domingo, 10 de enero de 2016

Periodistas que inventan noticias y sus fuentes. Un relato real de 1ª mano

 La central nuclear de Lemoiz, Euskadi. Nunca llegó a funcionar.

Periodistas que inventan noticias y sus fuentes. Un relato real del que puedo dar testimonio personal.



A la memoria de Fernando, 
por los muchos momentos que compartimos


Lo que sigue es una historia real. 

Hace mención a hechos de los que fui testigo. Lamento no poder ser más generoso en detalles, pero los años pasan factura y los hechos a los que haré referencia tuvieron lugar en 1977, hace 39 años.

El 1 de septiembre de 1977 llegaba a Madrid, a la Estación del Norte. Atrás dejaba Galicia. Un mes antes había cumplido 17 años. 

Quería vivir mi vida, libre, sin dependencias ni ataduras. 

Mi hermano mayor trabajaba en el Hotel Eurobuilding con las máquinas de fregar los platos. Había hecho gestiones para que pudiese  trabajar con él, aunque por razones -cuyo motivo no recuerdo- debía mentir sobre mi edad y decirle al jefe de personal que tenía 18 años. 

No era de plantilla, sino que trabajaba de "extra" cuando me llamaban, pero iba tirando y lo que ganaba me daba para vivir y seguir estudiando.

Mi hermano tenía alquilada una pequeña buhardilla en la calle Calatrava, frente a La Paloma. Me llamaba la atención que solo tuviese taza de váter y que para ducharnos tuviésemos que ir a las duchas públicas que todavía existían en La Latina; creo recordar que cobraban 2 pesetas. 

En la buhardilla vivía con mi hermano y un amigo suyo, Fernando. En realidad mi hermano nunca estaba; prefería estar y dormir en el piso confortable de su novia.

Fernando había terminado la carrera de Periodismo dos meses antes. 

Era mayor que yo y ejercía dándole consejos a aquel muchacho recién llegado a quien la capital le parecía un planeta extraño. Tuvo suerte. Aquel mismo mes de septiembre encontró su primer trabajo como periodista. 

Decía que era una pequeña agencia de noticias y lo cierto es que al principio no tuve demasiado interés en ello. Se mostraba distante y poco hablador, así que al comienzo procuraba pasar desapercibido cuando estaba en casa. 

Sin embargo, pasábamos demasiadas horas juntos en aquel cuchitril, en el que la altura máxima de mi habitación no alcanzaba el metro y medio. No tardamos en hacernos amigos y confidentes.

Fernando trabajaba en una pequeña oficina de la calle Serrano, que apenas tenía un par de despachos: el del jefe y el suyo. 

Era la sede de la agencia. Ningún rótulo en la puerta hacía sospechar que el local fuese la oficina de algo. El caso es que a menudo se llevaba el trabajo a casa y entonces podía pasar horas golpeando las teclas de una vieja máquina de escribir que había comprado de segunda mano en el Rastro. 

Mi compañero de cuchitril mostraba malas pulgas cuando trabajaba en casa, pero la confianza que iba ganando con él me conducía a comportarme como ese gato inoportuno que se empeña en no dejarte en paz cuando estás trabajando. Así que un día entré en su habitación, me senté en la cama y le pregunté por lo que estaba escribiendo. 

A regañadientes me contestó varios segundos más tarde: "una crónica". "Una crónica sobre qué", dije. Me miró con aquellas gafas de culo de vaso que usaba, y me respondió: "una crónica desde Belgrado". 

Menuda forma de mandarme a la porra, pensé. Decidí insistir y le hice ver que no entendía. No me hizo caso. Lo acompañé en silencio durante un rato y cuando ya me disponía a levantarme, sacó el folio de la máquina y me lo entregó para que lo leyese, mientras encendía un cigarrillo. 

No recuerdo detalles, pero hablaba de las bondades de la energía nuclear. Lo miré y empezó a reírse y al cabo de un rato me preguntó si quería saber lo que hacía en su trabajo.

Aquello que había leído era una crónica que un ficticio experto en energía nuclear enviaba desde Belgrado, enfatizando la necesidad de desarrollar este tipo de energía. Fernando trabajaba creando noticias falsas para una agencia financiada por la patronal de la energía nuclear en España. 

Desde crónicas, falsas entrevistas, informaciones basadas en fuentes incontrastables, estadísticas inventadas... supuestamente todo ello escrito por diferentes expertos que enviaban sus trabajos desde cualquier país del mundo. La buhardilla de la calle Calatrava (o su despacho en la calle Serrano), convertidos por arte de engaño periodístico en capital del mundo. 

Fernando nunca había estado en Belgrado. Poco importaba. 

Nunca había estado en ninguno de los sitios desde los cuales enviaba sus crónicas con diferentes firmas ficticias. Su jefe, del cual Fernando apenas llegó a conocer detalles, colaba luego las informaciones en las agencias de noticias y en los medios. Alguna vez Fernando me mostraba una revista riéndose, diciéndome: "mira, es mi artículo".

El objetivo de aquella discreta agencia financiada por la patronal de la energía nuclear, era la difusión de noticias favorables al empleo de la misma. En aquellos años, tras la crisis del petróleo de los 70, todos los países comenzaron a desarrollar planes para construir centrales nucleares. 

España no fue una excepción, pero el movimiento anti-nuclear resultó ser un obstáculo para el desarrollo de la industria nuclear. 

Recordemos, por ejemplo, el caso de Lemoiz (Lemóniz) en Euskadi. 

Con una opinión pública temerosa hacia esta fuente de energía, la inserción en los medios de informaciones -aunque fuesen falsas- favorables a la energía nuclear, que ensalzasen las bondades y ventajas de la misma, se convirtió en un medio para que aquel joven periodista se ganase el pan mientras no encontraba un trabajo mejor. Pocos años después, la presión social obligó al gobierno de Felipe González a aprobar una moratoria nuclear

Hasta que cambió de trabajo, durante casi un año fui testigo de lo que Fernando escribía para la agencia y a menudo nos reíamos juntos leyendo sus "noticias". Luego compartimos amistad durante muchos años, hasta que la Parca se lo llevó prematuramente. 

Su recuerdo permanece en mí, 
y cada vez que leo las falsedades que algunos periodistas publican sobre Siria, Ucrania u otros países, me acuerdo de Fernando y de su primer trabajo. 



2 comentarios:

  1. Me ha impactado la historia. ¡Mentir para sobrevivir! Yo tuve la suerte de poder ganarme la vida desde los 16 años, pero en trabajos que me agradaron. Primero de Secretaria (única época en la q tuve q mentir obligada, sólo para indicar q no estaba mi jefe cuando no deseaba q le interrumpieran). Y además siempre seguí estudiando. Ya Casada seguí en el oficio, y ya con 2 hijos de 6 meses y 3 años, comencé Magisterio (por mayor de 25 años, pues no tenía COU). Sin perderme una clase, con mi esfuerzo y supongo que acompañada de algo de suerte, saqué plaza directa y comencé el trabajo de mi vocación "Educación", siempre en colegios de barrios marginales de mi zona y en escuelas públicas, involucrándome totalmente en los problemas del barrio, tanto de alumnos como de sus familias, hasta el punto de llevarme a mi casa a niños durante días e incluso semanas (lo cual hizo que mi familia también participara)¡Era el 50% de mi vida!... Pero una rara enfermedad hizo que mi felicidad se truncara mucho antes de lo deseado. ¡Sólo 13 años pude disfrutar de mi labor de maestra de EGB!... Ahora, 17 años más tarde, con Gran Invalidez y Ley de Dependencia, 6 de ellos sin pisar la calle, me queda la satisfacción de continuar en contacto con un grupo de alumnos que tuve de 3º a 8º, y de saber que un 70% de ellos pasó por la universidad (aunque algunos, afortunadamente los menos, han tenido que inmigrar para ganarse la vida en el extranjero). También uno de mis dos hijos, con muy buena preparación anda por esos mundos, y mucho tendrá que cambiar el panorama de este país para que regrese.
    Mi carácter rebelde, luchador, decidido, me impide sentirme inútil, y, desde este cuarto y este sillón, mientras la memoria no falle y los dedos tengan movimiento, hago lo que buenamente puedo para sentirme un poco "útil" y mantener vivos mis ideales: Luchar por los DDHH, la Solidaridad, la Justicia y la PAZ.
    (Por cierto, como en el relato se mencionan las "nucleares", mi marido, Físico, tuvo oportunidad de trabajar en ellas, pero despreció muy buenos sueldos, a cambio de dedicarse también a la Educación Universitaria pública, con un sueldo suficiente para vivir dignamente, porque es otra de nuestras coincidencias: No aspirar a acaparar dinero, y sí a disfrutar de las pequeñas cosas; y dejarles a nuestros hijos la mejor herencia que creímos para ellos: Una muy buena formación y educación responsable y humana.

    Gracias por haberme dado la oportunidad de conocer esta historia que no dudo que es verídica, y también por la comprensión que confío, de haber contado parte de la mía, igualmente verídica.

    Saludos al autor "el amigo de Fernando"

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  2. Pido disculpas por no haber cuidado más la redacción, sobre todo la puntuación. Han faltados muchos "puntos y aparte"... y hacer el relato en varios párrafos.
    ¡Falta de experiencia en hacer comentarios de este tipo!
    Lo siento.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro