La operación turca en el norte de Siria fue acordada con Rusia
Los kurdos pro-americanos están siendo sacrificados por la reconciliación turco-rusa.
En Siria, se han abierto dos nuevos frentes.
Tal opinión ha sido expresada por una serie de comentaristas que analizan las últimas informaciones del país.
En el norte de Siria, el ejército turco lanzó una operación militar denominada “escudo del Éufrates” contra la ciudad de Jarabulus.
Según informes no confirmados, la operación también involucró a artillería, sistemas de lanzamiento múltiple de misiles, y comandos turcos.
El ejército turco ha informado de al menos 224 ataques sobre 63 objetivos, 12 de los cuales fueron destruidos.
Al mismo tiempo se informó que Ankara está apoyada por tropas que formalmente componen la oposición a Damasco, el denominado Ejército Sirio Libre (ESL).
El segundo frente está en la ciudad de Hasaka, que está controlada por –o bien podemos decir que estaba controlada- por fuerzas del gobierno sirio (Ejército Árabe Sirio, EAS).
Kurdos pro-americanos atacaron recientemente a las unidades leales a Damasco, capturando Hasaka. 230 soldados sirios fueron capturados.
La lucha ha continuado durante varios días y los observadores han asegurado que este ha sido el choque “más serio” entre las fuerzas gubernamentales y los kurdos de todos los años de la guerra.
Las cosas hasta aquí fueron que los aviones de la fuerza aérea siria bombardearon posiciones enemigas, causando así un considerable empeoramiento de la situación internacional ya que los EEUU amenazaron con derribar aviones sirios en caso de futuros ataques aéreos.
Ambos frentes, el sirio y el turco, tienen un único enemigo común: Los kurdos pro-americanos.
Las amenazas de EEUU por los combates en Hasaka se explican principalmente por el hecho de que los EEUU se han vuelto en esencia temerosos.
La fuerza aérea siria llegó a Hasaka para ayudar a las tropas del EAS, asestando golpes contra las milicias kurdas atacantes de la división “Assaish” que según algunas informaciones, dentro de tales tropas, o cerca de esas tropas hay instructores americanos.
Para protegerlos, los cazas de EEUU han repelido a la aviación siria.
Según sus declaraciones oficiales, los turcos están combatiendo en el área de Jarabulus para liberar el norte de Siria del ISIS con la ayuda de la “oposición moderada”, el mismo ELS.
Esto sigue a las palabras del ministro turco de exteriores, Mevlut Cavusoglu.
En esta nota, el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan lo ha señalado incluso de manera más clara: La operación militar del Éufrates tiene la intención de eliminar las amenazas representadas por el grupo terrorista estado islámico y ¡atención! a las fuerzas kurdas sirias.
Los kurdos en la región son los aliados más cercanos de los EEUU e Israel. Tienen pleno apoyo de ambos países.
Al mismo tiempo, ni Damasco ni Ankara están interesados en la autonomía turca en tanto que abre el camino para la desintegración de Siria.
No es coincidencia que uno de los principales objetivos de la operación “escudo del Éufrates” esté denominado como la preservación de la integridad territorial de Siria. “El factor kurdo se está convirtiendo en un problema bastante crucial y apremiante en oriente medio”, dijo una importante experta rusa sobre el tema kurdo, la directora adjunta del Instituto de Estudios Estratégicos Rusos (IEER), Anna Glazov.
Ella continúa diciendo que: “No es secreto que divergen severamente los intereses de los kurdos por un lado, y los intereses del gobierno de Bashar al-Assad junto una serie de países de la región, por el otro.
Y esperar que cualquier compromiso sea encontrado para resolver el problema de la autonomía kurda es extremadamente difícil”.
Mientras tanto, los expertos dicen que el principal objetivo de los Kurdos es asegurar precisamente esta autonomía o más bien, una federación kurda, el establecimiento de la cual anunciaron allá por marzo de 2016. Para hacer esto, necesitan asegurar un territorio cohesionado, contiguo y controlado, esto es, unir los cantones habitados por kurdos en la frontera con Turquía. Y a día de hoy, habiendo capturado ya la ciudad de Manbij, su tarea principal era limpiar Jarabulus del ISIS.
Los turcos golpearon y usaron las fuerzas proxy de la oposición “verde” y “moderada”. El objetivo estratégico de la operación no es solamente la destrucción de las unidades del ISIS.
Anteriormente, las unidades kurdas del YPG apoyadas por los EEUU y sus aliados, tomaron el control de la gran ciudad de Manbij a 40 km al sur de Jarabulus.
En el caso de ocupar la ciudad, tomarían el control de casi toda la frontera turco-siria, unida con las fuerzas kurdas cerca de la ciudad de Afrin en el oeste de la provincia de Alepo, y así crearían un corredor que se alarga hasta el mediterráneo.
Turquía considera que el YPG es una organización terrorista y la acusa de apoyar al PKK y a los propios separatistas kurdos de Turquía. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró abiertamente que la operación militar está dirigida no solamente contra el ISIS, sino también contra los kurdos.
Mehmet Perincek, un analista político turco del partido de oposición Vatan, cercano a los círculos militares dijo que la operación es “el fruto de la reconciliación de Turquía con Rusia”. Según Perincek, el pasado noviembre de 2015, antes de la crisis en las relaciones ruso-turcas, Putin y Erdogan se reunieron en anatolia para acordar la operación en la ciudad siria de Jarabulus. Sin embargo, Perincek dijo que, después de que los gulenistas derribaron al avión ruso, el acuerdo perdió fuerza. Los EEUU y la red de Gulén no estaban interesados en la reconciliación entre Rusia y Turquía sobre Siria.
De hecho, el 3 de diciembre de 2015, unos días después del trágico derribo del caza ruso sobre la frontera turco-siria, el presidente ruso, Vladimir Putin, dio a entender de manera muy abierta hacia el acuerdo ruso-turco sobre siria, declarando que:
“Estamos preparados para cooperar con Turquía sobre todos los temas más sensibles que había; estábamos dispuestos a ir más allá, donde sus aliados rechazaron ir. Supongo que sólo Allah sabe, por qué ellos lo hicieron”.
“Tras la restauración de relaciones entre Turquía y Rusia, las fuerzas euroasiáticas una vez más ganaron la oportunidad de eliminar la presencia americana en Siria y en la región. Esta operación coincide con los intereses de Siria, Irán, Iraq, y Rusia”, dijo Perincek.
Esta información está confirmada indirectamente por el largo silencio del ministerio de exteriores ruso y el ministerio de defensa sobre la operación turca. Tanto Moscú como Damasco expresaron que están preocupados únicamente después de que Turquía haya tomado exitosamente Jarabulus, así permitiéndoles completar la operación.
Después del encuentro entre los dos presidentes el 9 de agosto de 2016 en San Petersburgo, fue establecido un mecanismo para armonizar las acciones de los militares y servicios de inteligencia de los dos países en Siria.
Es difícil asumir que Ankara decidiera tomar tal paso sin el consentimiento de Moscú. De otro modo, la reacción rusa sería diferente.
El precio del consentimiento ruso es conocido, según se informó por nuestras fuentes: Turquía debe apoyar la integridad territorial de siria y la preservación del líder del país, Bashar al-Assad.
El hecho de que Turquía haya declarado recientemente que Assad puede permanecer temporalmente en el liderazgo de Siria muestra que Ankara está empezando a ablandar su posición pública anteriormente inamovible sobre este tema.
El presidente Erdogán claramente dio a entender que está preparado para cooperar en Siria: “Turquía está preparada para hacer esfuerzos conjuntos con las fuerzas de la coalición internacional y Rusia”. La televisión turca, NTV, declaró que Turquía informó a los oficiales rusos para iniciar las operaciones en el norte de Siria. En el idioma de los hechos, esto significa que Turquía realmente no “informó” tanto como pidió y recibió el consentimiento.
Ciertamente, según la información recibida por Katehon, la operación está teniendo lugar con la aprobación tácita de Moscú. Tras el encuentro entre Putin y Erdogán en San Petersburgo el 9 de agosto de 2016, ambas partes acordaron coordinar la lucha en Siria. Rusia comprende los intereses turcos en las áreas norteñas pobladas por turcomanos, ya que son similares a los intereses de Rusia en las áreas pobladas por rusos del este de Ucrania.
Al mismo tiempo, Ankara está poniendo a los EEUU en una posición muy difícil.
Las declaraciones oficiales turcas se refieren a las fuerzas involucradas en la operación como “la coalición anti-terrorista bajo liderazgo de EEUU”.
Sin embargo, los funcionarios gubernamentales de EEUU han permanecido en silencio sobre este “compromiso” con los turcos en una operación que también apunta contra los kurdos. Resulta que, por un lado, los EEUU deben apoyar la operación contra el ISIS (especialmente dada las herramientas de presión disponibles en Turquía: La base aérea de Incirlik y la participación de Turquía en la OTAN), pero por el otro, no puede traicionar a su aliado kurdo, la fuerza principal con la que cuentan los americanos en la región.
Los medios de comunicación pro americanos están intentando llenar el vacío informativo, calmando a la población con mantras de que todo está bajo control.
A finales del día, la Casa Blanca tiene que apoyar oficialmente la operación anti-ISIS, pero la parte más interesante del drama está adelante, cuando los turcos se confronten con los kurdos entrenados y encabezados por EEUU.
Previamente, los EEUU amenazaron a Damasco y Moscú cuando golpearon a los kurdos, debido a la presencia de fuerzas especiales de EEUU. ¿Harían lo mismo con Ankara? Para Turquía, no hay diferencia entre el ISIS y el YPG. Para los EEUU la hay. El liderazgo turco está incrementando su importancia en la guerra siria y creando un dolor de cabeza real para los EEUU.
Es más, el inicio de la operación coincidió con la visita a Turquía del vicepresidente de los EEUU, Joe Biden. Tendrá algo que responder a las acciones de las autoridades turcas mientras pone buena cara durante un mal juego. Biden ha instado a los kurdos para que no crucen al oeste del Éufrates como los turcos demandan. Las actuales negociaciones sobre el papel de Turquía en la OTAN están en riesgo, y los EEUU no pueden tomar ninguna acción en apoyo de los kurdos sin peligrar las negociaciones.
Anna Glazov cree que:
“Como parte de la estrategia perseguida por los EEUU en oriente medio, es precisamente el desmembramiento de los estados en la región, una de las direcciones de la política de EEUU. Por supuesto, los EEUU apoyaron y continuarán apoyando a los kurdos mientras que esos kurdos enfrentados con la resistencia de los gobiernos regionales, buscarán aliados por sí mismos, uno de los cuales es, completa y naturalmente, los Estados Unidos. Pero entonces, Creo que los kurdos mismos entenderán que tal alianza es beneficiosa únicamente para los Estados Unidos que usan a los kurdos para sus propios fines y exclusivamente en sus propios intereses”.
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