¿Por qué se hacen los recortes?
por Vicenç NaVarro
Domingo, 09 de Junio de 2013
Este artículo analiza cada uno de los argumentos que se utilizan para justificar los recortes de gasto público, incluyendo el gasto público social, mostrando evidencia empírica que cuestiona cada uno de ellos.
No hay plena conciencia
ni conocimiento a nivel de la población
de que los recortes de gasto público,
incluyendo de gasto público social, son (además de
totalmente innecesarios
y contraproducentes para incrementar la eficiencia
económica del país y el bienestar de la población) resultado del enorme poder de lo que se llamaba antes la clase capitalista (y que en EEUU se llama la Corporate Class, es decir, la clase de los propietarios y gestores de las grandes corporaciones financieras, industriales y/o de servicios que dominan la economía del país) sobre sus instituciones políticas y mediáticas.
Esta clase ha adquirido unos beneficios extraordinarios
como consecuencia de unas políticas fiscales que les han
permitido alcanzar unos niveles muy elevados de riqueza,
a costa de empobrecer al Estado,
el cual, a fin de cubrir los déficits públicos
(resultantes de la merma de ingresos
como consecuencia de los beneficios fiscales
a los miembros de tal Corporate Class)
están recortando y recortando el gasto público,
incluyendo el social.
Soy consciente de que esta observación será inmediatamente ignorada, marginada o definida por losestablishments financieros y económicos (como Fedea y otros centros de investigación económica financiados por la Corporate Class) como “demagógica”, el insulto menos hiperbólico de los muchos que utilizan.
Pero veamos los datos, que los que utilizan dicho término sistemáticamente ignoran.
Uno de los países donde la información fiscal es más detallada es EEUU.
El impuesto de sociedades
(el impuesto sobre los beneficios) era en EEUU,
como promedio, en los años 60 y 70 del pasado siglo,
el 52% de los beneficios.
De cada dólar que las grandes empresas conseguían como beneficios, 52 céntimos iban al gobierno federal.
En realidad, los ingresos procedentes de este impuesto representaban el 33% de todos los ingresos al Estado federal.
Pero todo esto cambió con la elección del Presidente Reagan, el gurú de los neoliberales (economistas como Sala i Martín y los de Fedea).
Reagan bajó dicho impuesto al 35%,
con lo cual los ingresos al Estado federal
procedentes de este tipo de impuesto bajaron
a un 9% de todos los ingresos al Estado federal.
Pero
además de bajar los impuestos a los beneficios, Reagan
facilitó la desregulación de la movilidad de capitales,
es decir, facilitó que las grandes empresas
desplazaran sus actividades económicas a otros países,
con lo cual las empresas dejaron EEUU
en busca de mano de obra barata y también
en busca de paraísos fiscales o países (como Irlanda) con
impuestos de sociedades mucho más bajos, como el 12%.
El resultado de todo ello es que las grandes empresas, aunque nominalmente pagan el 35% (uno de los porcentajes más altos de la OCDE, el club de países más ricos del mundo) de sus beneficios en impuestos, en la práctica pagan mucho menos, y algunos de ellos, mucho mucho menos.
Entre ellas está Amazon (6%), Apple (14%), General Electric (16%), Coca-Cola (16%), Sheraton Hotels (8%),Carnival Cruise (0,6%), Google (17%), Boeing (7%) y un largo etcétera.
El Congreso de EEUU acaba de publicar un informe
que ha documentado lo que la población ya sabe, que es
que las grandes empresas no pagan lo que deberían.
Cerca del 70% de la población de EEUU considera que las grandes empresas pagan muy pocos impuestos (incluso aquellas que están casi cumpliendo lo que se les exige por ley, como Exxon (37%), Whole Foods (35%), Best Buy(35%), Gap (35%) y otras).
La bajada de impuestos sobre los beneficios iniciada por el Sr. Reagan significó una gran bonanza para esas compañías y sus accionistas.
Para compensar las bajadas, el mismo Presidente Reagan
subió los impuestos de todos los demás (es decir, del 99% restante
de la población) y lo hizo, no solo una, sino dos veces
(ver James Livingston, “If Companies Are People…”, The New York Times, 14.04.13).
Subió los impuestos sobre la renta y muy en especial sobre la renta derivada del trabajo –a costa de bajar los de la renta derivada del capital- y también subió las cotizaciones a la Seguridad Social, incrementando en la práctica la aportación de los trabajadores.
El presidente Reagan fue una bendición para la Corporate Class y una pesadilla para casi todos los demás.
Los impuestos sobre la renta del trabajo
pasaron a representar, junto con las cotizaciones sociales,
el 80% de todos los ingresos al Estado.
Estas medidas incrementaron la regresividad de la política fiscal de una manera muy acentuada. El Estado pasó a depender en gran medida de las rentas del trabajo, que contribuyeron de una manera muy marcada a las arcas del Estado a costa de que las rentas del capital bajaran su contribución muy acentuadamente.
Es más, la carga sobre las rentas del trabajo incrementó también su regresividad, de manera que las rentas más bajas pagaron porcentajes mayores en impuestos que las rentas altas.
La manera de financiar la Seguridad Social, incluyendo las pensiones públicas, es a base de cotizaciones sociales sobre el salario del cotizante hasta una cierta cantidad máxima (113.000 dólares), por encima de la cual no se paga.
Esto explica que, mientras el 20% de trabajadores con salarios más bajos paga a la Seguridad Social un 7,3% de su nómina, el 1% superior en salarios paga solo un 0,9%.
Todos estos cambios han contribuido al enorme crecimiento de las desigualdades que ha ocurrido desde el inicio de la era neoliberal con el Presidente Reagan.
Argumentos que se dan a favor de las desigualdades
Estas políticas no podían promoverse con el argumento
de que estaban beneficiando a los súper ricos.
Aunque los datos son claros y contundentes,
la narrativa liberal no puede ser tan clara y cruda.
De ahí que deba vestirse de seda.
Es decir, se tiene que presentar que estas políticas, aunque beneficien a los ricos (y la evidencia es tan contundente que no pueden negarlo), benefician también a todos los demás.
¿Cómo? Las respuestas son varias.
Veámoslas una a una y la evidencia de que la avalen o no la avalen.
1. Las desigualdades son buenas porque el hecho de que los ricos tengan más dinero quiere decir que ahorrarán más.
Con ello habrá más capital para invertir y crear empleo (lo de “crear empleo” siempre aparece en letras mayúsculas). La evidencia existente, sin embargo, no avala este supuesto.
En realidad, las tasas de inversión y crecimiento económico en EEUU fue mayor en la época 1960-1980 que en la de 1980-2000.
De hecho, uno de los periodos con menor ahorro, menor inversión y menor crecimiento económico fue durante el periodo 2001-2003, cuando el Presidente Bush redujo de una manera muy acentuada los impuestos del capital y de las rentas superiores.
Mientras, el incremento de las rentas del capital se tradujo primordialmente en actividades especulativasque configuraron las sucesivas burbujas, siendo la más importante la inmobiliaria.
Por otra parte, estos recortes de impuestos significaron un enorme agujero en los ingresos al Estado, determinando el incremento del déficit estructural del Estado federal.
Cuando apareció la crisis, al final de su mandato, tal déficit se intentó reducir a base de recortar el gasto público, incluyendo el social.
2. La eficiencia económica requiere un aumento de las desigualdades a fin de estimular e incentivar el aumento de la productividad.
Esta postura que alcanzó niveles de dogma en la sabiduría convencional, ha perdido su credibilidad.
Incluso el Fondo Monetario Internacional ha terminado aceptando que el elevado nivel de desigualdades interfiere en la eficiencia económica, obstaculizando el estímulo económico basado en la demanda doméstica, impulsada por una mayor capacidad adquisitiva de la mayoría de la ciudadanía, resultado de medidas redistributivas que transfieran fondos de las clases pudientes con escaso consumo y elevada especulación hacia las clases populares, cuyas elevadas necesidades determinan un inmediato consumo en las áreas de la economía productiva.
En realidad, la evidencia muestra
que la mejor manera de estimular la economía
no es bajando los impuestos (que por regla general beneficia a las rentas superiores), sino
subiendo los impuestos de estos sectores pudientes
y, con los fondos obtenidos, crear empleo
entre los grupos sociales con menor empleo.
3. No hay que subir los impuestos a los “súper ricos”, pues ellos ya gastan gran cantidad de recursos en pagar impuestos.
Este argumento lo hacen economistas liberales que, por regla general, muestran en gráficos como el 1% de renta superior (los súper ricos) ya paga el 20% de todos los impuestos.
Hacerles pagar más es un “expolio” –así lo dicen en sus programas televisivos- donde “dan lecciones de economía”.
Lo que estos autores no dicen es que este 1% posee el 40% de toda la riqueza del país y más del 20% de toda la renta.
Que paguen solo el 20% de todos los impuestos
muestra claramente la regresividad de las políticas fiscales,
pues si estas fueran progresivas, los súper ricos
pagarían mucho más que el 20% de los impuestos.
La situación en España
Una de las áreas donde hay más opacidad en España
es en quién paga impuestos y cuánto paga.
Uno de los indicadores de la baja calidad de la democracia
en España es precisamente la falta de información fiscal.
Ahora bien, existen más que indicios de que lo que he estado describiendo sobre EEUU es incluso más acentuado en España.
Así, el impuesto sobre los beneficios de las grandes empresas es de los más bajos de la OCDE y mucho más bajo que en EEUU.
Es un 30% en lugar de un 35% (. Pero, como también ocurre en EEUU, la tasa real, a diferencia de la nominal, es incluso tan baja como la de EEUU (un 10%).
Otra semejanza es que
los gobiernos españoles, incluyendo el del Sr. Zapatero,
han bajado los impuestos creando un déficit estructural
que se ha intentado corregir a base de recortes.
Por ejemplo, la bajada de impuestos del 2006 contribuyó al déficit de casi 27.000 millones de euros de 2008,que más tarde se intentó reducir a base de recortes.
Se congelaron las pensiones
para conseguir 1.500 millones de euros,
cuando podrían haberse conseguido más recursos (2.500 millones) recuperando el impuesto de patrimonio o el impuesto de sucesiones (más de 2.500 millones).
Algo semejante ocurrió con el gobierno Rajoy,
que ha recortado 6.000 millones de euros en sanidad,
cuando podría haber conseguido más dinero anulando la bajada del impuesto a las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año,
consiguiendo 5.200 millones de euros.
En cada uno de estos recortes se ve que lo que determina que se hagan es el poder de la clase social que estará afectada con tales recortes. Así de claro. Y de ello no se habla en los medios de mayor difusión. Y a esto le llaman “democracia y libertad de expresión”.
Cada español tributa 2.000 euros de más por la evasión fiscal
3 junio 2013 | Categorías: Justicia Fiscal y finan.Global, Nacional
España recauda 80.000 millones € menos que Grecia pese a subida de impuestos
Solo recauda menos Irlanda en la UE
Solo recauda menos Irlanda en la UE
Cada español debe pagar anualmente al Fisco unos 1.910 euros de más para compensar los impuestos que otros contribuyentes dejan de tributar debido al fraude y la evasión fiscal, según estimaciones de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA).
Cada español debe pagar anualmente al Fisco unos 1.910 euros de más para compensar los impuestos que otros contribuyentes dejan de tributar debido al fraude y la evasión fiscal, según estimaciones de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA).
