lunes, 26 de febrero de 2018

El simplismo como amenaza social

El simplismo como amenaza social


Hace unos días discutía yo con un tuitero que afirmaba que el problema del hambre en el mundo se resolvía con "una correcta distribución de los alimentos que existen y que dan para todos".
Este tuitero anónimo no es sino uno más de los muchos personas que ven los problemas con un simplismo que deberíamos empezar a considerar como un desafío educativo de primer orden, como un problema de salud conductual, como una amenaza a la sociedad y a la posibilidad de resolver nuestros problemas. 

Para tratar de explicarle la complejidad, le puse un caso muy sencillo: en la República Centroafricana hay 2,5 millones de seres humanos hambrientos. 

Para mantenerlos en los límites de la nutrición es necesario aportarles mil calorías diarias a cada uno, 2.500 millones de calorías. 

Las mil calorías para cada uno son 100 gramos de maíz, por lo que el problema de la desnutrición en ese país se resuelve con 250 toneladas de maíz.

Diarias. Todos los días. De todas las semanas. Todo el año. Para siempre.
Sólo para un país.
Y el problema del hambre no son sólo los 2,5 millones de la República Centroafricana. 
Es que hay 795 millones de personas que no tienen alimentación suficiente para vivir de manera sana y digna. 
El coste y esfuerzo de distribuirle alimentos a todas esas personas gratuitamente simplemente es inasumible, si es que fuera físicamente posible, que es de dudarse. 
La solución propuesta, "la distribución", pues, comporta en sí una serie enorme de problemas, de cuestiones logísticas, técnicas, políticas, prácticas y económicas que es evidente que el tuitero y quienes repiten este mantra no se han detenido a considerar.
Pero la solución es incorrecta. "La distribución", aún consiguiéndose, no acabaría con el hambre. 
La realidad es tan enormemente compleja que deben encontrarse soluciones, primero, para que esas personas puedan producir más alimentos en sus propios países o entorno, con mejores técnicas de cultivo, mejores pesticidas, fertilizantes, variedades adecuadas al medio ambiente ya no de cada país, sino de cada región o subregión, de cada clima y microclima, riego, implementos de labranza... y cultivos que además sean adecuados a la cultura, costumbres y hábitos alimenticios de esos 795 millones de personas que son tremendamente distintos; no son una masa de personas que se igualan como "hambrientos" sino que están habituados a comer ciertas cosas y saben cultivar de cierto modo y las inercias sociales son a veces aterradoras. 
Y hay que añadir la necesidad de soluciones políticas, sociales, religiosas, étnicas y bélicas indispensables para que se pueda cultivar o criar el alimento con seguridad y tranquilidad.
Sudán era un país de abundancia y su zona sur, Equatoria, en particular, era considerada "el granero de Sudán". 
No era un país africano hambriento estándar de ésos que la imaginación occidental se confecciona con fotos de pornografía de la miseria, niños de vientres hinchados por la disentería, moscas y bracitos medidos con perversa precisión por quienes piden dinero a los culpabilizados europeos. 
Era un país bien alimentado. Hasta 2003. Hoy 400.000 personas en Equatoria sufren inanición y 1,5 millones de sudaneses en total corren el peligro de morir de hambre. 
El problema no es la distribución, es la política. 
Dos grupos se han levantado en armas acusando al gobierno de despreciar a la población no árabe de Darfur, precisamente al sur de Sudán, en Equatoria. El gobierno respondió con masacres de no árabes y el conflicto se ha prolongado durante ya 15 años con un escalofriante saldo de genocidio, crímenes de guerra, brutalidad y desprecio a la vida, donde el hambre ha sido, incluso, una de las armas de la guerra.

El problema del hambre es un ejemplo, especialmente descarnado, de la incapacidad de muchísimas personas de concebir la complejidad de los problemas que enfrenta la humanidad, y de comprender dos elementos fundamentales. 

Primero, que no todos los problemas son causados por la maldad y, segundo, que no hay soluciones sencillas.

Esto resulta igualmente estremecedor cada vez que sale en los medios, con bombo y platillo, que un grupo determinado de personas "con una enorme conciencia ecológica" han diseñado una forma maravillosa de, por ejemplo, hacer sillas con veinte botellas de agua vacías, como paradigma de la necesidad de reciclar y de ser visionarios y de comprometernos con el bienestar de nuestro entorno y, cuando la lírica se salta todas las vallas, de "salvar el planeta".
Pero en Estados Unidos se hacen 137 millones de botellas de agua al día. Que serían suficientes para hacer 6 millones 850 mil sillas ultraecológicas al día. O 2.500 millones de sillas al año. 
Muchas de esas soluciones simplemente son una forma de mirar para otro lado y creer que las cosas son simples. 
Acabar con el problema de las botellas de plástico pasa por varios temas espinosísimos: a la gente le gusta la comodidad (y todo movimiento ascético tiene un problema grave, como podemos ver), las botellas son baratas, la publicidad para venderlas es eficiente... hay que concienciar a la gente de lo bobo que es comprar agua embotellada, que es tirar el dinero (comparado con tomar un vaso de agua del grifo, es carísimo), o encontrar la forma de reciclarlas efectivamente (y convencer a la gente de que las recicle en lugar de tirarlas por ahí... las campañas al respecto en los últimos 50 años han sido lentas y de eficacia limitada), o encontrar una solución mejor y competitiva que sustituya a las botellas de agua por otra forma igualmente conveniente y cómoda y barata pero sin que sea una monserga ambiental.
Creer que hacer sillas de botellas "recicladas" aporta algo es infantil. Es simplista.
Se pueden hacer 50 mil millones de flores cada año sólo con las botellas de agua de EE.UU. ¿Asunto resuelto?

La esperanza en que ocurra la magia permea mucho del pensamiento más noble y bienintencionado del mundo. Muchos luchan por una energía mágica que no contamine nada, que sea sostenible, verde, barata, limpia, que no tenga ningún efecto adverso sobre la gente, el entorno y la economía. 

No parecen tener las herramientas racionales para darse cuenta de que esa energía no existe fuera de los cuentos de hadas, que tenemos que hacer equilibrios, como en todo, en un juego de desventaja-beneficio.

Es lo mismo que se observa cuando la gente busca una forma de curación de sus males que no tenga efectos secundarios, que sea barata, que sea sencilla, que explique sin complejidades las causas de sus malestares y que los resuelva sin complicaciones. 
Eso ofrecen todas las pseudoterapias que "explican" una enfermedad tan endemoniadamente complicada como el cáncer en términos binarios (el cáncer lo provoca una "dieta ácida", "las emociones", "un hongo", "la vida moderna") y ofrecen curaciones sencillas y sin efectos secundarios (homeopatía, limón, kalanchoe, "biodescodificación", canciones, gotas misteriosas -Bio-Bac, MMS-) con certeza de curación al 100%.
Es la misma oferta de los populistas que con un "Make America Great Again" o un "Es necesario el cambio" hacen al votante pensar que todo lo que ha pasado hasta hoy en su país es producto de la maldad de algunos, de un complot creado por fuerzas subterráneas y maléficas (la casta, el deep state, los golpistas, el Ibex 35, los masones, los judíos, el FMI, el marxismo cultural, el feminismo, la ideología de género, los enemigos del pueblo) y que lo único que hay que hacer es votar al tipo de turno, habitualmente el del peinado raro, y por fin se inaugurará la república de la vida sin preocupaciones, helados para todos y un futuro con fresco aroma a cítricos que, además, curan el cáncer.
El simplismo parece una afección grave en el cuerpo social, y para remate, una afección enormemente complicada en cuyo agravamiento intervienen los medios, los políticos, los charlatanes de toda laya, los comerciantes desahogados, los publicistas, los tertulianos bienpagados y las ONG más sospechosas. 
Combatirlo debería ser prioridad de cualquiera que se dé cuenta de lo que está produciendo a nuestro alrededor.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro