El Pacto de Toledo descarta una reforma ambiciosa de pensiones a medio plazo
- Podemos propone incluso derogar la reforma de 2010
El enconamiento entre unos partidos y otros ha motivado que todos pacten saltar ese espinoso asunto para buscar acercamientos en otras cuestiones de menor calado, como la de la extracción de la Seguridad Social de las bonificaciones a la contratación; la adecuación de las bases y periodos de cotización; los incentivos al empleo; o la información al ciudadano.
Todo ello aboca al sistema a meras reformas cosméticas que mitiguen levemente el desvío presupuestario. Entre ellas, la de sacar de la Seguridad Social la financiación de las medidas para fomentar los contratos en la empresa privada; o la inclusión del factor de sostenibilidad de las pensiones en los cálculos ofrecidos al ciudadano para que conozca los derechos que está adquiriendo de cara a su retiro.
Poco más, por ahora, pese a que la presidenta de la Comisión del Pacto de Toledo, Celia Villalobos, urgió a los parlamentarios a revisar todas las recomendaciones antes de que finalizara el año 2017.
"El desacuerdo es total en cuanto a la separación de las fuentes o el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones", admiten desde Ciudadanos, partido en el que son negativos respecto a una reforma de calado en los próximos tiempos.
Sí hay acercamiento en la posibilidad de o bien pagar a través de diferentes fuentes las pensiones contributivas y no contributivas; o de extraer Viudedad y Orfandad de la Seguridad Social para cargarlas en el Presupuesto.
Sin embargo, los partidos no se ponen de acuerdo en el modo en que se financiarían esas cantidades a cargo de las Cuentas, con el PSOE de Pedro Sánchez sugiriendo recargos en los impuestos a las rentas altas y el PP sin clarificar cual sería su postura.
"Pero mientras, tenemos a los socialistas queriendo derogar la reforma de pensiones de 2013 y a Podemos apoyando eso y además eliminar la que aprobó José Luis Rodríguez Zapatero en su día, por lo que el acuerdo ahora es imposible", insisten en la formación naranja.
Un proceso que se alarga
El pesimismo es compartido por el PSOE. Desde este partido confiesan a elEconomistaque la fase actual de revisión de las recomendaciones de los diferentes grupos para reformar el sistema "puede alargarse uno o dos años".
Un horizonte aún lejano que condena al Estado a seguir, como ha hecho en 2017, con la fórmula del préstamo a la Seguridad Social como solución coyuntural para el pago íntegro de las pensiones.
Todo ello, además, cuando la hucha solo cuenta con 11.602 millones de los casi 67.000 que llegó a albergar en 2011; y con un gasto que se incrementa a un ritmo aproximado de 4.500 millones, lo que anticipa préstamos mayores a los de este año y, por tanto, más necesidad de endeudamiento público.
La situación, admiten desde el Pacto de Toledo, no es grave a corto plazo.
El déficit es asumible porque la economía crece y también lo hacen las cotizaciones, que irán cerrando el agujero muy poco a poco.
El problema reside a medio y largo plazo, con una OCDE recordando este mismo viernes que un 40% de la población española tendrá más de 65 años en el año 2050.
El problema es que posponer soluciones implicará tomar "medidas duras de golpe", que pueden provocar una gran resistencia e incomprensión por parte de la sociedad.
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- noviembre 11º, 2017
PACTOS DE TOLEDO.-
¿Para que han servido las reuniones de este Pacto? ¿Cobran dietas o primas, los que van a las reuniones?
El FMI critica la Generosidad del sistema.(Pensiones)
Y esto es así porque: LA Base Reguladora del calculo de la Pension ha sido: 2 años, 8 años y ahora 15 años.
Una de las premisas en todas las Reuniones del PACTO es que hay que ajustar mas lo que cobras con lo que pagas.
LOS SINDICATOS, ¿que dicen?: Negocian las PREJUBILACIONES, como estas: Dos ejemplos:
“Treinta años en banca, prejubilado con 53 y con 30 años de trabajo casi todos en bases maximas, cuando me jubile, con el 100x100, con la pensión máxima habré “ trabajado “ mas de 40 años“.
“Yo prejubilado de Telefonica con 53 años con el 95% del sueldo y la empresa me cotiza hasta los 63 después el 100% saludos a disfrutar del verano”
Y Hoy:
1.- No hay dinero para cubrir el pago de las pensiones.
2.- Hay 15.000.000 de ESPAÑOLES que llevan pagado 10/15 AÑOS. Tienen unos derechos adquiridos .Y NO HAY NI UNA PESETA AHORRADA
Las PREJUBILACIONES Y SIMILARES. ¿Quién LAS NEGOCIA? Los Sindicatos. ¿Quién ha defendido a los ESTIBADORES? ¿Quien paga sus ventajas? La Economía Española. COMO LO CONSIGUEN. Huelga Salvaje: No respetan los minimos. ¿Por qué no hay Ley de Huelga?
Ningún partido se atreve a llevarles la contraria.
EN ESPAÑA.- Nunca ha habido mas DESIGUALDAD QUE AHORA?
Con los IMPUESTOS DE LOS ESPAÑOLES se pagan TODAS LAS PREJUBILACCIONES DE UNOS y otros VAN AL PARO.
¿Qué dicen los SINDICATOS, sobre esto, Y LA RUINA DE LA SEG. SOCIAL? Nada esta calladitos. La Deuda Española es de unos:
1.137.853.000.000 Euros* 193.460.000.000.000 Pesetas
Es muy facil BASE REGULADORA = VIDA LABORAL REAL
Sistema de Capitalizacion.
La alternativa RUINA DEL SISTEMA , DESIGUALDAD y LA MAYOR INJUSTICIA DE LA HISTORIA.
El Sistema SOLIDARIO, que se pague con Presupuestos Grales Estado.
La banca presiona para que haya planes de pensiones privados semiobligatorios
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- septiembre 11º, 2017
Los planes de pensiones no acaban de arrancar en España y, en algunos aspectos, incluso han retrocedido.
Su patrimonio a 30 de septiembre rondaba el 10% del PIB, muy por debajo de los porcentajes registrados en otros países de nuestro entorno. El modesto nivel de los salarios y la tendencia a concentrar el ahorro para la jubilación en activos inmobiliarios explican este fenómeno.
Al término de los nueve primeros meses del año había en España ocho millones de personas con al menos un plan de pensiones, según los últimos datos proporcionados por la patronal que agrupa a las sociedades de inversión colectiva, Inverco. El dinero acumulado ascendía entonces a un total de 109.244 millones de euros.
La mayor parte de ese patrimonio correspondía al planes individuales, que son los que ofrecen las entidades financieras a sus clientes (72.530 millones).
Más modesta era la dotación de los planes de empleo, constituidos por las empresas para sus trabajadores (35.811).
A gran distancia de los otros dos se encontraban los planes del sistema asociado, que promueven sindicatos y otras organizaciones (903).
Uno de los atractivos de esta fórmula de ahorro es la posibilidad de desgravar en el Impuesto sobre la Renta las aportaciones realizadas, aunque eso no ha impedido que el número de partícipes vaya retrocediendo.
De ahí que, en los últimos meses de cada año, los promotores (en su mayoría bancos) redoblen su actividad de captación, apoyada tradicionalmente en fuertes campañas publicitarias.
En paralelo a ellas, suelen menudear mensajes no tan comerciales, pero que contribuyen al mismo objetivo de predisponer a la opinión pública en favor de los planes de pensiones. Su denominador común es subrayar los problemas por los que atraviesa el sistema público y las ventajas de la alternativa privada.
En tal sentido se han manifestado durante los últimos días destacados dirigentes de la patronal de seguros, Unespa, y de la propia Inverco, aprovechando los foros en los que han intervenido.
Una idea en la que vienen insistiendo es en la conveniencia de adoptar en España una fórmula similar a la vigente en países como Reino Unido o Alemania, donde a los trabajadores -salvo que digan lo contrario- se les retiene un porcentaje de su salario bruto para productos de ahorro complementarios de la Seguridad Social (planes de pensiones, fondos de inversión, seguros de jubilación) y la empresa aporta otra cantidad igual, a cambio de beneficios fiscales.
A esta fórmula semiobligatoria están acogidos actualmente unos 16 millones de alemanes. Si se aplicara en España, con una retención del 2% sobre los salarios, el patrimonio de los planes de pensiones prácticamente se duplicaría, hasta superar el 20% del PIB.
Para la banca se trata de un apetitoso pastel, no sólo por las comisiones que generaría, sino también por las oportunidades de negocio que le abriría el manejo de tan significativo volumen de recursos.
Los trabajadores, en cambio, pagarían por partida doble: al sistema público (de reparto) y al privado (de capitalización).
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