¿Por qué el gobierno norteamericano manda destituir presidentes en Guatemala?
- Ver original
- septiembre 9º, 2017
Dentro de la emotiva burbuja coyuntural de Guatemala, aparentemente se libra una casi “legendaria guerra” entre guatemaltecos buenos/honestos/patriotas versus guatemaltecos malos/corruptos/criminales.
Así lo grafican los medios y los actores.
Ambos bandos recurren a pastiches totémicos como Dios, Patria, Unidad Nacional, Soberanía, Estado de Derecho, etc. como fundamentos para inclinar la balanza de la contienda en las redes sociales y en las plazas.
Curiosamente, casi nadie menciona al actor principal, el Gobierno norteamericano, de esta “Santa Cruzada” contra la corrupción.
Aunque todos saben y defienden (con razón) a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), entidad promovida/financiada por el gobierno norteamericano (en buena medida).
En 2015, el gobierno norteamericano mandó a destituir/encarcelar al gobierno “mano dura” de Otto Pérez Molina/Roxana Baldetti por competencia desleal en la industria de la corrupción, e insubordinación.
En 2016, para controlar/tranquilizar los remanentes del malestar social de los indignados del 2015, se “celebró” la fiesta democrática de las elecciones generales con narcopartidos y narcocandidaturas incluidos. Ganó el cómico Jimmy Morales, del partido FCN-Nación (con narcofinanciamiento confeso).
Los gringos, presurosos aplaudieron y lo reconocieron.
Pero, no esperaban que “El Fantasma”, narcotraficante extraditado a los EEUU., develaría públicamente los detalles de la “narcofiesta electoral”.
Siempre con la finalidad de “estabilizar” el nefasto sistema neoliberal repudiado por las irreverentes resistencias comunitarias desde los territorios, la CICIG promovió el intento fallido de las reformas constitucionales para barnizar el corroído sistema político y judicial. Pero, la bancada de FCN-Nación, no cooperó en tal cometido.
Más por el contrario, Jimmy Morales intentó descabezar a la CICIG. Y, los gringos se enfadaron aún más, y sentenciaron la inminente destitución del segundo Presidente consecutivo de Guatemala en el lapso de dos años.
La ejecución de esta sentencia va en curso.
Salvo si los gringos le encuentran otra salida al caos, y controlan la escandalosa trifulca interna en la rancia oligarquía que se montó en la ola de la “guerra anticorrupción” para el arreglo de cuentas a nivel interno.
¿Por qué los gringos emprenden su guerra anticorrupción en Guatemala?
Razón geopolítica. Así como idearon su “guerra anticomunista”, en el siglo pasado, para frenar a los rusos, ahora, los gringos calibraron su “guerra anticorrupción” para contrarrestar la presencia económica y política China-Rusa en Centro América.
El nefasto programa de la Alianza para la Prosperidad versus el temido canal interoceánico chino en Nicaragua, es una de las evidencias.
Con la ventaja que los chinos-rusos son aún prometidos aliados desconocidos, frente al nefasto gringo conocido.
Restaurar la imagen democrática gringa en la región.
El sentimiento y pensamiento antinorteamericano, en los últimos años, se ha acrecentado en la región y en el mundo por lo sanguinario que fue y es el Imperio en el saqueo de los pueblos.
Por eso, ahora, el gobierno de los EEUU. impulsa la “lucha anticorrupción” intentando activar sentimientos morales universalmente compartidos para el bienestar común.
Y así restaurar su imagen democrático y benigno de los EEUU. en el imaginario colectivo.
En Guatemala y en la región, fueron los gringos los que prohijaron los gobiernos más corruptos y criminales que la historia jamás conoció. Ellos utilizaron y utilizan el crimen y la corrupción para sus fines.
Controlar/desactivar la convulsión social.
La “lucha contra la corrupción”, en un país desintegrado y convulso, con un futuro incierto como Guatemala, es una excelente herramienta para controlar/desactivar las propuestas de cambios estructurales, y generar una cosmética sensación de unidad nacional frente al “enemigo común”, los corruptos.
Igual fue la “lucha contra el comunismo”.
La razón básica indica que por más que la corrupción fuese la causa de los males en un país, la destitución de presidentes por sí mismo no es la solución per se.
Se requieren cambios estructurales (procesos constituyentes internos). Pero, curiosamente los heraldos anticorrupción no hablan de esta posibilidad.
Quizás será porque no tienen nada nuevo que ofrecer, aparte de la Alianza para la Prosperidad (para sus empresas neoextractivas).
Evitar cambios estructurales postneoliberales.
Los dos años de esta “guerra anticorrupción”, lejos de desbaratar la corrupción institucionalizada en Guatemala, ha sido un distractivo/tranquilizante que está postergando la casi inminente convulsión/revuelta social en el país (al estilo de Ecuador o Bolivia).
Debemos reconocer que el mortal y corrupto sistema neoliberal abonó y abona revueltas sociales en los países, incluso en los más dominados. Hacia eso caminaba Guatemala, hasta que “instauraron la lucha anticorrupción”.
La “lucha contra la corrupción” sí la tenido algunos logros:
Instalar en el imaginario colectivo nacional la figura benigna e “infalible” de la CICIG-EEUU.
Fijar la “lucha contra la corrupción” como tope en el horizonte de posibilidades para pensar otra Guatemala.
Desactivar/postergar sublevaciones populares democráticas contra el neoliberalismo.
No reconozco al señor Cabrera como vicepresidente de mi país. Ni a él ni a ningún miembro del gabinete de la corrupción que ha infestado el gobierno de Guatemala.
Por haber aprovechado el río revuelto de las manifestaciones del 2015, él es vicepresidente de Guatemala, un puesto inmerecido, demasiado grande para una persona que no respeta a su pueblo. No es digno del lugar que ocupa. Él y toda la clica criminal que infesta el Estado de Guatemala no representan a nuestro país, representan a una mínima parte que votó por la continuidad de los saqueos, las empresas transnacionales, los feminicidios, las limpiezas sociales, la corrupción y el neoliberalismo; el patriarcado, el machismo y la misoginia en el país.
Un gabinete de marionetas que se ha atrevido a irrespetar a su pueblo, que lo abusa, lo tortura y lo desaparece. Un clan de ingratos que se ha atrevido a la injuria y a la mancilla.
Hay que explicarle con manzanas al señor Cabrera, que la migración de guatemaltecos hacia Estados Unidos es forzada, son obligados a abandonar su lugar origen, y a dejarlo todo para salvar sus vidas, para buscar techo y comida en otras tierras, porque el gobierno de Guatemala es un Estado fallido, corrupto y un saqueador que se ha olvidado de sus funciones básicas. No hay mayor culpable de estas migraciones que el Estado del país. Las migraciones son forzadas y en lugar de solaparlas, el señor Cabrera debería exponer la mediocridad de su gobierno ante la dignidad de los migrantes.
Ya quisiera el señor Cabrera, tener los arrestos de los guatemaltecos que migran sin documentos, ya quisiera tener las agallas para emprender una hazaña como esta, ya quisiera tener la dignidad de miles de migrantes que viven en Estados Unidos porque su país de origen les negó la vida. La vida.
El gobierno actual es un ejército de vasallos, que no merecen al pueblo de Guatemala y no merecen a los migrantes que los honran en el extranjero. Por eso es urgente que estos personajes impresentables salgan del gobierno, es urgente un cambio radical en el país, ya es tiempo que Guatemala tenga una oportunidad.
Escribo estas letras en nombre de miles de guatemaltecos que trabajan 3 turnos de lunes de domingo, para poder enviar las remesas que mantienen a flote al país. Porque son ellos los que mantienen respirando a Guatemala, son ellos, esos migrantes que fueron expulsados, los que levantan la cara y sacan el pecho por el país. No la horda de mequetrefes, corruptos, oportunistas, majeadores y vasallos que han infestado en gobierno del país.
Que sepa el señor Cabrera, que los migrantes indocumentados dignifican a Guatemala en el extranjero, algo que no ha podido hacer el gobierno. Un gobierno inoperante que es incapaz de brindar las condiciones para un retorno masivo de connacionales y mucho menos para detener las migraciones forzadas. Que sepa el señor Cabrera que sus declaraciones son vergonzosas y deplorables, dignas de una clica criminal que más temprano que tarde será expuesta en las plazas del país y enfrentará la justicia.
Que aprenda modales y respeto el señor Cabrera y que sepa que cada vez que hable de migrantes indocumentados tiene que lavarse la boca con jabón y piedra poma, porque son los que le dan de comer a él y a su familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario