Las cuatro compañías que controlan el 90% de la alimentación mundial
ECOagricultor en Blog, Miscelánea |
Coincidiendo con el Día Mundial de la Alimentación, se nos alertó de una nueva subida de precio de los alimentos, con repercusiones que ya se contabilizan en los registros funerarios de los países más vulnerables, sobre todo en el Sahel.
El argumento difundido, las malas cosechas que tuvo la agroindustria el año pasado enEstados Unidos, ya sabemos que es mitad mentiroso, mitad incompleto, y por suerte la información se nos amplia y las verdaderas causas afloran:
el precio de la materia prima sube -como en las anteriores crisis alimentarias- por
(a) las grandes cantidades de cereales que se destinan a elaborar combustibles (¿recuerdan hace seis y siete años cuando se advirtió de los inconvenientes de esta nueva tecnología?);
(b)por la especulación que de las futuras cosechas se hace en las bolsas financieras;
y (c) -esto es más novedoso- por la cada vez mayor cantidad de tierra fértil que está pasando de las manos campesinas al patrimonio de bancos, empresas y fondos de inversión.
¿Quién está en todos esos negocios a la vez?
¿Quién hay detrás de la carne, del pan, de la pasta, de la leche… y no lo sabemos?
¿Quién tiene en el mismo local estanterías repletas de agrocombustibles hechos de maíz, lineales con piensos de soja para el engorde de animales y, un pasillo más allá, una mesa con un gestor que ofrece pensiones ligadas a la compra de hectáreas en Etiopia o bonos financieros referenciados al precio del trigo?
Los cuatro ‘compro, vendo y especulo’ de la comida a los que me refiero son, por este orden:
ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus, conocidos por sus iniciales como los ABCD de la comercialización de materia prima.
Cuatro empresas con sede en los Estados Unidos que, si inicialmente consiguieron dominar y controlar el mercado mundial de los granos básicos, cereales y leguminosas, han ido ampliando en los últimos años sus negocios a estas nuevas áreas.
Son cuatro establecimientos, cuatro bazares, como esos que tienen todo lo que puedas imaginar y lo que no.
Desde una jarra con forma de vaca para servir la leche por sus ubres de cerámica, al siempre imprescindible cazamariposas entre la estantería de ropa íntima y las útiles llaves de ferretería o sacos de tierra de jardín.
Sólo hay una diferencia, mientras en tiempos de crisis estos universos de barrio padecen la crisis como cualquier otro negocio, los ABCD de la comida, cuatro empresas monstruosas nacidas y crecidas en el regazo de mamá capitalismo y papa desregulación, ganan todo el oro del mundo diciendo que fabrican comida cuando en realidad se lucran hambreando a millones de seres humanos.
Y lo hacen desde la invisibilidad.
Es muy difícil sumergirse en las entrañas de estas empresas y sus infinitas subsidiarias pero hay dos cosas obvias.
Primera, si entre ellas cuatro controlan, como es el caso, el ¡90%! del mercado mundial de cereales; si el mercado no tiene ninguna regulación (ni aranceles o cuotas de importación/exportación, ni reservas públicas de cereales, ni políticas de precios); y si las pocas normas que se dictan son supervisadas por las propias ABCD, es fácil deducir que son sus decisiones quienes verdaderamente marcan el precio de dicha materia prima y por lo tanto de todos los alimentos que incluyen arroz, trigo, maíz, etc.
Segunda, si las ABCD (junto con algunas entidades financieras) han degustado los brutales beneficios que les genera especular con la comida y la tierra de cultivo, como sangre para vampiros, seguirán chupando del hambre de los demás si nadie les pone coto. Dreyfus, por ejemplo, ha creado su propio instrumento de inversión Calyx Agro Ltc,para «obtener beneficios del creciente sector del agronegocio y del potencial de apreciación de la tierra, adquiriendo tierras que actualmente se explotan con baja tecnología o que se utilizan para el pastoreo».
Las últimas crisis alimentarias han permitido que la sociedad civil conociéramos y denunciáramos cómo de la comida y la tierra se ha hecho objetos de especulación.
El foco se ha centrado en los bancos y sus actividades en los mercados financieros ligados a los alimentos, con campañas publicitarias del tipo ‘el negocio de alimentar el mundo’ que han merecido todo el rechazo de la sociedad.
Aunque el papel que juegan los ABCD es complejo y lejano debemos tomar conciencia por su importancia en el precio de las materias primas.
Por parte de los movimientos campesinos, en cualquier caso, la respuesta que ha llegado ha sido clara: Soberanía Alimentaria.
También ahora hay que responder. No son normas para que las ABCD ganen menos dinero lo que necesitamos, lo que se requieren son políticas a favor de la Soberanía Alimentaria para que la alimentación, que no es una mercancía, nos llegue de muchas, pequeñas y humanas agriculturas.
De todo un abecedario alimentario.
Nadie ignora la importancia que tiene Suiza como centro bancario internacional, pero muy poca gente sabe que ese país apacible se transformó en los últimos quince años en la capital mundial de la comercialización de las materias primas.
Todas las grandes empresas de trading -Glencore, Xstrata, el grupo Louis-Dreyfus, Gunvor, Trafigura, Vitol e incluso Bunge- tienen su cede central o por lo menos mantienen importantes representaciones en esa diminuta superficie que va desde el lago Zug hasta el lago Leman, que bordea Ginebra.
El volumen que alcanzó la industria del trading en Suiza se multiplicó por quince desde 1988: uno de que cada dos granos de café que se venden en el mundo se negocian desde la confederación helvética, al igual que uno de cada dos terrones de azúcar, un tercio de la producción mundial de cereales y oleaginosos, y el 35% del petróleo.
Ginebra, la ciudad de Calvino, inclusive reemplazó a Londres como principal hub mundial del comercio petrolero.
Como la principal materia prima que utilizan los traders de commodities es el dinero, el sistema bancario de primer nivel que ofrece Suiza responde exactamente a las necesidades de esa industria inmaterial.
"Sin respaldo financiero, no hay negocios de materias primas", reconoce Eric de Turckheim, CEO de Trafigura.
Las Big Four
Las commodities alimentarías -carnes y granos- están controladas por la cuadriga conocida por las iniciales de sus cuatro actores más importantes: ABCD (ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus). Buna parte del comercio del petróleo está concentrado en un puñado de empresas -como Vitol, Gunvor y Litasco- que son propiedad de oligarcas rusos. Las row materials industriales están prácticamente monopolizadas por Glencore y Xstrata. Otras grandes del sector, como Mercuria y Trafigura, tienen intereses transversales. La concentración favorece también a la especulación, que representa el mayor factor de la distorisión de la economía global: los llamados derivados financieros -futures, forwars, swaps, opciones o CDS- son mucho más importante que la producción física. Por cada wet barrel (petróleo físico) que se extrae en los pozos, hay 15 a 20 paper barrels que se negocian en el mercado especulativo de productos energéticos. Por lo demás, hasta el momento en que llegan al surtidor, esos cargamentos suelen cambiar varias veces de propietario y de destino en plena alta mar. La tendencia muestra que la prosperidad de Suiza como capital global de materias primas no corre peligro de desaparecer a corto plazo. La ecuación es irrefutable. Para satisfacer las necesidades de una población que pasará de 7.000 millones de habitantes en la actualidad a 9.000 millones en 2050, el mundo necesita aumentar el 50% la producción de todas sus materias primas.
Ese incremento será imprescindible para asegurarle a esa nueva parte de la humanidad alimentos, vestimenta, alojamiento, transportes, educación, salud, comunicaciones, diversiones, todas actividades que dependen de una intensa explotación de los recursos de la tierra (agrícolas y minerales).
Fuente: Revista FortunaEnlaces de interés ¿Cuál es el futuro de las commodities? ¿Qué son los derivados financieros? |
La mitad del café, el azúcar, los cereales y los oleaginosos se negocian en Suiza, así como el 35% del petróleo.
Como enseña el cuento "La carta robada", de Edgar Allan Poe, las evidencias más ostensibles suelen pasar totalmente inadvertidas para la mayoría de la gente. |
Nadie ignora la importancia que tiene Suiza como centro bancario internacional, pero muy poca gente sabe que ese país apacible se transformó en los últimos quince años en la capital mundial de la comercialización de las materias primas.
Todas las grandes empresas de trading -Glencore, Xstrata, el grupo Louis-Dreyfus, Gunvor, Trafigura, Vitol e incluso Bunge- tienen su cede central o por lo menos mantienen importantes representaciones en esa diminuta superficie que va desde el lago Zug hasta el lago Leman, que bordea Ginebra.
El volumen que alcanzó la industria del trading en Suiza se multiplicó por quince desde 1988: uno de que cada dos granos de café que se venden en el mundo se negocian desde la confederación helvética, al igual que uno de cada dos terrones de azúcar, un tercio de la producción mundial de cereales y oleaginosos, y el 35% del petróleo.
Ginebra, la ciudad de Calvino, inclusive reemplazó a Londres como principal hub mundial del comercio petrolero.
Como la principal materia prima que utilizan los traders de commodities es el dinero, el sistema bancario de primer nivel que ofrece Suiza responde exactamente a las necesidades de esa industria inmaterial.
"Sin respaldo financiero, no hay negocios de materias primas", reconoce Eric de Turckheim, CEO de Trafigura.
Las Big Four
Las commodities alimentarías -carnes y granos- están controladas por la cuadriga conocida por las iniciales de sus cuatro actores más importantes: ABCD (ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus). Buna parte del comercio del petróleo está concentrado en un puñado de empresas -como Vitol, Gunvor y Litasco- que son propiedad de oligarcas rusos. Las row materials industriales están prácticamente monopolizadas por Glencore y Xstrata. Otras grandes del sector, como Mercuria y Trafigura, tienen intereses transversales. La concentración favorece también a la especulación, que representa el mayor factor de la distorisión de la economía global: los llamados derivados financieros -futures, forwars, swaps, opciones o CDS- son mucho más importante que la producción física. Por cada wet barrel (petróleo físico) que se extrae en los pozos, hay 15 a 20 paper barrels que se negocian en el mercado especulativo de productos energéticos. Por lo demás, hasta el momento en que llegan al surtidor, esos cargamentos suelen cambiar varias veces de propietario y de destino en plena alta mar. La tendencia muestra que la prosperidad de Suiza como capital global de materias primas no corre peligro de desaparecer a corto plazo. La ecuación es irrefutable. Para satisfacer las necesidades de una población que pasará de 7.000 millones de habitantes en la actualidad a 9.000 millones en 2050, el mundo necesita aumentar el 50% la producción de todas sus materias primas. Ese incremento será imprescindible para asegurarle a esa nueva parte de la humanidad alimentos, vestimenta, alojamiento, transportes, educación, salud, comunicaciones, diversiones, todas actividades que dependen de una intensa explotación de los recursos de la tierra (agrícolas y minerales). http://www.enqueinvertir.com/suiza-capital-mundial-de-las-commodities.php Comer o no comer: ¿quién decide?x Silvia Ribeiro :: Más articulos de esta autora/or: En algunas zonas, aunque hay cosecha, no se puede usar porque por falta de lluvia las plantas no procesan los fertilizantes sintéticos y se vuelven tóxicas |
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