EL PP ESPAÑOL, EN ESTADO PRECOMATOSO (por Francisco Herranz)
Zozobra, avería, fractura, autodestrucción. Los comentaristas políticos no paran de emitir señales de emergencia para definir el actual sentir que se respira dentro del partido gobernante en España. El PP naufraga a sólo dos meses de las elecciones generales y las vías de agua son múltiples e importantes.
En los últimos días han aflorado a la superficie al menos tres acontecimientos no relacionados entre sí pero que juntos evidencian a la perfección el terrible estado precomatoso que atraviesa la formación de derechas.
El primero de ellos ha sido la dimisión de Arantza Quiroga, la dirigente de los populares en el País Vasco.
Quiroga dejó el cargo, desautorizada por la dirección del partido, tras intentar un acercamiento a los nacionalistas radicales.
La diputada regional había presentado el 6 de octubre ante el Parlamento vasco una moción sobre “Libertad y Convivencia” con el fin de desbloquear el debate sobre la reconciliación en Euskadi tras el abandono de las armas de ETA.
Su iniciativa había sido recibida con buenos ojos por los representantes de EH-Bildu, la izquierda abertzale simpatizante de la banda terrorista vasca, pero no sentó nada bien entre las víctimas del terrorismo.
Su delito fue que en el texto propuesto se decía que los grupos parlamentarios vascos debían asumir, entre otros principios, “el rechazo expreso a la violencia“; en otras palabras, no empleó la expresión “condena al terrorismo”.
Quiroga finalmente retiró su controvertida ponencia y más tarde presentó su renuncia.
El segundo incidente tuvo como protagonista a todo un ministro, nada menos que al todopoderoso titular de Hacienda.
En una entrevista concedida al diario El Mundo, publicada el 14 de octubre, Cristóbal Montoro dio estopa a los suyos con la contundencia que le viene caracterizando.
Así, criticó con extrema dureza al expresidente José María Aznar por seguir dando lecciones de política “desde fuera”: “Esto es como el quirófano. No moleste, estamos operando”.
Se podía decir más alto, pero no más claro.
Pero eso no fue todo. Montoro se prodigó también contra un destacado colega del Ejecutivo: el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, al que llamó arrogante intelectual y al que atacó por no saber “revisar sus ideas con el tiempo”.
La estrepitosa entrevista culminó con una frase lapidaria que se convirtió en titular:
“Hay compañeros míos que se avergüenzan de lo que hemos hecho. Lo explican sin convicción porque en el fondo se avergüenzan de ser del PP”.
Alguno de los aludidos no guardó silencio. El propio Margallo dejó la diplomacia a un lado y con mucho sarcasmo calificó a Montoro como una persona que no suele leer ni escribir…
Caso número tres. La diputada popular por Madrid, Cayetana Álvarez de Toledo, adelantó que no quería ser incluida en las próximas listas nacionales.
Despachándose a gusto en una tribuna de prensa, criticó al Gobierno por haber “despreciado la política” y “desoído todas las alarmas”, especialmente “la grave pérdida de poder autonómico y municipal” y la “irrupción de un poderoso adversario en el espacio del PP”, es decir, el grupo Ciudadanos.
Finalmente la parlamentaria se desmarcó de Mariano Rajoy por su insuficiente sensibilidad social. En su opinión, el presidente responde con “tecnocracia y plasma” a los “problemas reales de la gente”.
Las palabras de Álvarez de Toledo —una aznarista convencida- podrían haber sido interpretadas como una forma de pluralismo muy saludable, pero mayormente despertaron reacciones negativas entre sus compañeros de partido que las consideraron una absoluta deslealtad.
Incluso desataron un altercado en el Congreso cuando una diputada popular la llamó “traidora”.
El remate a todos estos despropósitos lo puso el último error del partido en materia comunicativa: un torpe y lamentable vídeo de promoción donde España entra en camilla en un hospital y sale resucitada gracias a las maniobras de reanimación de un invisible doctor Mariano Rajoy, quien porfía —por supuesto- que no atraviesan ninguna crisis y que la formación sigue siendo un “valor firme y seguro”.
El vídeo, para más inri, se parece sospechosamente a uno que utilizó en su campaña electoral el expresidente de la República Dominicana, Leonel Fernández.
Pero no todos piensan como Rajoy. Fuentes del PP admiten en privado que “no hay mando” y achacan a esta circunstancia las inauditas salidas de tono de los ministros Montoro y Margallo.
La decisión de Arantza Quiroga de dar un paso atrás también demuestra esa falta de control tan significativa, ya que el PP vasco se ha convertido en un “reino de taifas”, donde las tres direcciones territoriales (Vizcaya, Guipúzcoa y Álava) mantienen profundas rivalidades.
Es evidente que las rencillas internas se han hecho insoportables en algunos casos, azuzadas por el estado de nervios reinante en el partido. La razón de esta histeria colectiva no es otra sino los recientes batacazos en las elecciones municipales y catalanas, así como el hecho indiscutible de que el 52% de los votos de Ciudadanos procede del caladero del PP.
Su lógico temor es que este trasvase de votantes decepcionados aumente de forma considerable en la cita con las urnas del 20 de diciembre y eso dé a la postre el triunfo a Pedro Sánchez, el máximo líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
A LA DERECHA, EL “REFERENTE MUNDIAL PROGRESISTA” DE PABLITO IGLESIAS, Y A LA IZQUIERDA EL REFERENTE ELECTORAL DE PABLITO Y DE ALBERTITO RIVERA
También subyace un enfrentamiento cada vez más explícito entre la vieja guardia representada por el ministro Montoro y los jóvenes promovidos por el propio Rajoy, como Javier Maroto, Pablo Casado o Andrea Levy, que buscan la llamada “economía con alma” que anime al electorado popular a no cambiar de papeleta, a pesar de los escándalos de corrupción.
Todas estas contradicciones no han hecho más que agudizarse a consecuencia del inmovilismo de Rajoy quien hasta el verano fiaba todo a la bonanza de los indicadores económicos para mantenerse así en el poder otros cuatro años más. Ahora ha visto la boca del lobo, y parece dispuesto a rectificar, pero quizás sea demasiado tarde.
El Gobierno del PP ha desaprovechado la irrepetible mayoría absoluta de la que ha disfrutado hasta ahora en el Congreso de los Diputados para acometer el reto de la regeneración política que tanto necesita el país.
No ha utilizado esa posición política ventajosa con la que podría haber activado, mediante el oportuno debate parlamentario, una reforma de la Constitución para pasar del actual sistema de las autonomías a uno verdaderamente federal que solucionaría las tensiones con Cataluña.
Han faltado valentía, altura de miras y razón de Estado.
tenacarlos.wordpress.com
Día “horribilis” en Génova
Los acontecimientos en contra del PP se desencadenan con fuerza, a pesar de la defensa a ultranza con la que casi todos los peperos (ya no son todos) tratan de mantener ante las próximas elecciones generales.
Pero lo de ayer fue exagerado. No pasó más porque no había más. Ayer al circo pepero le volvieron a crecer los enanos. Eso sí, ellos reaccionaron contraatacando, aunque con poca fortuna.
La primera en la frente. El gran Montoro, el recortador general del reino, se dejó entrevistar y dijo cosas muy sabrosas, una maravilla para la unión pepera, en un momento justo, a dos meses de las elecciones. Y aquí dejo algunas frasecitas jugosas:
Por ejemplo refiriéndose al gran Aznar (quien le nombró ministro por primera vez): “No puedo admirar a alguien que ahora se dedica al business y da lecciones desde fuera". "Si quieres ayudar, entra al quirófano y, si no, no molestes, estamos operando".
A Margallo, le soltó otra perla: “Es rehén de su propia arrogancia intelectual”.
También tuvo para Rato, a quién le recrimina: “¿Y cómo alguien de tu renta puede usar una 'black' para ahorrarse unos miles de euros?”
Y por último, por si le quedaba alguien en el tintero, soltó la frasecita general para todo el peperío: “Algunos de mis compañeros se avergüenzan de ser del PP”. Lo raro es que le extrañe.
La segunda en el pecho: La diputada Cayetana Álvarez de Toledo escribió una cartita a Rajoy, llena de reproches y críticas, donde entre otras lindeces se puede leer que:
No encuentra argumentos para defender la gestión del gobierno
En estos cuatro años de mayoría absoluta del PP, la democracia ni se ha regenerado ni se ha defendido
El Gobierno ha despreciado la política y ha desoído todas las alarmas.Se ha llevado a cabo una campaña catalana errática (y lo explica detalladamente).
Y termina: La respuesta del Gobierno ha sido tecnocracia y plasma.
La tercera en la susodicha parte. Y es que éramos pocos y parió la abuela: Ayer también llegó el desenlace del affaire del PP de Euskadi.
Dimitió la presidenta Arantxa Quiroga por que la desautorizaron, desde Génova, una moción que, según ella, iba encaminada a la convivencia definitiva en el País Vasco, donde pretendía sumar a EH Bildu.
Todas estas maravillas adornadas con un rifirrafe de Margallo con un diputado de Convergéncia, al que mandó al psiquiatra, cuestión que le llevó a tener que rectificar a petición de Jesús Posadas, que se lo ordenó con energía y terminó de cabrear al ministro “arrogante intelectualmente”.
Y también con el presidente de Castilla y León, para no ser menos, dice encontrarse también cabreado con su partido.
Y en un marco maravilloso donde el PP, que por los acontecimientos contados parecería que ha olvidado que está en precampaña electoral, regaló a los diputados y a los periodistas, después de cortar una sesión parlamentaria, un acto donde se contaron las maravillosas cien leyes que nos han destrozado durante estos cuatro años, y como colofón pasaron un vídeo publicitario de campaña electoral que dejó estupefacto a casi todo el mundo.
Una burda copia de un vídeo hecho hace años en la República Dominicana y donde se salva a un paciente en estado grave de morir en el hospital (el paciente es España y el cuadro de médicos que le salva: El PP).
A decir de todo el mundo, salvo el PP, es la primera vez que el Congreso de los diputados, la casa de todos, se utiliza para fines partidistas espurios como es una precampaña electoral.
A todo esto se ve que para tratar de paliar todas estas desgracias, Rajoy ha nombrado a su ministro Fernández Díaz --el ministro de la ley mordaza y de las concertinas, el que recibe a presuntos delincuentes en su despacho, el que condecora vírgenes o se retira al Valle de los Caídos a meditar— representante plenipotenciario del gobierno y le ha enviado al Vaticano para que asista a la canonización de una monja.
Allí podrá orar y pedir por su partido, que falta le hace. ¡Qué error! ¡Qué inmenso error! Este fallido ministro del Interior podría haber sido un formidable Vicepresidente meapilas del rito católico.
Y todo esto en un día. ¿Hay quién dé más? ¡Vaya tropa!
Pero ahí están, los primeros en las encuestas. Francamente yo no sé si es que sus votantes leen sólo La Razón o ABC, ven 13TV y escuchan la COPE, o simplemente son masoquistas (salvo los poderosos, que esos si tienen razones suficientes para votarles).
Salud y República
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Todos pagamos el cuidado de papá Rajoy
Cuidar a los padres es algo habitual, de buena gente, y obligado para los hijos. No siempre ocurre, por varias razones. Algunos hijos se despegan de sus padres y los olvidan cuando les necesitan en la vejez.
Otros, aunque quieran no pueden hacerlo como desearían, puesto que sus obligaciones propias apenas les deja tiempo, y además no siempre tienen el dinero para poder pagar a alguien que los cuides.
Es más, todos sabemos que hoy se da más el caso de ancianos que ayudan a sus hijos y nietos que al revés.
Pues bien, hay algunos personajes que no tienen problemas. Todo lo tienen resuelto. Y si no, fíjense en lo que ocurre con el padre de Rajoy.
Este presidente que se ha cargado la dependencia, que deja las pensiones prácticamente congeladas y ha recortado todo tipo de ayudas, también a los ancianos necesitados, resulta que tiene a su padre en La Moncloa, a nuestro cargo.
Bien digo, Rajoy tiene a papá Rajoy en su palacio de presidente y le cuida con los recursos del Estado.
O sea que mientras gran parte de los ancianos apenas tienen ayudas, sus hijos no pueden atenderles, ni tienen medios para pagar una residencia o alguien que les cuiden, papá Rajoy está en La Moncloa, a costa del Estado, o sea de todos nosotros, y tiene a su disposición todo lo que desea, entre otras cosas, dos cuidadores que se turnan y le atienden las veinticuatro horas.
No se trata de que le desee al buen señor nada malo, pero si me parece que es otro abuso, puesto que precisamente, ‘nuestro líder amantísimo’ sí que podría pagar de su bolsillo la atención que requiere su padre.
Muchos son los que dicen que el sueldo del presidente del gobierno es bajo. Y efectivamente no es muy alto si se compara con el de otros políticos de menor nivel que ganan más, no obstante el caso del Presidente es muy particular, puesto que no sólo gana un sueldo (78.000 euros anuales) sino que además tiene una serie de prebendas que no tienes otros altos cargos.
Tiene a su disposición un palacio, en el que no se tiene que gastar nada.
Limpieza, luz, agua, gas, teléfono y mayordomos, criados, jardineros y cocineros a su servicio están incluidos. Además tiene coche a su disposición, una bodeguita y un servicio de seguridad (lo único que es necesario).
También tiene una profesora que le enseña inglés a cargo del contribuyente, como todo lo demás. Y a lo anterior hay que añadir que este presidente, o sea D. Mariano, tiene a su padre bien cuidado a nuestra costa.
O sea que de su sueldo puede ahorrar tranquilamente el 90%. Todo se lo pagamos, hasta las reuniones con los amigos (si los tiene) cuando les invita.
Total que el sueldo es mucho más de lo que percibe en efectivo, y no hablo de lo que le paga el PP (unos 100.000 euros anuales más, de los que una parte importante es también dinero público, puesto que viene de las subvenciones a los partidos), puesto que todos los gastos que tiene cualquier ciudadano normal, este presidente los tiene pagados.
Por todo eso, es mucho más grave que cargue sobre las espaldas de los españoles, el cuidado de su padre, cuando debería absorberlo él de sus recursos personales. ¡Y se hace llamar austero!, ¡hay que tener cara dura!
Pero claro, una más, y es que los peperos se creen que todo el monte es orégano y todos los ciudadanos sus paganinis.
Salud y República
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