Pues bien, el asunto, que ha pasado convenientemente desapercibido en los grandes medios nacionales, parece más extraño y oscuro de lo que mucha gente podría pensar inicialmente.
Solo hace falta leer entre líneas y fijarse en algunos detalles.
Empecemos reproduciendo la información que nos ofrece El Confidencial sobre dicho yihadista vinculado al Partido Popular…
Hafid Mohamed, hijo de padres marroquíes, era tan liberal que se casó con una mujer no musulmana, educada en Málaga y que se trasladó a Melilla para fundar con él una familia. Tuvieron dos hijos varones. Celebraban juntos la Navidad y el ‘paterfamilias’ bebía entonces alcohol, comía cerdo, bailaba, hasta que hace un par de años el matrimonio hizo aguas.
Buena parte de su tiempo libre, Hafid Mohamed lo dedicaba a su partido, sobre todo en épocas electorales. Se le recuerda de juerga en la caseta del PP en la Feria de Melilla. Pegaba carteles, repartía banderitas, asistía a los mítines y fue interventor del partido en el colegio electoral León Solá. Sus tuits son reveladores de su entusiasmo. Afirmó de Imbroda, durante la campaña de las municipales de 2015, que “podría ser el mejor presidente que necesitan España y los españoles”. “Mi lucha es solo por ti”, le escribió.
Su actividad en las redes cesa poco después de esos comicios de 2015 y, al año siguiente, empieza a acumular bajas laborales en el reformatorio y a desentenderse de los menores infractores. Su apariencia física cambia. Se deja barba y el polo o la camisa deja paso a la chilaba. Acude con regularidad a rezar a la mezquita Blanca, en La Cañada Hidum, descrita como un lugar de cita de integristas.
Según los medios, “se estaba radicalizando”.
Según encontramos en el ABC, Actuall y en El Español,
Hafid M.M. llevaba muchos años trabajando como auxiliar educativo en un centro de reforma de menores emblemático en la ciudad, el Baluarte, donde entre treinta y cuarenta chicos comparten estancia.
“Era muy normal. Estuvo en Nuevas Generaciones y colaboraba en las campañas electorales del partido”
Hafid tenía una vida cómoda: mujer, hijo, trabajo, forofo del Real Madrid y militante activo del PP melillense.
Banderas en el mitin, el azul y el blanco característico de los populares en toda España. Delante él, con una endeble sonrisa, aunque contento por poder participar de los actos del partido al que venera. Un jersey negro de pico, camisa elegante por dentro del pantalón y barba afeitada. Así lucía hace años Mohamed Hafid. Entonces era un apasionado militante del Partido Popular de Melilla, siempre dispuesto a la arenga, a subirse a la palestra en el acto público.
Hafid Mohamed en un acto del PP en Melilla
Así pues, tenemos a un militante casi “fanático” del PP, altamente participativo, con potencial para realizar una carrera política en Melilla, que de un día para otro, a sus 39 años, “se radicaliza”, como si fuera uno de esos niñatos descerebrados y con las hormonas descontroladas que habitualmente recluta Estado Islámico.
La pregunta es: si se radicalizó y decidió unirse a las filas del yihadismo para perpetrar atentados, ¿por qué razón no siguió aparentando ser lo que era antes para pasar desapercibido? ¿No le habría ofrecido más ventajas?
¿Por qué “abandonó” el PP y su apariencia occidental, si ello le podía ofrecer una cobertura ideal para sus actividades yihadistas?
En los medios de comunicación (incluídos todos esos “expertos en yihadismo” que entrevistan), nos han dicho que muchos yihadistas “hacen vida occidental” para encubrir sus actividades y no ser detectados, hasta que perpetran sus acciones.
Este extracto de elconfidencialdigital.com lo expone claramente…
El ‘manual Abdeslam’ que aplican los yihadistas españoles
‘Cómo sobrevivir en occidente’. Así ha bautizado el Estado Islámico la guía práctica para que sus yihadistas preparen acciones violentas en Europa sin levantar sospechas.
Salah Abdesalm, el suicida de París (…) no llevaba una vida de asceta. Todo lo contrario: fumaba, bebía alcohol y acudía a fiestas en clubs de moda de Bruselas. Una conducta alejada de la imagen de islamista radical, pero que no ha pillado por sorpresa a los investigadores del fenómeno yihadista.
(…) fuentes de la inteligencia antiterrorista española, este tipo de comportamientos está moralmente aceptado entre radicales que están preparando una operación de martirio.
Un comportamiento similar al de Mohamed Atta, el jefe del comando terrorista que perpetró el 11-S, que meses antes del ataque contra las Torres Gemelas viajó junto a otros de sus compañeros a Las Vegas para jugar en los casinos y beber alcohol en prostíbulos.
El objetivo de los yihadistas al seguir este estilo de vida, contradictorio con los preceptos más básicos del islam –consumir alcohol, saltarse el rezo, mujeres-, es “camuflarse, evitar sospechas hacia ellos” haciéndose pasar por unos occidentales más. Básicamente, sobrevivir en occidente.
Pues vaya.
Qué curioso.
Teníamos a un tipo que incluso tenía carnet del PP, y valiosos contactos…y que en cambio renuncia a ello.
Si nos ponemos a elaborar hipótesis y leemos entre líneas, el asunto puede adquirir un cariz realmente sospechoso.
Solo hace falta observar la concatenación de hechos desde otra perspectiva.
Supongamos (recuerden que esto es una hipótesis enloquecida), que a determinados grupos ocultos vinculados al Estado Profundo Español (esas estructuras funcionariales, militares, policiales, de inteligencia y políticas, herederas y provenientes del franquismo a través de la falsa transición democrática), les interesa disponer de una “célula yihadista controlada”, cuyas acciones beneficien, en un momento determinado, a los intereses de España o de su gobierno, a través de operaciones de bandera falsa.
Una arma secreta y encubierta para atacar a enemigos políticos, o justificar acciones políticas posteriores.
¿Quién mejor que un español militante convencido, patriota, de nombre y origen musulmán, para crear dicha célula yihadista “controlada” y perpetrar lo que fuera necesario?
Hafid Mohamed sería el prototipo perfecto. Encima tiene trabajo (o se le puede dar), en el mejor lugar de reclutamiento de yihadistas posible: un reformatorio para menores marroquíes delincuentes y sin futuro.
Allí podrá realizar la misión encomendada.
Pero el tipo en cuestión, tiene algunos inconvenientes: desgraciadamente, es un militante conocido del PP.
Es necesario pues, distanciarle de esta imagen, cortar cualquier tipo de relación aparente entre “el futuro yihadista criminal” y el partido gobernante que “encarna las esencias patrias”, para que sus acciones no se vuelvan en contra de sus perpetradores.
Y el distanciamiento se produce de un forma bien pública y notoria, para que “todo el mundo lo vea”: se separa de la mujer, deja de pagar la cuota del PP, abandona las reuniones políticas, se pone chilaba y se deja barba, visita mezquitas radicales…es decir, “se radicaliza, de forma pública y notoria”.
Aún así, el tipo en cuestión mantiene su trabajo en el “centro de reclutamiento de yihadistas”…y las fuerzas de seguridad españolas, no lo detectan (de la misma manera que, oh misterio, no detectaron las actividades yihadistas del Imam de Ripoll…sí, de ese del que ocultaron información a todo el mundo).
Es decir, si nos dejamos llevar por “hipótesis conspirativas enloquecidas” como la que estamos ofreciendo, tendríamos que determinados grupos posiblemente vinculados con la Inteligencia Española, podrían haber creado en secreto una célula yihadista “controlada”, dispuesta para ser usada como arma de ataque encubierta del Estado Profundo contra cualquier objetivo, en cualquier momento…pero el estallido del chalet de Alcanar y el subsiguiente fracaso de la célula yihadista que quería atentar con explosivos en Barcelona y otros lugares de Cataluña, acaba con sus planes, debido a que se desata una persecución internacional contra células terroristas.
Eso es así porque, tras los atentados de Barcelona, un conjunto de policias y políticos de diferentes países, necesitan mostrarle al mundo “resultados” en sus investigaciones; todos necesitan “ponerse medallas” y más tras la pública y notoria descoordinación que han mostrado los cuerpos de seguridad en el caso de los atentados de Barcelona y Cambrils, de la que no se salva prácticamente nadie, ni en España, ni en Europa.
Así pues, deben rodar “cabezas yihadistas” para presentarlas a modo de trofeo al público.
Es por eso, que tirando del hilo de las investigaciones relativas a los atentados de Cataluña, donde la mayoría de los implicados son de origen marroquí, las pesquisas llevan a Marruecos…y las fuerzas de seguridad marroquíes “detectan” esta célula yihadista, liderada por ese militante del Partido Popular y colaboran con la Policia Nacional para detenerla.
Los que montaron el tinglado desde la sombra, poco pueden hacer por ese entonces para proteger su operación y a su agente encubierto. Es mejor dejar caer a su socio en manos de las fuerzas de seguridad (ahora que todo el mundo vigila) y no levantar sospechas al intentar encubrirle.
Al respecto de todas estas conjeturas, cabe destacar un par de hechos que posiblemente le habrán pasado desapercibidos a mucha gente.
PRIMERO: después de días de auténtico bombardeo mediático en los medios nacionales contra la gestión de los Mossos d’Esquadra durante los atentados en Cataluña, (incluída la vergüenza internacional del falso aviso de la CIA a los Mossos inventada por el Periódico e incluso denunciada públicamente por Assange), de repente el asunto desaparece de los medios y nadie más vuelve a hablar de ello.
Es algo que notamos de forma especialmente destacada durante el fin de semana del 2 y 3 de septiembre, cuando apenas se habla ya del asunto…
Lo que era una campaña coordinada de acoso y derribo contra la Generalitat y la Policia Catalana, en la que participaban activamente todos los grandes medios de comunicación del país, se detiene abruptamente, como si alguien “hubiera dado instrucciones” a todos esos medios esbirros del Régimen.
Si lo que hicieron los Mossos d’Esquadra y la Generalitat fue tan escandaloso como para provocar tal campaña mediática, ¿por qué de repente dejaron de tratar el asunto en los medios y tertúlias? Todos esos medios que tanto vociferaban sobre el asunto, ¿por qué dejaron de hablar de un tema “tan grave” y para el lunes 4 y el martes 5 de septiembre el asunto ya no existía?
Es como si alguien, les hubiera dicho que “ya no convenía seguir con el asunto”…
SEGUNDO: se hace pública la detención de la célula yihadista de Melilla y la vinculación de su líder con el PP, básicamente el miércoles 6 de septiembre, justo cuando todos los focos mediáticos nacionales están sobre el Parlament Catalán y la aprobación del Referéndum ilegal independentista del 1 de octubre.
Es decir, la noticia se hace pública, exactamente el día más idóneao para que el asunto pase lo más desapercibido posible entre la opinión pública española. Y si se puede ocultar la vinculación al PP como hacen los fieles periodistas del Régimen, pues mejor.
Y ahora unamos ambos elementos: el fin abrupto de la campaña contra los Mossos y el día en que se hace pública la desarticulación de la célula yihadista en Melilla.
Pregúntense: ¿qué habría sucedido si durante estos últimos días, hubiera continuado la vasta campaña mediática de los medios, centrada en desprestigiar la gestión del atentado terrorista por parte de la Generalitat y la policía autonómica catalana y entonces, en plena campaña, apareciera (inevitablemente), la noticia de la detención de un yihadista afiliado al Partido Popular?
Pues que toda la campaña se habría girado en contra del gobierno español: habríamos tenido a toda esa opinión pública que estaba enfocando su atención en la lucha contra el terrorismo, que de repente conocería que “habían detenido a un yihadista con carnet del PP”…
Eso nos lleva a deducir (siempre basándonos en conjeturas), que al menos desde la semana anterior (entre el 28 de agosto y el 3 de septiembre), el gobierno español y los medios esbirros del Régimen, ya sabían que esa célula iba a ser desmantelada en breve.
Y sabían que era necesario cortar abruptamente la campaña mediática centrada en “el terrorismo” y desviar el foco mediático hacia cualquier otro tema y lugar, para que cuando se produjera la desarticulación de la célula con vinculaciones del PP, ya “se estuviera hablando” de otra cosa.
Con ello deducimos también, que la desactivación de la célula y la publicación de la respetiva información, se demoró convenientemente hasta el miércoles 6 de septiembre, para que coincidiera con los acontecimientos en el Parlamento Catalán, para que apenas se hablara del asunto.
La verdad es que el asunto apesta, pero nadie quiere hablar de ello.
Tenemos a un fervoroso MILITANTE DEL PARTIDO POPULAR que de repente “se radicaliza” y crea una célula yihadista, dispuesta a realizar inminentes atentados en lugares que no han sido especificados aún.
Tenemos a otro ciudadano español, MIEMBRO DE LA ULTRADERECHA que de repente se convierte al islam y también crea una célula yihadista para atentar en Barcelona, y a la Policia Nacional informándole en secreto para que no sea detenido por los Mossos d’Esquadra, en la escandalosa Operación Caronte.
Y tenemos al Imam de Ripoll, creador de la célula yihadista que atenta en Cataluña, encerrado en la cárcel con terroristas de Al-Qaeda, considerado por el exsecretario general del Sindicato Unificado de Policía como un POSIBLE CONFIDENTE DE LA POLICIA O EL CNI, vigilado durante años por la Policia Española, y que a pesar de todos los indicios, es dejado libre para campar a sus anchas y montar un gran atentado, todo ello, ocultando información crucial a los Mossos d’Esquadra.
Pero tranquilos, no se alteren, no crean en malignas conspiraciones. Todo es casualidad.
Todo esto solo son conjeturas de cuatro frikis conspiranoicos e irresponsables.
Ya saben, hipótesis sin sentido…
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