Ahora a por la libertad de expresión en Internet
UTILIZANDO UN NUEVO ALGORITMO, GOOGLE SE CONVIERTE EN CENSOR DE LOS DIGITALES REBELDES
En los tres meses desde que Google, el monopolio de Internet, anunciara planes para impedir que los usuarios accedieran a “noticias falsas”, ha caído significativamente el posicionamiento global de tráfico de un amplio abanico de organizaciones izquierdistas, progresistas, contrarias a la guerra y de los derechos democráticos.
POR ANDRE DAMON Y NILES NIEMUTH / WSWS
En los tres meses desde que Google, el monopolio de Internet, anunciara planes para impedir que los usuarios accedieran a “noticias falsas”, ha caído significativamente el posicionamiento global de tráfico de un amplio abanico de organizaciones izquierdistas, progresistas, contrarias a la guerra y de los derechos democráticos.
El 25 de abril de 2017, Google anunció que había implementado cambios en su servicio de búsqueda para dificultar que los usuarios accedieran a lo que llamó información “de baja calidad” tales como “teorías de la conspiración” y “noticias falsas”.
La compañía dijo en un post en un blog que el propósito central del cambio en su algoritmo de búsqueda era darle al gigante de las búsquedas un mayor control para identificar contenido considerado objetable según sus pautas. Declaró que había “mejorado nuestros métodos de evaluación e hizo actualizaciones algorítmicas” con el objeto de “hacer aflorar más contenido fiable”.
Google continuó
“El mes pasado, actualizamos nuestras Pautas para elPosicionador de Calidad de las Búsquedas para proporcionar ejemplos más detallados de páginas de baja calidad para que los posicionadores los señalicen adecuadamente”. Esos moderadores tienen instrucción de señalizar “experiencias de usuarios molestas”, incluyendo páginas que presentan “teorías conspirativas”, a no ser que “la búsqueda indique claramente que el usuario está buscando un punto de vista alternativo”.
Google no explica con precisión qué quiere decir con la expresión “teoría de la conspiración”. Usando la categoría amplia y amorfa de las noticias falsas, el objetivo del sistema de búsquedas de Google es restringir el acceso a sitios web alternativos, cuya cobertura e interpretación de eventos entra en conflicto con los de medios del establishment tales como el New York Times y el Washington Post.
Señalizando contenido de manera que no aparezca en las dos primeras páginas de resultados de una búsqueda, Google es capaz de bloquear de hecho el acceso de los usuarios a él. Dado que enormes cantidades del tráfico web son influidas por los resultados de las búsquedas, Google puede de hecho esconder o enterrar contenido que no le conviene mediante la manipulación de los posicionamientos de las búsquedas.
Justo el mes pasado, la Comisión Europea multó a la compañía con 2700 millones de dólares por manipular los resultados de las búsquedas para dirigir a los usuarios de manera inapropiada a su propio servicio de comparación de compras, Google Shopping. Ahora, parece que Google está usando esos métodos criminales para impedir que los usuarios accedan a puntos de vista políticos que la compañía considera objetables.
El World Socialist Web Site ha sido blanco de los nuevos “métodos de evaluación” de Google. Mientras que en abril de 2017 se originaron 422.460 visitas al WSWS en búsquedas en Google, la cifra ha bajado a unas estimadas 120.000 este mes, una caída de más del 70 por ciento.
Aún utilizando términos de búsqueda como “socialista” y “socialismo”,lectores nos han informado de que lo tienen cada vez más difícil para localizar alWorld Socialist Web Site con sus búsquedas en Google.
Derivaciones desde búsquedas en Google al WSWS han caído un 70 por ciento
Según el servicio de herramientas de administración de sitios web de Google, el número de búsquedas que desembocaron en que el usuario viera contenido del World Socialist Web Site (es decir, que apareciera un artículo del WSWS en una búsqueda hecha en Google) cayó desde 467.890 al día a 138.275 a lo largo de los tres meses pasados. La posición media de artículos en búsquedas, mientras tanto, cayó de 15,9 a 37,2 a lo largo del mismo período.
