EEUU: Sanders y Trump,
vencedores en New Hampshire
El magnate Donald Trump y el senador socialista Bernie Sanders ganaron ese martes las elecciones primarias de New Hampshire, según las proyecciones de todos los medios de comunicación estadounidenses.
El magnate republicano lidera en los primeros recuentos con casi 20 puntos de diferencia con respecto al segundo, John Kasich. En el bando demócrata, Hillary Clinton queda a una distancia similar con respecto a Sanders.
El republicano Trump, un electrón libre de la política que nunca había votado en unas elecciones primarias del Partido Republicano, se reivindica como figura central en el proceso para elegir al sucesor del demócrata Barack Obama en la Casa Blanca. Sanders, que se sienta como independiente en el Senado de Estados Unidos, demuestra su capacidad para plantar cara a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, favorita sobre el papel para la nominación en el Partido Demócrata.
La victoria de Trump y Sanders es el triunfo de dos políticos atípicos en sus partidos. Ideológicamente y en el talante tienen muy poco que ver, pero ambos recogen el descontento de los estadounidenses con el statu quo.
El resultado en New Hampshire, un pequeño Estado de 1,3 millones de habitantes en el noreste de EE UU, refleja el carácter excepcional de esta campaña. Las élites de los partidos demócrata y republicano tienen dificultades para frenar el ascenso de los aspirantes heterodoxos.
En New Hampshire, Trump se resarce de la derrota en los caucus (asambleas electivas) de Iowa, la semana pasada. Iowa abrió el proceso de caucus y primarias que se prolongará hasta junio y que servirá para que los estadounidenses elijan al demócrata y al republicano que se enfrentarán en las presidenciales del 8 de noviembre.
Hace un año hubiera sido inimaginable pensar que Trump —magnate de la construcción y los casinos, estrella de losreality shows, y proclive al insulto, al exabrupto xenófobo y la astracanada— ganase las elecciones primarias de New Hampshire.
Que la victoria de Trump, anticipada en los sondeos, no sea una sorpresa indica hasta qué punto se han trastocado las normas del pasado. Lo atípico ya parece normal.
New Hampshire no cierra el cisma en el Partido Republicano entre el ala del establishment y el ala insurgente.
El problema de los candidatos preferidos por las élites del partido —los que, tradicionalmente, han ganado la nominación— es que son demasiados y dividen el voto. Trump confía en consolidar su posición con victorias en los Estados sureños que votarán en las próximas semanas.
El campo demócrata
La última vez que concurrió a unas primarias, en 2008, Clinton ganó en New Hampshire, tras haber perdido en los caucusde Iowa, aunque finalmente fue Barack Obama quien se hizo con las primarias y ganó la Casa Blanca para los demócratas.
Esta vez ha ocurrido al revés. La ex secretaria de Estado casi empató con Sanders la semana pasada y ahora ha quedado segunda, pero en la carrera de fondo sigue siendo la favorita.
Sanders ha ganado en casa. Aunque creció en el distrito de Brooklyn, en Nueva York, fue alcalde de Burlington, en el Estado vecino de Vermont, en los 80, y senador por este Estado desde 2006.
El sanderismo ha avanzado en los últimos meses a lomos del descontento de la clase media, cada vez más alejada del 1% de la élite económica del país, y por el empuje de un gran número de jóvenes volcados en la campaña.
Aun así, en EE UU, la posición de Sanders no deja de ser heterodoxa —mano dura contra la banca, contra Wall Street, sanidad y educación universal y gratuita—, especialmente, por manifestarse sin complejos como “socialista”, ya que en el imaginario americano el término se suele asociar al comunismo.
Esto lleva al precandidato a aclarar que es un “socialista demócrata”, es decir, un socialdemócrata.
Cuando la campaña viaje al sur y al oeste, probablemente Clinton recuperará terreno.
Aun así, el empuje de Sanders y el discurso de Clinton desde que arrancó la campaña en 2015 reflejan en todo caso una inclinación del Partido Demócrata hacia la izquierda.
EL PAIS
¿Y si Bernie Sanders fuese presidente de EE.UU.?
Publicado: 10 feb 2016
Las elecciones en Estados Unidos tienen una programación con antelación: las élites postularán candidatos favoreciendo el bipartidismo en tanto defensa de su potencial económico, aunque se decantan finalmente por aquel que pueda sustentar sus proyectos políticos y geoestratégicos.
Esto no es inusual en muchas elecciones donde los grupos corporativos apoyan a ambos candidatos, cuando es de este estilo donde sólo dos partidos participan (como es el caso de España, hoy debilitado por la irrupción de Podemos), con el fin de maniobrar al gobierno seleccionado.
En este caso específico, la publicidad ha dejado claro que en el ámbito republicano habrá una discusión interesante entre dos aspirantes, Donald Trump y Marco Rubio, lo que puede variar dependiendo de factores externos también.
En el ala demócrata, todo indicaría que Hillary Clinton, auspiciada por Wall Street, tendría que ser la nominada.
Sin embargo, ha aparecido un factor inesperado que paulatinamente comienza a tener influencia cual es el votante libre, aquel que decide independientemente de las encuestas y que posee un grado de conciencia que va más allá de la militancia por una organización, comprometiéndose con el destino de su país.
Esto ha dado impulso a la campaña de un supuesto acompañante en este proceso y que se transforma en un potencial candidato de preferencias altas: es Bernard Sanders.
Sanders es senador por Vermont, uno de los estados más pequeños de la Unión, quien se ha declarado contradictor de las grandes corporaciones.
Por ello se ha comprometido a no aceptar para su campaña ni un solo dólar de ellas y hasta el momento ha conseguido recaudar más de 18 millones de dólares estadounidenses gracias a las pequeñas donaciones de unos 200.000 seguidores, ya que ha iniciado con fondos limitados para su campaña.
En su propuesta ha manifestado la necesidad de Educación Superior gratuita, lo que se convierte en una aspiración de grandes sectores jóvenes que aspiran a una carrera profesional sin alto endeudamiento, sanidad pública universal para que el acceso sea igualitario y de calidad, lucha contra el cambio climático con el fin de proteger al planeta de este engendro.
También una reforma migratoria y del sistema judicial con el fin de proteger a los inmigrantes y a su vez transparentar la justicia, vacaciones y bajas de maternidad pagadas para los trabajadores, fin de las contribuciones de las corporaciones a las campañas políticas para democratizar la participación de quienes no posean dicho capital excluyente, mayor control de Wall Street y sus bancos privilegiando a la Nación, fin de las rebajas fiscales para los ricos en tanto violaría la Constitución. Su planteamiento crítico ante las multinacionales es decisivo.
Dada las posibilidades que se abren desde Iowa, su elección significaría una gran oportunidad para Estados Unidos pues desde su perspectiva mejoraría notablemente la imagen hoy deteriorada por la invasiones territoriales y financieras, le concitaría respaldos verdaderos más que rechazos y le permitiría concentrar sus esfuerzos en dedicarse a su propio desarrollo en vez de debilitarse en guerras e intervenciones difíciles.
Ocurrirían varias situaciones acordes con su perfil: Estados Unidos retomaría un papel pacífico en el mundo, mejoraría sustancialmente la situación económica del país, establecería relaciones cordiales con América Latina, atacaría verdaderamente el terrorismo, comprendería la grave situación en Medio Oriente y, por tanto, renacería el espíritu de confraternidad con Rusia, China, Irán, y los movimientos progresistas en el planeta.
Si el planteamiento socialdemócrata de Sanders se mantiene, defendiendo las clases medias y trabajadoras tan desvalidas actualmente, estableciendo la humildad como aspirante al hacer su anuncio simplemente desde un podio colocado en un jardín del Capitolio, como defensor de la expansión de beneficios sociales y de aumentar el salario mínimo, sosteniendo que el país atraviesa una crisis más seria que cualquier otro período (después de la Gran Depresión de los años 30), convirtiéndose en crítico de las políticas que han favorecido a las multinacionales y a los grandes inversionistas, el resultado puede ser un apoyo de inmensos sectores afrolatinos, progresistas y capas medias.
¿Qué ocurrirá ahora?
Su elección significaría una gran oportunidad para Estados Unidos pues desde su perspectiva mejoraría notablemente la imagen hoy deteriorada por la invasiones territoriales y financieras, le concitaría respaldos verdaderos más que rechazos y le permitiría concentrar sus esfuerzos en dedicarse a su propio desarrollo en vez de debilitarse en guerras e intervenciones difíciles
La carrera para la presidencia parece estar confirmando que en el país del norte existe un nivel más alto de conciencia sobre la necesidad de elegir un nuevo rumbo, lo que preocupa sobremanera a la Corporatocracia, especialmente cuando Hillary Clinton no logra convencer debido a sus nexos con Wall Street, su acción en Bengasi, Irak y la masacre de civiles, los correos secretos, etc.
La hipótesis es que Marcos Rubio y Donald Trump tienen altas posibilidades en la medida que haya una gran abstención demócrata debido a la insatisfacción con las políticas propuestas y su desgaste interno y externo. Tal como se ha dicho, los republicanos alcanzarían la Casa Blanca pues los afrolatinos no votarían por Hillary, especialmente agredidos en este periodo, a no ser que existiese una amenaza directa, lo que volcaría su participación.
En ese sentido, tal como se anunció prospectivamente, algunas hipótesis que pueden darse son que el candidato republicano que sea nominado gane la presidencia; que Hillary Clinton sea candidata demócrata y pierda o gane; que Bernie Sander sea el candidato demócrata atrayendo una posibilidad alta de ser presidente con el apoyo afrolatino. De ser Sanders, debería enfrentar una de las campañas más duras y con ataques directos.
En esta dirección, la creación de una trama para detener el avance progresista no está de más analizarlo pues de ser elegido presidente existiría un grave perjuicio para el emporio del negocio armado, comercial, financiero e industrial, y se privilegiaría la mediana y pequeña empresa fortaleciendo las bases sociales del país. El ataque identificándolo como peligro nacional, similar a Jeremy Corbyn en Inglaterra –tildándolo de socialista o generador de caos–, sería un elemento a tener en cuenta, además de acusaciones a su reputación personal; incluso denuncias sobre su incoherencia en los principios.
Los estadounidenses poseen hoy una propuesta de futuro con Sanders, que convertiría a Estados Unidos en la potencia de la verdadera libertad en la medida que privilegie a su pueblo, el honor del respeto a naciones independientes y fundamentalmente dedique sus esfuerzos a desarrollar democracia interna, agravada por la violencia generalizada. Esto es posible y puede convertir a esta nación norteamericana en un puntal de la confraternidad, papel aún por consolidar.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.
Bernie Sanders, entrevista en profundidad
al fenómeno “Podemos” de EE.UU
Entrevista realizada el 6 de Junio por The Nation, traducción y contenido adicional.
Habla Bernie Sanders.
En su entrevista más reveladora, el candidato socialista explica su visión de América.
Cuando el senador por Vermont Bernie Sanders le dijo a The Nation el pasado año que estaba preparado para presentarse a la presidencia, dijo que solo lo haría si tenía claro que los progresistas estaban entusiasmados acerca de un movimiento que apostara nada menos que por una “revolución política”. Era una propuesta audaz, pero después de recorrer el país por un año, Sanders decidió que el entusiasmo estaba ahí y se presentó como candidato a la nominación por el partido demócrata el pasado mes de abril. Había muchos escépticos por aquel entonces. Pasados dos meses de campaña, sin embargo, todo acerca de su candidatura; las multitudes, los números en las encuestas y el “rúnrún” eran más grandes de lo esperado. Eso dice algo acerca de Sanders. Pero también habla acerca de la perspectiva de políticas progresistas. En junio, The Nation se sentó con Sanders y le preguntó acerca de este momento, no solo con respecto a su campaña sino en clave del contexto histórico que atravesamos.
The Nation: Tu campaña por la presidencia ha sorprendido. Las multitudes son grandes, los números en las encuestas son más grandes de lo que predijeron los expertos. Eres estudiante de historia política. Explícanos lo que está ocurriendo en perspectiva. ¿Estamos en uno de esos momentos – como vimos en 1930 – en los que el espectro político pudiera abrirse en una dirección mucho más progresista?
Sanders: Obviamente, no estamos en mitad de una gran depresión, como lo estábamos en aquel entonces. Pero creo que el descontento del pueblo americano es amplio, mucho más de lo que creen los expertos. ¿Sabes cual es el porcentaje de desempleo entre la juventud afroamericana? Está por encima del 50%. Familias con un miembro de 55 años o más tienen literalmente nada ahorrado para la jubilación. Los trabajadores están preocupados por sus puestos deslocalizándose a China. Tienen miedo de ser despedidos cuando llegan a los 50 y ser reemplazados por alguien con 25 años y la mitad de sueldo. Están asqueados con el grado en el que los billonarios son capaces de comprar las elecciones. Están aterrorizados por el hecho de que tenemos un Partido Republicano que se niega a reconocer la existencia del cambio climático, que ni mucho menos es capaz de denunciar este problema.
En 1936, cuando Roosevelt se presentó a la reeleción, dio la bienvenida al odio de los que denominó como “la realeza económica” – hoy, son la clase billonaria – y yo estoy preparado para hacer lo mismo. Ésta es la clase del discurso que el pueblo americano está preparado para escuchar.
The Nation: Hay otras personas que han intentado lo mismo con ésta campaña. Pero parece que tú tienes los apoyos, el micrófono, llegados a este punto. ¿Por qué?
Sanders: Ahora es cuando estoy teniendo más atención de los medios nacionales. Pero incluso con este interés la mitad de los norteamericanos no saben quien soy, algo que no habla acerca de mí en particular, sino acerca de la consciencia política en general. Te puedo dar otro ejemplo de ello; tengo de lejos la página del senado más exitosa, con 1.2 millones de personas siguiéndonos y 1 millón que pueden estar hablando de nosotros a diario. Asi que no hay dudas acerca de que hay una parte significativa de la población que nos acompaña y que lo lleva haciendo durante años.
The Nation: Obviamente, para muchos de los que le han seguido, los problemas económicos, el mensaje populista, está en el centro de su campaña. Pero cuando hablas acerca de la crisis, siempre incluyes argumentos acerca del cambio climático.
Sanders: Mira, para aquellos de nosotros que creemos en la ciencia, no podemos simplemente ignorar lo que la comunidad científica está diciendo de manera unánime. Y eso es que el cambio climático es real, que está causado por la actividad humana, que ya está causando problemas devastadores, y que solo empeorará si no transformamos nuestro sistema energético. No puedes ignorar lo que está pasando día tras día y lo que significará, lo que significa ahora para la gente en California y otras partes, y lo que significará para tus hijos y los míos. Es una responsabilidad moral aceptar que debemos transformar el modelo energético. No puede ser ignorado.
The Nation: Como candidato a la presidencia, ¿te negarías a aceptar el dinero de las compañías petrolíferas?
Sanders: (entre risas y hablando sarásticamente) Bueno, déjame ver, es cierto que los hermanos Koch nos han enviado un cheque por un valor inmenso, y estamos debatiendo si aceptarlo o no. Por supuesto, para nosotros, es una tesitura irreal: a) no me financio con dinero de las megacorporaciones en el PAC b) si por accidente, alguna compañía nos enviara dinero, definitivamente se lo enviaríamos de vuelta.
