“El del Vaticano es un banco técnicamente criminal”
EDUARDO FEBBRO | La historia que narran sobre el banco vaticano es un viaje tan exhaustivo como espeluznante al corazón de una entidad financiera cuyas prácticas estuvieron hasta ahora en total contradicción con el mensaje moral de la Iglesia.
Cada mes que transcurre, el papa Francisco completa un poco más la obra inconclusa de su predecesor, Benedicto XVI.
El teólogo duro y poco amigo de los medios había comenzado una profusa obra de limpieza en el seno de uno de los organismos bancarios más secretos y sucios del mundo,
el IOR, el Instituto para las Obras de Religión, el banco del Vaticano.
La guerra interna que desencadenó ese histórico intento de poner término a las prácticas tramposas heredadas del pontificado de Juan Pablo II condujo a la inédita renuncia de Joseph Ratzinger.
La guerra por el control del IOR y por impulsar cambios que pusieran al banco del Vaticano en sintonía con un mínimo de las reglas internacionales es uno de los motivos que explican el alejamiento de Benedicto XVI.
Francisco siguió la obra iniciada por Ratzinger: apenas electo papa,
retiró los exorbitantes privilegios económicos de que gozaban (25 mil dólares) los cinco miembros de la comisión cardenalicia que supervisaba –inútilmente– las actividades del banco:
luego nombró una comisión de cinco miembros encargada de investigar la situación económica y jurídica del banco del Vaticano.
Dicha comisión está presidida por el cardenal salesiano Raffaele Farina –80 años– y su meta consiste en proponer una reforma del banco para que “los principios del Evangelio impregnen también las actividades de carácter económico y financiero”.
Por último, Bergoglio terminó por decapitar la cúpula del IOR y poner el banco bajo su mando.
La Santa Sede anunció ayer la renuncia del director general, Paolo Cipriani, y del vicedirector, Massimo Tulli(ver pág. 25).
Esta serie de decisiones no tiene precedentes en la negra historia del IOR.
A pesar de que el Muro de Berlín se cayó hace mucho –1989–, el banco del Vaticano siguió operando como si el mundo no hubiese cambiado.
Juan Pablo II había hecho del IOR el brazo armado de su estrategia contra el comunismo.
Para recabar fondos con el fin de usarlos en la lucha contra el comunismo y la Teología de la Liberación, elpapa polaco contrató a una inusual galería de cardenales corruptos y mafiosos asesinos.
Entre éstos se destacan tres: el banquero de la mafia Michele Sindona; el banquero al frente del Banco Ambrosiano, del cual el IOR era el accionista mayoritario, Roberto Calvi; el arzobispo norteamericano Paul Marcinkus, quien pasó de guardaespaldas de Pablo VI a presidente del IOR, y el cardenal venezolano Rosalio Castillo Lara.
Sindona murió envenenado en la cárcel y Calvi apareció colgado en el puente londinense de los Frailes Negros.
Bergoglio ha puesto esta vez un límite entre aquellas historias y el futuro.
Hace un par de días la Santa Sede se puso a disposición de la Justicia italiana y ello permitió el arresto del monseñor Nunzio Scarano, apodado Monseñor 500 por su gusto pronunciado y demostrativo por los billetes de 500 euros.
Scarano, un miembro de los Carabineros, Giovanni Maria Zito, y el trader Giovanni Carenzio están acusados de haber montado circuitos paralelos de lavado de dinero a través del IOR.
Se podría escribir una historia tan extensa y cautivante como la Comedia Humana de Balzac sobre el inescrupulosobanco del Vaticano.
Hasta hoy, la mejor historia la escribieron Maurizio Turco, Carlo Pontesilli y Gabriele Di Battista.
Su libro Paradiso IOR es un viaje tan exhaustivo como espeluznante al corazón de una entidad financiera cuyas prácticas estuvieron hasta ahora en total contradicción con el mensaje moral de la Iglesia.
En esta entrevista exclusiva con Página/12 en Roma, Maurizio Turco y Carlo Pontesilli analizan el pasado turbio y el porvenir aún incierto del IOR.
–Ustedes no dudan en calificar al IOR como un banco criminal. Tratándose del Vaticano ese calificativo sorprenderá a mucha gente.
Carlo Pontesilli: –El IOR es un banco que goza de una extraterritorialidad mundial.
El IOR es un territorio de bandas oscuras, de capitalistas aventureros, de financistas inmorales, de dinero del crimen organizado que circuló a través del banco y también, por supuesto, el dinero de la corrupción de la clase política italiana.
Todo gracias a una normativa que protegió al banco y a sus actividades a lo largo de las últimas décadas.
–¿Esto es un recuento histórico o una realidad aún presente?
C. P.: –No, esto no pertenece al pasado en el sentido de que las condiciones que permitieron todas esas irregularidades aún se siguen dando dentro del IOR.
Todo este sistema pudo funcionar debido a una falta absoluta de control por parte de Italia y de la misma Unión Europea, que no controló lo suficiente como debió hacerlo.
La verdad es que ese pasado negro no se acabó todavía. Nuestra tesis consiste en decir que un banco no puede coincidir con una religión.
Por eso confiamos mucho en el papa Francisco para que esto cambie, esperamos que haga lo que hizo San Francisco, quien no sólo ayudó a los pobres, sino que también fue pobre él mismo.
No se puede estar de acuerdo con un banco que funciona a través de un sistema técnicamente criminal.
–Criminal es una palabra muy fuerte…
C. P.: –Sí, es un banco técnicamente criminal.
El crimen es todo aquello que viola la normativa.
A partir del momento en que un banco del Vaticano viola la normativa sobre el lavado de dinero, la normativa monetaria mundial, a partir del momento en que el banco del Vaticano recibe a personajes turbios, no se lo puede calificar de otra manera.
La historia reciente está llena de episodios terribles: asesinatos, muertes sospechosas, quiebras bancarias, dinero del crimen organizado.
En suma, a un banco así sólo se lo puede definir como técnicamente criminal.
–Ustedes hablan concretamente de falta de control. ¿Qué significa eso?
C. P.: –Significa que al banco del Vaticano entra dinero que luego termina en todos los mercados mundiales sin que nadie sepa nada.
Por ejemplo, en teoría, el estatuto del IOR dice que sólo los miembros de la Iglesia pueden tener una cuenta en el banco. Pero no es exactamente así.
Sabemos que detrás de las cuentas abiertas por los religiosos se esconden los verdaderos titulares: hombres políticos, mafiosos.
Sería bueno saber quiénes son esos laicos que operan a través del banco del Vaticano y gozan del estatuto offshore del IOR para operar en el mercado financiero.
El IOR tiene, por ejemplo, unos 300 millones de dólares invertidos en Estados Unidos.
Pero no se sabe dónde.
¡Imagínese que se descubre que ese dinero está invertido en sectores como el mercado de las armas o de losorganismos genéticamente modificados!
–Para ustedes, esa manera oculta de operar es la que permite todos los abusos imaginables… y más allá.
Maurizio Turco: –Desde luego, el tema no son las cuentas secretas, eso no existe, sino las cuentas enmascaradas.
Por ejemplo, el IOR hacía un giro a nombre de IOR hacia otro banco, y también a nombre del IOR. Eso no se puede hacer.
El problema es que al banco del Vaticano se le permitió operar en todo el planeta enviando el dinero de un banco a otro sin que se supiera a quién pertenecía ese dinero y sin decir que ese dinero era de la Iglesia.
Teóricamente, ese dinero debe servir para las obras religiosas.
Pero no.
Hemos visto que ese sistema de enmascaramiento de las cuentas funcionó en todo el mundo: ¡la Iglesia universal tiene el banco universal para el reciclaje universal!: IOR, Instituto para las obras de reciclaje…
Lo último que uno puede imaginar es que el banco del Vaticano intente lavar dinero.
Pero es así porque no tiene ninguna obligación, ni interna ni externa.
No le rinde cuentas a nadie. Son muy pocas las personas que saben a quién pertenecen realmente las cuentas abiertas dentro del IOR.
–En suma, el banco del Vaticano fue una suerte de eslabón libre de toda norma y obligación.
M. T.: –Así es.
A lo largo de todos estos años el IOR pudo operar en el corazón de Europa, pero no en nombre de intereses europeos o nacionales, sino en nombre de intereses personales.
Esto quiere decir en nombre de los intereses de hombres del crimen y de la política.
El banco del Vaticano es un seguro absoluto de que
no se sabrá a dónde va el dinero, ni a quién pertenece.
jueves, 14 de junio de 2012
‘Arde’ el Vaticano: mafia, lavado de dinero y fuga incluida del 'hacker' del Pontífice
Dossier secreto incautado contiene cuentas cifradas del Banco del Vaticano, que oculta hasta el dinero sucio de jefes de la mafia
Durante los últimos meses el ex presidente del banco de la Santa Sede, Ettore Gotti Tedeschi, vivía temiendo por su vida, ya que se dedicaba a construir un voluminoso informe de 200 páginas sobre una multitud de cuentas cifradas del banco que ocultaban el dinero sucio de empresarios, políticos y hasta de jefes de la mafia siciliana.
Se informa que el dossier secreto incautado podría contener incluso datos del crimen organizado.
La Policía italiana halló en su casa documentación sensible y se incautó del informe, tras lo cual el escándalo del Vaticano aumentó de nivel vertiginosamente.
Así, entre otras cosas la Fiscalía de Trapani (Sicilia) ha revelado información en relación a las dos cuentas que tiene en el banco un tal Ninni Treppiedi, un joven sacerdote implicado en varios delitos financieros y suspendido por ese motivo.
Los fiscales sospechan que detrás de esas dos cuentas en el banco se podría ocultar en realidad Matteo Messina Denaro, el gran capo de Cosa Nostra, en paradero desconocido desde 1993, y a quien se achacan al menos medio centenar de asesinatos.
Se informa que el dossier secreto incautado podría contener incluso datos del crimen organizado.
La Policía italiana halló en su casa documentación sensible y se incautó del informe, tras lo cual el escándalo del Vaticano aumentó de nivel vertiginosamente.
Así, entre otras cosas la Fiscalía de Trapani (Sicilia) ha revelado información en relación a las dos cuentas que tiene en el banco un tal Ninni Treppiedi, un joven sacerdote implicado en varios delitos financieros y suspendido por ese motivo.
Los fiscales sospechan que detrás de esas dos cuentas en el banco se podría ocultar en realidad Matteo Messina Denaro, el gran capo de Cosa Nostra, en paradero desconocido desde 1993, y a quien se achacan al menos medio centenar de asesinatos.
La Santa Sede se indigna
Ante las noticias sobre la incautación por parte de los fiscales italianos del dossier secreto de Gotti Tedeschi, el Vaticano divulgó una nota en la que subrayó su "sorpresa y preocupación".
Es más, la Santa Sede lanzó una advertencia a todos los magistrados, expresando su "máxima confianza en que las prerrogativas soberanas reconocidas por la legislación internacional sean adecuadamente respetadas" por las autoridades judiciales italianas.
‘Hacker’ desaparecido
Por otra parte el Vaticano estaría intranquilo por la fuga de su programador, bautizado como el ‘Ingeniero del Papa’ y ‘Guardián de los secretos’, que tenía a su disposición todos los códigos de acceso al sistema informático de la Santa Sede.
Este ex 'hacker', de 36 años, creó un sistema Firewall para proteger el centro informático moderno, situado en las mazmorras del palacio papal. En el Vaticano es conocido como una persona única, capaz de atacar el sistema y tomar posesión de toda la valiosa información.
Su historia es uno de los secretos mejor guardados en la Santa Sede. Hace mucho tiempo ‘hackeó’ la red informática del Vaticano. Tras ser capturado, en lugar de un castigo, el Papa le ofreció un trabajo y con el tiempo le confió el más delicado asunto: la protección del sistema informático.
Según los expertos, es comparable o incluso superior al nivel de los sistemas de seguridad de la inteligencia estadounidense.
¿Puede estar mas claro?: El banco del Vaticano es el principal accionista de la venta de ARMAS en el mundo
La sombra de la mafia sobre el Banco Vaticano
- El dossier secreto incautado podría contener información del crimen organizado
- Irene Hdez. Velasco (Corresponsal)| Roma
Consta en total de unas 200 páginas. Incluye decenas y decenas de emails, apuntes a mano, páginas de una agenda en la que están señaladas citas, encuentros, reuniones…
Según sostiene el Corriere della Sera, hasta podría contener información sobre las cuentas bajo código cifrado que la mafia tendría en el Banco Vaticano.
Y datos sobre los depósitos con las jugosas comisiones ilegales pagadas por empresas a algunos importantes funcionarios y políticos italianos.
Hablamos del dossier secreto elaborado por Ettore Gotti Tedeschi, el hombre que hasta su destitución fulminante el pasado 24 de mayo estuvo al frente del Instituto para las Obras Religión, el IOR, más conocido como el Banco Vaticano.
El ya ‘ex banquero de Dios’ reunió toda esa pila de documentos comprometedores para que salieran a la luz en caso de que se cumplieran sus más funestos temores y fuera asesinado.
Ahora esa montaña de papeles se encuentra en manos de la Justicia italiana. Y en la Santa Sede cunde el pánico.
En una nota difundida , el Vaticano reconocía su “sorpresa y preocupación” ante las noticias sobre la incautación por parte de los fiscales italianos del dossier secreto de Gotti Tedeschi.
Y no sólo eso: la Santa sede lanzaba una advertencia a los magistrados, expresando su “máxima confianza en que las prerrogativas soberanas reconocidas a las Santa Sede por la legislación internacional sean adecuadamente respetadas” por las autoridades judiciales italianas.
Es decir: que no se les ocurra divulagar ni meter las narices en cuestiones que sólo conciernen alVaticano.