David North, director de la Junta Editorial Internacional del WSWS, declaró que Google está implicada en la censura política.
“El World Socialist Web Site existe desde hace casi 20 años”, dijo, “y ha logrado reunir a una vasta audiencia internacional. Durante la primavera pasada, el número de visitas individuales al WSWS cada mes superó los 900.000.
“Mientras un porcentaje significativo de nuestros lectores entra al WSWS directamente, muchos usuarios de la web acceden al sitio mediante buscadores, de los cuales Google es el más ampliamente utilizado. No hay ninguna explicación inocente para esta caída extraordinariamente aguda en lectores, casi de la noche a la mañana, provenientes de búsquedas en Google.
“La pretensión de Google de que está protegiendo a los lectores de las ‘noticias falsas’ es una mentira motivada políticamente. Google, un monopolio masivo, con muy estrechos vínculos con el Estado y agencias de inteligencia, está bloqueando el acceso al WSWS y a otros sitios web de izquierdas y progresistas a través de un sistema de búsquedas amañadas”.
En los tres meses desde que Google implementara los cambios en su buscador, menos gente ha accedido a sitios de noticias de izquierdas o que se oponen a la guerra. En base a información disponible en Alexa analíticas, otros sitios que han experimentado drásticas caídas en el posicionamiento incluyen aWikiLeaks, Alternet, Counterpunch, Global Research, Consortium News y Truthout. Incluso grupos prominentes de los derechos democráticos comoAmerican Civil Liberties Union y Amnesty International parecen haber sido afectados.
Un amplio abanico de sitios de izquierdas, progresistas y que se oponen a la guerra ha visto caer su posicionamiento en el tráfico en los meses pasados
Según Google Trends, el término “noticia falsa” casi se cuadruplicó en popularidad a principios de noviembre, en torno a la época de las elecciones estadounidenses, cuando los demócratas, medios del establishment y agencias de inteligencia intentaron achacar a la “información falsa” la victoria electoral de Donald Trump sobre Hillary Clinton.
El 14 de noviembre, el New York Times proclamó que Google y Facebook “se enfrentaban a una crítica creciente acerca de cómo las noticias falsas en sus sitios podrían haber influido el resultado de las elecciones presidenciales”, y estarían tomando medidas para combatir las “noticias falsas”.
Diez días más tarde, el Washington Post publicaba un artículo, “Esfuerzo de propaganda ruso ayudó a difundir ‘noticias falsas’ durante las elecciones, dicen los expertos”, que citaba a un grupo anónimo conocido como PropOrNot que compiló una lista de sitios de “noticias falsas” que difundían “propaganda rusa”.
La lista incluía varios sitios categorizados por el grupo como“izquierdistas”. De manera significativa, puso en su mira a globalresearch.ca,que reproduce a menudo artículos del World Socialist Web Site.
Después de la crítica generalizada de lo que era poco más que una lista negra de sitios que se oponen a la guerra y al establishment, el Washington Post se vio obligado a publicar una retractación, declarando “el Post, que no nombró a ninguno de los sitios, como tal no respalda la validez de los hallazgos de PropOrNot”.
El 7 de abril, Bloomberg News informó de que Google estaba trabajando directamente con el Washington Post y el New York Times para “comprobar los hechos” de los artículos y eliminar las “noticias falsas”. A esto siguió la nueva metodología de búsqueda de Google.
Tres meses después, de los 17 sitios declarados como de “noticias falsas”por la lista negra desacreditada del Washington Post, 14 vieron caer su posicionamiento. El declive medio del alcance global de todos esos sitios es el 25 por ciento, y algunos sitios vieron caer un 60 por ciento su alcance global.
“Estas acciones por parte de Google constituyen una censura política y son un ataque descarado a la libertad de expresión”, dijoNorth. “En momentos en los que es generalizada la desconfianza pública hacia los medios del establishment, este gigante corporativo está explotando su posición monopolística para restringir el acceso público a un amplio espectro de noticias y análisis críticos”.
El 25 de abril Google anunció la modificación de su motor de búsqueda para que los usuarios tuvieran más dificultades para acceder a sitios de información independientes de las grandes cadenas mediáticas, esos que suministran información de mala calidad, conspiranoica, magufa y falsa.
Entre dichos calificativos están los sitios que se oponen al fascismo, al imperialismo, a la guerra, cuyo número de visitas ha empezado a descender progresivamente desde entonces en todo el mundo
Los buscadores de internet esconden su parcialidad detrás de complejos algoritmos informáticos (Search Quality Rater Guidelines) que son la expresión lógica y matemática de la ideología dominante, que sigue desarrollando su capacidad para analizar y censurar los contenidos de internet.
Eso que llaman “inteligencia artificial” es artificial pero es muy poco inteligente. No quieren que leamos noticias inconvenientes para nosotros, que nos confundan, que nos lleven al error porque somos así, gilipollas integrales, incapaces de discriminar lo que tenemos delante de nuestras narices.
El modelo es el que las revistas científicas anglosajonas han impuesto desde 1945: la creación de equipos de censores (“peer review”) que evalúan las noticias y los sitios de internet según su propio criterio ideológico. Son los modernos inquisidores, los censores de libros prohibidos, los nuevos martillos de herejes resucitados de la Edad Medieval y las peores épocas de oscurantismo.
El papel de los censores es el de toda la vida, elaborar listas negras, etiquetar a determinados sitios para que no aparezcan entre las dos primeras páginas de Google. De esa manera el buscador tiene la excusa para que no le acusen de censura: entierra la web de tal manera que su localización sea como buscar una aguja en un pajar.
Quien quiera una información de calidad debe acudir al Washington Post, Le Monde, The Guardian, Clarín o La Repubblica.
El mes pasado la Comisión Europea multó a Google con una sanción 2.700 millones de dólares precisamente por manipular los resultados de las búsquedas.
Entre dichos calificativos están los sitios que se oponen al fascismo, al imperialismo, a la guerra, cuyo número de visitas ha empezado a descender progresivamente desde entonces en todo el mundo
Los buscadores de internet esconden su parcialidad detrás de complejos algoritmos informáticos (Search Quality Rater Guidelines) que son la expresión lógica y matemática de la ideología dominante, que sigue desarrollando su capacidad para analizar y censurar los contenidos de internet.
Eso que llaman “inteligencia artificial” es artificial pero es muy poco inteligente. No quieren que leamos noticias inconvenientes para nosotros, que nos confundan, que nos lleven al error porque somos así, gilipollas integrales, incapaces de discriminar lo que tenemos delante de nuestras narices.
El modelo es el que las revistas científicas anglosajonas han impuesto desde 1945: la creación de equipos de censores (“peer review”) que evalúan las noticias y los sitios de internet según su propio criterio ideológico. Son los modernos inquisidores, los censores de libros prohibidos, los nuevos martillos de herejes resucitados de la Edad Medieval y las peores épocas de oscurantismo.
El papel de los censores es el de toda la vida, elaborar listas negras, etiquetar a determinados sitios para que no aparezcan entre las dos primeras páginas de Google. De esa manera el buscador tiene la excusa para que no le acusen de censura: entierra la web de tal manera que su localización sea como buscar una aguja en un pajar.
Quien quiera una información de calidad debe acudir al Washington Post, Le Monde, The Guardian, Clarín o La Repubblica.
El mes pasado la Comisión Europea multó a Google con una sanción 2.700 millones de dólares precisamente por manipular los resultados de las búsquedas.
La manipulación se lleva a cabo tanto por motivos comerciales como políticos.
Las páginas progresistas que más se leen han visto caer el número de visitantes muy fuertemente, en un promedio del 70 por ciento.
Las páginas progresistas que más se leen han visto caer el número de visitantes muy fuertemente, en un promedio del 70 por ciento.
Sitios conocidos de información, como Wikileaks, Counterpunch o Global Research han visto que sus índices de lectura de han desplomado. En nuestro caso, desde enero de este año la caída es del 77 por ciento.
El término “noticias falsas” (fawkes news) que han creado los imperialistas para sostener su hegemonía ideológica, ha cuadruplicado el número de entradas desde noviembre, coincidiendo con la farsa de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Para presionar a los buscadores (Google) y las redes sociales (Facebook), el 14 de noviembre el New York Times les acusó directamente de ser los responsables de la victoria electoral de Trump por difundir noticias falsas. Ahora los monopolios informáticos quieren congraciarse con los informativos.
Diez días después el Washington Post dijo lo mismo de una manera aún más clara en un artículo titulado “El esfuerzo de propaganda ruso contribuye a difundir noticias falsas sobre las elecciones”, en el que se apoyaba en PropOrNot, un colectivo anónimo que propaga las tonterías típicas de los informáticos y expertos digitales.
Hasta el Washington Post tuvo que rectificar la chapuza de sus expertos: “No ofrecemos ninguna garantía sobre la validez de los resultados de PropOrNot”. Pero el daño ya está hechos. La censura ha triunfado también en la red. El 7 de abril la agencia Bloomberg anunció que Google trabajaba con el Washington Post y el New York Times para “verificar artículos” y erradicar las “noticias falsas”.
Tres meses después de los 17 sitios etiquetados dentro de la lista negra de Google, el New York Times y el Washington Post, 14 habían experimentado una reducción promedio del 25 por ciento en el número de visitantes. El algunos casos la reducción era del 60 por ciento.
Lo mismo que los colectivos sociales progresistas promocionan sitios de información independientes, también deberían promocionar otro tipo de buscadores que no sea el mismo de siempre, como por ejemplo:
- DuckDuckGo (http://www.duckduckgo.com)
- Blekko (http://www.blekko.com)
- Yippy (http://www.yippy.com)
- Teoma (http://www.teoma.com)
- Gigablast (http://www.gigablast.com)
- Exalead (http://www.exalead.com/search)
- Turbo10 (http://turbo10.org)
- Xrefer (http://www.xrefer.com)
- Profusion (http://www.profusion.com
El término “noticias falsas” (fawkes news) que han creado los imperialistas para sostener su hegemonía ideológica, ha cuadruplicado el número de entradas desde noviembre, coincidiendo con la farsa de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Para presionar a los buscadores (Google) y las redes sociales (Facebook), el 14 de noviembre el New York Times les acusó directamente de ser los responsables de la victoria electoral de Trump por difundir noticias falsas. Ahora los monopolios informáticos quieren congraciarse con los informativos.
Diez días después el Washington Post dijo lo mismo de una manera aún más clara en un artículo titulado “El esfuerzo de propaganda ruso contribuye a difundir noticias falsas sobre las elecciones”, en el que se apoyaba en PropOrNot, un colectivo anónimo que propaga las tonterías típicas de los informáticos y expertos digitales.
Hasta el Washington Post tuvo que rectificar la chapuza de sus expertos: “No ofrecemos ninguna garantía sobre la validez de los resultados de PropOrNot”. Pero el daño ya está hechos. La censura ha triunfado también en la red. El 7 de abril la agencia Bloomberg anunció que Google trabajaba con el Washington Post y el New York Times para “verificar artículos” y erradicar las “noticias falsas”.
Tres meses después de los 17 sitios etiquetados dentro de la lista negra de Google, el New York Times y el Washington Post, 14 habían experimentado una reducción promedio del 25 por ciento en el número de visitantes. El algunos casos la reducción era del 60 por ciento.
Lo mismo que los colectivos sociales progresistas promocionan sitios de información independientes, también deberían promocionar otro tipo de buscadores que no sea el mismo de siempre, como por ejemplo:
- DuckDuckGo (http://www.duckduckgo.com)
- Blekko (http://www.blekko.com)
- Yippy (http://www.yippy.com)
- Teoma (http://www.teoma.com)
- Gigablast (http://www.gigablast.com)
- Exalead (http://www.exalead.com/search)
- Turbo10 (http://turbo10.org)
- Xrefer (http://www.xrefer.com)
- Profusion (http://www.profusion.com
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