Un estudio alerta de la grave situación de las personas paradas mayores de 45 años
El estudio constata que el 27,3% de los parados tiene más de 45 años, una proporción que se ha incrementado 7 puntos desde 2008, periodo de inicio de la crisis.
La crisis y las transformaciones en el mercado de trabajo han provocado un aumento de la participación de las personas mayores de 45 años en el mercado laboral: 11.100 ocupados más desde 2008, mientras que en total se han destruido 50.200 puestos de trabajo.
Pero también y a la vez han provocado un aumento sin precedentes de las personas en paro: 9.100 desempleados más, un 227,5% desde el inicio de la crisis.
Esto es debido a que el desempleo o el miedo a perder el empleo en el entorno familiar ha disparado la población activa en este colectivo, es decir, las personas que están trabajando o en disposición de hacerlo, especialmente entre las mujeres. La población activa de los mayores de 45 años ha pasado de 106.900 personas en 2008 a 127.100 personas en 2015 (+18,9%) mientras que la población activa total se ha reducido en 10.800 personas (-3,4%).
El aumento de la población ocupada en el tramo de edad de los mayores de 45 años ha venido de la mano de una mayor incorporación de las mujeres:
Las mujeres han visto incrementados sus niveles de empleo en 3,5 puntos durante la crisis, mientras que los varones los han reducido casi en la misma proporción (3,6 puntos).
Las personas ocupadas mayores de 45 años tienen un menor nivel de estudios, un mayor protagonismo dentro del empleo en el sector agrícola (aunque la mayoría trabaja en el sector servicios) y un mayor peso del empleo autónomo.
Un colectivo especialmente vulnerable al paro de larga duración
La duración media de la demanda de empleo aumenta con la edad, por lo que la incidencia del paro de larga duración es mayor entre las personas mayores de 45 años.
El estudio destaca que 6 de cada 10 parados de larga duración (más de 1 año en desempleo) y 7 de cada 10 parados de muy larga duración (más de 2 años en desempleo) son mayores de 45 años. De esta forma, el paro de larga duración se convierte en uno de los problemas más graves a los que se enfrenta este colectivo.
Las personas mayores de 45 años tienen una tasa de protección por desempleo más elevada (38,6%) que la del resto de la población desempleada aunque en el último año se ha reducido en 11,6 puntos porcentuales y en los últimos 3 años ha disminuido nada menos que 15,6 puntos.
El alargamiento en el tiempo de la situación de desempleo ha provocado que este colectivo haya agotado en gran medida las prestaciones contributivas generadas y que por tanto exista un mayor peso de los subsidios y de la Renta Activa de Inserción.
Casi la mitad de las prestaciones percibidas por personas desempleadas mayores de 45 años son subsidios, mientras que para la población desempleada total el 51% son prestaciones contributivas. Además, el 85,4% de las personas desempleadas que perciben la Renta Activa de Inserción son mayores de 45 años.
Recomendaciones y propuestas
El estudio analiza desde una perspectiva cualitativa las características de los mayores de 45 años, los perfiles que existen dentro del colectivo y los principales problemas y dificultades a los que se enfrentan para acceder al mercado de trabajo.
Lo que más preocupa al colectivo es el desempleo, pero además, presentan menor nivel educativo que generaciones más jóvenes y un escaso reciclaje profesional, lo que limita su empleabilidad. Por otro lado, existe un volumen importante de personas cualificadas que han adquirido su saber a través de la experiencia pero no tienen una certificación reconocida.
El informe plantea una batería de recomendaciones y propuestas para mejorar la empleabilidad del colectivo, que van desde actuaciones en materia de inserción, como el impulso de itinerarios integrales e individualizados, hasta actuaciones en materia de formación, recualificación y especialización, dirigidas a reciclar profesionalmente a este colectivo.
•elmercuriodigital•
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