sábado, 16 de enero de 2016

Neoliberalismo – El Pensamiento Único o Cómo adoctrinar borregos en masa y en cadena


Viñeta de @LaRataGris


Neoliberalismo

El pensamiento único (Parte 1, antecedentes)

Por C. Zeigarnik @C_Zeigarnik
En un artículo anterior, se ha explicado cómo comprende el neoliberalismo la cuestión educativa y se han revisado brevemente algunos ejemplos de su praxis en nuestro país, España. 

En este escrito, en cambio, nos centraremos en una cuestión más abstracta, que tiene que ver con el pensamiento, la mentalidad del ser humano que habita un país capitalista imbuido en la dinámica neoliberal. Para ello, se ha dividido este capítulo en tres epígrafes. 

El primero tiene que ver con los antecedentes, con la procedencia de este pensamiento, sus características, y cómo es introducido en una sociedad dada; el segundo se centrará en la asimilación del mismo; y el tercero y último en su posterior retroalimentación. 

Aunque estos conceptos parezcan aún más abstractos, se verá cómo adquieren mayor solidez con los ejemplos que la historia nos ha dejado, en diferentes países, con antecedentes históricos, y con procesos sociales y personalidades de procedencias y significados distintos.

Si se dejase a un lado toda la parafernalia de conceptos que día a día nos invaden a través de los medios de comunicación −incluyendo éste, internet− y nos apartáramos de ellos, como quien está admirando un cuadro, un neoliberal vería a nuestro alrededor algo así: 

“En una sociedad dada, donde el Estado se gasta casi el 50% del PIB, controla sectores como la sanidad y la educación, e incluso subvenciona al que no tiene trabajo, hay gran parte de la población que vive sólo de la redistribución del dinero. Son personas que no producen bienes en un mercado libre, reciben dinero del Estado, un dinero que previamente confiscó de los contribuyentes”

En muchas mesas, en días festivos, donde se junta toda la familia, no es complicado encontrar afirmaciones de este tipo, pero… ¿Qué se puede dilucidar de esta apreciación? 

Pues que existen un montón de personas viviendo como parásitos, a expensas de otros individuos. Para un neoliberal, la sociedad puede dividirse en dos partes bien diferenciadas: los que producen y los que viven de los productores. 

Esos supuestos parásitos viven gracias a la coerción estatal, que organiza, administra y vigila esa redistribución. Esto es muy importante porque se fija un enemigo, el Estado. 

Un Estado que transfiere la riqueza de un grupo a otro. Y si se quiere promover la libertad y la responsabilidad individuales (propias de sus tesis), el neoliberal no puede aceptar tal grado de dependencia en la población.
A lo largo de este artículo veremos cómo éste y otros juicios acceden a la mente de los que están a nuestro alrededor.
  1. Los antecedentes, la escuela pública.
En un libro que se recomienda encarecidamente a los lectores, Breve historia del neoliberalismo, su autor, David Harvey, señalaba que a los neoliberales les interesaba el Estado en la medida en que éste funcionaba como primera espada. 

Esto es, el Estado se encargaba de crear el mercado (entendido como la tierra, el agua, la educación, la atención sanitaria, la seguridad social o la contaminación medioambiental). 

Es la acción estatal, por ejemplo, la que consiguió desarrollar, entre otras cosas, el Estado de Bienestar en España tras la Dictadura franquista, y añade Harvey tras esa apreciación: 

(…) Pero el Estado no puede aventurarse más allá de lo que prescriban esas tareas (…) porque éste no puede anticiparse a las señales del mercado (los precios) y porque es inevitable que poderosos grupos de interés distorsionen y condicionen estas intervenciones estatales en su propio beneficio”(págs. 8 y 9). 

La escuela pública, como parte de ese Estado del Bienestar, jugaría un papel muy especial.

Fotografía de Ana Rey

Para comenzar, la idea de la educación pública nació del advenimiento de la Revolución Francesa y de los estados naciones, en pleno siglo XVIII, y nació como un espacio público y democrático que debía informar de lo que sucedía en el mundo y habilitar a la gente a pensar, reflexionar y conversar en los planteamientos políticos. 

Existían dos instituciones que tenían como fin convertir a la gente en ciudadana: la educación y los medios de comunicación, de los que se hablará después en la retroalimentación del pensamiento.
En cuanto a la educación, una de sus misiones, desde el principio, aunque no realizada adecuadamente, fue la de formar a los ciudadanos, habilitarlos para, como se dijo antes, participar en debates políticos, más allá de sus intereses particulares. 

Aquí reside lo importante de la educación, no se forma uno de forma egoísta, sino desde el punto de vista del bien común, de la colectividad. Sin embargo, con el neoliberalismo se ha comprobado que las instituciones dominantes tenían otros planes para los alumnos. 

Comenzaron a percatarse de que la educación era fundamental. Del parvulario a la universidad, varía según los países que se estudien, dependiendo de la historia de sus sistemas y de su evolución, no es difícil ver cómo han penetrado masivamente las corporaciones privadas en la educación. 

Entre los motivos se encuentran, en primer lugar, la rentabilidad. Ya no sólo económica, que es muy aprovechable y ya la hemos repasado en el artículo anterior, sino la que tiene que ver con el cerebro de los niños. 

Educar es apropiarse de los cerebros ajenos. Entonces, cuando las empresas se introducen en la educación, buscan, esencialmente, apropiarse del cerebro de los niños. Esto es muy peligroso, y lo estamos viviendo, lo hemos vivido. 

En este proceso, la educación se desvía de la ciudadanía, del bien común, hacia los intereses de las empresas privadas. De este modo, no es lo mismo pensar desde el bien común que desde el punto de vista que ofrece tal empresa. 

Entre lo que se pierde, si se enumera, sería: la preparación para la vida cívica, la apertura al mundo, del puro placer y del entendimiento del saber, para orientarse al avasallamiento del mercado. La preparación de los sujetos educados para funciones económicas: administración, gestión, mano de obra, y mil conceptos de sobra conocidos. 

Así, la educación se comprenderá como la preparación para la vida mercantil, del empleo.

Fotografía de Juan Carlos Mejía

Hay numerosos ejemplos a este respecto, que tienen que ver con la introducción de la doctrina neoliberal. Ya hay empresas en EEUU y Canadá que actúan sobre su país, o sobre países del tercer mundo, en la aplicación de esa doctrina sobre ese público forzoso que son los niños. 

Los procedimientos son sencillos, algunas de esas empresas, como puede ser la estadounidense ChannelOne, se dedican a enviar a países en desarrollo material escolar para la educación, desde pizarras a ordenadores, pasando por libretas, libros de texto, bolígrafos, etc. ¿Y qué reciben a cambio de esa ayuda altruista? 

La posibilidad de exponer, durante diez o veinte minutos, vídeos donde muestran sus programas pedagógicos, que explican la actualidad. 

Se pueden alcanzar situaciones histriónicas, donde empresas que se dedican, por ejemplo, a la deforestación más masiva, expongan las razones por las que se debe cuidar el medioambiente, o que nos enseñe cómo comer mejor una gran cadena de comida rápida. 

Éstas son, a grandes rasgos, algunas de las consecuencias que podríamos vivir de darse definitivamente el asalto neoliberal sobre la educación.
Escrito por C. Zeigarnik @C_Zeigarnik

Parte 2 – La asimilación de una doctrina, la doctrina única

Por C. Zeigarnik @C_Zeigarnik
Cuando se habla de asimilación, de asimilar, nos referimos a esta definición de la RAE: “Comprender lo que se aprende, incorporarlo a los conocimientos previos”

Muchas veces, en nuestra propia educación, que no ha terminado, se nos invita a participar de los conocimientos, a ser partícipes de esas ideas que los habitan, pero casi nunca pasamos de esa participación, todo raya la superficie, no hay una asimilación profunda ni un análisis crítico elaborado. No se poseen las herramientas adecuadas para analizar lo que hay alrededor, tampoco para cribar aquello que puede modificar o transformar el pensamiento, véanse, por ejemplo, todos aquellos estímulos que recibimos de los medios de comunicación. 

Ese pensamiento crítico se desarrolla de distintos modos, el más conocido es el que tiene que ver con las líneas de pensamiento filosóficas, que son el más fiel recuerdo de resistencia al pensamiento plano, y que se ven como fundamentales a día de hoy para combatir el neoliberalismo. La consulta de aquellos autores críticos con el sistema predominante es una buena fuente de herramientas para luchar y resistir. 

Porque, paralelamente a esos ejemplos tan peligrosos del final del apartado anterior, han surgido organizaciones o personas como usted, que denuncian esas infiltraciones de las corporaciones en la educación y en muchos otros estamentos.