El dossier secreto elaborado por Gotti Tedeschi parece ser que contiene sobre todo papeles que demostrarían la fuerte oposición con que se habría topado dentro del Vaticano al tratar de imponer trasparencia en el tradicionalmente opaco funcionamiento del Banco de la Santa Sede.
Esa institución financiera, que gestina un patrimonio de unos 5.000 millones de euros a través de través de 44.000 cuentas corrientes reservadas a dependientes vaticanos, eclesiásticos y una reducida cantidad de entes privados, se ha visto en numerosas ocasiones salpicada por las sospechas de que podría dedicarse a lavar dinero de muy sucia procedencia.
De hecho, ahora mismo está siendo investigada por una operación de 23 millones de euros que según las autoridades juiciales italianas podríaesconder un delito de blanqueo de capitales.
Tan oscuras son las operaciones del Banco Vaticano que la Santa Sede no forma parte de la ‘lista blanca’ de países virtuosos que elabora Moneyval, la división del Consejo de Europa encargada de valorar los sistemas contra el blanqueo de dinero de los países.
Un banco hermético e impenetrable
El caso es que Benedicto XVI aprobó en 2010 una ley de trasparencia financiera para tratar de llevar un poco de luz a los oscuros procedimientos del IOR.
La ley en cuestión entró en vigor en abril de 2011.
Pero su contenido inicial quedó fuertemente diluido por otra normativa aprobada en enero pasado e impulsada por el cardenal tarcisio Bertone, secretario de Estado vaticano y número dos de la Santa Sede.
Hasta tal punto han fracasado los intentos de llevar trasparencia al funcionamiento del Banco Vaticanoque se da por sentado que Mneyval, que entre el 2 y el 6 de julio está previsto que se pronuncie sobre la soclicitud de la Santa Sede de entrar a formar parte de la lista de países con una normativa contra el lavado de capitales, emitirá un veredicto negativo.
Los papeles del dossier secreto de Gotti Tedeschi podrían contener importantes revelaciones sobre las luchas dentro del Vaticano para que el IOR siguiera siendo un ente hermético e impenetrable.
El ya ex banquero de Dios ha afirmado en varias ocasiones haberse sentido acosado por sus intentos de llevar trasparencia al IOR, sobre todo a determinadas cuentas del IOR.
Una referencia que parece bastante clara a algunos depósitos en clave del Banco Vaticano, cuyos titulares podrían resultar ser importanets miembros del crimen organizado.
“Es justo ese el motivo que explicaría los temores de Gotti Tedeschi por su vida”, asegura el Corriere della Sera.
y R-evolución
EEUU sitúa al Vaticano en la lista de países donde se blanquea dinero
Por primera vez en la historia Washington añade al estado papal en su lista de países donde el lavado de dinero es una preocupación creciente
El Vaticano, en una imagen de archivo.
El Vaticanoaparece por primera vez en la lista delDepartamento de Estado de EEUU sobre centros de lavado de dinero. Con todo, la pequeña ciudad-Estado no ha sido calificada como país de alto riesgo por este delito.
La clasificación, que incluye a 190 países, está divida en tres categorías en función del 'peligro': sospecha, preocupación y en vigilancia.
El informe International Narcotics Control Strategy sitúa al Vaticano en la segunda categoría, junto a otros 67 países, entre ellos Polonia, Egipto, Hungría y Chile.
La ciudad-Estado ha sido añadida a la lista al considerse que es vulnerable al lavado de dinero y a que ha establecido recientemente programas para evitar este delito, ha apuntado un funcionario del Departamento de Estado a la agencia Reuters.
"Los grandes volúmenes de moneda internacional que pasan por la Santa Sede (...) la hacen vulnerable como centro potencial de lavado de dinero", señala Susan Pittman, de la Oficina de Asuntos Internaionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado.
El Departamento de Estado de EEUU define un país en el que se practica un gran lavado de dinero como "aquel cuyas instituciones financieras incurren en transacciones de divisas que involucran cantidades significativas de ganancias del tráfico internacional de narcóticos".
La lista de los países con mayor lavado de dinero incluyen, además de la a propia EEUU, aEspaña, Argentina, Curacao, San Martin, Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Haití, México, Panamá, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
A comienzos de este mes, el Vaticano decretó nuevas normas en su lucha contra el lavado de dinero. Entre ellas fijaba que todo aquel que introdujera una cantidad superior a 10.000 euros (14.000 dólares) en la Santa Sededebía declarar esa cantidad.
La norma fue adoptada el mismo día que la Santa Sede amplió y puso en vigencia las normas contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, incluyendo la creación de un nuevo organismo supervisor financiero encargado de asegurar la transparencia en las finanzas vaticanas.