Este sobrecoste fiscal no incluye los impuestos eludidos por las prácticas agresivas de las multinacionales para no tributar por los beneficios de sus operaciones enEspaña
La presión fiscal cae 5,7 puntos desde el inicio de la crisis y amplía su diferencial con Europa
El fraude, junto con la elusión, representan una pérdida total de ingresos cercana al billón de euros en toda Europa, tal y como ha reconocido el Comisario de Fiscalidad de la Comisión Europea, Algirdas Semeta.
En España, la pérdida total para Hacienda ronda los 90.000 millones de euros anuales.
Además, el fraude es una de las principales causas de que la presión fiscal enEspaña haya caído en el último año en más de cinco puntos porcentuales, ampliando así su diferencial con la media europea en 7,4 puntos.
De hecho, la evasión fiscal y laboral es responsable de casi la mitad (48,7%) de este diferencial.
La presión fiscal en España se situó en el 31,4% del PIB en 2011, lo que sitúa a nuestro país en la vigésimoprimera posición en el ranking europeo, pese a las subidas impositivas aprobadas en el IRPF e IVA en 2010 y 2011, según los datos de Eurostat, la oficina estadística europea.
En la actualidad, la economía sumergida en España representa un volumen equivalente al 23,3% del PIB, el doble de la media de los quince primeros países de la UE, de modo que la evasión fiscal será una de las causas destacadas de la caída de la presión fiscal en nuestro país, junto con el desempleo y la caída del consumo.
(1) Estimación de Tasa de economía sumergida referida al PIB de 2009
(2) Evasión total entendida como pérdida recaudatoria total de tributos y cuotas sociales
(3) Debido a la evasión fiscal, es el importe medio de Impuestos y cuotas sociales que cada ciudadano paga de más para mantener el nivel actual de servicios públicos e inversiones, calculado con el padrón de habitantes a 1/1/2013.
Gestha reclama más audacia para evitar la “sangría recaudatoria” de las grandes empresas y propone la creación de un nuevo tipo impositivo del 35% en el Impuesto de Sociedades para beneficios a partir del millón de euros
Medidas contra el fraude
Con el objetivo de reducir las bolsas de fraude, Gestha considera que elConsejo Europeo debería acordar esta tarde que el intercambio automático de información se extienda a todos los Estados miembros, incluyendo los dividendos y ganancias de capital, no solo a los salarios, pensiones y seguros previsto para 2015.
También estima necesario acabar con toda la opacidad existente en los fondos de inversión, fondos de pensiones, instrumentos financieros innovadores y los pagos realizados a través de fideicomisos y fundaciones.
Para los Técnicos de Hacienda es ineludible acabar con la opacidad y la tributación excesivamente baja de determinados países europeos, así como acordar una base armonizada en el Impuesto de sociedades.
Finalmente, Gestha reclama más audacia para evitar la “sangría recaudatoria” de las grandes empresas y propone la creación de un nuevo tipo impositivo del35% en el Impuesto de Sociedades para beneficios a partir del millón de euros.
Esta última medida permitiría recaudar en España 13.943 millones de euros adicionales al año, además de mejorar la equidad del sistema fiscal al reducir las diferencias entre el menor tipo efectivo de las grandes corporaciones y el mayor de microempresas y pymes, acercando así el esfuerzo fiscal de las empresas al de las familias españolas.
ATTAC Madrid no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.
http://www.attacmadrid.org/?p=9457
España recauda 80.000 millones de euros menos que Grecia pese a la subida de impuestos
Los datos están aquí. Y reflejan la crisis fiscal del Estado. Un país como Grecia, sometido a durísimos programas de ajuste que han desplomado la actividad económica (el PIB está cayendo por encima del 6% anual), recauda más que España.
Y no de forma marginal o esporádica.
Muy al contrario, ingresa bastante por encima y desde hace bastante tiempo. En concreto, y según Eurostat, el Estado griego recaudó el año pasado una cifra equivalente al 44,7% del producto interior bruto (PIB). Es decir, muy por encima del 36,4% que lograron ingresar las Administraciones Públicas españolas en 2012.
En el caso griego, no se trata de una cifra excepcional vinculada a una súbita subida de impuestos el año pasado.
Las cifras de Eurostat muestran que en 2009 -el año de la Gran Depresión- los ingresos públicos helenos representaban el 38,3% del PIB; un año después, este porcentaje había subido hasta el 40,6%, mientras que en 2011 ya se había alcanzado el 42,4%.
Por lo tanto, una evidente progresión como consecuencia de la subida del IVA y otros impuestos.
También, como es lógico, por el descenso del PIB nominal, que favorece la comparación.
Grecia no es un caso único.
Portugal, también con una seria crisis económica, es capaz de recaudar al año el 41% de su PIB, casi cinco puntos más que España.
Incluso Italia, también en medio de una recesión tan intensa como la española, recauda el 47,7%.
No ocurre, desde luego, lo mismo con España, que pese al aumento de la presión fiscal derivada de las dificultades financieras del sector público todavía no ha llegado alcanzar los niveles de recaudación de Grecia en plena crisis.
En 2009, en concreto, los ingresos públicos equivalían el 35,1% del PIB. Un año más tarde, se alcanzó el 36,6%, pero en 2011 esta proporción respecto del PIB había bajado de nuevo hasta el 35,7%.
En 2012, la recaudación ha vuelto a crecer hasta el 36,4% del PIB, pero aun así continúa situándose más de ocho puntos por debajo de Grecia.
O dicho en otros términos, si las distintas Administraciones Públicas recaudaran lo mismo que el país heleno, dispondrían de unos 80.000 millones de euros adicionales.
En otras palabras, el Estado no tendría déficit presupuestario sin incluir las ayudas a la banca.
Y que en total alcanzó el año pasado los 111.641 millones de euros, según laprimera comunicación oficial remitida a Bruselas. Es decir, el 10,63% del PIB.
Crisis fiscal del Estado
La crisis fiscal de España es de tal envergadura que sólo Irlanda, un país de baja tributación en el Impuesto de Sociedades, recauda menos dentro de la Eurozona, lo que refleja la dimensión del problema.
La media en la zona del euro se sitúa, de hecho, en el 46,2% del PIB, casi diez puntos más que España.
Y ello se produce pese a que los tipos impositivos españoles se encuentranentre los más elevados de la Unión Europea.
Incluso el Reino Unido, que siempre ha hecho gala de tener una economía competitiva debido a su baja tributación, recauda seis puntos de PIB más que España.
Los problemas de recaudación de las Administraciones Públicas explican, en buena medida, el imparable aumento del endeudamiento público.
Hasta el extremo de que, según las previsiones del Gobierno remitidas aBruselas, la deuda alcanzará a finales de este año los 960.000 millones de euros.
Por lo tanto, algo más de 76.000 millones de euros más que en 2012.
La causa de esos problemas recaudatorios hay que relacionarla con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que llevó la recaudación a niveles históricos.
Ahora ese ‘castillo de naipes’ es el que se ha venido abajo.
Entre otras cosas, por la pérdida de puestos de trabajo.
En la citada comunicación enviada a la UE, el Gobierno estima que este año el déficit presupuestario alcanzará los 48.343 millones de euros.
Exactamente, el 4,5% del PIB, en línea con lo pactado con las autoridades de la Unión Europea.
Ahora bien, para llegar a esta cifra el Gobierno parte de que este año la Seguridad Social no tendrá ningún déficit, algo verdaderamente chocante si se tiene en cuenta que en 2012 -con un decrecimiento similar al que se producirá en 2013- el sistema público de protección social generó un déficit equivalente a 10.131 millones de euros.
Ahora, el Gobierno comunica a Bruselas que sus cuentas estarán equilibradas a finales de año.
El Confidencial
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