jueves, 7 de abril de 2016

La Absurda Quimera de la Clase Media en Occidente que la lleva al Autosuicidio

No se puede hacer una tortilla sin romper los huevos al igual que no se puede cambiar este sistema por otro menos desigual y más justo sin ser un poco o muy antisistema.


La Absurda Quimera de la Clase Media 
en Occidente que la lleva al Autosuicidio

La oligarquía sionista que domina el sistema político en Occidente a través del bipartidismo y la manipulación sistemática de la información por parte de los grandes medios así como con el sibilino intento de cerrar las bocas disidentes a través de la persecución y represión encubierta con leyes como la ley mordaza hace casi inviable intentar cambiar las cosas sin plantearse seriamente romper con el status quo que lo mantiene.

No se puede hacer una tortilla sin romper los huevos al igual que no se puede cambiar este sistema sin ser un poco o muy antisistema.

Y aquí entramos en el quid de la cuestión 
¿ Porqué una clase media como la que existe en Occidente, tan informada en comparación con otras épocas y otras regiones del mundo y tan hipersensibilizada con la injusticia social, el abuso laboral, la desigualdad, el racismo, la homofobia y tan plecara en su rotunda postura contra el intervencionismo militar y la guerra, permite con su voto seguir manteniendo todo esto?


No concibo como personas de diferente status social, como condición laboral o con diferentes sensibilidades políticas sean capaces de tener una cierta actitud críticacon ciertos temas y luego se empeñen sin saber como en seguir votando a esos mismos que permiten que esas cosas sucedan.

Por ejemplo:

No concibo como alguien puede rasgarse las vestiduras con el escándalo de los papeles de Panamá cuando luego votan a esos mismos que legislan para implementar las herramientas necesarias para que existan esos mismos paraísos fiscales y puedan ser utilizados legal e impunemente.

No concibo como alguien puede estar en contra de los recortes y la austeridad y luego votar a esos mismos que insisten en seguir por el camino del austericidio.


No concibo que haya gente que se queje de lo mísero de su salario, de las precarias condiciones laborales que tiene, de lo poco que cobra en el paro si es que lo cobra, y luego va y vota a esos mismos que hacen posible que suceda todo esto.

No entiendo que personas que se quejan de la desigualdad social que va in crescendo cada día que pasa, o de la estafa de la banca y sus comisiones abusivas, o de las tarifas super-elevadas de luz y teléfono, las más altas de Europa, van y luego votan a aquellos que permiten todo este tipo de robos e injusticias y lo avalan y protege con sus leyes.



No llego a comprender el porqué de tantos y tantos lazos de solidaridad con tantas y múltiples causas como la de los refugiados o las víctimas de cualquier guerra o desastre natural, y luego van y votan a esos mismos que promocionan y hacen negocio con todo esto.

Al igual que es incomprensible que se sigan votando a corruptos y a los mismos que nos han metido en esta crisis de la cual no se ve salida posible si no se rompe de una vez con todo aquello que la provocó y que aún hoy en día la eterniza y posibilita.

Por todo esto y mucho más que me callo por pura falta de tiempo y una cierta vaguería, no llego a entender la absurda quimera de la clase media de Occidente que sigue erre con erre empeñada en querer salir de todo este estado de cosas y a la vez mantener todo como está, sin cambiar nada y manteniendo para más inri en el poder, a esos mismos que la están llevando a su precaria situación y exterminio.

En el mundo hay suficiente comida (se tiran miles de toneladas todos los días), dinero ( se imprimen billones todos los años, la mayoría para los bancos) y tecnología y avances para que todos podamos vivir en paz y armonía. Solo a los acaparadores insaciables del 1% no les interesa esto y es gracias a sus partidos lacayos del bipartidismo como logran que esto suceda y se mantenga.

ARMAK de ODELOT


POSDATA 

La cosa no va de joder a los que están bien para que todos estemos mal, ni de quitar condiciones laborales a los funcionarios sino de que todo trabajador también tenga sus mismas condiciones, ni que los países ricos copien las condiciones laborales de los países pobres para ser competentes sino al contrario que éstos países alcancen las mismas cotas de bienestar social y laboral que nosotros hemos alcanzado y así la competencia será más justa para todos.




Massimo Gaggi y Edoardo Narduzzi: 
“El fin de la clase media” (Lengua de Trapo)
Autor: ojosdepapel -
Europa vive con estupefacción un hecho social sin precedentes: la desaparición de la clase media y su transformación en una potencial clase de masa. La economía global de mercado va perfilando a sus nuevos consumidores.
www.ojosdepapel.com

Título: El fin de la clase media y el nacimiento de la sociedad de bajo coste
Autor: Massimo Gaggi y Edoardo Narduzzi
Traducción: Cuqui Weller
Editorial: Lengua de Trapo
Lugar y fecha: Madrid, 2006
Páginas: 144

Europa vive con estupefacción un hecho social sin precedentes: la desaparición de la clase media y su transformación en una potencial clase de masa. 
La economía global de mercado va perfilando a sus nuevos consumidores. Los productos ya no van dirigidos a una clase media influyente y con poder adquisitivo, y la aparición de empresas denominadas low cost imponen nuevos modelos de mercado. 
La Unión Europea se enfrenta al reto de asumir los valores de esta nueva economía sin perder su identidad como garante del estado del bienestar o renunciar y asumir como propio el modelo estadounidense, basado en la privatización de los servicios esenciales, con una fórmula muy simple: más servicios, más ocupación, menos Estado.

Massimo Gaggi y Edoardo Narduzzi estudian la actual evolución económica y social desde una perspectiva amplia, rigurosa, documentada, para esclarecer los problemas a los que nos enfrentaremos y advertirnos de que están apareciendo nuevas economías en escena ─China, India o Brasil─, que trasladarán el terreno de juego de las finanzas mundiales y cambiarán la configuración social, política y económica del nuevo mundo globalizado.

Massimo Gaggi es subdirector del Corriere della Sera y actualmente trabaja en Nueva York como columnista corresponsal. 
Ha dedicado gran parte de su tiempo al estudio de las consecuencias socioeconómicas y políticas de la globalización.Edoardo Narduzzi es manager y empresario en el sector de la alta tecnología. 
Ha estudiado durante muchos años los efectos de la innovación y las nuevas tecnologías en la sociedad y la economía. 
Ha escrito numerosos libros sobre este tema, incluidos: La rivolta liberale (1994), Il malessere fiscale (1996), Il mercato globale (1997), American Internet (2002) y Sesto Potere (2004).

En la reseña del libro publicada en el suplemento de La Vanguardia que aparece los domingos (Dinero), titulada “La clase media en la sociedad Ikea” (28-1-2007), Justo Barranco proporciona una visión muy atractiva del libro:

Ahora que todos somos clase media, la clase media ya no existe. Llevaba enferma bastante tiempo debido a procesos de fuerte deslocalización, tecnologías de alta rentabilidad, como consecuencia, una fuerte polarización de rentas. 
Así las cosas, su certificado de defunción ha sido extendido con prisas para sustituirla por una clase de masas. 
No de masas en el sentido proletario, sino de sociedad sin barreras, con algunos excluidos por abajo y por arriba. 
Una sociedad de bajo coste que tan bien representan las nacidas anteayer pero ya simbólicas starlets globales Ikea, Ryanair, Wal-Mart, H&M o Zara.

(...)

...para los autores, la clase media que se desarrolló durante el siglo XX, que permitió la producción a gran escala, contuvo el empuje de la clase obrera, fue la clase numéricamente fundamental en los procesos electorales y el motor del estado de bienestar, ha sufrido un big bang debido a la globalización y sus miles de millones de trabajadores de bajo coste. 
Un big bang en todas las direcciones: hacia una sociedad en la que ya no hay obreros pero tampoco un papel preciso para profesores y médicos, una realidad indiferenciada, más monocorde que homogénea, en la que es difícil definir sus referencias culturales y sus plataformas políticas. 
En definitiva, una clase de masas en la que sólo están excluidos por abajo los trabajadores no especializados y por arriba una aristocracia muy patrimonializada beneficiaria de la riqueza generada por el conocimiento creativo.

Ese universo humano magmático y poco ideologizado, en el que los hijos tendrán más difícil hallar un trabajo bien remunerado pero heredarán un gran patrimonio paterno, es flexible y está deseoso de ampliar al máximo sus posibilidades de consumo: así, para los menos acomodados, los precios bajos de los productos importados se convierten en algo tan importante como los servicios sociales. 
Ejemplos como los vuelos baratos muestran que las empresas low cost pueden crear inclusión social poniendo la movilidad a disposición de millones de personas. 
No sólo eso: las empresas exitosas son hoy las que siguen una estrategia de negocio alineada con las exigencias postclase media, mientras que antes sólo interesaba la clase media.

La clase de masas, dicen los autores, busca la proletarización de los servicios y los bienes de consumo. “Lo que no significa necesariamente calidad inferior. 
Al contrario, porque favorecidos por la experiencia que garantizan las nuevas tecnologías, por el reducido coste de adquisición e intercambio de las informaciones y por la dimensión global de la demanda, los consumidores de bajo coste se encuentran en una posición de fuerza que ni siquiera la clase media soñó nunca con alcanzar. Pueden dirigir las ofertas para satisfacer las propias exigencias.

Cierto que no todos los consumidores se interesan por al bajo coste: hay una nueva aristocracia del conocimiento que demanda bienes y servicios exclusivos, personalizados. Y también hay bastantes excluidos a los que no les alcanza ni para productos superdescontados.

En esta nueva realidad, los gobiernos occidentales ya no tienen capacidad de redistribuir la renta y han de reorganizar sus sistemas asistenciales: además de los límites de la recaudación, la clase de masas aprenderá en breve a replicar sus hábitos de compra incluso en el ámbito de la oferta de servicios personales, provocando una revolución en la agenda política. Darán forma a un bienestar de bajo coste, con servicios a costes menores gracias a las tecnologías y modelos de producción y abastecimientos originales.

(...)

No está claro que es esta sociedad alguien vaya a ser capaz de aislar intereses o valores capaces de crear nuevas mayorías de ciudadanos. La emoción y la sugestión serán más importantes para el votante y, con ellas, los extremismos. Para evitarlos, concluyen, es necesario evitar el colapso del sistema actual. Comenzando ya sus reformas.

Se pueden leer las primeras páginas del libro en literaturas.com y una entrevista breve con los autores en la propia web de la editorial Lengua de Trapo.

Autor: ojosdepapel 

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro