César Strawberry, escritor y cantante de Def Con Dos, se enfrenta a una acusación de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas que puede costarle hasta tres años de cárcel. La culpa es de unos 'tuits' desafortunados
Por: Ignacio Pato,
"Un disparo certero entre ceja y ceja que borra de golpe lo que hay de sucio, lo que hay de falso en su sonrisa de candidato". Tras 25 años cantando frases como esa con su grupo Def Con Dos, César Montaña Lehman, alias César Strawberry, no se imaginaba que lo que le llevaría a rendir cuentas frente a la Audiencia Nacional sería un puñado de viejos tuits.
"Por supuesto que los volvería a escribir", nos dice Strawberry en referencia a los trinos por los que se le imputa. Frases lanzadas con ganas de incordiar como"Street Fighter, edición post-ETA: Ortega Lara vs Eduardo Madina", "El fascismo sin complejos de Esperanza Aguirre, política del Partido Popular, me hace añorar hasta a los GRAPO" o "Franco, Serrano Súñer, Arias Navarro, Fraga, Blas Piñar... si no le das lo de Carrero Blanco la longevidad se pone siempre de su lado".
¿Debemos considerar estos tuis una mera expresión de opinión? ¿Ganas de llamar la atención provocando? ¿Crítica política? ¿Humor zafio? ¿Humor negro?
Y en caso de poder considerarse esto último, ¿debe el humor tener límites?
1. LA OPERACIÓN PATRAÑA
Por esos y otros tuits similares —ocho en total, publicados hace casi dos años—,Strawberry se enfrenta a una petición de hasta tres años de prisión por enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas del terrorismo. En apenas 72 horas, una campaña de apoyo para ayudar a financiar los costes legales de su defensa ha alcanzado ya el 50 por ciento de su objetivo.
Todo comenzó el 19 de mayo pasado, cuando agentes antiterroristas le detuvieron en su propia casa.
"Organizaron un circo mediático para influir en las elecciones municipales, para las que faltaban días. La llamaron Operación Araña, pero cuando mis abogados pidieron el atestado de la operación resultaba que no existía. O sea que es más bien una Operación Patraña", cuenta el músico y escritor.
El pasado octubre, el juez José de la Mata archivó la causa contra Strawberry al considerar que los tuits que motivaron su detención, aún siendo "deleznables",no constituyen en modo alguno exaltación del terrorismo, ni admiración por esa actividad criminal. Sus mensajes quedaban amparados por el Derecho a la Libertad de Expresión que garantiza la Constitución española en su artículo 20.
"En realidad, lo que revela el patrón de comportamiento de esta persona es aparentemente lo contrario", razonaba en su auto el magistrado.
" Lo acreditado es que, desde su particular concepción del arte, el imputado ha mostrado en público su compromiso social con distintas causas, expresándose siempre, eso sí, desde una estética provocadora, irónica y sarcástica, buscando generar en los receptores perturbación, disconformidad o escándalo".
El fiscal Carlos Bautista, sin embargo, ha perseverado en la persecución contra Strawberry, recurriendo el auto de archivo de la causa, que deberá ser considerada de nuevo por otro juez.
"Lo que hacen ahora es interpretar esos tuits a criterio del fiscal para que se aproximen a un delito. Mi intencionalidad real parece no contar", protesta el madrileño.
2. EL CONTEXTO DE LOS 140 CARACTERES
Strawberry contextualiza a propósito del formato de los mensajes por los que se le imputa. "La comunicación en Twitter es inmediata, no va de grandes discursos ni de declaraciones de intenciones. En 140 caracteres todo está sujeto a interpretaciones ajenas a la intencionalidad del autor. Son solo frases".
"Todo depende de mil factores, estado de ánimo, entorno, incluso de alguien que te ha dicho algo previamente", prosigue. "Yo entré en 2012 y quien seguía mi cuenta también conocía seguramente a Def Con Dos. Sabían que podían esperar ironía o provocación. En ese contexto te sueltas a hacer comentarios más o menos relajados. Un tuit no es lo mismo que un artículo en un medio".
Strawberry enmarca en su trayectoria su declaración de inocencia. "Soy inocente porque llevo 25 años dedicado a la creatividad artística en distintos campos utilizando el sarcasmo, la ironía y la provocación, rasgos que caracterizan a las vanguardias culturales de cualquier país", defiende.
3. LA PIEL FINA
La visión radicalmente libertaria del derecho a la expresión no es una cuestión nueva para Strawberry, que ya dedicase una canción a Lars Vilks, el artista sueco amenazado y atacado por sus caricaturas de Mahoma.
"La libertad de expresión implica escuchar cosas que no nos gustan, pero un rasgo de madurez es precisamente saber escuchar cosas que no te gusten", mantiene. "Ningún comentario debería ser delito".
Para Strawberry se da, eso sí, una curiosa circunstancia. "La cuestión de fondo no es quién ofende, sino quién se da por ofendido. Y parece que hay colectivos que solo están ahí para detectar cuándo se les ofende y son siempre de la misma ideología. Eso no es normal ni sano para una democracia".
"Se vigilan opiniones de personas cercanas a la izquierda mientras se permiten todas las burradas que dicen las personas de derechas. Un concejal del PP puede decir que hay que pegarle un tiro en la nuca a Pablo Iglesias o Esperanza Aguirre que Podemos es ETA o Rafael Hernando del PP que los familiares de víctimas del franquismo solo les reivindican cuando pueden conseguir dinero. Parece que solo hay un tipo de víctima que sufre", denuncia.
4. LA MORDAZA DE ORWELL
Strawberry no elude la autocrítica. " Quizá hay que redactar y expresarse mejor. Yo me he autocensurado muchísimo en Def Con Dos. O mejor dicho, he ordenado mis ideas. Cuando tienes una actividad creativa, como escribir, tienes que ordenarla. No todo vale", reconoce.
El problema es que, recuerda, la autocensura puede ser el comienzo del autoritarismo.
"1984 se ha convertido en realidad. Pero ahora buscan que nos convirtamos en nuestro propio Gran Hermano, que cada persona se convierta en su propio censor".
Strawberry asegura seguir sin cortarse en Twitter, pero detecta la clave de esta doctrina del miedo en la Ley Mordaza aprobada por el último gobierno de Rajoy. "Está clarísimo que la Ley Mordaza es el Gran Hermano orwelliano. Es un atropello abominable. Todos los partidos políticos deberían aspirar a derogarla".
"Es la punta de lanza de un plan para encarcelarnos en nuestra propia casa, ya que encarcelarnos en otro sitio parece que sale muy caro", remata con sarcasmo.
La autocensura puede ser el comienzo del autoritarismo
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