Las multinacionales de EEUU presionan a los líderes europeos para que tumben la multa a Apple
185 consejeros delegados de las grandes empresas de EEUU envían cartas a los jefes de Gobierno de la UE para que anulen la decisión de la Comisión Europea.
Tienda de Apple
E.B. / 16-09-2016 • 17:49
Los ejecutivos más poderosos de las empresas estadounidenses se han aliado con Apple en su batalla fiscal contra la Unión Europea, apelando directamente a los Jefes de Gobierno del continente para que anulen la sanción de Bruselas.
Según informa Financial Times, un grupo de 185 consejeros delegados han instado por carta a los líderes de los 28 estados miembro de la UE a que detengan la reclamación de la Comisión Europea, que exige al fabricante del iPhone el pago de 13.000 millones de euros a Irlanda por haberse beneficiado entre 2003 y 2014 de rebajas fiscales que distorsionaban la competencia.
Según informa Financial Times, un grupo de 185 consejeros delegados han instado por carta a los líderes de los 28 estados miembro de la UE a que detengan la reclamación de la Comisión Europea, que exige al fabricante del iPhone el pago de 13.000 millones de euros a Irlanda por haberse beneficiado entre 2003 y 2014 de rebajas fiscales que distorsionaban la competencia.
Para este grupo –llamado laBusiness Roundtable- la decisión del brazo ejecutivo de la UE es una “grave herida autoinfligida”.
La llamada a los gobiernos nacionales para que intervengan –contenida en las cartas enviadas este jueves- marca una escalada en los ataques de EEUU a la Comisión, cuya decisión ha sido calificada de “basura política” por parte de Tim Cook, consejero delegado de Apple.
Los estados miembro de la UE tienen la facultad de anular las decisiones de la Comisión sobre ayudas estatales ilegales en circunstancias excepcionales.
La llamada a los gobiernos nacionales para que intervengan –contenida en las cartas enviadas este jueves- marca una escalada en los ataques de EEUU a la Comisión, cuya decisión ha sido calificada de “basura política” por parte de Tim Cook, consejero delegado de Apple.
Los estados miembro de la UE tienen la facultad de anular las decisiones de la Comisión sobre ayudas estatales ilegales en circunstancias excepcionales.
Sin embargo, este tipo de intervención no tiene precedentes y es improbable que se produzca ahora ya que requiere que la decisión se adopte por unanimidad y muchos países respaldan la medida de Bruselas. Michel Sapin, ministro de Finanzas de Francia, consideró que la decisión era “totalmente legítima”.
Margrethe Vestager, comisaria de Competencia, ha dicho que Apple debería haberse dado cuenta de que el acuerdo con Irlanda era “demasiado bueno para ser verdad” y ha negado que la sanción sea retroactiva, como defiende Apple porque las normas sobre las ayudas estatales se aplican desde 1958.
En la carta remitida a la canciller alemana, Angela Merkel –y a la que ha tenido acceso el diario británico- la Business Roundtable afirma que “en el interés de todos los países que respetan el Estado de Derecho, esta decisión no debe dejarse reposar”.
Margrethe Vestager, comisaria de Competencia, ha dicho que Apple debería haberse dado cuenta de que el acuerdo con Irlanda era “demasiado bueno para ser verdad” y ha negado que la sanción sea retroactiva, como defiende Apple porque las normas sobre las ayudas estatales se aplican desde 1958.
En la carta remitida a la canciller alemana, Angela Merkel –y a la que ha tenido acceso el diario británico- la Business Roundtable afirma que “en el interés de todos los países que respetan el Estado de Derecho, esta decisión no debe dejarse reposar”.
Este grupo afirma que, si se confirma, la decisión sentaría un precedente que socava la seguridad jurídica que necesitan las empresas para hacer inversiones a gran escala, por lo que el movimiento de Bruselas es “una herida autoinfligida grave para la Unión Europea y sus ciudadanos”.
Además, advierten de que hay un riesgo de que otros países de fuera de la UE interpreten que es una conducta adecuada de las autoridades poniendo a las multinacionales –incluyendo a aquellas con bases en Europa- con opciones de ver sus activos expropiados por otros Gobiernos que busquen ingresos extra o castigar a competidores extranjeros.
La Business Roundtable está presidida por Doug Oberhelman, primer ejecutivo de Cartepillar y sus vicepresidentes son los líderes de Xerox, Honeywell, Lockheed Martin y Dow Chemical.
