que Bashar Al Assad es responsable de esto y, además, la propia izquierda en Estados Unidos está tomando una postura totalmente contradictoria en relación a estos hechos

Los grupos progresistas guardan silencio, no dicen nada porque en cierta forma apoyan las “acciones humanitarias” de las fuerzas armadas de Estados Unidos y de la OTAN, con algunos matices claro, no se trata de un discurso homogéneo.

Muchos grupos progresistas argumentan que el Gobierno de Bashar Al Assad ha cometido “atrocidades” contra la población, son declaraciones sin ninguna documentación, ellos insisten en que hay que promover un cambio de régimen en Siria. 

Además cabe resaltar que la opinión pública en Estados Unidos está muy mal informada. 

Es lamentable que la mayoría de la opinión pública estadounidense haya manifestado estar de acuerdo con el bombardeo contra Siria.

ANR.- En cuanto a la región de Asia-Pacífico, parece haber también una línea continuidad. 

Si bien Donald Trump firmó los primeros días de su Gobierno una orden ejecutiva para que Estados Unidos saliera del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), persiste el acoso militar contra China. 

Trump viene apuntalando la cooperación militar con Japón y también con Corea del Sur, mientras las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte han alcanzado un punto de tensión extrema ¿Cuál es tu perspectiva en relación a la política exterior de Trump en Asia-Pacífico?

MC.- Los misiles THAAD (‘Terminal High Altitude Area Defense’) ya estaban listos para instalarse bajo el Gobierno de Obama. 

La militarización del Sudeste asiático, incluyendo el Mar del Sur de China, es parte de una política muy bien formulada. 

Todo esto busca contener a China. Ahora bajo la presidencia de Trump hay algunas diferencias. 

Pero Trump no comprende sus acciones de política exterior respecto a Asia, no entiende los alcances de las relaciones de cooperación militar entre Estados Unidos y Corea del Sur o Japón.

Trump tampoco entiende, como dije antes, los peligros de la utilización del arma nuclear. 

El cambio respecto a Asia es un tanto el diálogo que empezó ahora con China, con el presidente Xi Jinping, pero en buena medida está sustentado en la ingenuidad política. 

Trump pensó que si invitaba a Xi a un evento lleno de lujo en Mar-a-Lago, en Florida, ofrecía una cena y todo, entonces las relaciones entre China y Estados Unidos iban a conformar una nueva línea de conducta, y no fue así.

Trump no comprende sus acciones de política exterior respecto a Asia, no entiende los alcances de las relaciones de cooperación militar entre Estados Unidos y Corea del Sur o Japón

China está muy ligada a Rusia en múltiples acuerdos multilaterales. 

Por ejemplo, a través de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) o los BRICS (acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). China es hoy una potencia, y no se puede tratar a su presidente como alguien fácil de sobornar. 

China tiene sus propias directrices de política exterior

Yo no considero que China vaya a colaborar mucho con Estados Unidos. 

Los países emergentes como China están conscientes de que un sistema de alianzas multivectorial es de extrema relevancia.

Podría haber por supuesto, cierta cooperación con Estados Unidos, en el campo económico por ejemplo, la relación bilateral está muy desarrollada en el plano comercial. 

Las entidades financieras de Wall Street están metidas en China desde hace muchos años. Pero por otro lado hay una colisión real en el ámbito militar: en el Mar del Sur de China, en el estrecho de Taiwán, etc.

Tengo que destacar además que las relaciones bilaterales entre China y Corea del Norte no son tan buenas. 

Hay un juego de poder ahí, de tal forma que desde el punto de vista de los chinos posiblemente haya cierto oportunismo en relacionarse con Estados Unidos pero en cuanto a cuestiones más fundamentales, yo no lo creo. 

La instalación de misiles en Corea del Sur está dirigida contra China, no contra Corea del Norte.

La base naval y la fuerza aérea tripartita (Estados Unidos, Japón y Corea del Sur) localizadas en la isla de Jeju, una isla al sur de la península coreana, muy cerca de Shanghái, fue utilizada por Japón como una base estratégica durante la Segunda Guerra Mundial. 

Y ahora Estados Unidos pretende militarizar toda la frontera marítima de China, y esto lo saben los altos mandos del Partido Comunista de China.

Los chinos nunca van a revelar públicamente cuáles son sus intenciones. Seguirán colaborando con quien les convenga.

Un sector de las élites chinas es muy pro-Estados Unidos

Las capas intelectuales especializadas en ciencias sociales y economía, algunos grupos de negocios, son muy pro-Estados Unidos. 

De tal forma que dentro de China hay distintas facciones y Estados Unidos está buscando hacer alianzas con Pekín que busquen debilitar a Rusia, producir divisiones.

Pero los chinos nunca van a revelar públicamente cuáles son sus intenciones. En el discurso hay contradicciones porque los chinos no revelan sus objetivos. 

Los chinos seguirán colaborando con quien les convenga. 

Los grupos de negocios saben a la perfección que en ciertas áreas existe enfrentamiento.

Estoy hablando, por ejemplo, del sector petrolero, hay un enfrentamiento cara a cara con los intereses de Estados Unidos. 

Veamos también cómo es que China se ha venido extendiendo a través de sus relaciones comerciales tanto en África como en América Latina, esto representa un peligro para la hegemonía económica de Estados Unidos.

Sin embargo, los chinos no tienen propiamente un proyecto hegemónico en la construcción de esas relaciones comerciales, por lo menos hasta la fecha. 

Es decir, sus acuerdos económicos no vienen acompañados de relaciones militares, esta es la diferencia con Estados Unidos.

Washington tiene interés en América Latina, pero también firma acuerdos de seguridad, instala bases militares, en cambio China no lo hace. 

Los chinos ingresan a África y generan relaciones comerciales exitosas con los Gobiernos, pero esto va en contra de los intereses occidentales porque dota de una mayor soberanía a los Gobiernos nacionales que realizan negocios con los chinos. 

Por esta razón se da el enfrentamiento, no solamente en Asia a través de la geopolítica del “pivote” formulada por Obama, sino una confrontación en general.

ANR.- Hablemos ahora de Europa

Todo parecía indicar que Trump iba a tomar distancia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero luego se arrepintió cuando dijo que ya no la consideraba “obsoleta”. 

Por otra parte, acusó a Alemania de “manipular el euro” en su propio beneficio

a la vez que varios de los altos funcionarios de la administración de Trump han propuesto disminuir el rol que Washington juega tanto en el Fondo Monetario Internacional (FMI) como en el Banco Mundial, 

¿Qué futuro pronosticas para el rol que Estados Unidos ejerce en la OTAN? ¿Es Trump un enemigo de las instituciones nacidas en Bretton Woods?

MC.- Lo que vemos en Europa es que los Gobiernos ya no tienen la soberanía de antes. 

Hay una injerencia de parte de Estados Unidos en la política interna de varios países, incluyendo Alemania, España, Italia y ahora incluso Francia

En el caso de esta última, la intromisión comenzó a vislumbrarse desde el Gobierno de Nicolas Sarkozy, quien ya desde la campaña electoral era el candidato favorito de Estados Unidos a la presidencia.

La OTAN es una entidad dominada por el Pentágono. 

El actor más relevante es Estados Unidos

los países miembros de la OTAN financian un aparato militar de gran envergadura que está al servicio de los intereses de Washington. Trump, por supuesto, desea más financiamiento para la OTAN. 

Todos los acuerdos de cooperación militar que Estados Unidos firma, incluso los establecidos con Corea del Sur y Japón, tienen por motivo imponer a los países participantes el financiamiento de las guerras promovidas por Estados Unidos. 

Y la OTAN sigue esta misma lógica: todos sus Estados miembros la financian pero su línea de conducta es determinada por el Pentágono.

En cuanto a las instituciones de Bretton Woods, sabemos que son entidades muy ligadas al poder económico de Estados Unidos. Estoy hablando de Wall Street, el Departamento del Tesoro, los ‘think thanks’, etc. Es el espíritu mismo de lo que llamamos el “Consenso de Washington”. 

Lo que Trump está señalando es que bueno sí, los otros países miembros deben financiar más a las instituciones de Bretton Woods que Estados Unidos, pero esto es un discurso muy gastado.

La línea de conducta del FMI en contra de Grecia, Trump no la entiende. Mira, cuando el FMI interviene en algún país, en Grecia o cualquier otro país, dice de acuerdo, “vamos a prestar 1,000 millones de dólares”; pero la realidad es que ese dinero nunca entra al país

Ese dinero, ficticio por cierto, sirve para financiar a los acreedores, que lo mismo podrían ser los bancos de inversión de Wall Street o el Gobierno alemán. 

Un préstamo del FMI no está dirigido a financiar el desarrollo económico de un país en problemas, está destinado a garantizar el pago de la deuda, es un instrumento de dominación.

Cada vez que el FMI presta dinero a Grecia, ese dinero después va a las arcas de Deutsche Bank o de Goldman Sachs, así funcionan las cosas. Y estos préstamos son financiados por los países miembros. El Gobierno griego lo toma, pero luego estos recursos terminan por lo regular en los bolsillos de los grandes banqueros.

ANR.- Finalmente, frente a lo que viene, ante la amenaza real de que estalle una Tercera Guerra Mundial, que esta vez sería nuclear, ¿Qué podemos hacer para plantar una resistencia global? ¿Cómo es que la sociedad puede evitar un desenlace dramático?

MC.- Es muy importante que la opinión pública permanezca en estado de alerta frente a las incursiones militares de Estados Unidos en todo el mundo, especialmente en la frontera con Rusia, en la frontera con Ucrania, en Medio Oriente y también en Corea del Norte.

La posibilidad de un ataque nuclear de Estados Unidos, bien sea deliberado o por un accidente, es algo que hay que tomar muy en serio. 

Hay que revisar con mucho detalle los estudios sobre el impacto de una guerra nuclear que podría llevar al fin de la Humanidad tal como la conocemos. 

Son estudios bastante serios, que apuntan que incluso una guerra nuclear regional sería una catástrofe mundial.

Hay que revisar con mucho detalle los estudios sobre el impacto de una guerra nuclear que podría llevar al fin de la Humanidad tal como la conocemos.

En cuanto a qué hacer me gustaría destacar dos elementos. En primer lugar, son necesarios los movimientos de masas. Pero estos movimientos necesitan tomar fuerza en Occidente. 

Además, deben romper cualquier vínculo con los círculos progresistas que han sido cómplices del statu quo tanto en Europa como en Estados Unidos. 

En Francia esto está muy claro, pero igual en Estados Unidos, donde los sectores progresistas del Partido Demócrata promueven los intereses del ‘Estado profundo’ (‘Deep state’).

Hay que dar una respuesta a los movimientos anti-guerra que consideran que la guerra que se desarrolla en Siria es una guerra civil. Muchos piensan erróneamente que los movimientos anti-guerra no deben preocuparse, que basta con aceptar la idea de que es una “guerra humanitaria”. 

El auténtico movimiento anti-guerra está muerto, por eso necesitamos construirlo de nuevo, tomando en cuenta los peligros de una Tercera Guerra Mundial.

Y en segundo lugar, la historia nos dice que los cambios en el aparato del Estado, en las capas militares, tienen que venir desde adentro del Estado, esto es, desde adentro de las fuerzas armadas, de los servicios de inteligencia, etc. 

Existe una maquinaria de propaganda dirigido contra los oficiales de los aparatos político y militar de Estados Unidos. 

Es fundamental que haya un cambio al interior de los aparatos del Estado, allí donde se toman las decisiones. Esto no es nada sencillo, pues exige que la sociedad civil mantenga vínculos con distintos sectores del aparato institucional.

Esto lo vemos en Estados Unidos a través de ciertos grupos de antiguos oficiales de los servicios de inteligencia, son personas que toman posiciones en contra de la guerra aunque en algún momento sirvieron a la CIA y a otras entidades de los aparatos militar y de inteligencia de Estados Unidos. 

Por lo tanto, insisto una vez más, el movimiento anti-guerra hay que llevarlo hasta las entrañas mismas de los aparatos del Estado para conseguir cambios fundamentales en la toma de decisiones.

ANR.- Muchas gracias Michel, ha sido un gusto conversar contigo.

Economista egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. Twitter: @noyola_ariel

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro