Mundo. Principales acreedores de EEUU se deshacen de Bonos del Tesoro
Rusia redujo las inversiones en bonos del Tesoro de Estados Unidos en 700 millones de dólares en agosto de 2016.
Tras la reducción, la cantidad de bonos que posee el Estado ruso es de 87.500 millones de dólares, según el sitio web del Departamento del Tesoro de EEUU.
Es el segundo mes consecutivo que Rusia reduce la inversión en la deuda del Gobierno de Estados Unidos: en julio la redujo en $2.700 millones, dice el sitio web.
Actualmente, Rusia ocupa el número 17 en la lista de los mayores acreedores de Estados Unidos.
El primer lugar lo sigue ocupando China, en el segundo lugar está Japón y en tercero, Irlanda.
En general, las inversiones mundiales en la deuda del Gobierno estadounidense cayeron a su nivel más bajo desde julio de 2012.
Por ahora, la demanda de los inversores privados compensa esta tendencia, pero es posible que el Sistema de la Reserva Federal tenga que recurrir a medidas de flexibilización cuantitativa en el caso de aumento de presión sobre el dólar.
De acuerdo con el Departamento del Tesoro, la cantidad total de inversiones internacionales en la deuda nacional de EEUU ascendió a 3.948 billones de dólares.
Según los expertos, la última venta tan masiva en el mercado de la deuda pública de Estados Unidos tuvo lugar en el 1978.
En agosto, el mayor vendedor de la deuda estadounidense fue China, que vendió títulos por la suma de 33.700 millones de dólares (un récord desde diciembre de 2013). Japón redujo su inversión en 10.600 millones de dólares.
Otros $3.500 millones en valores fueron vendidos por Arabia Saudí cuyas inversiones se redujeron al mínimo desde noviembre de 2014. Durante los últimos 12 meses, Pekín y Riad llegaron a ser los principales vendedores de valores de EEUU.
(Enero de 2016)
Bancos centrales del mundo se deshacen de los bonos del Tesoro de EE.UU. a un ritmo récord
De acuerdo con los últimos datos de la Reserva Federal, en la primera semana de 2016 los bancos centrales extranjeros vendieron bonos del Gobierno de EE.UU. por un valor de 12.000 millones de dólares y durante la semana siguiente se deshicieron de otros 34.500 millones de dólares en bonos, lo cual constituye “el peor inicio de año de la historia”, según recoge el portal Vestifinance.
Como resultado, la cantidad total de los bonos estadounidenses en las arcas de bancos centrales extranjeros se redujo hasta 2,962 billones de dólares, el nivel mínimo desde abril de 2015.
Mientras tanto, la caída semanal fue la mayor desde que China comenzó la liquidación de sus reservas de bonos del Tesoro a mediados de 2014.
Según destaca el portal, la tendencia actual “no es nada sorprendente” ya que debido a una alta volatilidad y a la crisis en muchas economías en desarrollo, los bancos centrales se ven obligados a vender los activos en dólares con el fin de estabilizar la situación de la moneda nacional o los mercados de valores.
El rol de China
Al parecer, China, que sigue vendiendo bonos del Gobierno de Estados Unidos, desempeña un papel importante en esta dinámica.
China gastará una gran cantidad de dinero para frenar la salida récord de capitales, pero aun así tendrá que permitir la libre flotación de su moneda, lo cual no hará más que empeorar la situación
En este sentido, muchos economistas explican que las caídas tan drásticas están relacionadas exclusivamente con la venta de activos por parte del Banco Popular de China, seguido por otros bancos centrales asiáticos.
Por su parte, otros expertos señalan que, aunque bien no se puede subestimar la importancia de las acciones de China, la tendencia ha sido creada por casi todos los bancos extranjeros que están vendiendo bonos.
“Esto tiene sentido puesto que actualmente muchas monedas están cayendo frente al dólar estadounidense y los reguladores están tratando de contener esta caída”, puntualiza el artículo de Vestifinance.
En esta situación, las preguntas que surgen son: ¿cuánto tiempo durará esta venta activa de bonos estadounidenses?
¿Cuánto tiempo durarán las reservas de los países, sobre todo las de China? “Algunos economistas sostienen que al ritmo actual, la mayor parte de los títulos de los bancos extranjeros pueden venderse en tan solo tres meses”, indica el portal para advertir que “será un gran choque”.
“Por un lado tendremos a China, que gastará una gran cantidad de dinero para frenar la salida récord de capitales, pero que aun así tendrá que permitir la libre flotación de su moneda, lo cual no hará más que empeorar la situación”, explica el artículo.
“Por otro lado, no está claro cómo afectará todo esto a los bonos del Tesoro de EE.UU. y su rentabilidad”, concluye el texto.
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