martes, 9 de agosto de 2016

La Nacionalización del Sector Eléctrico no solo es Posible sino Necesaria - PSOE y PP muestran el camino


¿Nacionalización del sector eléctrico? 

 PSOE y PP muestran el camino

En España ya ha habido procesos de nacionalización orquestados por los partidos tradicionales
La gestión pública de activos eléctricos estratégicos puede resultar una alternativa legal y viable
Torres Alta Tensión
Torres de alta tensión. EFE / MURCIA
Es frecuente oír hablar, sobre todo en campaña electoral, de la “nacionalización del sector eléctrico”, en su acepción coloquial, referida al proceso de conversión de activos eléctricos privados en bienes del Estado, por oposición a la idea de “privatización”. 
El término nacionalización es normalmente empleado por sus detractores asociándolo a algo propio de países como Venezuela o Cuba. 
No obstante, en el sector eléctrico español ya ha habido procesos de nacionalización, orquestados por los partidos tradicionales, y que prueban que la gestión pública de activos eléctricos estratégicos puede resultar una alternativa legal y viable.
A diferencia de lo que sucede en la mayoría de países de Europa, donde hay una o varias grandes compañías eléctricas de titularidad estatal (Enel en Italia o EDF en Francia), en España la regla ha sido históricamente que el sector eléctrico esté en manos de empresas privadas, con la excepción de Endesa, que durante algunos años fue pública (y que ahora vuelve a serlo, pero del Estado Italiano).
Incluso las redes eléctricas fueron desarrolladas, salvo excepciones, por empresas privadas, uniendo centros de generación (centrales hidráulicas o de carbón) con centros de consumo (ciudades, industrias), sin que el Estado interviniera en la planificación o gestión de esas redes.
Como es lógico, en los países en los que la red nació siendo pública y no se han producido procesos de privatización de activos eléctricos esenciales, no es necesario nacionalizar.
Pero en España, donde la red nació privada, la vía de recuperación de activos no es otra que la “nacionalización”, que se podría hacer de dos formas. 
La primera sería que el Estado se convirtiese en accionista principal o mayoritario de las grandes compañías eléctricas españolas (mediante el título habilitante que fuera), ejerciendo así el control sobre actividades estratégicas como la generación con bombeos o la gestión de la red de distribución, pero también sobre otras no estratégicas como la mayoría de generación eléctrica o la comercialización de energía eléctrica.
La segunda sería convertir en bienes públicos algunos activos estratégicos actualmente propiedad de empresas privadas, mediante el procedimiento que fuera (compraventa, expropiación…), sin entrar en su accionariado.
En España, el discurso político mayoritario considera esta “nacionalización” del sector eléctrico como algo negativo que haría que los inversores extranjeros huyeran del país. 
No obstante, hay algunas tímidas voces que empiezan a reivindicar la nacionalización del sector eléctrico, especialmente la de los activos estratégicos (no tanto de las empresas), para equiparar España a otros países del entorno, en los que las redes de distribución eléctrica son de titularidad pública, sea mediante una entidad estatal (Francia, Italia) o municipal (Alemania).

"Venta obligatoria"

No obstante, si analizamos la realidad del sector en las últimas décadas, observamos que tanto el Partido Socialista como el Partido Popular ya han realizado procesos de traspaso de activos eléctricos privados a públicos, mediante el mecanismo de la “venta obligatoria”.
Así, en 1984, el Partido Socialista aprobó la Ley 49/1984, de Unificación del Sistema Eléctrico Nacional, en la que, entre otras cosas declaraba la explotación de las redes de alta tensión como “servicio público de titularidad estatal”, obligando a las empresas privadas propietarias de la misma a vendérsela a la empresa estatal Red Eléctrica de España (REE, después privatizada, pero aún controlada por el Estado a través de la SEPI).
Durante los años siguientes, REE fue comprando la red de transporte a las eléctricas, en un proceso que culminó en el año 2010, y que recibió su impulso final con el Gobierno de Zapatero (Ley 17/2007), quien dio tres años a las eléctricas que aún no habían vendido, y si se negaban, un juez independiente designado por la Comisión Nacional de la Energía establecería el precio de la venta.
Por su parte, el Partido Popular, en la primera legislatura de Mariano Rajoy, aprobó la Ley 17/2013, de sistemas eléctricos extrapeninsulares, en la que declaró que la proyectada central de bombeo de 200 MW de Chira-Soria (Gran Canaria), propiedad de Endesa, tenía que pasar a manos de Red Eléctrica, lo mismo que cualquier otra central de este tipo que se construya en el futuro en las Islas. De nuevo, observamos que unos activos privados pasan, por Ley y mediante un sistema de venta obligatoria, a manos públicas.
Todavía es pronto para hacer balance sobre la central de Chira-Soria, que aún está en desarrollo, pero sí que puede decirse que el traspaso de la gestión de la red de alta tensión por parte Red Eléctrica de España ha sido exitoso (al margen de que el precio que se pagó a las grandes eléctricas por los activos de alta tensión fuera o no excesivo), como prueban los numerosos premios y reconocimientos recibidos.
En definitiva, lo que humildemente pretende poner de manifiesto es que la gestión pública o semi-pública es una de las alternativas legales de gestión en todo sector estratégico, incluido el eléctrico, y que, por tanto, no es conveniente rechazarla apriorísticamente por razones puramente ideológicas. 
Habrá que valorar la mejor solución en cada caso, siendo conscientes de que existen vías legales para avalar tanto el mantenimiento del statu quo (red de distribución privada, red de transporte controlada por empresa semi-pública), como para la privatización o la nacionalización.
De hecho, cientos de municipios alemanes, de todos los colores políticos, ya están remunicipalizando (“nacionalizando” a nivel municipal) la gestión de la red de distribución eléctrica. 
En España, por el contrario, los mismos partidos que han “nacionalizado” una parte del sector eléctrico, mantienen ahora discursos totalmente opuestos a ella, sin otra justificación que la ideológica.
El modelo actual, de redes eléctricas de distribución de propiedad y gestión privada en manos de empresas que actúan sobre el resto de segmentos del sistema eléctrico, es una de las causas de la ausencia de competencia real, de que los beneficios de las grandes eléctricas se mantengan constantes y de que el precio final de la electricidad no deje de crecer.
Sabiendo que hay fórmulas legales para ello, ¿no valdría la pena explorar otras formas de gestión de activos estratégicos, tomando como referencia modelos de países vecinos y el pasado reciente de nuestro país, para tratar de mejorar las múltiples deficiencias del sistema eléctrico español?

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro