Campaña “sin precedentes” para reclutar voluntarios ‘ultras’ en los campus de EEUU
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- agosto 14º, 2017
La extrema derecha estadounidense aprovecha el nuevo clima político para buscar savia joven en las universidades, que pueda reforzar su causa y dotarla de continuidad.
Primero fue el lavado de imagen. La extrema derecha de EEUU ha logrado que se le llame “alt-right” o “derecha alternativa”. Ya no es racista o supremacista blanca, sino “identitaria”, y sus líderes de vaqueros estrechos, americana y pelo rapado a los lados pero largo por arriba bien podrían figurar en un catálogo de Urban Outfitters.
La victoria del “Dios-emperador” Donald Trump fue saludada por muchos de ellos al estilo nazi, y ahora, entusiasmados, están de campaña. La extrema derecha ha lanzado un esfuerzo “sin precedentes”, en palabras de la Liga Antidifamación (ADL), para reclutar estudiantes universitarios por todo el país.
“Los supremacistas blancos se están sintiendo muy energizados por el clima político actual de EEUU”, dice a El Confidencial Marilyn Mayo, investigadora y experta en extremismo de la ADL. “Sienten que es el momento adecuado para llegar a los jóvenes, en los campus. Creen que serán más receptivos a las ideas nacionalistas blancas”.
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Mayo dice que los supremacistas intentan dar el salto de internet al “mundo real”.
“Es cierto que han conseguido atraer a un grupo joven en internet, donde la gente se ha puesto a trolear y a escribir tuits racistas y antisemitas. Han logrado atraer a gente que cree que es guay, en cierto modo, pertenecer a este grupo.
La cuestión es hasta qué punto pueden mantener un movimiento en el mundo real. En internet todo es anónimo, no tienen que identificarse. Pero si intentas llegar al mundo real, es otra historia.”.
Uno de los principales ideólogos de extrema derecha, Richard Spencer, presidente del National Policy Institute y autoproclamado “Karl Marx de la alt-right”, habló en un aula de la Universidad de Texas A&M alquilada por el neonazi local Preston Wiginton. Fue en diciembre; Spencer llegó escoltado por otros skinheads que formaron una barrera en torno a él para protegerle de las protestas, incluso durante la conferencia.
Spencer explicó a este diario que no se considera ni “racista” ni “supremacista blanco”, pero sostiene que los afroamericanos son menos inteligentes y están genéticamente predispuestos a delinquir. No es racista, dice, pero sueña con crear un “etnoestado” para europeos blancos, “como el Imperio Romano”, mediante una “limpieza étnica pacífica”.
Reservas para no blancos y otras “propuestas”
Otro racista activo es Nathan Damigo, natural de Silicon Valley, en California. Damigo fue invitado a hablar en una clase de “estudios étnicos” de la Universidad Cal State Stanislaus.
Los estudiantes, muchos de ellos latinos y negros, escucharon a Damigo decir que a la raza blanca está amenazada por las minorías y que necesita algo parecido a lo que tienen los nativos americanos: una reserva, un territorio sin mezclar.
“Fue educado y bienhablado, y creo que eso fue parte de la ‘desconexión’”, dice a El Confidencial Jon Grammatico, uno de los estudiantes presentes en la charla. Grammatico dice que muchos compañeros se quedaron impactados por la rotundidad de sus ideas y por su forma de expresarlas.
“La gente tiene en su cabeza esa idea de que los racistas son gente desconectada e ignorante. Él desafió esta noción (bueno, sigue siendo un ignorante, pero no de la manera en que la mayoría de la gente cree)”, matiza.
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El estudiante, de 25 años, dice percibir un “enorme surgimiento” de la propaganda ultraderechista en forma de panfletos y pegatinas que él quita y denuncia.
Cree que la libertad de expresión tiene un límite en la incitación al odio. “Si tienes una retórica parcial, racista, odiosa, no creo que te deban de dar una plataforma”.
Damigo se alistó en los marines con 18 años; estuvo en Iraq dos veces. Allí perdió amigos y volvió, según Los Angeles Times, “en baja forma”. La primera vez que regresó intentó suicidarse; la segunda vez padeció un “severo estrés postraumático”, alucinaciones, flashbacks, abuso de alcohol y pastillas.
En una de sus borracheras salió a la calle con una pistola y tomó un taxi; creyendo que el conductor era iraquí, le puso el arma en la sien y le robó 43 dólares.
Lo detuvieron. Pasó cuatro años en prisión.
Hoy Damigo, de 30 años, va a la universidad y dirige Identity Evropa; como Spencer, niega ser un racista o supremacista y dice que estas etiquetas son un “discurso de odio antiblanco”. Como Spencer, cree que la victoria de Trump inicia una nueva era.
Su plataforma usa pegatinas con la imagen de Alejandro Magno y pide que la raza blanca sea “grande de nuevo”. Sólo admite socios de “ascendencia europea, no semítica”.
¿Libertad de expresión en las aulas?
El esfuerzo de la ultraderecha llega a un paisaje universitario polarizado y sospechoso, en muchos casos, de hipersensibilidad política: facultades que modifican su nombre por un vago eco racista de hace dos siglos, manuales de lenguaje aséptico o muchedumbres de alumnos progresistas que vetan o acosan a los ponentes que no son de su gusto.
Pese a ello, movimientos progresistas y conservadores coinciden en rechazar el radicalismo.
Los dos movimientos jóvenes más fuertes de la Universidad de Wisconsin-Madison, la izquierdista Coalición Estudiantil para el Progreso (SCP, por sus siglas en inglés) y los conservadores Jóvenes Americanos por la Libertad (YAF), se llevan notoriamente mal.
Pero están de acuerdo en rechazar la campaña de un alumno de pasado violento, Daniel Dropik, que pasó cinco años en prisión por prender fuego a dos iglesias afroamericanas.
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Dropik quiere montar en el campus una rama del American Freedom Party, un partido nacionalista blanco dirigido por referentes del “realismo racial” o “racialismo”:
teorías que entienden la inteligencia o el comportamiento de las personas en base a su etnia.
Los judíos, dice uno de sus líderes, serían genéticamente más inteligentes para acumular recursos a expensas del resto de grupos étnicos. La SCP y la YAF lo rechazan.
“Hay una línea muy marcada entre el discurso libre y el discurso de odio”, dice una de las organizadoras de SCP, Kat Kerwin. “Estudio ciencias políticas y me especializo en derecho constitucional; valoro la Constitución, valoro más que nadie la primera enmienda, pero creo que cuando el discurso está tan lleno de odio crea efectos negativos para grupos marginales y ahí está la raya”, declara a El Confidencial.
“Lo mejor es cuestionarles en un foro”
Kara Bell, portavoz de YAF, asegura que su organización no tiene nada que ver con Dropik.
“La YAF no cree que una organización del American Freedom Party deba de ser admitida en la Universidad de Wisconsin-Madison”, declara por email. “La libertad de expresión es importante en el campus universitario, pero cuando bordea el discurso de odio, no debe de ser permitida”.
Este debate alcanzó su auge el pasado enero cuando el ultraderechista Milo Yiannopoulos se disponía a hablar en la Universidad de Berkeley.
Yiannopoulos, entonces editor del portal conspirativo Breitbart News y troll contra cualquier forma de feminismo o discriminación positiva, había sido invitado por una organización de estudiantes conservadores y la universidad optó por hacerse a un lado.
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Su figura ascendió como una estrella; Yiannopoulos fue entrevistado en los principales canales de televisión, firmó un acuerdo millonario con Simon & Schuster para publicar un libro y le invitaron a dar un discurso en la cumbre conservadora CPAC. Pero de repente afloró un vídeo de él justificando la pederastia en 2015, y su estrella se desintegró en pedazos.
El radical dimitió de Breibart, la editorial rompió el contrato y CPAC la invitación. El provocador, que se escuda en su condición de homosexual y extranjero, denunció un complot para destruirle.
“La universidad es un mercado de ideas, pero no tienen por qué ofrecer una plataforma a racistas y antisemitas”, dice Marylin Mayo, de ADL. “Cuando hemos visto conferenciantes controvertidos, la mejor forma de rechazarlos no es la protesta violenta, sino cuestionar sus ideas en un foro.
Las universidades no tienen que darles espacio, pero si son invitados por estudiantes, deben de ser confrontados”.
De momento, explica, es difícil saber si esta campaña de reclutamiento está teniendo resultados.
Es el grupo supremacista blanco más infame de Estados Unidos. Inicialmente fue formado por oficiales exconfederados en los estados del sur tras la derrota en la guerra civil de EE.UU., en 1865.
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Crecen grupos ultraderechistas de supremacía blanca en Estados Unidos
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- agosto 12º, 2017
Manifestantes identificados con grupos extremistas como el Ku Klux Klan o el neo nazismo se congregaron el sábado en Charlottesville, Virginia, en una jornada que acabó con una mujer fallecida y al menos 19 heridos. ¿Está el país norteamericano ante un resurgimiento de la ultraderecha?
La violencia de este fin de semana en las calles de la ciudad estadounidense de Charlottesville (Virginia) ocurre en un momento de dramático resurgimiento de los movimientos de ultraderecha en Estados Unidos.
La marcha de “nacionalistas blancos” para protestar por la remoción de una estatua del general confederado Robert E. Lee terminó con una mujer fallecida y al menos 19 heridos, después de que un automóvil atropellara a un grupo de opositores a la movilización.
Para algunos analistas, la elección de Donald Trump como presidente ha sido un factor de revitalización de grupos de activistas en Estados Unidos que por décadas han rechazado la ideología de izquierda y el conservadurismo más moderado.
Las redes sociales también le están dando un impulso a la promoción de esas ideologías.
Un prominente grupo defensor de los derechos civiles, el Southern Poverty Law Center (SPLC), dijo que actualmente están monitoreando a más de 1.600 grupos extremistas en el país.
Pero, ¿cuáles son esos grupos, qué tan populares son y cuáles son sus objetivos?
Te mostramos las agrupaciones y rostros más visibles del movimiento de supremacía blanca en EE.UU. actualmente.
Derecha Alternativa (Alt-right)
La Derecha Alternativa (o Alt-right) es un grupo que dice odiar la corrección política y admirar a Trump, aunque sus críticos señalan que son fanáticos nacionalistas blancos.
Este movimiento, de auge reciente, ha sido impulsado en parte por la retórica empleada durante la campaña presidencial de 2016, en la que Trump fue acusado de hacer comentarios racistas, antisemitas y anti musulmanes.
El actual presidente de EE.UU., por su parte, denunció al movimiento en noviembre de 2016 y dijo que desaprobaba sus ideas.
La frase “derecha alternativa” (Alt-right) comenzó a ganar tracción en los medios cuando Trump, siendo candidato republicano en julio de 2016, publicó en su cuenta de Twitter una imagen de Hillary Clinton junto a seis estrellas que tenían la misma forma de la estrella de Israel y que contenía las palabras: “La candidata más corrupta de la historia”.
Las facciones de la Derecha Alternativa, de acuerdo a una guía escrita por el editor del portal conservador Breitbart, Allum Bokhari, y el polémico Milo Yiannopoulos, incluyen a intelectuales, conservadores y jóvenes que están dispuestos a luchar haciendo uso de las redes sociales.
Los ideales del movimiento se enfocan en la identidad blanca y la preservación de la “civilización tradicional occidental”, de acuerdo a Richard Bertrand Spencer, quien acuñó el termino “derecha alternativa” en 2008.
Libertad, libertad de pensamiento y el derecho a ofender son sus piedras angulares. Sus opositores los llaman racistas, misóginos y antisemitas.
- Número de miembros: como es un movimiento en internet, la Derecha Alternativa no tiene una membresía oficial, así que es difícil conocer el número de miembros.
- ¿Dónde están ubicados? Su presencia es en internet y su popularidad, dicen, ya es de nivel nacional.
- ¿Están creciendo? El grupo ha ganado prominencia en el último año debido a su entusiasta apoyo a Donald Trump, sin embargo es difícil cuantificar cuánto han crecido.
Ku Klux Klan (KKK)
Pronto el KKK floreció en el sur antes de expandirse por todo el país, a principios del siglo XX.
Las distintas divisiones del grupo discriminan a afroestadounidenses, judíos e inmigrantes. Y últimamente, a la comunidad LGTB.
Se convirtió en un movimiento que pretendía evitar que estos grupos disfrutaran de los mismos derechos civiles que sus pares estadounidenses.
Históricamente se los reconoce porque visten capuchas blancas y han llevado a cabo linchamientos y otros ataques violentos a quienes se atreven a retar la supremacía blanca.
Facciones del grupo se describen como “una organización de patriotas blancos cristianos y que tiene sus bases en el Ku Klux Klan de principios del siglo XX”.
- Número de miembros: los grupos del KKK están activos en la mayoría de los estados de EE.UU. Se estima que tienen entre 5.000 y 8.000 miembros.
- ¿Dónde están ubicados? Hay docenas de grupos KKK alrededor del país. El grupo incluye a la Confederación de los Caballeros Blancos y los Caballeros Tradicionales de EE.UU.
- ¿Están creciendo? En 2016 el KKK dijo que estaba en medio de un resurgimiento de inscripción de miembros en el sur del país.
Grupos Neonazis
El termino neonazi se relaciona a un grupo de activistas que comparten los ideales antisemitas y el amor por Adolfo Hitler y la Alemania Nazi.
La visión de los grupos neonazis en EE.UU. está amparada por las cortes y por la Primera Enmienda de la Constitución del país.
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En un caso conocido, la Corte Suprema de Justicia estadounidense invocó la Primera Enmienda para permitir que un grupo de neonazis marcharan en el pueblo de Skokie (Illinois), de mayoría judía, mientras lucían esvásticas.
Número de miembros: hay unas cuantas organizaciones de alto perfil, de acuerdo al partido American Nazi y al Movimiento Nacional Socialista (NSM). El más visible de esos grupos es la Alianza Nacional (NA).
- ¿Dónde están ubicados? Gran parte de los grupos formados son originarios de Virginia. Han comenzado a expandirse en otros estados.
- ¿Están creciendo? Una de las razones principales de su resurgimiento es la “manipulación de la información por parte de los medios tradicionales”, según una investigación del centro de investigación Data and Society, con sede en Nueva York. Las relaciones de los grupos neonazis en Europa y Estados Unidos también estarían creciendo, de acuerdo al SPLC.
Otros grupos de supremacía blanca en Estados Unidos
Movimiento Nacional Socialista: fundado en 1994, es uno de los más grandes grupos neonazis en Estados Unidos, con miembros en 30 estados.
Consejo de Ciudadanos Conservadores: fundado en 1985, milita por el movimiento segregacionista en los estados del sur.
Partido Estados Unidos Libertad: fundado en 2009, con orígenes en California. Tiene una agenda racista y contra la inmigración.
(Tomado de BBC Mundo)
Hollywood reacciona contra la violencia en Charlottesville
La controvertida marcha del grupo supremacista Unir a la derechaterminó de manera catastrófica: tres muertos y veinte heridos.
Todo comenzó cuando las autoridades de Charlottesville anunciaron la retirada de una estatua que homenajeaba al general confederado Robert E. Lee, quien comandara parte de las fuerzas sureñas durante la Guerra Civil estadounidense.
El grupo supremacista reaccionó con una concentración que pretendía defender la primera enmienda para apoyar a “los grandes hombres blancos que están siendo difamados, calumniados y derribados en Estados Unidos”.
El resultado fue una manifestación descrita por el Southern Poverty Law Center como “el mayor encuentro de odio de su clase en décadas en los Estados Unidos” .
La respuesta en Hollywood no se hizo esperar, luego de que numerosos miembros de la industria manifestaran su indignación a través de las redes sociales:
“The truth is: we are living at this time. And we are tolerating it.”#Charlottesvillepic.twitter.com/U4qBQl93qV
(“La verdad es: vivimos en esta época. Y lo toleramos”)
Hell of a day for the President to forget how to tweet. pic.twitter.com/ABffmwwH8D
(Mal día para que el presidente olvidara cómo tuitear.)
— J.K. Rowling (@jk_rowling) August 12, 2017
By the way, fuck these nazi motherfuckers. #Charlottesville
— Seth Rogen (@Sethrogen) August 12, 2017
(“Por cierto, al carajo con estos nazis”.)
Every Congressperson who fails to denounce the supremacists in #Charlottesville & who does not condemn Trump’s silence, is complicit in hate
(Cada congresiste que falle en denunciar a los supremacistas en Charlottesville y no condene el silencio de Trump es un cómplice del odio.)
— Beau Willimon (@BeauWillimon) August 12, 2017
Let’s be clear. The hatred we’re seeing in Virginia lies at the feet of Donald Trump. Stoked during the campaign,his silence condones this.
(Seamos claros. El odio que vemos en Virginia yace a los pies de Donald Trump. Cosechado durante su campaña, su silencio lo condona.)
— Rob Reiner (@robreiner) August 12, 2017
Republicans privately wincing but not coming out publicly against these Nazi Thugs are moral cowards.https://t.co/MdWuLDIAtC
— Mark Ruffalo (@MarkRuffalo) August 12, 2017
(Los republicando lamentándose de manera privada pero no públicamente contra estos criminales nazis son cobardes morales)
Trump is the one who made it okay to “Beat the crap out of ‘em.”
(Trump permitió que estuviera bien ‘molerlos a golpes’.)
— Stephen King (@StephenKing) August 12, 2017
The violent ‘white supremacists’ rioting in Charlottesville tonight should be treated as terrorists and charged as such #Charlottesville
— Will Poulter (@PoulterWill) August 12, 2017
(Los violentos supremacistas blancos de Charlottesville deberían ser tratados como terroristas y manejados como tal)
Why would Trump attack white supremacists? What politician would ever attack his own base? He ran with and for hatehttps://t.co/moV0ejR7kB
— Michael Moore (@MMFlint) August 13, 2017
(¿Por qué Trump atacaría a los supremacistas? ¿Qué político atentaría contra su propia base? Ganó con y por el odio.)
La controversia supremacista ha sido tema recurrente en Hollywood con filmes como Mississippi en llamas (Alan Parker, 1988), Historia americana X (Tony Kaye, 1998) e Imperium (Daniel Ragussis, 2016), entre muchas otras.
Incluso la próxima a estrenarse Detroit (Kathryn Bigelow, 2017) tocará importantes temas de racismo en la sociedad norteamericana, los cuales llevaron a uno de los peores altercados en toda la historia del país.
La violencia en Charlottesville ha sido contenida por ahora, pero se teme que el odio pueda extenderse por otras ciudades de la unión americana. Por ello, algunos miembros de la industria continuarán empleando su influencia para presionar a las autoridades y más importante aún, para transmtir un mensaje de igualdad en una sociedad dividida.
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