sábado, 6 de mayo de 2017

¿Corrida bancaria en España? Lea esto

La España rural, mejor dicho, la despoblada, avanza sin que nadie ponga remedio. 
Es difícil determinar si el éxodo crece porque no hay servicios o viceversa, pero está claro que la falta de oficinas bancarias complica la vida en los pueblos. 
En España hay 8.117 municipios y el 48% no cuenta con ningún tipo de sucursal. 
La crisis de las cajas de ahorros agudizó el problema
1,13 millones de ciudadanos no tienen acceso a una oficina en su lugar de residencia, cerca de un 20% más que antes de la crisis. 
Son el 2,4% de la población. 
Entre 2008 y 2015, donde más gente se quedado sin este servicio ha sido en las provincias de Barcelona, Tarragona, Madrid y Valencia, según un informe del economista Joaquín Maudos. No obstante, la mayor exclusión financiera está en Zamora, Ávila, Burgos, León y Palencia, reseña nota de el País.
En ese sentido, reseña que una región en España, que ocupa 65 mil kilómetros cuadrados —el doble que Bélgica—, la denominada Serranía Celtibérica, que se conoce “como la España despoblada o la Laponia del sur: es un territorio montañoso y frío con 1 mil 355 pueblos que se extiende por las provincias de Guadalajara, Teruel, La Rioja, Burgos, Valencia, Cuenca, Zaragoza, Soria, Segovia y Castellón
En su interior viven menos de ocho habitantes por kilómetro cuadrado. 
No hay un lugar tan extremo y vacío en toda Europa”, cuenta Paco Cerdá, autor del libro Los últimos. Voces de la Laponia española (Pepitas de Calabaza, 2017).
Cerdá, que ha pisado el territorio del que habla, explica con pasión que esas gentes “viven en el apartheid financiero. Tienen falta de efectivo por la ausencia de bancos, pero en realidad viven en pueblos donde ya no hay dónde gastarlo porque también cerraron las tiendas y los bares”. 
Otras veces se da la circunstancia de que van a un pueblo cercano o esperan al ofibus, el banco que viaja en autobús, y sacan toda su pensión de golpe y acumulan gran cantidad de efectivo en casas donde viven ellos solos.
Desde un banco que trabaja con este problema recuerdan que estos pueblos están abandonados por la Administración —han cerrado los centros médicos y las escuelas—, y ya no son negocio para nadie: ni bares, ni supermercados, ni la Iglesia, que ha cerrado muchos templos. “Antes que nosotros se fueron otros”, subrayan.
Y la crisis financiera ha agudizado esta situación porque han cerrado 17.000 oficinas bancarias entre 2008 y 2016, lo que supone el 37% de la red. 
“Ahora funcionan las mismas sucursales que en 1983, lo que supone retroceder casi 35 años”, recuerda Joaquín Maudos, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y Director adjunto del Ivie.
Maudos, que publicó el informe El acceso a los servicios bancarios en España, en el número 29 de la colección Mediterráneo Económico de Cajamar, apunta que esta tendencia seguirá creciendo: “Menos oficinas implica menor accesibilidad, que puede ser un problema si se convierte en exclusión financiera”, resume. 
Admite que existen otros canales para acceder a los servicios bancarios, como la tarjeta o la banca a distancia, pero recuerda que el entorno donde se cierran las oficinas es donde existen colectivos susceptibles de sufrir la brecha tecnológica “por tener menor cultura financiera o peor, o incluso nulo, acceso a las tecnologías de la comunicación”. 
Además, son personas con un tradicional uso del dinero en efectivo.
El retrato robot del pueblo sin oficinas es una localidad de pocos habitantes (un número inferior a 100), con una edad media superior a los 60 años, dificultades de acceso por carretera, en zonas rurales carentes de otros servicios básicos y alejados de cualquier polo industrial.
Pero el abandono de la banca es desigual en España. 
En la situación más extrema está Zamora, provincia donde el 25,5% de la población no tiene acceso a un banco porque carecen de él un 75% de sus pueblos. 
En Segovia es el 22,5% los que no pueder ir a una oficina porque el 79,4% de sus municipios no tiene banco; en Ávila el 20,7% de los habitantes y el 83,5% de los pueblos no tiene sucursal; le sigue Palencia, con un 17,4% de la población y el 83% de las localidades… Y luego están Salamanca, León, Burgos, Soria, Teruel… Casi la misma lista de la Laponia española.
Al margen de los porcentajes, en cuanto al número absoluto de ciudadanos sin banco, el foco geográfico da un vuelco. 
Existen cinco provincias con más de 50.000 personas en esta situación, y la primera provincia es sorprendente: Barcelona, con 73.359 habitantes con este problema, seguida de León, con 73.090; Tarragona, con 55.812; Girona, con 62.225, y Navarra, con 50.523 personas.
La razón que explica que de estas cinco provincias, tres sean catalanas es la quiebra de todas las cajas de ahorros de esta región, excepto CaixaBank. Este problema llevó al consiguiente cierre de oficinas por parte de los nuevos bancos compradores.
Si se pone el foco en los lugares donde más cierres ha habido desde 2008 hasta ahora, destacan Barcelona, Tarragona, Madrid y Valencia. 
De nuevo la quiebra de Caja Madrid, Bancaja y la CAM explican el fenómeno. 
En términos relativos, donde más porcentaje de la población se ha visto desprovista de servicios financieros directos desde 2008 ha sido Segovia, también por la caída de Caja Segovia, absorbida en Bankia. 
En el otro extremo también hay datos asombrosos: 
la única provincia donde todos los pueblos cuentan con oficinas es Jaén; en Cádiz, Murcia, Pontevedra y las Islas Baleares, solo hay un municipio en esta situación.
Más cierres en el futuro
¿Y qué pasará en el futuro? “La red de oficinas seguirá cayendo porque el sector busca rentabilidad, pero no creo que tenga un impacto significativo en la exclusión financiera, siempre y cuando siga avanzando a buen ritmo, como hasta ahora, el uso de la banca online”, señala Maudos.
Este economista confía en que “el uso de Internet siga creciendo en la población de más edad y, con ello, la banca a distancia, lo que mitigará el problema”. 
No obstante, Maudos pide “que la banca ayude a combatir la exclusión financiera con oficinas móviles o la instalación de cajeros automáticos para pagar recibos, además de retirar e ingresar efectivo”. También cree que la Administración debe contribuir incorporando entre sus objetivos evitar la exclusión financiera.
Paco Cerdá recuerda lo difícil que es para la gente mayor de estas regiones tener que desplazarse a un municipio cercano: “No conducen y hay pocos autobuses… ir al pueblo de al lado puede ser desplazarse 40 kilómetros. Están marginados por la sociedad y lo saben, pero la mayoría de los que vi eran gente feliz”.
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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro