Rusia ha jugado un papel clave en la permanencia del presidente sirio, pero, ¿hará lo mismo con el mandatario venezolano, Nicolás Maduro?
Un artículo publicado el jueves en la revista estadounidense The National Interest aborda el tema y equipara la crisis emergida en Siria en 2011 a causa de la sublevación de grupos opositores armados y financiados desde exterior para derrocar al presidente sirio, Bashar al-Asad, con la crítica situación que vive Venezuela desde abril pasado debido a una oleada de violentas protestas de la oposición para aupar un golpe de Estado que saque del poder al mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
Tanto Siria como Venezuela gozaban de buenas relaciones con Rusia antes del estallido de la crisis en estos países, señala el informe para luego destacar el apoyo de Moscú a Damasco, lo que ha podido cambiar el rumbo de la sangrienta guerra en Siria a favor del Gobierno de Al-Asad.
Desde el 30 de septiembre de 2015, Rusia empezó, a petición del presidente sirio, una campaña de bombardeos aéreos contra las posiciones de los grupos terroristas, como el EIIL (Daesh, en árabe). Esos ataques han allanado el camino para el avance del Ejército sirio en la lucha contra los extremistas.
Además, Moscú mantiene relaciones estratégicas con Caracas, ambos países han firmado diferentes acuerdos bilaterales en diferentes esferas, incluidas las económicas y militares.
Según The National Interest, los países occidentales desestimaron en un principio el poder de Rusia en coadyuvar a la permanencia de Al-Asad en el poder, pues plantea dos preguntas: ¿Ellos van a desestimar otra vez a Moscú a la hora de salvaguardar al Gobierno chavista de Maduro?, y ¿Hasta dónde iría Rusia para apoyar al Gobierno de Maduro?
En respuesta a tales preguntas, el artículo asegura que mientras hay muchas similitudes entre ambas crisis, la de Venezuela todavía no ha llegado a un conflicto armado, así que no requiere una intervención militar por el momento.
No obstante, subraya que esa situación es una buena oportunidad para el presidente ruso, Vladimir Putin, a fin de que consolide su influencia en América Latina, desafiando así a EE.UU.
En esta misma línea, argumenta que si Maduro finalmente no logra estabilizar el país suramericano, ¿qué medidas adicionales podrá tomar Rusia para apoyarle?
"En los últimos diez años, Rusia ha llevado a cabo pequeños pero considerables ejercicios militares con Venezuela, y una "intervención humanitaria" a petición de Maduro no debe descartarse", concluye.
mnz/ctl/snz/mkh
Trump: ahogar económicamente a Venezuela
El presidente Donald Trump ha tomado decisiones económicas y financieras radicales contra Venezuela por dos motivos:
esa nación no ha permitido que Estados Unidos se adueñe de sus enormes reservas petroleras, y en contraposición ha puesto a disposición del pueblo numerosos programas sociales subvencionados con los beneficios que se obtienen de los hidrocarburos.
Para Trump y todo su equipo ultraderechista, esa verdadera democracia en América Latina no puede sobrevivir en la región porque es un mal ejemplo para algunos gobiernos que acatan dócilmente las directrices de Estados Unidos.
La República Bolivariana de Venezuela ha resistido durante años los continuos ataques desestabilizadores dirigidos desde Washington y que son ejecutados por una oposición que en los últimos tiempos optó por acciones terroristas realizadas contra centros de salud, de educación, empresas y locales gubernamentales.
La instauración de una Asamblea Constituyente, apoyada masivamente por el pueblo en una votación abierta y democrática, que congeló a la Asamblea Nacional controlada por la derecha criolla que apostaba por derrocar al legítimo gobierno de Nicolás Maduro, acabó de llenar la copa del todopoderoso gigante norteamericano.
La primera reacción de Trump fue amenazar con ataques militares al Gobierno Bolivariano y al no contar con apoyo internacional para esa acción, firmó el pasado 27 de agosto una orden ejecutiva para implementar sanciones a la economía y al sistema financiero de Venezuela.
Esas medidas, con características de bloqueo, dan continuidad a la orden ejecutiva 13 692 del 8 de marzo de 2015, emitida por el ex presidente Barack Obama, en la que se declaró a Venezuela una "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad de Estados Unidos".
La resolución prohíbe que "cualquier persona, entidad, empresa o asociación, legalmente radicada o que realice actividades en Estados Unidos, pueda efectuar negocios con nuevos bonos de deuda que sean emitidos por cualquier instancia del Gobierno venezolano”.
Aunque no afecta directamente los bonos ya emitidos por el Estado y por la petrolera Pdvsa, que ya están en manos de tenedores, personas, empresas y entidades financieras en Estados Unidos, sí los lanza hacia la categoría de "bonos basura", lo que coloca a Venezuela como una "zona de peligro" para la inversión en el mercado de bonos, pese a que el país es un fiel pagador.
En los últimos 24 meses, Venezuela y Pdvsa han pagado por sus compromisos más de 65 000 millones de dólares.
La orden ejecutiva apuesta a que Venezuela caiga en default o impago de su deuda externa y como aseguró abiertamente el secretario del Tesoro norteamericano, Steven Mnuchin, “va destinada a ahogar al país suramericano”.
Maduro denunció que Trump pretende imponer un bloqueo para ahogar económica y financiera a Venezuela con el objetivo de que entre en default o impago de su deuda externa.
El presidente bolivariano, en una transmisión televisiva, explicó que las sanciones afectan el suministro de crudo venezolano a Estados Unidos porque impide que se materialicen los mecanismos para el pago de estas transacciones.
En especial atentan directamente contra la empresa CITGO, filial de PDVSA en Norteamérica, al prohibir que se hagan cartas de crédito para el pago del crudo venezolano, y por tal motivo se evalúan medidas para proteger a esa compañía.
En los próximos días, ejecutivos del gobierno caraqueño se reunirán con tenedores de bonos de deudas e inversionistas de Estados Unidos en busca de soluciones alternativas.
Esa reunión resulta importante porque el 62 % de los tenedores de las deudas venezolanas son estadounidenses y otros 12 % del Reino Unido, por tanto, la orden ejecutiva también afecta a esos ciudadanos.
La ola de sanciones de Washington contra Caracas ha ido en espiral ascendente. A finales del julio pasado el Departamento del Tesoro decretó ataques financieros dirigidos contra 13 altos cargos del Gobierno venezolano, civiles, militares y a PDVSA, a la vez que amenazó con agregar a la lista de sancionados a cualquier persona que saliera elegida para formar parte de la Asamblea Constituyente
El 30 de julio Washington bloqueó todos los activos del presidente venezolano, que estén o puedan estar bajo la jurisdicción de Estados Unidos y prohibió a los ciudadanos estadounidenses contraer cualquier acuerdo con Nicolás Maduro.
Según la Casa Blanca, las sanciones impuestas están cuidadosamente calibradas para negar al país bolivariano una fuente primordial de financiamiento, no importa que éstas violen la legalidad internacional y la carta de Naciones Unidas, el motivo final es destruir a la Revolución Bolivariana.
Maduro señaló que su país tiene mercado seguro para todo el petróleo que le vende a Estados Unidos, mientras que el representante de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez informó que ya la nación sudamericana suministra a China más de 600 000 barriles diarios de petróleo y a la India 420 000.
Otros socios importantes para Caracas son Rusia e Irán y como una de las primeras contramedidas para encauzar el blindaje contra las sanciones, Venezuela solicitó pertenecer al Grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y al Banco de Desarrollo de esa institución.
Innegablemente que las nuevas medidas afectarán a la economía de la República Bolivariana pero ya varios pueblos y países han demostrado que pese a esas ilegales medidas que violan los derechos humanos de cualquier país, se puede salir adelante mientras se defienda la soberanía y la independencia al precio que sea necesario.
Sin embargo, la comunidad internacional debe estar alerta pues ante las frustraciones por no poder derrocar al legítimo gobierno venezolano, Estados Unidos y su presidente Donald Trump podrían lanzar ataques militares contra esa nación, lo que convertiría a toda la región americana en un verdadero polvorín.
*, periodista, escritor e investigador cubano, especialista en política internacional.
Enviado por el autor a: Martianos-Hermes-Cubainformación
Fuente: http://www.cubainformacion.tv/index.php/la-columna/247-hedelberto-lopez-...
La nueva estrategia de EEUU sería estrechar lazos comerciales y militares con los países de Petrocaribe ante el peligro de contagio mimético de los ideales revolucionarios chavistas al depender en exclusiva de la venezolana Petrocaribe para su abastecimiento energético.
Por German Gorraiz López
Las relaciones de Rusia con los países del ALBA vendrán marcadas por el pragmático económico y los acuerdos bilaterales para la venta de productos militares y el traspaso de tecnología a los países sudamericanos, de lo que sería paradigma la creación de un centro de tecnología nuclear en Bolivia.
Además, Rusia estaría negociando instalar sus bases militares con Cuba, Venezuela, Nicaragua, Seychelles y Singapur con el objetivo inequívoco de ampliar el radio militar ruso, pues según el analista Lajos Szaszdi ”la apertura de la bases en el exterior es necesaria para la disuasión estratégica de Rusia, la inteligencia, así como para verificar los acuerdos del desarme y también determinar qué planes hay de parte del Pentágono en caso de operaciones o intervenciones en el extranjero”.(1)
¿Nueva Crisis de los Misiles en Cuba?
Respecto al acercamiento de EEUU a Cuba, Donald Trump habría adoptado como leit motiv de su Presidencia eliminar todo vestigio del legado obamaniano.
Así, tras el intento de finiquitar el Obamacare, el anuncio de revisión del Tratado NAFTA y la retirada de EEUU del Acuerdo de París contra el Cambio Climático,( medidas cosméticas fruto de la paranoia personal de Trump que no verán su plasmación en la legislacion estadounidense por la rotunda oposición de amplios sectores de la sociedad civil y de la división de la clase política republicana), el siguiente paso será intentar deshacer los avances diplomáticos y comerciales alcanzados con Cuba bajo el mandato de Barack Obama.
¿Podrá evitar Nicaragua la asfixia económica?
La nueva estrategia de EEUU sería estrechar lazos comerciales y militares con los países de Petrocaribe ante el peligro de contagio mimético de los ideales revolucionarios chavistas al depender en exclusiva de la venezolana Petrocaribe para su abastecimiento energético, empezando por el presidente dominicano Danilo Medina.
Por su parte, China habría asumido el reto de construir un nuevo canal en Nicaragua (Gran Canal Interoceánico) similar al canal del istmo de Kra que tiene proyectado entre Tailandia y Birmania para sortear el estrecho de Malaca, convertido “de facto” en una vía marítima saturada y afectada por ataques de piratas e inauguró en el 2010 el gasoducto que une a China con Turkmenistán y que rodea a Rusia para evitar su total rusodependencia energética al tiempo que diversifica sus compras, por lo EEUU procederá a desestabilizar el gobierno de Daniel Ortega dentro de su estrategia geopolítica global de secar las fuentes energéticas chinas.
“controlar el narcotráfico y estudiar los fenómenos naturales” habría provocado el nerviosismo del Pentágono que acusa a Rusia de “estar usando Nicaragua para crear una esfera de espionaje militar expuesta por Sherman Kent en su libro “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana” (1949).
Los fines de estos tipos de guerra fueron descritos por este autor de la siguiente manera: “ y más adelante añade que los instrumentos de la guerra económica “consisten en la zanahoria y el garrote”: “el bloqueo, la congelación de fondos,el ‘boicot’, el embargo y la lista negra por un lado; los subsidios, los empréstitos, los tratados bilaterales, el trueque y los convenios comerciales por otro”.
Así, hemos asistido a la aprobación por el Congreso y el Senado de EE.UU del proyecto de ley conocido como Nica Act (Nicaraguan Investment Conditionality Act of 2017) (4), que siguiendo la estrategia kentiana busca congelar los préstamos internacionales de instituciones satélites de EEUU (Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo), a Nicaragua con el objetivo confeso de provocar su inanición financiera , quedando Putin y China como únicos garantes de evitar su asfixia económica.
Venezuela en la encrucijada
Por su parte, el holding ruso Gazprom junto con la compañía estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la francesa Total E&P habrían firmado un acuerdo para el proyecto de exploración de gas en el bloque Azero en el sur-oriente boliviano que significará una inversión de 4.500 millones de dólares.
Sin embargo, el acuerdo chino-venezolano por el que la empresa petro-química estatal china Sinopec invertirá 14.000 millones de dólares para lograr una producción diaria de petróleo en 200.000 barriles diarios de crudo en la Faja Petrolífera del Orinoco, (considerado el yacimiento petrolero más abundante del mundo), serían un misil en la línea de flotación de la geopolítica global de EEUU (cuyo objetivo inequívoco sería secar las fuentes energéticas de China), por lo que no sería descartable un intento de golpe de mano de la CIA contra Maduro.
GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ-Analista
(2)http://www.vanguardia.cu/de-cuba/9165-si-eeuu-cambia-politica-hacia-cuba-perderia-6-600-millones-y-mas-de-12-mil-empleos-dice-estudio
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