CASI 100 AGENTES INVESTIGADOS
El 'escuadrón de la muerte' de la Policía peruana y sus ejecuciones extrajudiciales
"Para obtener ventajas personales habrían falseado información de Inteligencia,
simulado enfrentamientos y abatido a personas en, por lo menos, seis casos"
El "escuadrón de la muerte" peruano. (EFE)AGENCIAS 23.08.2016 – 08:07 H. |
El viceministro del Interior de Perú, Rubén Vargas, responsable de Gestión Institucional del Ministerio, ha anunciado que existen "serios indicios" de la existencia de un 'escuadrón de la muerte' dentro de la Policía nacional, tal y como se viene denunciando desde hace unas semanas.
Vargas ha explicado que tras las acusaciones, el ministro del Interior, Carlos Basombrío, tomó la decisión de formar un grupo de trabajo al respecto para establecer la situación de los hechos, evaluar el funcionamiento y las acciones y determinar responsabilidades, además de buscar recomendaciones para que esto no se repita en el futuro.
Mensaje del ministro del Interior @CarlosBasombrio youtu.be/rvf2YXb1QxQ
En rueda de prensa, el viceministro ha señalado tras 13 sesiones de trabajo, que hay "serios indicios" de la "existencia de una agrupación irregular formada por oficiales y suboficiales de la Policía Nacional que para obtener ventajas personales habría falseado información deInteligencia, simulado enfrentamientos y abatido a personas en, por lo menos, seis casos".
A principios del mes de agosto, la Fiscalía y la Dirección de Inspección General de la Policía Nacional de Perú abrieron investigaciones contra casi un centenar de agentes, presuntamente vinculados con ejecuciones extrajudiciales durante operativos armados. Los investigados, 16 oficiales y 80 suboficiales, habrían cometido ejecuciones extrajudiciales bajo el liderazgo del comandante Enrique Prado Ravines entre los años 2011 y 2015, con el objetivo de obtener ascensos y distinciones policiales.
Según un colaborador que asegura haber formado parte del grupo deinformantes civiles pagados por el mencionado comandante, estos incentivaban a delincuentes de baja categoría a cometer delitos sencillos, información que luego filtraban a la Policía.
Así, los agentes sorprendían a los delincuentes y los abatían a disparos, para después informar de que los tiroteos habían sido producto de enfrentamientos arriesgados.
Escuadrón de la muerte habría ejecutado a 20 personas en Perú
Autoridades peruanas reconocieron la existencia de un grupo policial acusado de abatir a presuntos delincuentes en medio de la inseguridad ciudadana que asola el país.
El viceministro de Gestión Institucional del Ministerio del Interior, Rubén Vargas, informó el lunes que la investigación realizada por su sector encontró indicios razonables de la existencia de un grupo irregular entre los años 2012 y 2014, que incluso habría falseado seis casos.
Vargas explicó en conferencia de prensa las conclusiones de la comisión establecida en el Ministerio del Interior para indagar la presunta creación de un "escuadrón de la muerte", denunciada por un medio de comunicación.
Existen serios indicios de la existencia de una agrupación irregular formada por oficiales y suboficiales de la PNP (Policía Nacional del Perú), que, para obtener ventajas personales, habría falseado información de inteligencia que simulaba enfrentamientos y abatió a personas por lo menos en seis casos", afirmó el viceministro del Interior, Rubén Vargas.
"Existen serios indicios de la existencia de una agrupación irregular formada por oficiales y suboficiales de la PNP (Policía Nacional del Perú), que, para obtener ventajas personales, habría falseado información de inteligencia que simulaba enfrentamientos y abatió a personas por lo menos en seis casos", afirmó el funcionario al leer las conclusiones de un informe oficial.
El viceministro explicó que el comando fue constituido como un "grupo especial de inteligencia contra el crimen organizado", dentro de la Dirección contra el Terrorismo y estaba a cargo de un coronel, que actualmente es general.
La unidad policial actuó impunemente bajo el paraguas de haber sido supuestamente constituida como un "grupo especial de inteligencia contra el crimen organizado". La mayoría de las acciones se realizaron entre 2011 y 2016 durante el gobierno del presidente Ollanta Humala y una se concretó en 2009, cuando gobernaba Alan García.
La creciente ola de inseguridad ciudadana, con asaltos en restaurantes y negocios a plena luz del día y asesinatos a cargo de sicarios, es uno de los temas que debe combatir el actual presidente Pedro Pablo Kuczynski y que es una de las mayores preocupaciones de los peruanos, según todos los sondeos.
lvs/ctl/hnb en HISPANTV
Investigan en Perú supuesto
"escuadrón de la muerte"
El ministro del Interior de Perú, Carlos Basombrío, afirmó que existen "indicios muy fuertes" de la existencia de un "escuadrón de la muerte" en su país, conformado por policías que presuntamente ejecutaron extrajudicialmente a delincuentes para obtener beneficios profesionales y económicos.
"Tengo indicios muy fuertes de que lo divulgado en los medios de comunicación es muy sólido y parece concordar mucho con lo que van encontrando las investigaciones durante su trabajo", declaró Basombrío en una entrevista publicada hoy por el diario Perú21.
El ministro remarcó que él no es "juez para señalar si (los acusados) son culpables o no", pero dijo que su "obligación (es) investigar un caso tan, pero tan grave".
El ministro detalló que hay tres investigaciones sobre el caso, una a cargo de la Fiscalía de Crimen Organizado y dos del Ministerio del Interior.
Agregó que ya se están tomando los testimonios de los presuntos implicados y que "también hay que establecer hasta qué punto hubo responsabilidades por no evitar que esto continuara ocurriendo".
Indicó que los policías denunciados han sido retirados de sus lugares de trabajo y puestos a disposición de la oficina de recursos humanos, aunque aclaró que esa "no es una sanción, sino una forma de evitar que estén en su unidad".
"El asunto es muy grave. Hay ya una investigación previa de Inspectoría de la Policía que había encontrado indicios muy fuertes de responsabilidad en un número alto de oficiales y suboficiales de la Policía que van desde el grado de coronel hasta suboficiales de tercera", reiteró.
Basombrío explicó que "la acusación que hay es que hay policías que mataron a pequeños delincuentes haciéndolos pasar por grandes delincuentes para obtener beneficios profesionales y económicos."
"Un policía que mata a un delincuente convierte al policía en un delincuente y yo no quiero policías delincuentes. En segundo lugar, ni siquiera era eso. Era un negocio, si es tan cierto como dicen", enfatizó.
De acuerdo con un informe de la Inspectoría General de la Policía citado por los medios locales un grupo de 16 oficiales y 80 suboficiales de la Policía supuestamente participaron en la ejecución de 27 delincuentes, entre 2011 y 2015, bajo la dirección de un comandante.
Un colaborador eficaz, que presuntamente reunía a los delincuentes que iban a ser emboscados, declaró hace dos semanas al programa televisivo "Cuarto Poder" que el comandante "organizaba todo, ganaba así su ascenso y felicitaciones por parte de sus jefes", mientras que los ejecutores obtenían dinero.
Basombrío ordenó el pasado 2 de agosto la conformación de un grupo de trabajo presidido por su viceministro de Orden Interno, Ismael Vargas, encargado de investigar el caso y emitir un pronunciamiento en un plazo máximo de 10 días.
Regresaron los escuadrones de la muerte a Perú.
¿O nunca se fueron?
Por Carlos Noriega | Página/12. | 24 agosto del 2016
Un escándalo de gatillo fácil en la policía le ha estallado al gobierno de Pedro Pablo Kuzcynski, a menos de un mes de haber asumido el poder.
Un escuadrón de la muerte policial habría asesinado a por lo menos veinte personas entre 2012 y 2015, durante el gobierno del ex presidente Ollanta Humala.
Esa es la conclusión de una comisión investigadora formada por el nuevo gobierno.
Dos sujetos están en un automóvil frente a un edificio, en un barrio de las afueras de Lima.
Otros dos han bajado e ingresado al edificio. De pronto aparece la policía.
Minutos después, los cuatro sujetos han sido baleados por los efectivos policiales. Todos son dados por muertos y los agentes llaman a la prensa. Se preparan para presentar ante los medios un exitoso operativo policial.
Era octubre de 2014 y hasta el lugar llega el ministro del Interior de entonces, Daniel Urresti, un general del ejército en retiro que viene siendo procesado judicialmente como responsable del asesinato de un periodista en 1988, durante los años de la guerra interna.
El ministro, con gesto triunfante, narra ante los periodistas la historia de una persecución a balazos a “una banda de delincuentes” que se aprestaba “a dar un fuerte golpe”, que terminó, según la versión del ministro, con la policía frustrando el delito que se iba a cometer y con todos los delincuentes muertos.
De pronto una reportera se da cuenta de que uno de los presuntos muertos dentro del vehículo sigue con vida. “Uno está vivo… está que se mueve”, dice, angustiada, la reportera al aire. Este inesperado sobreviviente, al que todos habían dado por muerto, contaría luego una historia muy diferente de la historia oficial.
“Estábamos estacionados en el auto y la policía nos rodea y nos apunta. Alzamos las manos y nos empiezan a disparar. Mi amigo agonizó un largo tiempo mientras yo escuchaba cómo los policías se burlaban de él.
Antes de que llegue la prensa los policías decían ‘ponle el juguetito’ y me pusieron una pistola en la mano. Pensaban que yo estaba muerto”, es la historia que ha contado Omar Fregeiro, el muerto que regresó a la vida.
Un ex informante a sueldo de la policía ha contado a la televisión, ocultando su identidad y su rostro, que por pedido de los policías él se encargó de captar a los cuatro sujetos que terminaron acribillados y los llevó hasta el lugar diciéndoles que en ese edificio vivía un empresario al que sería fácil secuestrar.
Pero todo era una trampa. La policía los esperaba para matarlos y presentar el caso como un operativo exitoso contra la delincuencia.
El mismo patrón ya se había dado antes y se repetiría después.
Con esa práctica de crear falsos escenarios delictivos captando presuntos delincuentes para que cometieran un secuestro o asalto para luego intervenirlos y armar ficticios enfrentamientos que siempre terminaban con todos los supuestos delincuentes muertos, los policías del gatillo fácil se ganaban condecoraciones y ascensos por “acciones distinguidas”, al presentar sus intervenciones como exitosas operaciones contra la delincuencia.
Esa es la conclusión a la que ha llegado una comisión investigadora nombrada por el nuevo ministro del Interior, Carlos Basombrío, quien asumió el cargo hace menos de un mes, con el cambio de gobierno.
El informe de la comisión investigadora, encabezada por el viceministro Rubén Vargas, señala que “existen serios indicios” de la existencia de este escuadrón de la muerte policial, el cual, se indica, estaba formado por un comandante y “al menos” siete suboficiales, y que para sus operaciones ilegales contaba con el aval y protección de un general.
La investigación indica que se han estudiado seis casos de falsos operativos policiales que culminaron con la ejecución de veinte víctimas, once de las cuales no tenían antecedentes policiales.
El ministro Basombrío le señaló a Página/12 que no se descarta que existan más casos.
La investigación del Ministerio del Interior también involucra a un ex viceministro del Interior del gobierno de Humala. No se da su nombre, pero ha trascendido que se trataría de Iván Vega, quien fue hombre de confianza del ex presidente Humala en los temas de seguridad.
Un día antes de que se presentara este informe, el comandante Raúl Prado, señalado como el jefe operativo de este escuadrón de la muerte, apareció en la televisión para disparar contra el ministro Basombrío y la investigación que lo acusa. “El informe de esta comisión ya me ha juzgado.
El ministro (Basombrío) es un abusivo. El mensaje es que el policía que mata a un delincuente se convierte en delincuente”, declaró Prado, quien acusó a Basombrío de proteger a los delincuentes. “Nosotros no estamos jugando”, anunció el comandante del gatillo fácil, que en segundos pasó del tono amenazante a los sollozos, mientras intentaba una defensa poco consistente.
El ministro Basombrío ha puesto énfasis en resaltar que fueron algunos policías los primeros en denunciar internamente las operaciones de este escuadrón de la muerte. Pero después de esta denuncia interna, que se hizo en enero de 2015, se armó un tinglado de encubrimiento que congeló la investigación.
“Hubo policías valientes que denunciaron estos crímenes y otros policías que los encubrieron”, ha dicho el nuevo ministro.
Las denuncias de la prensa y el cambio de gobierno reactivaron la investigación.
Los resultados de la investigación del Ministerio del Interior, conocidos esta semana, se han enviado a la fiscalía, que debe abrir proceso a los involucrados.
Se ha señalado a los supuestos responsables directos de las operaciones de este escuadrón de la muerte, pero todavía están pendientes los resultados de las investigaciones sobre las posibles responsabilidades de otros policías en el apoyo o encubrimiento de estas operaciones criminales
¿Escuadrón de la muerte o banda criminal? |
TODO LO QUE NECESITAS SABER SOBRE EL CASO DEL ESCUADRÓN DE LA MUERTE DE LA POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ
Cuando escuchamos de un “escuadrón de la muerte”, lo más probable es que visualicemos un grupo de policías o militares que realiza operaciones de forma clandestina.
Estas operaciones, supuestamente, tendrían la finalidad de erradicar la inseguridad ciudadana o eliminar de forma ilegal a presuntos asaltantes y delincuentes. Pero en este caso está sucediendo todo lo contrario.
La 35 Fiscalía Provincial Penal de Lima, de mano del titular José Ulloa Gavilano, está investigando a 16 oficiales y 80 suboficiales de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional (Dirin), División de Investigación de Robos, Sub Unidad de Acciones Tácticas (SUAT) y la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) por haber presuntamente ejecutado a 27 supuestos delincuentes durante varias operaciones llevadas a cabo entre el 2011 y el 2015
Pero está bien, pues. ¡Qué acaben con la delincuencia!
No, no es así. Cuando te enteres de más detalles entenderás que esto no se trata de algún grupo justiciero clandestino sino de una posible organización criminal.
1. ¿Escuadrón criminal?
La investigación realizada por La República nos abastece de toda la información más importante. Como lo mencionamos líneas arriba, son 16 oficiales y 80 suboficiales de distintas direcciones policiales los que vienen siendo investigados por el presunto asesinato de 27 delincuentes. Estos casos fueron presentados por la Inspectoría General de la Policía ante el Ministerio Público.
“Los investigados son los coroneles Manuel Roncalla Durand, César Iturrizaga Cruzalegui, Carlos Cabrejos Becerra y Ricardo Guillén Balbín. También los comandantes Raúl Prado Ravines, Ernesto Gonzales Gálvez, Marco Jara Urlich, Humberto Santillán Otiniano, Joel Valdivia Montoya y Juan Padilla Alvarado”.
En un reportaje emitido el último domingo, Cuarto Poder ofrece más detalles de la investigación realizada y agrega un dato importante: la existencia de un miembro de la policía que asegura haber formado parte de estas actividades ilícitas y viene sirviendo de colaborador eficaz.
¿Por qué sería ilegal matar a un delincuente?
La Inspectoría General de la Policía explica que este grupo o “escuadrón de la muerte” contaba con informantes que servían de dobles agentes. Es decir, estos informantes -que serían miembros policiales- brindaban información falsa a delincuentes comunes para convencerlos de cometer un asalto o un secuestro cuando estas operaciones ya estaban debidamente planeadas para ser intervenidas.
Para ponerlo en sencillo: las grandes y exitosas operaciones policiales realizadas en estos años (2011-2015) serían una farsa. ¿El objetivo? hacerse de los fondos de inteligencia.
“La gravísima denuncia de un Escuadrón de la Muerte operando en la policía tiene este ángulo especial: los presuntos asesinos emplearon fondos de inteligencia. Con este dinero habrían pagado a informantes que engañaban a delincuentes, llevándolos a una trampa mortal”.
Y La República lo describe de forma contundente.
“El procedimiento era al mismo tiempo temerario y truculento. Los informantes engañaban a los presuntos delincuentes haciéndolos creer que participarían en secuestros, asaltos o robos millonarios; en el punto del “golpe” eran sorprendidos y asesinados. Luego se informaba que habían caído por oponer resistencia y varios de los policías asesinos terminaban ascendidos por acciones distinguidas. Las operaciones eran financiadas con fondos de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (DIGIMIN) y de la Dirección de Inteligencia de la PNP (DIRIN) contando con armas de guerra”.
2. Operación Los Norteños: una operación hollywoodense
En la última edición de Cuarto Poder se contó con la presencia del teniente general de la PNP Eleuterio Díaz Pérez, quien ofreció más detalles de la investigación y contó que cuenta con más de 3,000 folios.
Los casos, más allá de los 27 asesinatos mencionados, son numerosos y es por ello que lleva tantos años en investigación.
Mencionemos uno para mayor entendimiento.
La imagen pertenece a una noticia publicada el 5 de diciembre del 2013.
Esta nota, titulada “policía frustra secuestro y mata a seis delincuentes en tiroteo”, nos cuenta que en un operativo policial se abatieron a seis peligrosos delincuentes que tenían planeado secuestrar al empresario Manuel Jesús Coronel Cieza.
“En el fuego cruzado, cinco delincuentes resultaron muertos, dos heridos y otros tres fugaron. Sin embargo, un hampón murió cuando era trasladado al Hospital Regional Docente. Entre los fallecidos, se identificó a Juan Manuel Sagástegui Chimbor, Denys Gálvez Núñez (27) y Javier Ruiz Ñiquen (33)”.
