Tiempo atrás hablábamos sobre las Primaveras árabes -escribe la socióloga gallega Celia Fernández - criticando el tratamiento informativo y las consecuencias que desde el punto de vista geoestratégico y humanitario podían tener estos hechos (...).
PRIMAVERAS ÁRABES:
EL MONTAJE OCCIDENTAL QUE ABRIÓ EL CAMINO AL ESTADO ISLÁMICO
"No hubo revoluciones, sino rebeldes auspiciados por potencias extranjeras que convirtieron la zona en un infierno"
Por CELIA FERNÁNDEZ (*).-
Tiempo atrás hablábamos en estas mismas páginas sobre las Primaveras árabes, criticando el tratamiento informativo y las consecuencias que desde el punto de vista geoestratégico y humanitario podían tener estos hechos.
Los medios de comunicación, los políticos y los tertulianos de toda índole, analizaban la realidad con una miopía salvaje. Hablaban de una ola de democratización, de revoluciones 2.0 de "rebeldes democráticos".
Desde Libia hasta Siria, recorriendo todo el Magreb, no hubo tales revoluciones, sino "rebeldes" que auspiciados por potencias extranjeras que no hicieron más que convertir la zona en un infierno salvaje .
No lo digo yo, sino que es el mismo Instituto Elcano, en un estudio que el pasado fin de semana publicaban diversos medios, en el que afirma que hubo un aumento sin precedentes del terrorismo en el Magreb desde las primaveras árabes.
Cuarenta y siete veces aumentaron los atentados entre los años 2011 a 2014, teniendo como escenario principal Libia, en una situación de vacío de poder, en el que el caos y el terrorismo son los que marcan el paso y la vida de las personas.
En todo el Magreb hubo 1.105 acciones terroristas entre 2011 y 2014, perpetradas en su gran mayoría por grupos vinculados a Al Qaeda y desde 2014 por adeptos al Estado Islámico.
Todo comenzó en Libia. El terrible Gaddafi, antes amigo convertido en unos meses en enemigo íntimo, fue el primer objetivo.
Es bien conocida la violación de la legalidad internacional perpetrada en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en el que se acuerda establecer una zona de exclusión aérea que después fue empleada por la OTAN para bombardear el país e intervenir ilegalmente en una guerra civil (aglo prohibido por los tratados internacionales y la propia ONU), y auspiciar a unos "rebeldes democráticos" que, al término de la guerra, rebelaron su verdadero cariz terrorista.
En Siria de nuevo el guión fue el mismo. De nuevo los medios hablaban de rebeldes demócratas, del tirano Al-Assad y de nuevo se produjo la intervención de potencias extranjeras para "detener el genocidio del tirano".
Pero la realidad que escondía esto eral otra vez, el armamento de grupos que querían derrocar al gobierno de Al- Assad y que no eran otros que el famoso Estado Islámico. Los mismos que están dominando y atacando las zonas donde las primaveras florecieron.
De pronto los medios, sin relato de entremedias, comienzan a hablar del Estado Islámico, pero nada dicen de Turquía (amigo de la OTAN) o de la implicación de EEUU y otras potencias europeas sobre el terreno, que tienen un papel muy relevante en el desarrollo de este grupo terrorista. De pronto llegó el terror a París...
Pero el desarrollo de las primaveras árabes y el posterior crecimiento y avance del terrorismo del Estado Islámico en estas zonas dio como resultado un drama y una emergencia social sin precedentes: la crisis humanitaria de los refugiados.
En los medios cuando hablan de los sirios dicen que huyen de Al-Assad, pero con independencia de la opinión que se tenga sobre éste, antes del comienzo de la guerra tal crisis (en cuanto número) no existía. Por otra parte, los ciudadanos procedentes de otros países no huyen de Al-Assad sino de los grupos que campan a sus anchas en los territorios democratizados.
Y ahora llega el broche final. La UE pacta con Erdogan -cuyo gobierno protege a los terroristas- para que acoja a los refugiados, como si estos fueran basura, a cambio de dinero y ofreciendo ventajas dentro de la UE.
A un Estado que viola de manera continua los DDHH y las libertades básicas de las personas, la UE le entrega a los refugiados, para solucionar una crisis en la que los Estados que forman parte de ella tuvieron mucho que ver.
Pero Turquía es nuestra amiga, y también Arabia Saudí, que viola los derechos humanos en su territorio y comete un genocidio en Yemen. Diógenes tendría mucho que decir.
En cualquier caso, no podíamos esperar otra cosa de una Europa que primero ahogó hasta la miseria a sus ciudadanos del Sur... ¿Qué podíamos esperar de cómo iba a tratar a los ciudadanos del Magreb que huyen del horror?
Como escribiera Jacinto Benavente "conseguir la paz", es el pretexto para todas las guerras".
(*) Celia Fernández Natural de Ferrol, es socióloga, formada en la UDC (Universidade da Coruña). Es formadora en Igualdad de Oportunidades y experta en Planificación y desarrollo local. Pertenece a la Asociación Galega de Socioloxía (AGS). Ha publicado sobre ocio y sociedad industrial ("El surgimiento del ocio y la sociedad industrial", en Álvarez Sousa (coord.): Teoría Social y Turismo). Desde enero de 2014 colabora con Praza Pública, donde podemos seguir sus artículos escritos en gallego.
De Praza Pública / Traducido al castellano por el Blog del Viejo Topo.
Título original: ¿Era esto la Primavera Árabe?
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