| Pentágono, la CIA conforman guardia pretoriana de Clinton como presidente BelicistaPor Finian Cunningham
09 de agosto de, 2016 " Información de Intercambio de Información "
- El ex director de la Agencia Central de Inteligencia Michael J Morell es el último de una falange de figuras militares de inteligencia estadounidenses de alto nivel que se derraman cualquier pretensión de neutralidad política y que dan su respaldo a pleno pulmón al demócrata candidato presidencial Hillary Clinton.
En un New York Times opinión pieza, Morell crudamente respaldado Clinton como la más «altamente calificado para ser comandante en jefe ... mantener segura nuestra nación».
Artículo de opinión del ex jefe de la CIA también sirve como una crítica feroz contundente sobre Republicano rival presidencial Donald J Trump. Morell dijo el político multimillonario convertido Nueva York es «no sólo no calificado para el trabajo, pero también puede representar una amenaza para la seguridad nacional».
El viejo susto-canoso tema de «seguridad nacional» está siendo rehabilitado como criterio para la elección de Clinton. También tiene la connotación perturbadora de un régimen totalitario cada vez más militarizado que Estados Unidos se está convirtiendo.
Si bien la ducha Clinton con brillantes elogios, el ex jefe de espías de la CIA derrotado Trump con una larga lista de defectos, incluyendo «autobombo, su reacción exagerada a desaires, su tendencia a tomar decisiones basadas en la intuición, su negativa a cambiar sus puntos de vista sobre la base de nueva información , su falta de cuidado rutinario con los hechos, su falta de voluntad para escuchar a los demás y su falta de respeto por el imperio de la ley ».
Morell de «golpe de gracia» para el Trump era que él era un «peligro la seguridad nacional», debido a su supuesta indiferencia hacia la alianza militar de la OTAN liderada por Estados Unidos y la seguridad europea, y la falta de voluntad para enfrentarse a Rusia.
Después de acusar Trump de ser «descuidado con los hechos», Morell hace esta afirmación temeraria, sensacionalista: «En el negocio de la inteligencia, diremos que Putin había reclutado a Trump como un agente inconsciente de la Federación de Rusia».
Se trata de una interferencia de la toma de aliento en la esfera nominalmente civil de la política de Estados Unidos por parte de elementos militares y paramilitares no elegidos, por el que un candidato a la presidencia es acusado de ser una marioneta extranjera.
Es un recuerdo de los días de caza de brujas de McCarthy de la Guerra Fría y «Actividades Antiamericanas».
Esta intervención muy pública por una figura de la parte superior de la CIA en la elección presidencial en Estados Unidos es una afrenta descarada extraordinariamente a las normas constitucionales.Tradicionalmente, los militares estadounidenses y aparato de inteligencia siempre ha tenido cuidado para asumir una relación neutral con respecto a la política de Washington - al menos en público.
En las elecciones de 2016, sin embargo, los límites entre la política civil y los poderes militares se deshicieron de manera flagrante.
El ejército y la cábala Estado Profundo son, en efecto, para pasar a predestinar el ocupante de la Casa Blanca. Esta situación tiene diferencia apenas perceptible de un golpe militar que se nombra una junta civil de administrar.
En la Convención Nacional Demócrata en Filadelfia la semana pasada, el respaldo de Hillary Clinton por la cúpula militar era visible. Una de las principales animadoras del Pentágono fue de cuatro estrellas Marino general John Allen, que dio un discurso declarando que helaba la sangre y despotricando cómo «nuestros enemigos van a temer» un Estados Unidos dirigido por Clinton.
Esta prisa por la política partidista por el ejército de Estados Unidos incluso ha dado lugar a malestar entre algunos sectores del Pentágono. Sólo unos días luego de la escalada militarista de la DNC, el general Martin Dempsey, que fue presidente de los Estados Mayores conjuntos, dio el paso sin precedentes de la publicación de un aleccionador artículo advertencia: «Mantenga su Política Privado, mi compañero de generales y almirantes».
Dempsey no mencionó general Allen u otras personas por su nombre, pero estaba claro a quién se refería y la pantalla patriotera en apoyo de Clinton.
Y también estaba claro que Dempsey vio el abrazo abierto de la política partidista por el Pentágono como una democracia desarrollo debilitamiento preocupante en los EE.UU.. Temía «la erosión de las relaciones entre civiles y militares» .
¿Qué es eso califica Hillary Clinton para ese apoyo? El ex jefe de la CIA aparece Morell estos «atributos» como «su creencia de que Estados Unidos es una nación excepcional que debe dar lugar en el mundo para el país a permanecer seguro y próspero; su entendimiento de que la diplomacia puede ser eficaz sólo si el país se percibe como dispuestos y son capaces de usar la fuerza si es necesario; y, lo más importante, su capacidad para tomar la decisión más difícil de todos - si poner las mujeres estadounidenses y hombres jóvenes en peligro ».
En otras palabras, lo que más se aprecia es cómo se prepara y dispuestos a tomar en América cada vez más guerras Clinton.
A pesar de la horrible legado que ella es ya responsable de la Secretaría de Estado en el gobierno de Obama (2009-2013) cuando se procesó guerras en Afganistán, Irak, Libia y, secretamente, en Siria y Ucrania.
Y, sin embargo, ex jefe de la CIA Morell, que sirvió junto a Clinton en estas guerras desastrosas, tiene el descaro de censurar a Trump por «su falta de respeto por el imperio de la ley».
Por el contrario, Trump, a pesar de sus defectos y vistas torcidas sobre inmigración y las relaciones raciales, no ha abrazado afán belicista en una medida comparable.
De hecho, el candidato republicano ha hecho un llamamiento para la normalización de las relaciones con Rusia, en particular, y se ha notificado que ordenaría una retirada de las fuerzas estadounidenses de Asia, Europa y otras regiones con el fin de «reconstruir Estados Unidos primero».
Sus opiniones sobre no precipitarse en una hipotética guerra para defender a las naciones de la OTAN Báltico a partir de una invasión rusa descabellada son vistos por muchos estadounidenses ordinarios como una posición de sentido común. Para el nexo Pentágono-CIA, sin embargo, las opiniones de Trump son anatema.
Esto es lo que se reduce a. Clinton es el candidato de elección para el complejo militar-industrial de Estados Unidos porque va a mejorar los beneficios empresariales y un presupuesto anual de $ 600 mil millones que alimenta el leviatán Pentágono-CIA.
Crucial para esta función es reforzar una política exterior beligerante hacia el mundo en general y en relación con Rusia en particular. O, como lo pone Morell, de Clinton «creencia de que Estados Unidos es una nación excepcional que debe dar lugar en el mundo para el país a permanecer seguro y próspero».
Es este excepcional ideología supremacista, Washington, que ha llevado al mundo a un precipicio tan peligrosa.
Hillary Clinton, irónicamente, mucho más que el rebelde Donald Trump, está demostrando ser un ejemplo de lo que sólo puede ser llamado la ideología neo-fascista que se está volviendo cada vez más existente en Washington.
El Pentágono-CIA guardia pretoriana que se está formando alrededor de Clinton no es sólo un presagio del estado totalitario militarizada administrado desde Washington; también es una señal de que Estados Unidos se está moviendo abiertamente a una política de guerra permanente descarada, sin restricciones en contra de cualquier país extranjero así lo estime.
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