The Nation: Ha habido críticas respecto a que estabas muy centrado en la economía, dejando de lado temas como la brutalidad policial y la encarcelación masiva. ¿Acaso no es algo que tendrías que mencionar?
Sanders: Claramente, la brutalidad policial y lo que está ocurriendo en comunidades afroamericanas y otras comunidades es un gran problema. La pregunta es: ¿cómo consigues departamentos de policía que sean parte de sus comunidades, no opresores en las mismas? ¿Cómo consigues que los policías, cuando cometen actos criminales, sean responsabilizados y juzgados? ¿Cómo consigues policías que reciben el entrenamiento adecuado? ¿Cómo demilitarizas nuestros departamentos de policía? Todas estas son cuestiones importantes. La buena noticia es que, como país, estamos prestando mucha más atención a estos problemas que antes. Si alguien piensa que la brutalidad policial actual es algo nuevo, están totalmente confundidos. La buena noticia, en cierto sentido, es que se está convirtiendo en algo público y estamos hablando acerca de ello.
Creo que tiene que haber un cambio significativo en cuanto a la utilización de la fuerza. Es la cuestión clave que debemos tratar, y la trataremos, sin duda.
El otro factor que me perturba es que apenas hay debate acerca del desempleo entre la juventud afroamericana. ¿Cómo puedes hablar acerca de Ferguson y Baltimore y no saber que, en estas comunidades en particular, el desempleo se ha disparado más allá de los gráficos? La juventud afroamericana alcanza el 50% de desempleo, y si la tendencia continúa así, uno de cada tres varones afroamericanos corre el riesgo certero de acabar en la cárcel. Es un desastre. Así que, por supuesto, tenemos que hablar acerca de la brutalidad policial, de reformar nuestro sistema policial y judicial, de asegurarnos de que estamos educando a nuestros hijos y preparándoles para un trabajo y no enviándoles a la cárcel. Pero siento algo de angustia cuando la gente no habla acerca de lo que considero es el gran problema: ¿cómo puedes obviar que el desempleo entre afroamericanos es del 50%?
The Nation: Mientras hablamos de la evolución de las políticas públicas, hablemos de la evolución de una palabra: socialismo. Apareciste en “This week” de la cadena ABC y cuando te preguntaron si un socialista podría ser elegido presidente, no parpadeaste: hablaste del socialismo de una manera positiva y detallada. No creo que ningún candidato presidencial haya hecho eso jamás en un programa de domingo por la mañana.
Sanders: Mitch McConnel, el líder republicano del senado, a menudo critica incorrectemente a Obama por intentar traer el “socialismo de corte europeo”, y McConnell dice que el pueblo americano no quiere eso. Primero de todo, por supuesto que Obama no intenta traer socialismo al estilo de Europa. Segundo, creo que si los norteamericanos entendieran los logros que se han conseguido bajo gobiernos socialdemócratas, partidos de los trabajadores a lo largo de Europa, estarían sorprendidos de conocer sus resultados.
Una de las metas de la campaña es la de ampliar ésta comprensión… ¿Cúantos americanos saben que en virtualmente todos los países europeos, cuando tienes un hijo, te dan días libres e incluso, dependiendo del país, beneficios fiscales? ¿Conoce ésto el público americano? Lo dudo. ¿Saben que somos el único país occidental industrializado que no garantiza la sanidad pública? La mayoría de la gente lo desconoce. ¿Saben que a lo largo de Europa, los institutos y universidades públicas carecen de tasas o son asequibles?
Siempre he pensado que los países de Escandinavia no han tenido el reconocimiento honesto que merecen por los extraordinarios logros que han conseguido…
El embajador danés, con quien hablé hace unos años, me dijo que en Dinamarca es muy, muy difícil ser pobre, casi tienes que literalmentequerer estar fuera del sistema. Eso está bastante bien. En Dinamarca, todos los niños pueden ir a la universidad; no solo van gratis, sino que también reciben incentivos. La sanidad es, por supuesto, un derecho para todos.
Tiene un sistema muy fuerte orientado a los niños, lo cual para mi es muy importante. Su sistema de jubilaciones es muy sólido. Son muy activos en tratar de proteger el medio ambiente… Y por cierto, el porcentaje de personas que acuden a las urnas en estos países es mucho más alto, en las pasadas elecciones danesas estuvo por encima del 80%.
La implicación política es mucho más alta que en los EE.UU. Es una democracia más vibrante en muchos aspectos. Entonces ¿por qué no iba a defender yo eso? ¿Se creen que estoy asustado de la palabra? No estoy asustado de la palabra.
The Nation: Por supuesto, si no estás asustado de la palabra, no te pueden atacar. Puedes centrarte en las políticas.
Sanders: Cuando me presenté al senado por primera vez, me enfrenté al tipo más rico del estado de Vermont. Se gastó un montón de dinero en anuncios – cosas muy feas. Estuvo atacándome como liberal. No usó la palabra “socialista” en absoluto porque toda la gente del estado sabe que lo soy. La palabra ha perdido su caché.
The Nation: Eres el hijo de un inmigrante, y has denunciado la explotación de los trabajadores inmigrantes. ¿Cual es tu sensación acerca de cómo figurará este problema en la campaña de 2016?
Sanders: He apoyado la campaña por una reforma comprensiva de la ley de inmigración, el Dream Act, y un número de éstas iniciativas.
Pero como sabes, los republicanos han bloqueado cualquier avance; peor que eso, hablan de la “auto-deportación” y otras propuestas draconianas. Así que apoyé la acción ejecutiva del presidente, creí que era un buen paso.
Pero tenemos que avanzar más: tenemos que luchar contra estas políticas de división que buscan dividir a las familias trabajadoras, que faltan al respeto al trabajo duro, que faltan al respeto a las contribuciones que hacen los trabajadores inmigrantes a nuestra economía.
Estas políticas divisorias no arreglan nada: solo lo hacen más fácil para explotar millones de trabajadores que son vulnerables dada su situación como indocumentados.
Tenemos que denunciar la explotación y acabar con ella.
También tenemos que hablar acerca de quien se beneficia de ésta explotación: las mismas corporaciones que vemos apoyando las políticas de la “carrera hacia el abismo”.
En vez de tratar de dividir a los trabajadores, una vieja estrategia, tenemos que centrarnos en unirlos, y lo hacemos diciendo: “mirad, el problema no es este grupo de trabajadores o aquel grupo de trabajadores.
El problema son las corporaciones y las políticas que hacen que la explotación sea posible.” Vamos a hablar mucho de ello en ésta campaña.
The Nation: Otra cuestión sobre la que te has centrado a lo largo de los años es la vigilancia masiva a los ciudadanos.
Además de votar en contra de la intervención en Irak, votaste contra el Patriot Act. Aquello fue hace 15 años, y aún hoy continúas luchando en estos temas.
Sanders: Voté en contra del Patriot Act. Dije en su momento que le daba al gobierno demasiado poder para espiar norteamericanos inocentes, y creo que el tiempo me ha dado la razón.
Lo que me frustra es esta falsa elección que dice que los EE.UU no pueden perseguir terroristas y proteger a la gente respetando la constitución y las libertades civiles. No creo que fuera el caso en 2001 y no creo que sea el caso ahora.
Así que he expuesto éstas cuestiones, y continuaré haciéndolo. Y otra cosa creo que es importante darse cuenta que no solo debe preocuparnos lo que hace el gobierno federal.
Tenemos que ser conscientes de que las corporaciones almacenan gran cantidad de nuestros datos. Personalmente no tengo ninguna duda de que la tecnología está sobrepasando a las políticas públicas en este ámbito, y no creo que debamos ser indiferentes ni decir que es algo que tendrían que solucionar las corporaciones.
Todos deberíamos estar hablando de esto, acerca de cómo mantener nuestro derecho a la privacidad en un tiempo que está cambiando tan rápidamente.
The Nation: Sientes lo mismo acerca de las corporaciones espiando el futuro de internet para su ventaja.
Sanders: Totalmente. He estado muy involucrado en la lucha por mantener la neutralidad en la red. Se trata del libre flujo de la información, el libre flujo de las ideas en internet. Si dejamos que las corporaciones le pongan a esto un código de barras, en las que un billonario paga para que algunas ideas tengan más trascendencia que otras para sus intereses , eso cambia el debate de una forma dañina para la democracia. Es sentido común, y hemos tenido algo de éxito en defender la neutralidad en la red, pero debemos permanecer alerta. Estas luchas sobre política comunicativa son realmente luchas acerca cómo nuestra democracia va a funcionar – si es que va a funcionar – en el siglo 21.
The Nation: Parte de las críticas de los expertos describen: “Sanders es fuerte en las cuestiones, pero no llegará a ninguna parte si no ataca a Hillary Clinton. ¡Eres atacado por no ser negativo!
Sanders: (riendo) He tenido periodistas que se han sentado exactamente donde tú estás sentado, y he hablado con ellos durante una hora respecto a los mayores problemas a los que se enfrenta la sociedad norteamericana – he seguido por otra hora – y al final, alguien me pregunta por unas palabras acerca de Hillary Clinton. Y entonces el artículo se convierte en “Bernie Sanders vs Hillary Clinton”. Esa es la visión del mundo de los mass media, esa es su única forma de entender como funciona una campaña: cuando un candidato ataca a otro.
He conocido a Hillary Clinton por muchos años. Déjame confesar: me gusta Hillary, pero estoy en desacuerdo con ella en muchas cuestiones. Mi trabajo es diferenciarme de ella en éstos temas, no a través de ataques personales. Nunca he utilizado un anuncio negativo en mi vida. ¿Por qué no? Primero, en Vermont, no funcionan, y francamente, cada vez creo funcionan menos a lo largo del país. Realmente creo que la gente quiere un candidato con soluciones para los problemas de America más que alguien que solo ataca a su oponente. Si ves la política como un partido de béisbol o fútbol, entonces debería estar diciéndole a la gente que mi contrincante es la peor persona del mundo y que yo soy genial. Eso es una mierda; no creo en ello ni por un segundo… No necesito malgastar mi tiempo atacando a Hillary Clinton o cualquier otro. Quiero hablar de mis ideas respecto a los problemas.
La otra cosa que quiero es llevar estos debates a las llamadas “áreas rojas” del país. Creo que es ilógico que los demócratas no tengan una estrategia para los 50 estados. ¿Cómo puede ser, que si supuestamente eres el partido de los trabajadores, abdicas de tu responsabilidad en algunos de los estados más pobres de América?
¿Dónde estás en Mississippi? ¿En Carolina del Sur? ¿Alabama?
¿Dónde estás en el resto de estados de bajo poder adquisitivo?
Si no empiezas ahora, nunca avanzarás. Asi que en esta campaña pretendo ir a estados que muchos candidatos demócratas no suelen visitar.
The Nation: ¿Harías debates de uno contra uno con candidatos a la presidencia republicanos? ¿Te sentarías con Scott Walker para debatir acerca de los sindicatos con él?
Sanders: Por supuesto que lo haría, debatiría con él acerca de lo que fuera. Y te diré la verdad: no me parece una mala idea que participara más de un republicano y más de un demócrata. El problema político más serio al que se enfrenta este país es que no discutimos acerca de los serios problemas a los que nos enfrentamos.
Y la población americana se está alienando cada vez más del proceso político; el 63% de los americanos no votaron el pasado noviembre. Estoy buscando formas de traerles de nuevo a una discusión seria acerca de problemas serios. Cuando hagamos eso, la agenda republicana quedará expuesta por el desastre que es.
The Nation: Tienes un fuerte sentido de la historia. ¿Cual es tu análisis para una campaña histórica?
Sanders: El título de nuestra campaña, el slogan de los trabajadores es “Una Revolución Política”. Esto es de lo que trata.
Si da lugar a millones de personas comenzando a moverse en esa dirección, empezando a entender el potencial de nuestro país, en lo que nos podemos convertir; si la gente comprende por qué estamos donde estamos en términos de poder adquisitivo y desigualdad; si la gente comienza a comprender que participar en nuestro proceso democrático es un deber patriótico y por lo que la gente luchó y murió por defender; si la gente comienza a ponerse en pie y a decir “America no debería ser un país donde el 99% de los nuevos beneficios va a parar al 1% más rico, o donde un 0,10% tiene casi tanta riqueza como el 90% más pobre… no se suponía que América debiera ser así”; si la gente comienza a preguntar “¿qué podemos hacer como norteamericanos?
¿Cómo nos encaminamos hacia una sistema sanitario para todos?
¿Cómo podemos tener el mejor sistema educativo del mundo? Debemos involucrarnos en la discusión, hagamos que suceda.” Si deseamos alcanzar esta meta, seré elegido como presidente de losEE.UU.
E incluso si no soy elegido como presidente, el país se encontrará en una situación mucho mejor por haber hecho el esfuerzo.
Hasta aquí llega la entrevista traducida, a continuación info adicional.
¿Por qué me interesa tanto el fenómeno Bernie Sanders, tanto como para dejarme el culo en la silla traduciendo el artículo?
1.- Las encuestas
Aparte de su rompedor discurso y de su increíble trayectoria en la lucha por un mundo más justo, lo que apenas hace unas semanas parecía un imposible se ha convertido en un adversario muy real para la campaña de Hillary Clinton.
Aquí vemos los datos de las pasadas encuestas, desde marzo a mayo Bernie ha subido como la espuma, del 4 al 15% en apenas 2 meses. Pero atención, hace pocos días ha visto la luz la siguiente información: Bernie alcanza por primera vez un 25% en una encuesta nacional, un 32% si se enfrentara exclusivamente a Hillary.
2.- Su financiación
A éstas alturas, muchos de vosotros os preguntaréis, ¿cómo este hombre que se declara socialista está pudiendo competir contra los gigantes de las corporaciones sin acabar asfixiado financieramente? Fijaos en el siguiente gráfico
Estas gráfica ayuda a explicar cómo ha sacado adelante la campaña sin deberle favores a las megacorporaciones: a través de muchísimas microdonaciones o donaciones muy moderadas en comparación con la de los demás candidatos.
Aparte, aquí tenemos una lista de los diez mayores donantes, por el lado de Hillary tenemos grandes bancos y empresas, por el de Bernie a “the unions”, es decir, sindicatos de distintos ámbitos.
3.- El apoyo popular
Para los grandes medios y el equipo electoral de Hillary Clinton, aparte de las encuestas más recientes, hay un hecho que ha transformado a Bernie de don nadie a rival a tener muy en cuenta: la asistencia multitudinaria de sus últimos mítenes. Los 10.000 presentes en Wisconsin han supuesto un punto de inflexión, pero este día no supuso la excepción. Bernie y su equipo están consiguiendo una asistencia tan apabullante que ya superan con creces a cualquier candidato respaldado por el gran dólar.
4.- Su trayectoria vital y política.
Sus 16 años en el Congreso le han servido para ser miembro independiente durante más tiempo en la historia. Ha trabajado en el comité de medio ambiente y empleo público, centrándose en el calentamiento global y la ruinosa infraestructura estadounidense. Es miembro del comité de energía y recursos naturales, donde ha luchado por las energías renovables. También trabaja en los comités de salud, educación, trabajo y pensiones, desde donde ha luchado por una sanidad más asequible y mejores programas educativos.
Aquí hay una lista de cómo ha votado en el congreso durante los últimos años.
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