Además, advierten de que hay un riesgo de que otros países de fuera de la UE interpreten que es una conducta adecuada de las autoridades poniendo a las multinacionales –incluyendo a aquellas con bases en Europa- con opciones de ver sus activos expropiados por otros Gobiernos que busquen ingresos extra o castigar a competidores extranjeros.
La Business Roundtable está presidida por Doug Oberhelman, primer ejecutivo de Cartepillar y sus vicepresidentes son los líderes de Xerox, Honeywell, Lockheed Martin y Dow Chemical.
Otros de los miembros son los responsables de Walmart, ExxonMobil, AT&T y JP Morgan, entre otros. Tim Cook no forma parte de este grupo, que en su misiva también se ha hecho eco de muchos de los argumentos presentados por la compañía de la manzana contra la decisión de Bruselas.
El director financiero de Apple, Luca Maestri, aseguró el día que la Comisión Europea anunció la sanción que “amenaza con minar seriamente la soberanía de los estados miembros de la UE sobre sus propios asuntos fiscales y el Estado de Derecho”.
El director financiero de Apple, Luca Maestri, aseguró el día que la Comisión Europea anunció la sanción que “amenaza con minar seriamente la soberanía de los estados miembros de la UE sobre sus propios asuntos fiscales y el Estado de Derecho”.
“El impacto de esta decisión será devastador para la economía europea”, añadió.
La sanción a Apple desata una guerra de multas entre Bruselas y EEUU
- Washington actúa contra Volkswagen y Deutsch Bank y la UE ultima multas a Amazon y McDonald?s
Juncker
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Bruselas asegura que lo de Apple sólo es el principio: ya investiga a otra gran empresa (19/09)
La investigación abierta a compañías multinacionales estadounidenses por parte de la Comisión Europea por presunta evasión fiscal y, especialmente, la reclamación a Apple de 13.000 millones de euros por impuestos no pagados en Irlanda han relanzado una batalla de multas entre Bruselas y Estados Unidos a sus respectivas empresas.
Aunque la guerra no es nueva, parece haberse intensificado ahora, y mientras desde Europa se ultiman también sanciones contra compañías como McDonald?s, Amazon o Google, en Washington se actúa contra firmas contra Volkswagen o Deutsche Bank.
El nivel de tensión es tal que las empresas norteamericanas han empezado incluso a hacer lobby no sólo en Europa, sino también de forma individualizada en los países en los que están presentes, como España. Apple, de hecho, ha amenazado ya con frenar las contrataciones y el empleo en el Viejo Continente.
Para la Unión Europea, sin embargo, la lucha contra la evasión fiscal y las agresivas prácticas de algunas multinacionales para reducir el pago de impuestos se ha convertido en una de sus prioridades. El premio no es desdeñable, porque las instituciones comunitarias calculan que los 28 socios dejan de ingresar hasta 70.000 millones de euros al año por la fuga de impuestos, aunque las decisiones que se están tomando a este lado del Atlántico no han gustado nada en Was-hington.
El gran encontronazo ha llegado tras el batacazo dado a Apple, la reina de las empresas estadounidenses. Tras dos años de investigación, la Comisión Europea consideró ilegal el arreglo fiscal facilitado por Irlanda, por el que la primera firma del planeta por valor bursátil llegó a pagar tan solo un 0,05 por ciento en impuestos tras 15 años de comadreo con Dublín.
Una ayuda de Estado ilegal a favor de la firma de Cupertino, intolerable para las reglas del mercado común europeo.
La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, exigió al gigante tecnológico que pagara a Irlanda 13.000 millones de euros para corregir la situación y los gritos de protesta llegaron no sólo desde Apple e Irlanda, a pesar de la lluvia inesperada de millones, sino también desde Estados Unidos.
El Departamento del Tesoro advirtió que recuperar impuestos de manera retroactiva ?minaría los esfuerzos del G-20 para mejorar la seguridad fiscal?.
Pero el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, respondió precisamente durante el reciente encuentro del G-20 en Hangzhou (China) que Europa ?está aplicando las reglas?.
Un varapalo histórico
El importe que Apple tendrá que desembolsar representa el mayor varapalo dado por Bruselas a una multinacional.
Pero no ha sido el primer caso de empresas americanas castigadas por los herméticos servicios de Competencia de la Comisión, que tienen el cuchillo afilado desde que la comisaria Mar- grethe Vestager ocupara la cartera en noviembre de 2014.
A la danesa se le abrió su gran frente de batalla para este mandato el 5 de noviembre de 2014, a los cinco días de llegar al cargo, tras la filtración del medio millar de acuerdos fiscales firmados por Luxemburgo con 343 empresas, gracias a los cuales apenas pagaban impuestos.
El llamado Luxleaks puso en aprietos al recién llegado Juncker, bajo cuya mirada Luxemburgo se había convertido en un paraíso fiscal durante sus 18 años al frente del país. Y a Vestager le obligó a cargar contra un gran número de multinacionales principalmente norteamericanas, despertando la ira de empresarios y congresistas al otro lado del Atlántico, que le acusaron de parcial.
Vestager abrió así una investigación a Amazon y McDonalds por sus acuerdos a la carta con el Gran Ducado.
Bruselas también obligó a pagar a Starbucks entre 20 millones y 30 millones en octubre del año pasado por los beneficios fiscales recibidos por Holanda, en un caso que había lanzado antes de que estallara el caso de Luxleaks.
Estos casos se sumaron a la larga batalla que mantiene el Ejecutivo comunitario con Google, con tres investigaciones paralelas abiertas por abuso de posición dominante en sus servicios, su buscador y su sistema Android. La sanción podría superar incluso los 2.000 millones de euros que le costó a Microsoft su largo rifirrafe con Bruselas.
La Comisión se ha empeñado en señalar que también ha cargado contra firmas europeas que evaden impuestos, como Fiat, a la que le obligó a pagar entre 20 millones y 30 millones el pasado año.
Y también eran europeas una gran mayoría de las 35 compañías obligadas a devolver 700 millones de euros, favorecidas por el esquema de Bélgica de ?beneficios excesivos?, por el que se les perdonaba hasta un 90 por ciento de los impuestos.
Investigación a Ikea
Y a la espera de las multas que le caigan a McDonald?s y Amazon, la siguiente apertura de un caso podría ser contra otra europea.
Vestager ha indicado que su equipo está analizando la información sobre el esquema utilizado por Ikea, según el cual la multinacional podría haber esquivado 1.000 millones de euros en impuestos durante los seis últimos años. Pero estas decisiones no han logrado aplacar el enfado del primer socio comercial de Europa.
Un grupo de grandes ejecutivos de 185 empresas ha avisado ya que el precedente que representa el caso de Apple supone una ?herida auto infligida? que aumentará la incertidumbre y espantará la inversión en Europa.
Para intentar calmar los ánimos entre las dos principales economías del planeta, Vestager ha viajado esta semana a Estados Unidos para reunirse con los críticos de sus investigaciones, incluido el secretario del Tesoro, Jack Lew.
Además, en un inesperado golpe de efecto, la Comisión anunció el mismo día que la comisaria aterrizó en Washington la apertura de una nueva investigación sobre las ventajas fiscales ofrecidas por Luxemburgo a la eléctrica francesa Engie, anteriormente GDF Suez.
El enfrentamiento con EEUU, y la última filtración con los nombres de propietarios de sociedades en las Bahamas, que ha expuesto a la ex vicepresidenta de la Comisión, Neelie Kroes, ha puesto de nuevo al Ejecutivo comunitario a la defensiva, acentuando el impulso legislativo de Europa para evitar la fuga de impuestos, que ha sido visible durante el último año y medio.
La Comisión ha presentado su propuesta para obligar a las grandes multinacionales a que informen de sus beneficios país por país, ultima su borrador para armonizar la base imponible a las sociedades, y ya ha dado el primer paso para crear una lista de paraísos fiscales, que quiere tener terminada para 2017, con sanciones robustas para las jurisdicciones que no colaboren con las autoridades europeas.
Al otro lado del Atlántico
Las multas multimillonarias por parte de los reguladores estadounidenses a entidades europeas se han intensificado en los últimos años, especialmente tras la resaca dejada por la crisis financiera.
En junio de 2014, el por entonces fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, actualmente sustituido por Loretta Lynch, impuso ya una multa de 8.900 millones de dólares (8.000 millones de euros) al banco francés BNP Paribas por saltarse los embargos a Cuba e Irán.
Un caso por el que el británico Standard Chartered también tuvo que desembolsar 300 millones de dólares (267 millones de euros al cambio actual).
Ese mismo año, el suizo Credit Suisse se comprometió a pagar 2.600 millones de dólares (2.300 millones de euros) al Departamento de Justicia, la Reserva Federal y el Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York por haber ayudado a ciudadanos estadounidenses a evadir impuestos.
El suizo UBS pagó una cantidad tres veces menor por una cuestión similar.
EEUU obligó también HSBC a costear una multa de 1.900 millones de dólares (1.700 millones de euros) por las operaciones de lavado de dinero llevadas a cabo por la entidad británica.
Sin embargo, donde los reguladores estadounidenses buscan una sanción importante es ahora en Deutsche Bank.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos exige a la entidad capitaneada por John Cryan un total de 14.000 millones de dólares (12.4000 millones de euros) para cerrar el caso relacionado con la venta de activos respaldados por hipotecas.
Recordemos que el banco alemán ya desembolsó 1.900 millones de dólares (1.700 millones de euros al cambio) para finiquitar las acusaciones de fraude a las entidades hipotecarias esponsorizadas por el Gobierno estadounidense, Fannie Mae y Freddie Mac, a las que vendió activos respaldado por hipotecas por valor de 14.200 millones de dólares (14.660 millones de euros) antes de que estallara la crisis financiera de 2008.
Las negociaciones del Departamento de Justicia y Deutsche Bank llegan en un momento delicado donde cualquier decisión puede caldear el ambiente político entre Washington y Bruselas. El propio ministro de Finanzas germano, Wolgang Schaeuble, ya dijo hace un par de semanas que el Gobierno alemán espera ?un resultado justo? tras las conversaciones del banco y las autoridades estadounidenses.
Otros bancos europeos, como Royal Bank of Scotland, Barclays Bank, Credit Suisse y UBS todavía tienen que conocer la decisión de la justicia estadounidense por actividades similares. Las últimas estimaciones apuntan que estas dos últimas entidades pagarán al menos hasta 2.000 millones de dólares cada una.
Objetivo: Volkswagen
Obviamente, el azote de la justicia estadounidense va más allá de los bancos. Uno de los casos más recientes es el de Volkswagen y su escándalo en la manipulación del software sobre las emisiones de algunos de su modelos diésel.
El fabricante automovilístico alemán fue multado con alrededor de 14.700 millones de dólares (13.100 millones de euros), de los cuales 10.000 millones compensarán a los consumidores, mientras que los otros 4.700 millones están destinados a ?mitigar la contaminación y hacer inversiones que apoyen vehículos con tecnologías de cero emisiones?, según anunció el Departamento de Justicia.
A esta cantidad habría que sumar otros 1.200 millones de dólares que la compañía pagará a los concesionarios a este lado del Atlántico. Tampoco debemos olvidar que Volkswagen se enfrenta todavía a una investigación criminal donde el ingeniero, James Liang, ya ha sido en- causado penalmente.
Anteriormente, otras multas de gran calado en EEUU incluyen la de BP que se comprometió a pagar 18.700 millones de dólares (16.700 millones de euros) al Departamento de Justicia y a otros cuatro estados (Luisiana, Mississippi, Alabama, Texas y Florida) por la catástrofe generada por el vertido del Golfo de México, provocada por el incendio de la plataforma Deepwater Horizon en 2010. La batalla sigue abierta.
¿Por qué EE.UU. 'castiga' a los mayores bancos europeos?
Publicado: 25 sep 2016
EE.UU. reclama enormes multas al banco alemán Deutschе Bank que alcanzan prácticamente sus niveles de capitalización en el mercado, lo que amenaza a la entidad financiera.
Deutschе Bank (DB), una de las entidades financieras más grandes del mundo, atraviesa un momento especialmente difícil debido a la multa de 14.000 millones de dólares presentada contra la entidad por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Según explica portalLenta.ru, esta medida busca castigar "la mala conducta" de la compañía de créditos antes de la crisis financiera de 2007-2009.
Acusaciones presentadas
El Departamento de Justicia de Estados Unidos lleva unos años reclamandocompensaciones a los bancos más grandes de América del Norte y de los países europeos por "crear las condiciones para la agudización de la crisis global financiera más grave de los últimos 70 años", comenta el portal informativo.
Como dicha crisis estalló con la quiebra del mercado de los valores de hipoteca, los bancos tuvieron mucho que ver con lo ocurrido, contribuyendo a la misma con la venta de instrumentos financieros sobre la base de créditos de vivienda arriesgados.
Y, paralelamente, atribuían un 'ranking' muy alto a estos valores poco fiables, lo que confundió a todo el mercado, explica el periodista.
