Banco de Valencia: la historia de una entidad vendida por 1 euro cuando costaba 4.000 millones
Una investigación del profesor Salvador Climent Serrano, miembro del Departamento de Economía Financiera y Actuarial de la Universitat de Valencia (UV), cuestiona el proceso de venta del Banco de Valencia (BdV) a CaixaBank, por el que esta entidad pagó un euro al FROB cuando su valor en el momento de consumarse la operación superaba los 4.000 millones de euros.
El trabajo del profesor Climent Serrano ha sido publicado recientemente en la revista 'Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa' con el título ¿Quién paga, quién gana? El caso de la venta del BdV, informa la institución académica en un comunicado.
El artículo Climent analiza el valor del BdV y ofrece unos resultados que indican que el valor mínimo del BdV para CaixaBank es de más de 4.000 millones de euros.
Sin embargo, en la investigación no se ha podido determinar el porqué de esta diferencia, a pesar de estar reconocida en las cuentas de CaixaBank.
El precio pagado, un euro, después de un sacrificio muy importante de fondos públicos en una etapa de disminución del gasto y de prestaciones sociales, asegura Salvador Climent, "es una cuestión que debería ser investigada".
La venta del BdV, explica el profesor Climent, se sustenta en el RDL 24/2012 de 31 de agosto que se basó en la propuesta de directiva de 6 de junio de 2012 de la UE en la que se fundamentaba que las autoridades competentes limitarán al máximo la exposición de los contribuyentes a pérdidas por insolvencia.
Sin embargo, la venta en proceso competitivo en la que el Estado español invirtió 5.500 millones de euros se llevó a cabo en 10 días y se adjudicó por un euro.
Esta circunstancia, en sí misma, añade Climent, "es motivo suficiente para investigar el porqué, independientemente de cuál sea la transacción, por ello en este trabajo de investigación se ha estudiado el valor del BdV y si este valor está en consonancia con el precio pagado por él".
Desde la UV recuerdan que el BdV estaba gestionado por el grupo Bancaja y posteriormente por el grupo BFA-Bankia, hasta la intervención del mismo por el BdE, el 21 de noviembre de 2011.
La gestión provisional y la venta en proceso competitivo la llevó a cabo el FROB, hasta que se adjudicó a CaixaBank después de realizar dos ampliaciones de capital suscritas íntegramente por el FROB por un total de 5.500 millones de euros.
Sin embargo, el informe de Oliver Wyman, hecho público días antes, fijaba la cantidad de fondos necesarios para mantener el BdV con la solvencia adecuada, con unos criterios muy conservadores en 1.846 millones de euros, en un escenario previsto que ha sido peor que el real.
Esta circunstancia, junto con la rapidez de la adjudicación, ha sido determinante para que el profesor Climent se decidiera a desarrollar su investigación, afirman.
En el trabajo se ha realizado una valoración según las cuentas anuales del BdV de 2012 y de CaixaBank de 2013 en las que presenta una valoración del BdV a precios razonables realizada por Price Waterhouse Coopers.
Para la valoración se parte de las cuentas anuales de BdV de 2012, en las que el patrimonio neto es de 2.200 millones de euros, y se han realizado los siguientes ajustes: participadas 32,5 millones de euros, activo material 12,8 millones de euros, activo inmaterial 35,3 millones de euros, activos fiscales 1.761 millones de euros, lo que, concluye Climent, "refleja un total 4.042 millones de euros, cifra muy superior al euro que pagó CaixaBank por el BdV".
El rescate encubierto a Caixabank gracias a la compra de Banco de Valencia
Una recapitalización de 5.500 millones de euros; una venta en apenas diez días y por un euro; más de 2.288 millones de euros en plusvalías. Estos son los ingredientes que hacen de la adquisición de Banco de Valencia una de las operaciones más rentables de la historia de Caixabank.
La compra por solo un euro del Banco de Valencia llevada a cabo por Caixabank el 28 de febrero de 2013 supuso un rescate encubierto con dinero público para la entidad catalana.
Gracias a las ventajosas condiciones del acuerdo firmado con el FROB, Fainé se hizo prácticamente gratis con una entidad valorada en más de 4.042 millones de euros [ver cuadro inferior] lo que le permitió generar unas plusvalías de 2.288 millones ese mismo ejercicio.
Esta es al menos una de las principales conclusiones de un estudio publicado por el profesor de Finanzas de las universidades de Valencia y La Rioja, Salvador Climent, y presentado en el último Congreso de la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA).
"Sin el impacto de la compra del Banco de Valencia las pérdidas antes de impuestos [de Caixabank en 2013] hubieran sido de 3.002 millones de euros. Cifra que a buen seguro hubiera hecho saltar las alarmas en los mercados financieros, tanto nacionales como internacionales", señala el profesor Climent en su estudio.
En vez de esto, la entidad lograría presentar a 31 de diciembre de 2013 un resultado antes de impuestos de 713 millones de euros en lo peor de la crisis económica en España.
Este académico experto en contabilidad financiera no entra a valorar en este informe las razones por las que se llevó a cabo esta operación en aquellas condiciones tan costosas para el contribuyente.
No obstante, la rapidez con la que fue resuelto el proceso de adjudicación (en apenas 10 días) y el alto coste del mismo (5.498 millones) le han empujado a publicar un documento que documenta y cuantifica hasta qué punto resultó beneficiada Caixabank.
Otros economistas como los profesores Joaquín Maudos y Tano Santos escribieron en su momento artículos criticando el proceso de desinversión del FROB en la entidad levantina por su opacidad y falta aparente de justificación económica. Se rescataba porque hubiera sido más caro liquidarla, se argumentaba.
Ambos dejaban entrever una inexplicable cuantía de ayudas en un banco tan pequeño como BdV. El profesor Climent vincula las ayudas al banco valenciano con los beneficios posteriores de una Caixabank que siempre ha presumido de no haber necesitado una inyección de capital público como sí la han necesitado otras cajas como BFA-Bankia, Novagalicia o CatalunyaCaixa.
Casi el triple del rescate que pedía Oliver Wyman
Banco de Valencia era una pequeña entidad (apenas 15.000 millones de euros de activo) participada de forma mayoritaria por Bancaja y, posteriormente, por BFA-Bankia.
Los problemas de morosidad que emergieron en 2011 llevaron al Banco de España a intervenir y nacionalizar la entidad, que recibió 5.498 millones de euros en sendas ampliaciones de capital de 1.000 y 4.500 millones respectivamente. El FROB, que controlaba la entidad, abrió un proceso de venta de la misma el 16 de noviembre de 2012.
Apenas once días después (el 27 de noviembre) el FROB anunciaba que ya tenía entidad adjudicataria para quedarse con Banco de Valencia. Sería Caixabank, que se quedaría con la entidad por la simbólica cantidad de un euro.
Uno de los hechos menos justificados por las autoridades que expone el informe es la cantidad de dinero público invertido en BdV.
Los 5.498 millones de euros pueden parecer pocos si se comparan con los 12.042 millones inyectados en Catalunya Caixa, los 22.424 de BFA-Bankia o los 9.052 de Novagalicia.
Sin embargo, esa comparativa por sí sola no dice casi nada, ya que el porcentaje de ayudas respecto del tamaño de una y otras entidades son la clave para entender qué caja o banco ya recibido realmente más dinero público.
Y en esto Banco de Valencia no tiene rival. Los casi 5.500 millones suponen una cobertura de cerca de un tercio de su activo, por encima de cualquier otra entidad.
¿Por qué 2.000 millones más de lo que pedía Oliver Wyman?
Otro de los hechos sin aparente explicación tiene que ver con el evaluador independiente contratado por el Banco de España tras el rescate al sector financiero. Oliver Wyman dictaminó a finales de 2012 que Banco de Valencia tenía un déficit de capital de 1.846 millones de euros en un escenario normal y de 3.462 millones en un escenario estresado (es decir, especialmente negativo).
Apenas unas semanas después el Gobierno inyectaba en la entidad 2.000 millones de euros más de lo que el experto independiente calculaba para el peor escenario de futuro imaginable, en el que a España tuviera una tasa de paro mucho mayor de la que realmente tuvo y una tasa de impagos en los créditos peor de lo esperado.
"Partiendo de que la prueba de resistencia es de las más exigentes que se habían realizado y que el escenario real ha sido mejor que el escenario basse. Asumiendo el informe de Oliver Wyman las necesidades de capital del Banco de Valencia deberían de ser inferiores a 1.846 millones que se presentaba en dicho informe", añade el estudio.
Sin acceso a la información
Otro de los aspectos relevantes de la investigación llevada a cabo por el profesor Climent en la falta total de ayuda por parte de las entidades y autoridades públicas implicadas (Caixabank, Banco de España y FROB).
Todo el trabajo realizado por este académico se ha tenido que basar en la información publicada por estas organizaciones en sus páginas web, ya que cualquier otro dato adicional que se solicitó para preparar el estudio fue rechazado.
Climent reclamaba información más detallada sobre el balance de Banco de Valencia a fecha 28 de febrero de 2013 (cuando se transfirió el banco a Caixabank), sobre la gestión de híbridos en la entidad, sobre el traspaso de activos tóxicos a Sareb y sobre los esquemas de protección de activos (EPA). Nada de esto se le facilitó por parte de autoridades y entidad financiera.
asin cualquira compra un banco y los contribullentes a pagar
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