El hollywoodense rescate del secuestrado fue tan exitoso que no sólo se acabó con casi la totalidad de una banda criminal sino que se pudo evitar que cualquier policía sea herido o asesinado.
El éxito de la operación fue tan meritorio que logró el ascenso de grado de Raúl Prado, Humberto Santillán y Marco Jara.
Ahora, suena demasiado bueno para ser cierto, ¿verdad? Pues parece que el refrán vuelve a surtir efecto ya que la Operación Los Norteños (como fue bautizada) es una de las investigadas por la Inspectoría.
“La Inspectoría pone en duda lo informado por el comando policial que ejecutó la Operación Los Norteños, el 4 de diciembre del 2013. Por ejemplo, la Inspectoría General de la PNP detectó que no existió el plagio del empresario Jesús Coronel Cieza. El comandante Raúl Prado estuvo en Chiclayo pocos días antes de laOperación Los Norteños y en tres oportunidades sostuvo reuniones con el presunto secuestrado: en la comisaría de Chiclayo, en un restaurante y en el propio domicilio de Jesús Cieza”.
¿Entonces todo fue mentira? ¿Jamás hubo secuestro ni nada?
No todo fue mentira porque seis personas perdieron la vida en esta operación.
Lo que la Inspectoría informa es que el secuestro no existió ya que el comandante Prado -quien fuera luego promovido- se reunió tres veces con el “secuestrado” días antes del suceso.
El comisario de Chiclayo, mayor PNP César Serrano Mendoza, confirmó estas reuniones.
¿Secuestran a un hombre que se reunió hasta tres veces confirmadas con su rescatista? ¿Y encima la operación sale mejor que cualquier episodio de CSI?
¿No es un poco raro todo esto?
“De acuerdo con el peritaje balístico, los occisos presentaban impactos de bala de fusiles de largo alcance, con una trayectoria de arriba hacia abajo y viceversa, y de atrás para adelante. Los oficiales PNP Celestino Pérez Delgado y Edgard Arroyo dijeron que llegaron al lugar cuando ya todo estaba consumado”.
3. Las investigaciones deberían (y tendrían) que terminar pronto
Luego del destape comenzaron las declaraciones de varias personas no necesariamente implicadas pero relacionadas. Daniel Urresti, por ejemplo, quien fuera ministro del Interior durante el 2014 y 215, ha declarado que “no niega ni afirma” la existencia de este supuesto escuadrón.
Otras dos declaraciones relevantes se llevaron a cabo en Cuarto Poder, cuando Eleuterio Díaz Pérez, inspector general de la PNP y Máximo Ramírez de la Cruz, director de defensa legal de la PNP, fundamentaron sus posiciones respecto a estas denuncias.
Máximo Ramírez, defensor de los policías, en especial del SUAT, negó la existencia de cualquier escuadrón de la muerte y aseguró que “los operativos realizados hasta ese momento fueron llevados a cabo de manera formal”.
Por su parte, Eleuterio Díaz declaró que “un general estaría presuntamente implicado” y que el caso ya pasó a inspectoría general del Ministerio del Interior.
Respecto a esto, se sabe por La República que la inspectora general del Ministerio del Interior, Susana Silva, ya intervino en el caso y que ya se empezó con la investigación por los asesinatos.
Lo que se sabe también es que un equipo especial de civiles, que trabaja en dicha oficina, levantó un acta con relación de los expedientes y las pericias.
“En horas de la mañana de jueves último, un equipo especial conformado por civiles que laboran en la Inspectoría General del Ministerio del Interior incursionó en la sede de la Inspectoría General de la Policía Nacional y levantó un acta con una relación de los expedientes y las pericias, pues es el órgano que ha investigado el caso de los presuntos crímenes extrajudiciales, y derivó los expedientes al Ministerio Público”.
El nuevo ministro del Interior, Carlos Basombrío, se comunicó vía telefónica con el dominical y afirmó que en diez días se tendrán resultados de las investigaciones.
“Estoy horrorizado. Esto no se puede tomar a la ligera, estamos ante acusaciones de extrema gravedad. Nunca en la historia de la policía ha ocurrido una denuncia de esta naturaleza, ni siquiera en las peores épocas del terrorismo”.
Si hay algo en lo que coincidimos con el ministro es que jamás, en toda la historia de la Policía Nacional del Perú, se ha escuchado de algún caso similar, al menos no tan sofisticado si es que lo comparamos con el Escuadrón de la muerte en Trujillo (caso Elidio Espinoza). Esperamos los resultados.
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