A pesar de los mega tarifazos, los subsidios al sector energético se incrementarán entre 35 y 90% en Argentina
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- diciembre 6º, 2016
Según el presupuesto 2017, las empresas recibirán 114 mil millones de pesos, cifra superior a los 60 mil millones de la AUH, los 27 mil millones de la rebaja en el impuesto a las ganancias, y los 10 mil millones al año que recibirán los movimientos sociales por la “Emergencia Social”.
Cuando los usuarios del gas y la luz no han terminado de pagar los aumentos tarifarios dispuestos en septiembre y octubre pasado, el gobierno de Cambiemos acaba de llamar a nuevas audiencias públicas para aumentar otra vez estos dos servicios. Las audiencias se realizarán el 7 y 14 de diciembre próximo.
Tras ella el macrismo avalará el segundo aumento tarifario del año, que apretara aún mas el bolsillo de los usuarios.
El principal argumento para sostener estos incrementos es que ellos permitirán reducir los millonarios subsidios a la energía que todos los años el gobierno les da a las empresas privadas. Y que esa reducción de los subsidios, a su vez, permitirá bajar el déficit fiscal, lo cual finalmente permitirá reducir la inflación.
Sin embargo, a pesar de los aumentos tarifarios que soportaron los usuarios este año, y los que vendrán el año que viene, según el presupuesto del 2017 que acaba de aprobar el senado, el año próximo los subsidios al gas y la luz no disminuirán, sino que se incrementaran entre un 35 y 90%.
Guarismo muy por encima de la inflación proyectada el año próximo por el gobierno estimada en un 17%.
La cifra, comprendida dentro del ítem “Transferencias al Sector Privado” del presupuesto del Ministerio de Energía y Minería, implica un incremento del 35% respecto al presupuesto del año 2016, cuando se destinaron 84 mil millones.
De esos 114 millones de pesos, 98 mil millones serán para el sector Eléctrico, donde figuran empresas como EDENOR o EDESUR, esta última propiedad de Nicolás Caputo, íntimo amigo del presidente Mauricio Macri, bajo el programa “Formulación y Ejecución de la política de Energía Eléctrica”.
Este rubro, durante el 2017, recibirá un 35% más de ayuda del gobierno que en el 2016. Pasará de 72 mil millones a 98 millones a pesar que las tarifas de este servicio se ajustaron un 400% y en breve se reajustaran de nuevo. Reajuste que no parece impactar en nada en los balances de las compañías.
Además, como la principal fuente de generación de electricidad de Argentina son las usinas térmicas alimentadas a gas natural -33.141 MW- gran parte de estos millonarios subsidios que recibirán las compañías eléctricas, terminará indefectiblemente en manos de las petroleras CHEVRON, PAE, EXXON, TOTAL, TECPETROL S.A. y otras productoras de gas, que abastecen con este insumo a las centrales eléctricas para que produzcan energía. Siendo estas empresas, finalmente las principales beneficiadas.
Gas por las nubes
Los 16 mil millones de pesos restantes, también ira a las petroleras productoras de gas. Dentro del presupuesto están estipulados en el programa “Planificación y Coordinación Estrategia de Plan Nacional de Hidrocarburos”.
En el 2016 este programa recibió 11.507 millones de pesos en subsidios para sostener la producción de gas que en el 2017 treparan a 16 mil millones.
Es decir, tendrán un incrementó del 39%.
Incluso, hurgando un poco el presupuesto aprobado por el Senado con los votos del macrismo, peronismo y kirchnerismo, arroja que el año próximo el sector gasífero se llevará más subsidios de lo que se venían llevando, a pesar de que las tarifas de gas se ajustaron también hasta en un 400% y, al igual que la de la luz, también aumentaran nuevamente en breve.
Dentro del programa “Planificación y Coordinación Estrategia de Plan Nacional de Hidrocarburos” está el llamado “Plan Gas”.
Este es el principal programa por la cual el Estado subsidia a las empresas privadas para que produzcan más gas convencional o no convencional, garantizado un precio de 7,5 dólares el millón de BTU contra los tres dólares fijados actualmente.
En el 2016, “El plan Gas”, tuvo un presupuesto de 6.708 millones de pesos. Este trepará a 12.766 millones durante el 2017. Con lo cual tendrá un incremento del 90% que irán directo a las cuentas de PAE, TOTAL, CHEVRON entre otras que están haciendo todo tipos de maniobras dentro del gobierno de Cambiemos para fijar a 7,5 dólares el millón de BTU de gas.
Como una clara evidencia de donde pone los huevos el gobierno de Macri, en el presupuesto del 2017, al contrario del “Plan Gas”, otros programas que tiene el presupuesto del Ministerio de Energía tuvieron una sustancial merma.
Es el caso de Programa de “Estímulo a la inyección de gas natural para empresas con inyección reducida” que tendrá un 30% menos de recursos durante el 2017 respecto al corriente año. Pasará de 2.025 millones a 1.416 millones.
Lo propio sucederá, con el programa “Estimulo a la Producción de Petróleo Crudo” que padeció una quita de subsidio del 86% pasando de 2.773 millones de pesos a 396 millones.
El único que crece y sustancialmente es el “Plan Gas”, que beneficia a un puñado de petroleras, aliadas del gobierno, quien recibirá casi el doble de subsidios de lo que recibieron en el 2016.
Para dimensionar lo que representan estos 114 mil millones de pesos de subsidios al sector gasífero y eléctrico que destinará el gobierno de Cambiemos durante el 2017, se pueden comparar con los subsidios que el gobierno destina al programa Asignación Universal por Hijo (AUH).
Este programa cubre actualmente a unos 3,5 millones de chico y adolescentes de toda la Argentina. Tendrá, para el año próximo, según el presupuesto que se acaba de aprobar, un costo de 60 mil millones de pesos.
Con lo cual, un puñado de grandes compañías eléctricas y petroleras recibirán el doble de subsidios que 3,5 millones de chicos de los cuales muchos viven en extrema pobreza.
También se puede comparar con los 27 mil millones de pesos que están en juego por la modificación del impuesto a las ganancias, que graban a los ingresos de la clase media y media baja.
Y con los 10 mil millones de pesos anuales que se les ha prometido a los movimientos sociales, con la ley de Emergencia social. En un mercado laboral donde el trabajo y el cuentapropismo en negro, alcanza al 50 de la fuerza laboral.
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