Hacer pedagogía, como insistía Gramsci en sufilosofía de la praxis, es algo fundamental hoy en día. La formación debe ser constante y amplia; dejar a un lado los prejuicios se hace esencial, porque estos, más que sumar, restan.

lumpen-capitalismo
Viñeta de @El_Lumpen

El neoliberalismo se ha encargado y se encarga de buscar también sus propias justificaciones ideológicas, sobre todo a través de aquellos ideólogos que conciben el mundo de la educación y que aspiran a su transformación. Siempre resulta más sencillo asimilar conceptos cuando provienen de premios Nobel de economía, le dan otro cariz a sus palabras. 

En paralelo, existen transnacionales potentes que vehiculan el discurso, incitando a gobiernos y profesores a adoptar prácticas conforme a sus ideales, y grupos de presión, los llamados thinktanks, que se esfuerzan en hacer lo mismo. 

El pensador más influyente fue Gary Becker, y no era un pedagogo, sino un economista. 

En su libro, El capital humano, que merece la pena consultar, asegura que el ser humano y sus conocimientos constituyen un capital en el que invertir, y que, como tal, puede evaluarse en base a su rentabilidad económica. 

Así, la educación es un capital computable, como cualquier otro, y esta idea es la que influye sobre los ministerios de educación, sobre los ministros, sobre los economistas… Y los medios de comunicación se encargan de aseverarlo, una y otra vez. 

En la situación que vive España, pocos son los partidos políticos de izquierda que hablan de los emigrantes forzosos, casi siempre se nos dice: “El Estado ha invertido en ellos mucho dinero, y ahora son otros Estados los que les cobran impuestos, es inadmisible”

Siempre hay un discurso económico, nuestro pensamiento está colonizado y no parece existir otro modo de pensar. Si a esto añadimos la tesis de Milton Friedman, el padre de la economía monetaria, que propuso el sistema de bonos para la educación, del que ya se habló bastante en el artículo anterior, tenemos dos teorías, de las que no se habla en las facultades, pero que son los pensamientos más influyentes sobre la educación, pues son los que circulan en el FMI, en la OCDE y en el Banco Mundial.
Cuando el pensamiento económico coloniza nuestras mentes, resulta complicado construir una alternativa viable al capitalismo. Casi todo nuestro discurso se engarza con conceptos que nos son ajenos, que no tienen que ver con nosotros. 

Así, entre algunos de los ejemplos más claros de esa asimilación, está el concepto de eficiencia. Decimos que Zara es eficaz porque ha logrado tantos millones de dólares o euros de beneficio neto en la última década, pero quizá, al mismo tiempo, ha desempleado a miles de personas, o ha creado puestos de trabajo precarios, que generan inseguridad y miseria en las familias. 

Se dice que el PIB español va a crecer a un tanto por cierto concreto, pero jamás hubo tantos parados, tanta pobreza, tanta desigualdad… El mundo occidental parece ser eficiente en economía, tecnología, en lo financiero, pero está perdiendo valores y la calidad de vida. 

Se dice que se vive en la economía del saber, pero nunca se ha enseñado y educado tan poco. 

¿Por qué? Porque la educación se ha enfatizado en reproducir vasallos del sistema.
Lo que tienen que asimilar esos vasallos, sin preocuparse por nada más, es el mantenimiento del mercado libre y autorregulado, y de la dinámica de producción y finanzas. 

Un vasallo se dice que es empleable cuando comprende cómo mantener ese ciclo, formando parte de su estructura, sea en el nivel que sea. 

Así, las reformas que se hacen desde en el sistema educativo se enfocan en la futura empleabilidad de los alumnos, lo cual es terrible, pero cala de una forma espectacular en el alumnado. Habría que preguntarse hasta qué punto sería empleable un filósofo, un poeta, un novelista, cualquier persona enfocada en las llamadas humanidades. 

Todos ellos tendrían que aprender lo que es el mercado, modificar su arte para la atracción de clientes. Únicamente verían su rentabilidad, su arte quedaría en un segundo plano. 

Y, sin embargo, qué sería de la Humanidad sin filósofos como Platón o poetas como Baudelaire o Byron.Como el mercado no los quiere, no pueden formarse poetas, literatos, matemáticos puros, físicos teóricos… Desgraciadamente sólo se forma a aquellos que el mercado financiero necesita para alimentar la máquina de multiplicar dinero.

Foto de Colectivo Desazkundea

Si hubiese que dividir el nivel de asimilación en la educación, en los niveles más altos, de máster y doctorado, están los que resuelven los problemas, se les hace creer inteligentes, porque resuelven problemas, pero en realidad la inteligencia está en formularlos. 

El que contempla un problema previamente enunciado para hallar la ecuación solucionadora no es inteligente, sólo confunde analizar y calcular, con pensar y reflexionar. 

En el nivel intermedio estarían los técnicos productores, al servicio de las máquinas, de las necesidades que plantean, vigilar que no sufran averías y que la producción no se detenga. 

El único conocimiento que requiere es la lógica de la maquinaria que deben vigilar. E incluso se les pide que se adelanten a sus posibles demandas. Es la máquina, paradójicamente, la que pide, la que solicita, la que está por encima del humano. 

Por debajo de este nivel ya no se forma a nadie, casi la mitad de las personas que trabajan para las principales multinacionales del mundo son analfabetas, porque si dejasen de serlo, pondrían en cuestión todo lo que hacen. 

Pero no hablamos sólo de personas que no saben leer ni escribir, hablamos de personas que tienen su diploma de primaria, de secundaria, pero que la obtuvieron por antigüedad. 

Son graduados y analfabetos, que casi no saben ni leer, pero tienen un diploma, y esto lo podemos conectar con el comienzo, porque es imposible asimilar nada sin palabras en la mente que podamos combinar, y esas palabras provienen de la poesía, de las obras filosóficas, de las novelas. Si no se piensa, se defiende el sistema. 

Imaginemos el cierre de una empresa, los despidos, y que los propios obreros digan: “Es la ley del mercado, somos menos competitivos que los chinos, qué le vamos a hacer”

El obrero acaba por defender el propio sistema que lo anula. El obrero ha asimilado la doctrina, progresa adecuadamente.
Escrito por C. Zeigarnik @C_Zeigarnik

Parte 3: La retroalimentación: 

propaganda y adoctrinamiento


Por C. Zeigarnik @C_Zeigarnik
Desde un punto de vista histórico se dice que Hitler inventó la propaganda. 

En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, Hitler entendió cuál era el papel de la propaganda sobre la sociedad, sin embargo, no la inventó él, ni siquiera Goebbels, a quien muchos se cansan de citar, sino que la aprendió de los medios de comunicación de otras democracias occidentales, en particular, de la democracia inglesa y la estadounidense. 

Desde el nacimiento de las sociedades modernas, prevalecen dos tendencias; la primera pide una democracia participativa con una ciudadanía informada; la segunda margina a una parte de la población porque no debe inmiscuirse en asuntos que son de su incumbencia, pero se les hace creer que no es así. 

Esta última visión de la sociedad, de la economía y del mundo también existe en nuestra cultura. Tomó cuerpo en la Primera Guerra Mundial, en los EEUU. 

Por aquel entonces, el gobierno fue elegido por su promesa de no entrar en la guerra. Poco después de su elección, por razones de política interna e industriales, el gobierno decidió participar en aquel conflicto. 

Entonces, los EEUU, Propaganda Naziademás de enfrentarse a sus enemigos, tuvieron que enfrentarse a la opinión pública. 

Para hacerlo creó una comisión bautizada con el nombre del periodista que la presidía, el señor George Creel. 

Esta comisión inventó las más modernas técnicas de propaganda, amoldamiento y preparación de la opinión pública. 

Llevó a cabo exitosamente su mandato en pocos meses y convirtió la guerra en algo fundamental para el destino del país. Trabajaron en esta Comisión Creel personas muy famosas por aquel entonces, pero si hay alguien a destacar es al austríaco Edward Bernays, fundador de la industria de relaciones públicas. 

Cuando estas personas salieron de la comisión colocaron herramientas de comunicación en las sociedades. Estas herramientas siguen vivas hoy y forman parte de los mecanismos de propaganda. Son los descendientes de la comisión Creel los que implantaron los mecanismos para lograr este pensamiento único. 

Las instituciones encargadas de moldear la opinión pública nos muestran el papel de las empresas, de las relaciones públicas dentro de las empresas, de la comunicación social, de los propios medios de comunicación, del papel de los intelectuales, de la publicidad, del papel de la información en general en nuestras sociedades. 

Todo esto se estableció entonces y fue la lección que Hitler aprendió.
Volviendo a lo anterior, se ha dicho que para que funcione una sociedad se debe excluir a parte de su población, pero también existen estos artículos, este contradiscurso. 

Hay lugares donde se proponen otros análisis, existen medios alternativos, intelectuales que conducen nuevos discursos, y también grupos sociales y comunidades que preparan nuevos pensamientos. Pese a esto, el pensamiento único predomina y la propaganda, igual que en su día la Comisión Creel, cumple exitosamente su papel. 

