TPP es el peor acuerdo comercial, denuncia Médicos Sin Fronteras
Tharanga Yakupitiyage, IPS
El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, en inglés) “pasará a la historia como el peor acuerdo comercial para el acceso a los medicamentos en los países en desarrollo”, denunció Médicos sin Fronteras (MSF) en un comunicado tras la firma del tratado el lunes 5.
El TPP es el mayor acuerdo comercial de los últimos años ya que reúne a 12 países, incluido Estados Unidos, que en conjunto representan 40 por ciento de la economía mundial.
Las negociaciones del tratado, iniciadas en 2008, concluyeron con su firma en la sureña ciudad estadounidense de Atlanta. El TPP incluye una serie de medidas económicas, como la reducción de aranceles y normas para el derecho laboral, la regulación ambiental y las inversiones internacionales.
“Este acuerdo equipara el campo de juego para nuestros agricultores, ganaderos y fabricantes mediante la eliminación de más de 18.000 impuestos que diversos países aplican a nuestros productos”, declaró el presidente estadounidense Barack Obama, en un comunicado tras las negociaciones.
Obama añadió que el TPP tiene los compromisos “más sólidos” sobre trabajo y medio ambiente que cualquier otro tratado comercial de la historia.
Aunque el acuerdo aún no ha sido adoptado formalmente por los órganos legislativos de los países signatarios, ya recibió críticas por parte de numerosas organizaciones de la sociedad civil, incluida MSF, cuya principal preocupación surge de las disposiciones del TPP sobre la protección de los fármacos biológicos sujetos a la propiedad intelectual.
Por fármacos biológicos se entiende toda terapia de una fuente de origen biológica, como las vacunas, las antitoxinas y los anticuerpos monoclonales para enfermedades como el cáncer y el virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/sida).
La organización de investigación Brookings Institution, con sede en Estados Unidos, señala que los fármacos biológicos son estructuralmente más complejos que otros medicamentos, lo que hace que su elaboración sea más difícil y costosa. En promedio, cuestan 22 veces más que los demás.
Debido a estos costos, las empresas utilizan el fármaco original para desarrollar “biosimilares”, o sea versiones genéricas más baratas de los productos biológicos. MSF ha declarado que esta es la “mejor manera de reducir los precios de los medicamentos y de mejorar el acceso al tratamiento”.
Por ejemplo, MSF brinda tratamiento con medicamentos genéricos a unas 300.000 personas con VIH/sida en 21 países. Estos fármacos redujeron el costo anual de la organización de 10.000 dólares a 140 dólares por cada paciente tratado.
Sin embargo, en Estados Unidos los fabricantes de fármacos biológicos tienen 12 años de exclusividad sobre la información necesaria para copiarlos. Durante ese lapso, la Administración de Alimentos y Fármacos estadounidense no puede aprobar un fármaco biosimilar que utilice los datos biológicos originales.
Las normas que protegen esos datos varían según los países. Por ejemplo, Chile, México y Perú no regulan los datos biológicos en absoluto.
Como parte de las negociaciones del TPP, Estados Unidos intentó incluir la regla de protección de 12 años, pero al final los ministros de los distintos países signatarios acordaron un lapso mínimo obligatorio de cinco a ocho años de protección de los datos.
En consecuencia, los fármacos biosimilares no podrán ingresar al mercado de aquellos países que anteriormente no tenían restricciones al respecto. Según MSF, eso elevará los precios de los medicamentos esenciales, sostenidos por las empresas farmacéuticas, lo que impedirá que las personas y los proveedores de salud los adquieran a un precio accesible.
MSF prevé que al menos 500 millones de personas no podrán acceder a los medicamentos una vez que el TPP entre en vigor. “Los grandes perdedores en el TPP son los pacientes y los proveedores de tratamiento en los países en desarrollo”, denunció MSF en un comunicado. La organización instó a los gobiernos y sus legislaturas a considerar las consecuencias.
“El impacto negativo del TPP en la salud pública será enorme, se sentirá en los años por venir y no se limitará a los actuales 12 países del TPP, ya que es un modelo peligroso para futuros acuerdos,” advirtió MSF.
El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, en inglés) “pasará a la historia como el peor acuerdo comercial para el acceso a los medicamentos en los países en desarrollo”, denunció Médicos sin Fronteras (MSF) en un comunicado tras la firma del tratado el lunes 5.
El TPP es el mayor acuerdo comercial de los últimos años ya que reúne a 12 países, incluido Estados Unidos, que en conjunto representan 40 por ciento de la economía mundial.
Las negociaciones del tratado, iniciadas en 2008, concluyeron con su firma en la sureña ciudad estadounidense de Atlanta. El TPP incluye una serie de medidas económicas, como la reducción de aranceles y normas para el derecho laboral, la regulación ambiental y las inversiones internacionales.
“Este acuerdo equipara el campo de juego para nuestros agricultores, ganaderos y fabricantes mediante la eliminación de más de 18.000 impuestos que diversos países aplican a nuestros productos”, declaró el presidente estadounidense Barack Obama, en un comunicado tras las negociaciones.
Obama añadió que el TPP tiene los compromisos “más sólidos” sobre trabajo y medio ambiente que cualquier otro tratado comercial de la historia.
Aunque el acuerdo aún no ha sido adoptado formalmente por los órganos legislativos de los países signatarios, ya recibió críticas por parte de numerosas organizaciones de la sociedad civil, incluida MSF, cuya principal preocupación surge de las disposiciones del TPP sobre la protección de los fármacos biológicos sujetos a la propiedad intelectual.
Por fármacos biológicos se entiende toda terapia de una fuente de origen biológica, como las vacunas, las antitoxinas y los anticuerpos monoclonales para enfermedades como el cáncer y el virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/sida).
La organización de investigación Brookings Institution, con sede en Estados Unidos, señala que los fármacos biológicos son estructuralmente más complejos que otros medicamentos, lo que hace que su elaboración sea más difícil y costosa. En promedio, cuestan 22 veces más que los demás.
Debido a estos costos, las empresas utilizan el fármaco original para desarrollar “biosimilares”, o sea versiones genéricas más baratas de los productos biológicos. MSF ha declarado que esta es la “mejor manera de reducir los precios de los medicamentos y de mejorar el acceso al tratamiento”.
Por ejemplo, MSF brinda tratamiento con medicamentos genéricos a unas 300.000 personas con VIH/sida en 21 países. Estos fármacos redujeron el costo anual de la organización de 10.000 dólares a 140 dólares por cada paciente tratado.
Sin embargo, en Estados Unidos los fabricantes de fármacos biológicos tienen 12 años de exclusividad sobre la información necesaria para copiarlos. Durante ese lapso, la Administración de Alimentos y Fármacos estadounidense no puede aprobar un fármaco biosimilar que utilice los datos biológicos originales.
Las normas que protegen esos datos varían según los países. Por ejemplo, Chile, México y Perú no regulan los datos biológicos en absoluto.
Como parte de las negociaciones del TPP, Estados Unidos intentó incluir la regla de protección de 12 años, pero al final los ministros de los distintos países signatarios acordaron un lapso mínimo obligatorio de cinco a ocho años de protección de los datos.
En consecuencia, los fármacos biosimilares no podrán ingresar al mercado de aquellos países que anteriormente no tenían restricciones al respecto. Según MSF, eso elevará los precios de los medicamentos esenciales, sostenidos por las empresas farmacéuticas, lo que impedirá que las personas y los proveedores de salud los adquieran a un precio accesible.
MSF prevé que al menos 500 millones de personas no podrán acceder a los medicamentos una vez que el TPP entre en vigor. “Los grandes perdedores en el TPP son los pacientes y los proveedores de tratamiento en los países en desarrollo”, denunció MSF en un comunicado. La organización instó a los gobiernos y sus legislaturas a considerar las consecuencias.
“El impacto negativo del TPP en la salud pública será enorme, se sentirá en los años por venir y no se limitará a los actuales 12 países del TPP, ya que es un modelo peligroso para futuros acuerdos,” advirtió MSF.
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PUBLICACIÓN DE WIKILEAKS SOBRE EL TRATADO TRANS PACÍFICO REVELA TEMORES A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
El capítulo de propiedad intelectual del Tratado Trans Pacífico da a sus países miembro el poder de detener información de orden público.
WikiLeaks ha publicado el capítulo de propiedad intelectual del Tratado Trans Pacífico (TPP), el controversial acuerdo entre 12 países que fue firmado este lunes pasado.
El Tratado TransPacífico fue negociado en secreto y sus detalles aún no se han publicado. Pero los críticos, incluyendo los demócratas aspirantes a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton y Bernie Sanders, sindicatos y activistas de la privacidad se han alineado para atacar lo que han visto de él. Las últimas revelaciones de WikiLeaks probablemente no serán tranquilizadoras.
Un capítulo parece dar a los países signatarios (denominados “partes”) mayor poder para retener información que pueda conocer el público.
El Tratado daría a los países signatarios la posibilidad de reducir los procedimientos legales si el robo de información fuese “perjudicial para los intereses económicos de una parte, las relaciones internacionales o de defensa o seguridad nacional”, en otras palabras: en caso de que un juicio pudiera causar la diseminación de información.
Una nota del redactor dice que todavía se aplicarían las leyes individuales de cada país participante sobre la denuncia de irregularidades.
El texto del capítulo de propiedad intelectual confirma advertencias de que este acuerdo supone una grave amenaza a la libertad global de expresión y el acceso básico a cosas con la medicina y la información, dijo Evan Greer (Director de Campaña del grupo activista de Internet “Fight For The Future” (Lucha por el Futuro)).
Pero la parte triste es que nadie debería sorprenderse por esto. Debería haber sido obvio para cualquiera que observara el proceso que se daría más acceso a los burócratas de los gobiernos y a compañías monopólicas que a oficiales electos y periodistas, ése sería el resultado.
Entre las disposiciones del capítulo (que pueden o no ser la versión más reciente) son reglas que dicen que cada país en el acuerdo tiene la autoridad para obligar a toda persona acusada de violar la ley de propiedad intelectual para proporcionar “información pertinente […] que el infractor o presunto infractor posee o controla “conforme a lo dispuesto en las propias leyes de ese país.
Las normas también establecen que todos los países tienen la autoridad para dar de inmediato el nombre y dirección de cualquier importador de mercancías retenidas a quien posee la propiedad intelectual.
Esa información puede ser muy amplia, también: “Dicha información puede incluir información relativa a cualquier persona involucrada en cualquier aspecto de la infracción o presunta infracción”, continúa el documento, “y en relación con los medios de producción o de los canales de distribución de la infracción (o presunto infractor de bienes o servicios), incluyendo la identificación de terceras personas acusadas de participar en la producción y distribución de dichos bienes o servicios y de sus canales de distribución “.
TPP se enfrenta ahora a un camino difícil en el Congreso donde los opositores del presidente Obama del ala derecha argumentan que el acuerdo no hace lo suficiente para los negocios mientras que los opositores de la izquierda argumentan que hace demasiado.
Obama se ha comprometido a hacer público el TPP, pero sólo después de que la legislación se haya aprobado.
Michael Wessel fue uno de los asesores que fue pedido por el gobierno de Estados Unidos para revisar lo que luego dijo eran partes lamentablemente inadecuadas del documento. Wessel dijo que el empuje del TPP no hace nada por los estadounidenses.
“Se trata de aumentar la capacidad de las corporaciones globales para producir donde quieran al menor costo”, dijo.
“No se trata de mejorar o promover la producción en los Estados Unidos”, dijo Wessel. “No estamos haciendo cumplir los acuerdos comerciales de hoy en día de manera adecuada. Mira China y Corea. Ahora no sólo estamos expandiendo el comercio a un conjunto mucho mayor de países bajo un nuevo conjunto de reglas que aún no se han probado, pero nos estamos preparando para expandir eso a muchos más países. Sería más fácil de aceptar si estuviéramos haciendo cumplir las reglas de hoy en día”.
Wessel dijo que en última instancia, los países que actualmente se benefician de una mayor externalización de puestos de trabajo por parte de empresas estadounidenses no es probable que sus salarios suban por encima de un cierto nivel.
“Si nos fijamos en otros países, México y la India y otros – que ha habido un aumento de la clase media, pero ha habido también un estancamiento para aquellos que estamos esperando para entrar en la clase media”, dijo Wessel. “Las empresas están recorriendo el mundo buscando países donde puedan llegar a producir más barato.”
Eso, dijo, se traduce en presión a la baja constante de los salarios estadounidenses. “Las empresas no invierten aquí en la forma en que nos gustaría; están haciendo recompras de acciones y dividendos más altos “, Wessel continuó. “Están dando un soporte a la clase media pero no están creando puestos de trabajo.”
Por Sam Thielman
Traducción y adaptación: Luciano Salellas
Fuente: theguardian.com
Enlace original: http://www.theguardian.com/business/2015/oct/09/wikileaks-releases-tpp-intellectual-property-rights-chapter
visto en: Haddensecurity
‘TTIP impulsado por EEUU busca derogar los derechos sociales’
Cientos de miles de personas se manifiestan en Berlín, capital alemana, contra el Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés) entre la Unión Europea (UE) y EE.UU.
Los manifestantes calificaban al tratado como el caballo de Troya para Europa. Las protestas fueron convocadas por diversos sindicatos y movimientos sociales.
Una de las partes polémicas del convenio es el tratado trasatlántico que propone suprimir límites aduaneros y arancelarios.
El economista Ernesto Mattos aborda el tema desde la ciudad capitalina de Argentina, Buenos Aires, en una entrevista concedida a HispanTV.
smd/nii/
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