Cifras increíbles
Una vez quedó atrás la primera conmoción, EE.UU. abrió una amplia investigación de las actividades de las compañías financieras en 2005-2007, imponiéndose las primeras multas en 2014.
Bank of America tuvo que pagar 16.700 millones de dólares, mientras que JP Morgan, Citigroup, Goldman Sachs y Morgan Stanley perdieron 9.000, 7.000, 5.000 y 3.200 millones de dólares, respectivamente, recuerda Lenta.ru.
Entre los afectados también figuraron los bancos europeos de inversiones, como los británicos Royal Bank of Scotland y HSBC, los suizos UBS y Credit Suisse, además de Deutsche Bank.
Todos fueron "distribuidores de base" y compraban valores estatales para luego venderlos a otras personas jurídicas.
Una diferencia clave
Pero mientras los bancos norteamericanos superaron los pagos de estas multas, para Deutsche Bank la situación podría revestir un carácter mucho más peligroso, advierte el portal.
No en vano, DB tendría que pagar 14.000 millones de dólares, lo que supone apenas un 15% menos de la capitalización actual de la compañía de créditos.
Además, no se trata de la primera multa que DB tiene que pagar los últimos años. De hecho, desde 2009 el banco ha pagado 9.000 millones de dólares, mientras que el año pasado tuvo que pagar una multa de 257 millones de dólares por violar el régimen de sanciones contra Irán establecido por EE.UU. Y todos estos desembolsos afectan, obviamente, a la solvencia de la compañía.
Durante la crisis financiera, la capitalización de DB cayó por sí sola en siete veces y, aunque luego se fue recuperando, tras los endeudamientos de Grecia y de otros países de Europa del sur el precio de los valores de la compañía alcanzó en septiembre de 2016 su nivel de hace 20 años, recuerda el portal.
Mientras tanto, las empresas de crédito estadounidenses no experimentaban caídas tan drásticas. Según Lenta.ru, la actividad actual del banco es extremadamente débil, ya que en 2015 sufrió pérdidas catastróficas de 6.800 millones de dólares. Todo ello genera surgen duda sobre la capacidad de Deutsche Bank para vadear esta situación.
La respuesta del banco
Una vez recibidas las quejas de las autoridades estadounidenses, DB se dijo "dispuesto a mantener las negociaciones sobre el arreglo prejudicial de la demanda". Al mismo tiempo, subrayó que no se puede hablar del pago de dicha suma, y anunció que presentará su informe con la cantidad de dinero que está dispuesto a pagar.
Todos los bancos norteamericanos recibieron en un primer momento multas mayores de las que luego tuvieron que pagar, como Bank of America, que en vez de los 57.000 millones de dólares exigidos desembolsó cuatro veces menos. De la misma forma, DB también espera pagar menos.
Por qué es más grave de lo que se pensaba
El consejero en macroeconomía del director general de la firma de análisis de mercados Otkrytie Bróker, Sergey Gestanov, comenta a Lenta.ru que existen razones para pensar que para DB los pleitos de hipoteca serán más graves que para los bancos estadounidenses, aunque con multa reducida.
Ello se debe, según él, a que los bancos de inversiones toman en consideración los riesgos posibles, mientras que las políticas de Deutsche Bank son más conservadores.
El experto también recalca que la situación se agrava debido a la complicada financiera y económica que atraviesa Europa.
Asimismo, recuerda que los problemas de los bancos alemanes grandes "están relacionados sobre todo con el volumen considerable de activos de los países PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda,Grecia, España) en las carteras".
Según Gestanov, este un problema más grave que los pleitos, ya que "es poco probable que Grecia pague sus deudas".
Asimismo, cree que estas multas también pueden actuar como presión a Alemania por parte de EE.UU.
RTEl modo de 'castigar' a Europa
El experto recuerda los políticos europeos, sobre todo los alemanes, se manifiestan en contra de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés).
Este acuerdo podría abrir los mercados europeos a las compañías estadounidenses y, en ese caso, las empresas europeas a duras penas podríancompetir con las norteamericanas, asegura.
La idea de una gigantesca zona de libre comercio que abarque el 40% del PIB mundial ha fracasado de momento y "puede ser que todo esto sea un modo de castigar Europa por la frustración del acuerdo", conjetura.
Algunos expertos, sin embargo, aseguran que, pese a la gravedad de la situación, no estamos ante una posible quiebra completa de DB porque "el banco pertenece a la categoría 'too big to fail' (demasiado grande para caer)".
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