A través de mecanismos e instituciones de todo tipo y condición da una visión del mundo, un vocabulario y una manera de pensar. Se asegura el planteamiento de una serie de cuestiones, les aporta respuestas, se realizan ciertos análisis y se excluyen otros. La ideología tiene dos caras: la cara oficial, el pensamiento único, y su cara oficiosa, el lenguaje. 

Esta ideología nunca aparece como tal, porque de aparecer así, inmediatamente sería estudiada y contestada. Al contrario, se presenta como algo natural. En los siguientes párrafos se profundizará en esas verdades naturales de la ideología neoliberal.
JRMora
Viñeta de @JRMora
A día de hoy, el avance de la tecnología, o lo que llamaba Marx, de las fuerzas productivas, ha transformado, por completo, en palabras del mismo filósofo, las relaciones humanas. Un Smartphone, sin ir más lejos, ya es un objeto de consulta continuada e irrefrenable. No podemos escapar del influjo de Whatsapp u otras aplicaciones de mensajería, tampoco de hacer pública nuestra vida en Facebook o Instagram. 

Pocos de ustedes pueden afirmar que no poseen un móvil o una cuenta en alguna de estas redes sociales o plataformas de mensajería. Nadie pone en duda tampoco, por ejemplo, la publicidad que hay en todas partes, son cuestiones que fuimos asimilando, sin necesidad de un consenso social. No hizo falta preguntar a la ciudadanía si quería publicidad en las calles. 

¿Quién pone en cuestión la publicidad o tener una televisión en casa? 

El sistema lo organizó sin consultarnos, pero nos es presentado como una evidencia lógica, que no se puede discutir. Nadie duda de que usted tenga una televisión en casa. 

Lo mismo pasa con la globalización o la privatización, son realidades incuestionables, pero no son necesariamente buenas. Son hechos consumados, que como se han hecho y se hacen, deben seguir haciéndose. 

No se puede pedir opinión a la gente sobre eso, sería una bobada, ¿no creen? Rajoy y su ejecutivo, sin ir más lejos, realizaron recortes en España porque no quedaba más remedio. Es lo ineluctable, no se puede huir de eso. Es una obligación, y así lo venden los medios de comunicación.
Lo que permiten los medios de comunicación, al fin y al cabo, es la creación de la verdad, y ésta sólo puede aparecer a partir de la confrontación, es decir, de la verificación de una versión dada con la confirmación de varios testigos. 

Es difícil establecer la verdad, sobre todo en asuntos judiciales, pero en los medios de comunicación basta con que acerca de un evento todos los medios digan lo mismo, (prensa, radio, televisión, internet) para que esa información se convierta en verdad, siendo una mentira. 

Para aquellos países en los que no existe este entramado propagandístico hay otros métodos más drásticos, en el siglo XX tenemos muchas referencias, sobre todo en América Latina. 

Hoy en día, se buscan otros métodos, como la aparición de una “insurgencia” a favor de una supuesta democracia, o lo que es lo mismo, en favor de la creación de un mercado y una estructura que permita acceder a los recursos económicos, y no lo olvidemos, para Gary Becker, la mente de los habitantes de esos países también son recursos a explotar.
1984 Illot
Ilustración de Illot
Para cerrar este extenso artículo, en “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, distopía que junto a 1984 es de obligada lectura (ambas fáciles de conseguir), se adoctrinaba a los niños a través de la escucha repetida de una enciclopedia grabada, en la que se les persuadía de ser felices por ser lo que son. 

Además, uno de los directores, llegaba a decir que 64.000 repeticiones equivalían a una verdad. Con esto, sólo se les puede decir que no se detengan, que sigan instruyéndose, que aprendan a conocer su lenguaje, que adquieran y lean tantos libros como les sea posible. Sólo de este modo no permitirán que los medios les aturdan, no porque los pongan en duda, que también, sino porque los superarán en conocimientos.
Escrito por C. Zeigarnik @C_Zeigarnik

http://nuevarevolucion.es/

1 comentario:

  1. La sociedad esclavista en la que vivimos es solo producto del Estado y de las élites que lo utilizan como herramienta de represión sobre el resto de la población.Los productos que venden esas élites a través de la coherción Estatal son tan sumamente malos y escasamente competitivos,que si no mediase el Estado,esas élites y sus corporaciones se arruinarían de inmediato.Es decir ninguna de esas corporaciones privilegiadas por Estados,lograrían sobrevivir en una sociedad libre en ausencia absoluta de Estado.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro